"IIISSSHHHH* HAAAAAAAAH*"
Tok*
"...Muchas gracias por la oportunidad…"
Tras un profundo suspiro, el aspirante dejo caer su brazalete sobre la mesa con algunas palabras de gratitud.
La multitud esperaba impaciente por la reacción del samurái.
....
Con un aura indescriptible, el samurái cruzó los brazos y devolvió una mirada fugaz al aspirante.
"… Regresa a tu lugar y espera instrucciones…"
"…Sí…"
...
La calma pronto llegó tras la tormenta.
La presión en el pecho de muchos se disipó cuando el aspirante regresó sin hacer escándalo.
Tok* Tak* Tok*
"Gracias"
"Muchas gracias"
"Supongo que eso es todo…"
Casi de inmediato todos los números rojos comenzaron a entregar sus brazaletes, incluso los más rebeldes se tragaron su rabia para no empeorar las cosas.
Después de eso, solo se necesitó de pocos minutos para que la mesa se llenara de brazaletes.
"¿Alguien más? No nos hagan buscarlos"
Ante el silencio el samurái acudió a su compañero. A través de los ninjas se aseguraron que ningún numero rojo faltará.
Con todo asegurado, el samurái procedió a dar las siguientes instrucciones.
"Todos los descalificados sigan a los miembros a su espalda, los demás despliéguense en el espacio restante"
Nuevamente las ordenes fueron acatadas sin resistencia, muchos se despidieron de sus compañeros mientras se alejaban de los números azules.
El chico que Lea había ayudado se despidió dándole un regalo.
"No es mucho, pero te dará buena suerte"
La mano de Lea sostenía una estatuilla de madera tallada con la silueta de lo que parecía ser un ángel.
"Tal vez fue la diosa quién nos reunió, ahora yo debo entregarla para que te reúna con alguien a quien también puedas ayudar"
El pequeño objeto tenía un tenue brillo cálido, Lea no entendía bien de qué se trataba, pero sabía que el regalo no le haría daño, por lo que acepto el gesto con una profunda reverencia y se despidió del chico con una brillante sonrisa.
A lo lejos Molly la miraba con una expresión complicada.
"Joven señorita, ¿Hay algo que le moleste?"
"¿Hm? Ah, no, no es nada. Solo me siento aliviada de que nada malo pasara, no me gusta derramar sangre innecesariamente"
"Por supuesto, siento lo mismo"
Molly estaba curiosa por el regalo de Lea, no lo había visto con claridad debido a toda la gente que tenía que vigilar, pero alcanzó a vislumbrar algo brillante.
Como supervisora era su deber asegurarse que nadie tuviese objetos malditos o demoniacos.
Ella podía usar su autoridad para detener a Lea y encontrar lo que buscaba.
Sin embargo, eso pondría a Lea en un aprieto.
El ser marcado por un miembro del clan por sospecha bajo ninguna circunstancia era algo bueno, y mucho menos con la prueba que estaba por desarrollarse.
Si me acerco a ella ahora, será menos probable que nos enfrentemos al final… La promesa no se cumpliría…
Molly estaba conflictuada, su responsabilidad como miembro del clan y sus deseos personales se superponían en una constante batalla por el control de su cuerpo.
… Es ella de quien hablamos… Debería estar bien si lo reviso después... Solo esperare un poco hasta que sea menos problemático acercarme…
Ella se dijo a sí misma que estaba haciendo lo correcto, pero en el fondo sabía que cualquiera de sus colegas le hubiese dicho que estaba equivocada.
Por ello mantuvo todos sus pensamientos para ella misma y caminó a otro lado con un samurái siguiéndola.
"Es poco común verla tan emocionada señorita, aunque puedo entenderla, la siguiente etapa es de las más entretenidas"
Sin detener su errática cola o pies. Molly le respondió al samurái.
"N-No es eso, solo estoy... Curiosa… Ya quiero saber a quién me enfrentaré en las finales"
"¡Hahaha! ¡Ciertamente eso es algo que usted diría!"
