- ¿Y quién se supone que es esta persona?
- Mi sabueso, gracias a ella tuve que congelar algunos jinetes de grifo, asi que tenemos que terminar con esto antes de que el hielo se derrita y los guardias nos lluevan.
- Haah* Hah* Hah* ¡¿Ahora soy un animal?!
No tarde mucho para reunirme con Fei Xue fuera de los muros del reino, Iris estaba tratando de recuperar su aliento y su color detrás de nosotros mientras era rodeada por un grupo de aves de diferentes tamaños, formas y colores.
- A-Aves… Muchas aves…
Mientras Iris paseaba sus ojos entre la cantidad de bestias mágicas de los alrededores, Fei Xue caminó a mí.
- Maestro, para evitar cualquier problema con su identidad, me tomé el tiempo de conseguirle un traje más adecuado para… trabajar, como usted diría.
Sus brazos sostenían ropaje negro y azul oscuro, además de unas botas, guantes, y una máscara blanca sin rasgos faciales, pero con un copo de nieve dorado pintado en el centro.
- ¿Dónde conseguiste esto?
Con un guiño coqueto Fei Xue me respondió llevando su dedo a mis labios.
- Kukuku~ Una mujer necesita mantener algunos secretos.
- ... ¿Es asi?
No estaba satisfecho con esa respuesta, pero sabía que no estaba dispuesta a dar más detalles por el momento, asi que deje la conversación para otra ocasión.
- Oye, sabueso, atrapa.
Lancé el carcaj devuelta a Iris, por un momento se vio feliz de volver a tener flechas, pero casi de inmediato se dio cuenta que la llamé sabueso de nuevo.
- ¡No soy un sabueso!
Ignoré sus quejas con una pequeña sonrisa, tomé la ropa y me alejé a los arboles cercanos, con un chasquido de los dedos de Fei Xue, las aves de mayor tamaño formaron un perímetro para evitar mirones.
Inspeccioné la ropa en busca de alguna trampa o hechizo problemático, pero no encontré nada, por lo que me cambié sin muchas preocupaciones.
Mientras me cambiaba, escuche la conversación de ambas mujeres.
- Discúlpalo cariño, suele ser algo rudo.
- … Ah, no, está bien, no lo culpo…
- Por cierto, ¿De verdad tu nombre es sabueso?
- ¡¿Qué?! ¡No! Me llamo Iris Greenwood, y soy un alto elfo del bosque sagrado.
- Kukuku~, un gusto Iris, me llamo Fei Xue, compañera y amante de ese hombre.
- ¡¿En serio?! ¡¿Una mujer tan hermosa cómo usted es pareja de ese bruto?! ¡Es un desperdicio!
- Gracias por el cumplido, Kukuku~.
- ¿A quién le llamas bruto? Maldito sabueso.
En cuanto termine de vestirme, las aves se apartaron, dejándome caminar a la elfa que golpearía pronto.
- Kukuku~, como pensé, la ropa le queda espléndidamente maestro.
Al sentir mis intenciones, Iris se escondió en la espalda de Fei Xue, dejando solo su cabeza afuera.
- Yo diría que parece un mercenario de mala espina.
Como la vez anterior, Fei Xue creó un espejo de hielo, pero esta vez era de tamaño completo.
- Asombroso… ¡Señorita Fei Xue usted es asombrosa!
Iris no escondió su asombro.
- Kukuku~ Con suficiente practica y talento cualquiera puede hacerlo.
Fei Xue solo disfruto de recibir halagos.
Playera de manga larga azul oscuro, chaqueta de cuero negra con capucha acolchada y bordados blancos formando copos de nieve en la espalda.
Los pantalones, botas y guantes eran del mismo material y color que la chaqueta.
Los antebrazos y muslos tenían fundas cargadas con ligeros cuchillos arrojadizos, el cinturón en mi pantalón contaba con varios bolsillos llenos de tubos de ensayo con líquidos de diferentes colores.
Los nudillos de los guantes y la parte frontal de las botas estaban recubiertos por un metal transparente, pero no agregaban peso o dificultad de movimiento a la ropa.
- Un poco demasiado excéntrico, pero supongo que servirá.
A pesar de que la máscara no tenía orificios, podía ver perfectamente, y mi voz se escuchaba sin problemas.
Fei Xue se acercó a mí y me quito la máscara, después de juguetear con ella y tras escuchar un "Click" volvió a ponérmela.
- Puede que no lo parezca, pero ahora mismo está usando una armadura.
- Qué le hiciste a la… Woah.
Mi voz había cambiado, ahora se escuchaba más robótica y distorsionada, para nada a lo que originalmente sería.
- Todo el ropaje está hecho de los metales más raros del mundo, "Sangre de diosa" y "Mithril". No solo es sumamente dura y resistente a los elementos, sino que puede reconstruir la armadura con maná siempre y cuando quede un pedazo, la máscara es un artefacto de mazmorra capaz de modificar la voz de su portador, me tome la libertad de decorar ambas.
Era gracioso lo orgullosa que estaba de todo ello cuando lo único que hiso fue recoger todo de algún lado y decorarlo a su gusto.
- ¡¿Ropa hecha de Mithril y Sangre de diosa?! ¡¿Dijiste artefacto de mazmorra?!
