Salí del bar y me separé de Fei Xue, lavé mi ropa con mi objeto mágico y comencé a caminar al castillo, de paso me encontré con algunos guardias patrullando, asi que les informé sobre gritos y ruidos extraños provenientes del bar que purgué.
Los guardias no tardaron en pedir refuerzos con un cristal circular que colgaba de sus hombros e inmediatamente marcharon al establecimiento.
Yo seguí mi camino sumergiéndome en mis pensamientos.
Ahora que lo pienso mejor… ¿Cómo mierda voy a mostrar esto? Pensé mirando la galería de mí celular.
Las imágenes eran la de una película gore con clasificación R+.
Si llegaba directamente con Fardan y se las mostraba a la cara, cuestionarme el cómo las obtuve sería el comienzo de mi encierro.
Supongo que las borrare, ya están yendo esos tipos a ver la escena del crimen de todas formas.
Al final, tomé fotos desagradables por nada, a veces mis planes no eran tan buenos como se desarrollaban en mi cabeza, pero mientras el resultado fuese satisfactorio, no importaba mucho el método.
- Veamos qué hay de ti. Murmuré sacando un libro de mi traje.
Lo recogí de uno de los cadáveres de los fanáticos.
La cobertura era totalmente negra y las hojas, de un color amarillo opaco, estaban manchadas de sangre.
Lo hojeé un poco para ver el contenido, y lo que encontré fue una colección de rituales depravados para invocar criaturas amorfas.
Solo podía entender la mitad de lo que el libro decía, algo sobre que las criaturas tenían un gran poder que podía ser usado por el invocador para cumplir sus deseos.
Pero de nuevo, la fuente era el libro de un culto fanático, todos los textos y videojuegos que eh visto siempre concuerdan en algo.
Los demonios no cumplen tus deseos, sino los suyos.
Tal vez debería destruirlo…
El conocimiento que otorgaban estos oscuros textos no debería existir, no era más que una trampa para pobres desgraciados desesperados por felicidad.
- Creo que si hubiese tenido esto antes… Yo sería parte de esos locos.
Tomé una decisión rápida.
- Congelar.
Congelé el libro y con la fuerza de mis manos lo aplasté hasta hacerlo diminutos pedazos que volaron con el viento.
Después, saqué mi cajetilla y para mi mala suerte, solo me quedaba un cigarro.
- Haaaaahhhhhhh*
Solo pude dar un largo suspiro tras aceptar la cruel realidad.
Busqué un buen lugar para sentarme y comencé a fumar, teniendo en cuenta por supuesto de no molestar a nadie con el humo del cigarro.
A veces era bueno simplemente no hacer nada y apreciar el entorno, y teniendo en cuenta todo lo que había que hacer, los descansos iban a ser algo raro a partir de ahora.
¿Me estaré involucrando demasiado? Pensé mirando el interminable cielo azul.
Haciendo retrospectiva de todo lo que había pasado, mi plan de vivir dentro del castillo hasta poder regresar a la tierra ya no sonaba tan convincente como antes.
Fui traído a éste mundo como uno de los héroes, pero no tengo el título ni la clase que lo demuestra, al contrario, tengo una clase y título que se escucha inútil y la bendición de un villano.
Aunque tiene bastante sentido si sabes lo que eh hecho.
Cerré mis ojos y recordé mi primer hogar.
Vivía en una casa pequeña hecha de madera vieja.
Poniéndolo en palabras simples, mis padres eran personas estúpidas, papá fue una especie de emprendedor, pero el negocio falló, se volvió un apostador alcohólico y le quedó a deber a las personas equivocadas.
Yo fui quien tuvo que pagar por ello.
Mamá era una prostituta, en cuanto cumplí los cinco años nos abandonó a mi padre y a mí.
No volví a verla hasta diez años después, en… circunstancias muy peculiares.
Jamás hubo amor en casa, en cuanto gané conciencia solo podía escuchar a mí padre quejándose de la sociedad "¡Ellos no entienden la grandeza de esto, nadie lo hace, solo yo!", como si él fuese algún tipo de genio incomprendido. Pero la verdad es que era un idiota inmaduro.
Casi nunca veía a mamá, las pocas veces que llegaba a casa apestaba a alcohol, tabaco y otros fluidos, cómo ella sabía que papá gastaría el dinero de manera estúpida, me lo daba a mí.
"Compra algo de comer y no le digas al perdedor de tu padre"
Después de intercambiar algunas palabras conmigo, ella volvía a salir por la puerta hasta quien sabe cuántos días.
Hasta que un día, después de dejar más dinero de lo normal, volteo a verme y me dijo "Deberías de irte pronto".
Jamás regresó después de ese día.
Jamás tuve la oportunidad de ir a la escuela, siempre me la pasé buscando un trabajo para poder sobrevivir, afortunadamente encontré mucha gente buena dispuesta a darme trabajo.
Gracias a ellos aprendí a leer y escribir, junto con un poco de aritmética.
Fui el sustento de mi hogar hasta los nueve años.
Al menos hasta que fui vendido por mi padre.
***
Tock* Tock*
- ¡García! ¡Hora de pagar!
- ¡E-En seguida!
Mientras contaba el dinero que me quedaba para sobrevivir al mes, la voz de un hombre furiosos casi rompe la puerta, papá se levantó del sillón y fue a su habitación.