La habilidad para mentir de Molly mejoraba junto a sus habilidades para pelear.
Dentro de poco tiempo sería toda una experta.
La reacción aprobatoria del samurái fue prueba suficiente de eso.
Lo siento madre… No volveré a mentir... Al menos no lo haré muy seguido…
Realmente se estaba volviendo buena en ello.
*
El samurái se mantuvo en profundo silencio hasta que todos los números rojos dejaran de estar a la vista.
Con los candidatos restantes sobre el terreno, inspeccionó rápido el área con una mirada.
"Bien, es momento de pasar a la siguiente etapa"
El samurái habló suavemente por su transmisor.
"Retiren la barrera"
Tras esas palabras la realidad se distorsionó, las paredes y suelos de concreto se desvanecieron junto a las edificaciones y todo aquello que se consideraba propio de la capital real.
"¡Mentira!"
"¡¿Esto es real?!"
"…Oye… Esto ya es pasarse…"
"Woah, mierda, estos tipos son otra cosa"
Los aspirantes quedaron anonadados.
Toda la capital se había convertido en un bosque.
"La capital no se movió… Fuimos nosotros…"
Cuando los aspirantes escucharon lo que la elfa dijo voltearon sus cabezas por donde habían venido.
Los daños permanecieron, pero en vez de edificios había árboles y rocas musgosas, los suelos de tierra reemplazaron las calles, y los vidrios se convirtieron en pequeños guijarros y corteza.
"Imposible, nunca capté el olor de las plantas o la tierra húmeda, ¿Cómo es que nunca me di cuenta?" Se preguntó un hombre bestia tocando el suelo bajo sus pies.
"Mira, ahí, ¿Qué es eso?"
"¿Huh?"
El grupo de trillizas encontró una pequeña maquina adherida a la copa de los árboles, el objeto cilíndrico estaba desplegando una especie de vapor por su delgada boquilla.
"Son una herramienta mágica, su función es neutralizar todo el olor de un área pequeña, suficientes de eso pueden hacer desaparecer el olor de este bosque"
Era un objeto simple con una funciona todavía más simple, ni si quiera podía considerarse como armamento militar.
No obstante, el clan lo había utilizado maravillosamente para sus propósitos.
"Como pueden ver, todos fuimos transportados con magia, no tienen que preocuparse por las personas descalificadas, en estos momentos están siendo escoltadas de regreso a Lafonía, una vez hayamos terminado con la prueba de aquí les pasará lo mismo"
Los aspirantes tenían muchas preguntas atoradas en sus gargantas y cabezas, fue la armadura ensangrentada del samurái la que les impidió exponerlas, él estaba dejando claro que no respondería más de lo necesario.
"Formen 5 equipos de 10 personas. Tienen 15 minutos"
En una combinación de prisa y orden, los equipos comenzaron a crearse.
Hubo algunas pequeñas riñas ya que los candidatos se comparaban constantemente entre ellos en busca de los individuos más poderosos.
15 minutos era tiempo suficiente para formar a los equipos, pero también era poco si querías ser selectivo.
Sea como sea, los candidatos debían ser cuidadosos. Un miembro incapaz de trabajar en equipo siempre será un lastre.
"Oye, señorita elfa, ¿Quieres unírtenos? Nos vendría bien alguien con tus habilidades"
"…"
El hombre humano había adoptado la posición de líder dentro de un equipo, hubo algunas caras sorprendidas, pero nadie desafió su intento por obtener el miembro que les faltaba.
Antes de contestar la elfa miró a su alrededor.
Todos aquellos con los que se encontraba desviaban su mirada o se dirigían a otro equipo lejos de ella.
Aceptando que era su mejor y única opción, la elfa se acercó al hombre en silencio. Cuando estuvieron frente a frente ella asintió.
"Bien, déjame presentarte con quienes estarás, yo soy Einar, por si te preguntabas"
'No lo hice' Fue lo que pensó la elfa ignorando su sonrisa con olor a alcohol.
Ambos caminaron a donde su equipo, los miembros parecían estar ocupados intercambiando información banal para no aburrirse.
