Capítulo 6
En el aire se sentía una gran tensión, pero esta es interrumpida por los clientes al soltar unas alborotadoras carcajadas. Seguidamente de llegar a un acuerdo la misión inicia. Era acerca de robarle unos papeles a los enanos o toda la información acerca de un proyecto. Después de recibir los planos pudieron notar que se trataba del gigantesco y moderno lugar llamado "Xon" (lugar donde recogieron la misión). Este encerraba en su interior tanta información que adentrarse en él era una verdadera proeza a causa de la seguridad que poseía.
Es así que comienza el plan, las cámaras según los datos otorgados eran capaces de captar imágenes de todo tipo con una alta resolución y gozaban de rayos infrarrojos que se dispararían antes el más mínimo movimiento. Además, para llegar cerca de su destino, debían atravesar una muralla de enanos provistos con armas láser que ante cualquier intruso lanzarían un disparo.
Realmente no tenía muchas opciones ni mucho a su favor, por ello el plan debía ser perfecto. Su primer paso sería crear una red de túneles bajo tierra que permitiesen una veloz comunicación entre los diferentes pasillos. Afortunadamente, fuera de los avances que conservaran, los enanos eran extremadamente sucios y con frecuencia tenían problemas de plagas; esto favorecía a la entrada de Rithen, la cual debería disparar las diferentes alarmas y mantener a los enanos guardias ocupados el mayor tiempo posible, a la vez que Karanta entraría por los sistemas de ventilación (con sus habilidades de arácnido) hasta el lugar donde se guardan los papeles para ser memorizados o copiados en tela.
Federico esperó fuera de lugar y pudo sentir cuando comenzó aquel espectáculo; las alarmas sonaban fuertemente y los enanos voceaban mientras corrían. Aproximadamente a los quince minutos lograron salir las dos chicas. Rithen tenía cara de felicidad, pero Karanta tenía cara de haber visto un fantasma, al ver este rostro le preguntan:
Federico —¿Qué ocurre? ¿No pudiste obtener la información?
Rithen —¿Karanta te sientes bien?
Karanta —Esto no es lo que esperaba, esta información es más que peligrosa, por ella creo que caeríamos en el sueño eterno.
Rithen —¿Tan mala es?
Federico —Creo que está haciendo mucho drama.
Rithen — Calla Federico. A ver Karanta, dime despacio, calmada… ¿Qué fue lo que viste?
Sin necesidad de recordar comienza a dar un resumen —Como sabes la ciudad de los enanos es una ciudad gigante con una tecnología extremadamente avanzada y que consume una energía fuera de lo común.
Rithen —Sí, pero… ¿Qué pasó con eso?
Karanta —¿Sabes de donde sale la energía?
Rithen —De las piedras mágicas obtenidas en la mina según las revistas.
Karanta —Lamento decirte que no es así, los enanos, los enanos … –Se raja en llanto y cae al suelo.
Rithen —¿Qué pasó con los enanos?
Karanta —Están raptando arcanios, le substraen toda su energía vital mientras los mantienen dormidos en cámaras de sueño eterno, de esa forma tienen energía más que suficiente.
Rithen —O sea que las misteriosas desapariciones en Arcania son por esas cosas, interesante… pero eso no es para ponerse así.
Karanta —¿Recuerdas el rayo que incineró nuestra aldea? ¿Ese que vino supuestamente del cielo? Eran los enanos, tienen un arma que puesta en máxima potencia es capaz de destrozar un continente.
Rithen —¡Esos enanos malgeniosos hicieron la prueba con nuestra aldea!
Karanta —Sí, aparecían en los informes incluso. Ese fue el lanzamiento a un 0,05 por ciento.
Federico —¿Puedo hacer unas preguntas?
Rithen —Luego, no hay tiempo para cuentos ¿Recuerdas todo lo dicho por Karanta?
Federico —Sí, no… –Es interrumpido.
Rithen —Cuando vuelvas deberás contarlo.
Federico —¿Por qué lo dic…? –Comienza a sentir un dolor en el estómago tan fuerte que lo hace caerse en el suelo y, seguidamente observa como caen sus dos compañeras junto a él. Les habla, pero no contestan, entonces los Goblins le dicen unas palabras:
—Muchachito, no te preocupes, el dinero será enviado al gremio. Su misión siempre tuvo este final. Gracias por realizar tan importante aporte al ejército Goblin, nunca lo olvidaremos–Tras estas palabras escucha unos sonidos y seguidamente caen los dos Goblins. En cuestión de segundos aparecen seis seres con cara de camaleón, desnudos y con una afilada garra en uno de sus dedos. Estos le comentan:
—Esos Goblins nos contrataron y pagaron para mataros al terminar la misión, pero tras escuchar información tan valiosa me temo que debían morir todos, estamos al servicio de los enanos –se acercan a Federico– Y tú no debes escuchar ni un segundo más.
Despierta en el mundo real a las seis del mañana recostado sobre la libreta, debía recordar todo lo dicho por Karanta para contarlo en el gremio. Después de varios intentos por escribir no consigue volver a entrar, no sabía el por qué, pero debía anotar en alguna libreta cada detalle antes de que fueran olvidados por su mala memoria.