Iris se acercó a inspeccionar la ropa y la máscara, olvidándose por completo de que era yo quien la vestía.
- Ciertamente, el brillo de los nudillos es característico del Mithril, si miras de cerca puedes notar que los hilos de la playera tienen una textura particular, además de que la chaqueta tiene una sensación metálica por fuera…
Ignore su invasión a mi espacio personal mientras hablaba consigo misma, en mi mano podía sentir a Álvaro a punto de decapitarla desde el anillo.
- Bueno, las armas espirituales podrían ser problemáticas, pero el daño puede ser reparado con un poco de tiempo.
Ahora yo estaba interesado.
- ¿Armas espirituales?
- Son armas habitadas por-
- ¡Son armas habitadas por seres etéreos llamados espíritus, hay de todo tipo, pero la mayoría están relacionados con los elementos mágicos!
Iris interrumpió la explicación de Fei Xue a medio camino, ella estaba sonriendo, pero su ira era casi palpable.
Este elfo tiene el talento de hacer los peores enemigos.
- ¿Y qué hace un arma asi?
- ¡Hace básicamente indestructible al arma y la dota de los elementos del espíritu!
- …
El conocimiento y entusiasmo de Iris por estas cosas, y del penoso espectáculo anterior me hicieron darme cuenta de algo.
- U-Um, es un poco incomodo si me miras tanto.
- Iris… Tú no eres un guerreo ¿Verdad?
- ¡!
Por un momento Iris quedo estupefacta, con esa reacción ya tenía mi respuesta.
- ¡P-P-Por supuesto que lo soy!
Una mala mentirosa.
- Intenta decirlo otra vez, pero sin tartamudear.
- Um, p-por supuesto-
Puse mi dedo en sus labios antes de que continuara.
- Estaba bromeando, no necesitas mentirme, es bastante obvio que no tienes ni el talento ni la habilidad de un guerrero.
- Eso es…
- Cierto, ¿Verdad?
- …
Su silencio dijo más que mil palabras.
- ¿De quién es ese arco?
- … Es de mi hermana, hace tiempo ella y otros civiles desaparecieron del bosque, usando mis ojos logre rastrearla hasta éste reino, pero…
- Te encontraste con los cultista.
- Sí… Descubrí que ellos la tienen capturada junto con los demás elfos, seguro que me confundieron con una guerrera gracias al uniforme, pero la verdad es que prefiero estudiar las armas en vez de usarlas.
- Ya veo… Bien.
Puse mi mano derecha sobre el hombro de Iris para que no escapara y alce mi puño izquierdo.
- Seguro que tu hermana te dará otro, pero lo tienes merecido.
- ¿Eh?
Antes de que Iris se pudiera dar cuenta de lo que pasaba, le di un "suave" golpe en su cabeza.
- ¡HYYYYAAAAA!
Sí, "suave".
Mientras Iris se revolcaba en el suelo con sus manos sobre su cabeza y ojos lagrimeantes, continué con mi regaño.
- ¡Grandísima idiota! ¡¿Por qué demonios haces algo tan peligroso como una investigación de desaparecidos siendo un ratón de biblioteca?! ¡¿Qué crees que te hubiese pasado de no ser confundida con un guerreo?!
De verdad había hecho algo muy idiota, no solo se expuso a sí misma a uno de los enemigos más peligrosos de éste mundo, sino que fue obligada a intentar cometer un delito del cual moriría sin importar el resultado.
De mi cinturón saque un tubo de ensayo con líquido verde, después tomé la cabeza de Iris e hice que bebiera el contenido.
- Cough* Cough* ¡¿Qué pasa con ese golpe?!
- ¿Sigue doliendo?
- ¡Por supuesto que! ... No…
- …
- ¿Podrías dejar de mirarme tan fijamente? Siento que me harás un hoyo.
No parecen tener veneno o algún hechizo de control mental, bien.
Ciertamente me le quede mirando a Iris, pero fue para saber si las pociones tenían algo extraño, no por otras razones.
Ofrecí mi mano para ayudarla a levantarse.
- … ¿Qué demonios? ¿Eres amable o no? Decídete de una vez.
La elfa aceptó mi ayuda y se levantó del suelo.
- Soy alguien malo que de vez en cuando hace cosas amables, quédate con eso y empieza a guiarnos.
- Con esa forma de pedir las cosas seguro que piensan que eres un tipo malo.
- ¿Ha?
- ¡Nada!
Rápidamente Iris soltó mi mano y comenzó a caminar en cierta dirección.
- ¡Por aquí!
- … Haaah* Te seguimos.
Después de expulsar mi fatiga mental con un suspiro, comenzamos a seguir a la elfa.
Fei Xue camino a mi lado y sostuvo mi mano, por alguna razón tenía una sonrisa en su rostro.
- … ¿Qué pasa?
- Kukuku, oh no es nada, solo me enamoré un poco más de usted, maestro~.
- … Ya veo… Gracias…
- Kukuku~.
No me desagradaba su suave cuerpo o los pechos que envolvían mi brazo, pero no podía bajar mi guardia, al menos no por ahora.
Solo disfrutare un poco, sí, solo un poco.