Tres mujeres jóvenes fueron las primeras en encontrarse con el nuevo miembro, el color castaño de su cabello, y los ojos amarillos junto con la piel oscura eran características físicas que las hacía tan iguales como sus colas y orejas animales.
Sus cuerpos entrenados y lindas caras eran prácticamente iguales, solo había pequeños detalles que permitían hacer una distinción entre una y otra.
"Las trillizas guepardo, empezando por la de la izquierda, son Lina, Mina, y Nina"
Al escuchar sus nombres las trillizas comenzaron sus saludos.
Lina, quien podía identificarse por su cabello corto y el brazalete de cuero negro en su muñeca derecha alcanzó la mano de la elfa desprevenida.
"Hey, es bueno que hayas venido, un placer tenerte a bordo"
Mostró una gran sonrisa que contenía amabilidad y reto. La elfa entendió que, aunque amable, ella todavía la consideraba su competencia.
La elfa se sintió un poco más motivada y respondió al saludo.
Lina no pudo verlo debido a la tela escondiendo la mitad inferior de su rostro, pero ella estaba sonriendo ligeramente.
"Estas siendo descarada de nuevo hermana… Por favor discúlpala, los modales nunca fueron su fuerte"
"O-Oye, no me hagas ver como un niño maleducado…"
"No necesito hacerles ver algo que ya haces por ti misma"
La trilliza en el medio llamada Mina hizo a un lado a su hermana con palabras venenosas, su cabello era ligeramente más largo, llegando a sus hombros. Tenían un collar de cuero en su cuello del mismo color que Lina.
"Soy Mina, mucho gusto, um…"
Dándose cuenta que era momento de mencionar su nombre, la elfa mostró su rostro.
Su cabello estaba peinado hacia atrás y era de un rubio pálido, sus ojos eran de un brillante naranja semejante a los rayos del sol, estaba vistiendo un uniforme militar elfico de color gris, y había una roja bufanda desgastada en su cuello.
"Soy Eufelia, un elfo… Un gusto…"
Todos alrededor de la elfa supieron de inmediato que no debían preguntar más de lo necesario, el uniforme que ella portaba ya les daba una idea de sus circunstancias, por lo que continuaron sus presentaciones sin profundizar demasiado en su identidad.
"Ya veo. Espero poder trabajar contigo sin problemas, Eufelia"
"… Lo mismo digo"
Eufelia se sintió agradecida y bendecida por el trato. Tuvo mucha suerte de ser reclutada por un equipo tan considerado. Al mismo tiempo se sintió culpable por hablar mal de ellos con anterioridad.
Se disculpó en su cabeza repetidas veces ya que no era capaz de decirlo en voz alta.
"Nina, preséntate también"
Recibiendo la bola, la última hermana se posicionó frente a Eufelia.
"Soy Nina, espero que mis hermanas no le hayan incomodado mucho, señorita Eufelia. Suelen ser un poco descaradas, pero solo están emocionadas, no tienen malas intenciones"
Su cabello era el más largo de las tres, llegando a su espalda y cubriendo sus ojos con un flequillo. Su brazo izquierdo estaba envuelto con un cinto de cuero negro. Ella ofreció su mano con una sonrisa suave, casi maternal.
Eufelia tomó la mano y la agito con una sonrisa incomoda. De alguna curiosa manera, la persona frente a ella le dio la sensación más intimidante entre los presentes.
"Dudo que puedan tenerlas contigo cerca…"
"Jiji, puede ser~"
Para sobreponerse ante tal sensación, decidió comentar sobre el acontecimiento de hace poco.
"Ah, sí. Tú eres quien estaba coqueteando con aquel oso, ¿Cierto?"
"¡Ah! ¡No! Eso fue… Bueno… Umm…"
Al recordar el momento, el rostro de Nina fue pintado de rojo, sus hermanas la molestaron desde sus lados para continuar con el ataque mientras disparaba excusas hasta quedarse sin aliento.