Carajo, ¿A quién mierda le debe dinero esta vez?
Justo la semana pasada hablé con mi padre acerca de sus apuestas y negocios clandestinos, intenté convencerlo de que dejara de hacerlo, pero el idiota solo me ignoraba mientras decía "¡No entiendes nada de los negocios asi que no te metas!" "¡Solo necesito un pequeño préstamo y seremos ricos en poco tiempo!"
De verdad nunca entendí porque me esforzaba tanto en hacerlo sentir algo de orgullo por mí.
¡Crack! *
La puerta de madera cayo en un estruendoso crujir, un par de gigantes hombres tatuados entraron a casa.
- ¡¿Qué mierda?!
- ¿Es él? Pregunto uno con playera azul.
El segundo, que usaba una playera roja, sacó un celular de sus pantalones y paseó sus ojos entre el dispositivo y yo.
- Lo es.
En cuanto el primero confirmó las sospechas del segundo comenzaron a caminar en mi dirección.
¡¿Qué es esto?! ¡¿Qué mierda está pasando?!
- Tú te vienes con nosotros pendejo.
Sintiendo el peligro tomé un cuchillo de la cocina de porquería que teníamos y amenacé a los hombres mientras lo agitaba de derecha a izquierda.
- ¡Atrás! ¡No sé quién mierda son o que quieren, pero si se acercan más los cortaré!
Ambos hombres miraron detrás de mí.
PFF* ¡HAHAHAHAHA! *
Y estallaron en risas.
- Antonio…
Al escuchar la voz de mi padre, mi corazón se calmó un poco.
- ¡Después me explicas! ¡Dales lo que quieren de una buena vez!
- … Eso haré.
- Bien entonces-
Thump*
- ¿Eh?
Mi espalda sintió como el pie de mi padre me empujo a los matones, el golpe fue tan inesperado que solté el cuchillo y caí al suelo.
- ¡Agárralo!
Ambos hombres sostuvieron mis brazos y restringieron mis movimientos, en cuanto se aseguraron que no pudiese resistirme me alzaron del suelo.
Lentamente dirigí mi mirada a mi padre.
- … ¿Papá?
- E-Está bien hijo, ¡Seguro que cuando el proyecto tenga éxito podré comprarte! ¡Esto solo es algo temporal!
- … ¿Comprarme?
Estaba sin palabras, sabía que mi padre era un perdedor estúpido, pero jamás pensé que haría algo como esto, no después de todo lo que hice para que pudiésemos sobrevivir.
Todo lo que sacrifiqué para poder comer al día siguiente, todo el dolor y vergüenza que tuve que sufrir por las personas que conocía a mis padres, lo mucho que intenté evitar odiar a las familias que vivían mejor que nosotros, lo mucho que intenté ponernos a flote.
- … P-Papá… No hagas esto… Por favor dime que es mentira… Por favor… ¡Dime que esto no es verdad!
Lagrimas escapaban de mis desesperados ojos.
- ...
- Sí que es verdad niño.
Quien rompió el silencio fue uno de los matones.
- Aquí tu padre le quedó a deber dinero a nuestro jefe, como no tenía nada te ofreció a ti como pago.
- … ¿Pago?
Una asquerosa sonrisa sádica emergió de su rostro.
- ¡Ahahaha! ¡Asi es! ¡Tú propio padre te vendió a la mafia!
- ¡! ¡¿La mafia?!
Ambos matones comenzaron a arrastrarme fuera de la casa.
Trate de resistirme, pero mi cuerpo de nueve años no podía contra sus cuerpos adultos.
- ¡Papá! ¡Ayúdame! ¡Detenlos! ¡Por favor! ¡Papá!
- … S-Solo será temporal hijo, lo prometo.
- …
Inútil.
Ese hombre no tenía salvación.
A él jamás le importaría alguien que no fuese él mismo y sus estúpidos negocios.
"Deberías de irte pronto".
Ahora las palabras de esa mujer tenían sentido.
Si ya sabías que esto iba a pasar… ¿Por qué no me llevaste contigo?...
La ira que contuve toda mi vida comenzó a salir.
- Vámonos, la policía ya debería estar de camino.
- Ei, vamos niño, dile adiós a papi.
La escoria a la que llamaba padre ni siquiera me miraba, volteo su cabeza a un lado y cerro sus ojos para no ver como estaba siendo secuestrado frente a él.
¡¿Por qué?! ¡¿Por qué me está pasando esto?!
- ¡MALDICIÓN! ¡MIERDA! ¡CARAJO!
No podía hacer nada, y nadie iba a ayudarme.
- ¡TODO ES TU CULPA! ¡TODO ES CULPA DE AMBOS!
Los matones me sacaron de mi casa y me llevaron a una furgoneta negra a las afueras.
- ¡VOY A MATARTE! ¡JURO QUE UN DÍA VOY A MATARTE! ¡TE ENCONTRARE A TI Y A ESA PERRA Y LOS MATARE A AMBOS!
- ¡Cállate de una puta vez!
Thump*
Estamparon mi rostro contra una pared cercana, poco a poco fui perdiendo el conocimiento.
Lo último que vi antes de desmayarme, fue a mi padre en la entrada de la casa riéndose como un maniático.
- … ¿Por qué?... Papá.