"Hablando de osos, estos grandulones son Ishwar y Jalil" Dijo Einar apuntando a las montañas con orejas y cola de oso.
Ambos asintieron con sonidos de "¡Hum! y ¡Ham!" saliendo de sus bocas.
Ishwar fue quien le había dado las flores a Nina, apenas se notaba debido a la barba cubriendo la mayoría de su rostro, pero también estaba avergonzado por la mención del evento.
Él se rascaba su nariz mientras miraba a otro lado.
Por otro lado, Jalil puso su mano sobre el hombro de su amigo. Debido a su falta de vello, él aparentaba ser el más joven de los dos, pero no se podía estar seguro de eso.
Ambos hombres estaban cerca de los 2 metros de altura, siendo Ishwar el más alto.
Sus complexiones eran corpulentas. Sus brazos eran como arboles maduros.
No parecía que fueran personas muy comunicativas o expresivas, sin embargo, había un aura reconfortante a su alrededor que inspiraba un sentimiento de seguridad.
Eufelia asintió hacia ambos para demostrar que había captado sus bienvenidas.
"Y finalmente, pero no menos importante, Lea"
"¡Hola! ¡Espero contar contigo en la próxima prueba, Eufelia!"
La chica con orejas y cola de león ofreció un puño amistoso con una enorme y afilada sonrisa por detrás.
'Brillante y ruidosa' fue lo primero que llegó a la cabeza de Eufelia al ver la escena.
Como para evitar que una embarazosa catástrofe pasara, se apresuró a responder al puño.
"Por favor… No hagas tanto alboroto durante la prueba…"
"¡Oh! Uhh, ¡Claro! ¡Digo! Cohum* Entendido"
En todo el proceso que Lea recorrió para llegar a esa respuesta, Eufelia ya estaba sosteniendo su cabeza por el inminente dolor que pronto sentiría.
"Bien, eso concluye las presentaciones"
"Espera, ¿Y esos 3?"
Un poco alejados del grupo, había 3 individuos mirando la escena con rostros molestos.
"Ah, dijeron que harían su parte durante la prueba, pero que no esperemos establecer alguna amistad con ellos. Puedes intentar hablarles, aunque yo no lo recomendaría"
"Ya veo, tiene sentido, seguimos siendo rivales al fin y al cabo"
"Ciertamente lo somos, pero dudo mucho que eso importe en ésta prueba. Si ellos quisieran que mantuviéramos nuestro individualismo nos habrían dado la oportunidad de formar equipos solo si asi lo quisiéramos, sin embargo, nos ordenaron hacerlo, eso quiere decir que esperan capacidades de cooperación y trabajo en equipo, no gloria individual"
Eufelia se sorprendió por la lógica con la que hablo Einar.
Ella no se esperaba algo asi de un hombre que evidentemente se había forzado a arreglar su imagen para estas pruebas.
No importa que tanto arregles un cabello desalineado o limpies el óxido de tu espada. Tus ojos siempre mostraran la fatiga y el dolor que carga tu cuerpo.
Eufelia lo entendía bien ya que ella estaba haciendo lo mismo.
Naturalmente simpatizó con el hombre frente a ella.
"Asi que por eso eres quien lidera éste equipo, tienes habilidad Einar, al menos eso voy a reconocértelo"
Einar sonrió con ojos distantes, su dedo rascando su mejilla.
"… Heh, no es nada, si pensar y hablar pudiese hacerme más útil de lo que ya soy, yo-"
"¡Se acabó el tiempo! Todos los equipos, hagan 5 filas"
Con la ayuda del samurái, Einar desvió la conversación.
"Vamos, podrían descalificarnos por el menor retraso, asi que será mejor apresurarnos"
"… Tienes razón, movámonos"
Eufelia aceptó éste resultado y siguió a Einar a donde estaba el resto de su equipo.
Por un momento pensó sugerir el continuar con la conversación en otro momento, un segundo después recordó donde estaba y desechó la idea.
Ahora mismo lo más importante no eran el pasado o los problemas de sus compañeros.
Era la victoria necesaria para seguir avanzando en las pruebas.