En la oficina principal de la mansión, acontecía una reunión familiar. Berom, el abuelo de los Sonobe, los había convocado a una junta para platicar sobre los incidentes que la prensa señalaba en contra de la familia. Aquello disgustó la ya amargada actitud del viejo. En consecuencia, decidió intervenir. Precisamente para no manchar el apellido Sonobe con falacias que la misma prensa se encargaba de difundir por todos los medios.
_ Me marcho de vacaciones durante un par de años para luego volver y presenciar como deshonran a esta familia con sus acciones liberales e inauditas. ¿Acaso no ven las noticias?. La prensa cree que ustedes son los verdaderos responsables de todos los eventos desafortunados que han sucedido. La explosión en el penthouse, la matanza en el orfanato de Aldrich, el robo de dinero y sabotaje de la empresa misma e incluso tienen pruebas sobre varios asesinatos que ocurrieron en un callejón. _ Reprochó, enumerando con sus dedos todos los hechos en los cuales los tres hermanos se han visto involucrados.
_ ¡Vaya! Solo nos falta ser narcotraficantes. _ Arrugando la nariz, Gianluca riendo se rascó la nuca.
_ ¿Crees qué es gracioso imbécil?. _ Barriendo su escritorio de un solo golpe, todos los objetos cayeron estrepitosamente sobre la alfombra de nylon, color crema. _ Jean Paul es juzgado como asesino en masa, ante esto, han demandado al Royal Empire de alta traición en contra de la nación. Y mi segundo nieto obtuvo el porte de pirómana, cuando por "accidente" el penthouse Moriarty fue abrasado por un misterioso incendio, siendo utilizados los mismos explosivos con los que diezmaron el hospicio de Aldrich. Y Gianluca, el menor de los Sonobe y la mayor decepción de todas. Es visto como un espía y un ladrón, él mismo se encargó de hacer quedar mal a nuestro imperio, infiltrando información confidencial ante todos los medios de prensa, a través de seudónimos que eran remetidos de la empresa misma. Generaste bajas económicas, en tanto otros imperios ganaban millones de euros con nuestro dinero.
Los hermanos Sonobe, excepto Jean Pierre, habían quedado atónitos ante lo escuchado.
El brillo pícaro habitual de la mirada de Gianluca carecía en su rostro. No lo entristecía el hecho de que lo estuvieran inculpando, si no de saber que por más que aquel hecho fuera verdadero o falso, no importaría... Porque las personas ya anteponían una perspectiva sobre él, aunque fuera errónea. Sabía que era su culpa "Llega un momento en donde aquella versión que seleccionas de ti para que el mundo crea que te vale mierda todo, empieza a doler¨. Pensó el menor de los Sonobe, agachando la cabeza.
Las manos de Jean Paul temblaban, por lo que las escondió tras su espalda. No se arrepentía por haber exhortado matar a todos esos paupérrimos que tuvieron el atrevimiento de tocar a Adeline. Pero lo desconcertaba estar jugando a ciegas. ¿Cómo sabían de todos esos homicidios? ¿Por qué sustraer evidencia y hacerla emerger hasta este momento?. Estaba seguro de haber hecho caso omiso a cada uno de los protocolos que debía de seguir de acuerdo a este tipo de situaciones. No solo había desaparecido los cuerpos de cada uno de esos indigentes, sino también su identidad. Los había borrado del mapa, sin testigos ni nada. Excepto por Adeline y su guardaespaldas, quién fue el delegado de ejecutar tal orden. ¨No confíes ni en tu propia sombra mientras juegas, a veces tú mismo provocas el jaque mate antes de tiempo". Se dijo el mayor de los Sonobe para sus adentros, provocando que sus manos dejaran de tiritar.
_ Aún no escucho la parte en la que Marion tenga algo que ver en todo esto. _ Mencionó el hermano del medio dejándose caer tranquilamente en el sofá.
_ ¡¿Acaso no has escuchado todo lo que les estoy diciendo?!. _ Vociferó exasperado por la actitud flemática de Jean Pierre.
_ No puedo controlar o cambiar lo que las personas decidan creer o no. Vivirán engañadas por un tiempo. Pero lo único que no es fugaz es la verdad y cuando surja acallará cada mentira dicha por la desesperación del momento. _ Sus ojos de oro se dirigieron al viejo, el cual abrió la boca para refutar sin saber que decir en realidad.
Soltando un hastío bufido habló.
_ Marion, proviene de una de las Dinastías más poderosas alrededor del mundo. Los Thorn van siendo la segunda familia, después de nosotros, que poseen una línea de sucesión dentro de la nobleza con raíces griegas. _ Explicó, bordeando el escritorio con aire de superioridad. _ Desde muy pequeños la joven Thorn ha puesto su interés en ti, pese a que el sentimiento no es recíproco, es la candidata más óptima para que contraigas matrimonio. Así podríamos dar de algo que hablar, dos dinastías poderosas uniéndose en una sola.
_ Nunca me han interesado esas cosas y no empezaré por hacerlo ahora. _ Levantándose del sillón, Jean Pierre enfrentó a su abuelo amenazante.
_ Querido nieto, el amor es como un juego, pierdes cuando permites que lo emocional interfiera. Es más sencillo ganar cuando no existen sentimientos de por medio. Así que me vale sí la amas o no, solo jugarás por el bien de la familia y te asegurarás de dar una buena partida. _ Proclamó el viejo con altivez, estando frente a frente de Jean Pierre. _ Además ya tienes veintitrés años, serías un padre joven si te apresuras a tener sucesores. _ Riendo con arrogancia, volvió a su asiento. _ El sábado por la noche se conmemorará la enmascarada, por lo que me tomé la libertad de invitar también a los Grey, son de la alta realeza. Tienen a un hijo menor y a una hija que acaba de cumplir los veinticinco años, es un año más joven que Jean Paul. Y nuestro Jean Paul se encargará de adentrarse por esos rumbos.
El primer hermano en abandonar el salón, fue el mayor de los Sonobe, seguido de un furioso Gianluca. Quedando a solas solamente el hermano del medio junto a su abuelo.
_ Nunca juegues sin conocer bien a tus contrincantes. _ Recalcó Jean Pierre, dejando atrás la oficina con un portazo.
_ ¿En serio eres asesino en serie?. _ Preguntó Gianluca en un intento de aligerar el ambiente. Lo cual solo causó que Jean Paul le propinara un fuerte golpe arremetido en su mandíbula.
_ ¡Esto es tu culpa Gianluca, todo esto!. _ Gritó, dispuesto en seguir golpeando el cuerpo de Gianluca que yacía en el suelo a causa del impacto del golpe. No obstante, Jean Pierre detuvo su puño.
_ ¿Acaso no lo ves?. El blanco nunca ha sido Adeline, sino nosotros. Discutiendo entre nosotros solo hará que el causante de todo esto salga victorioso. Su objetivo es precisamente deshacer desde el interior, nuestra familia y lo está logrando. Está buscando como destruir a cada uno por separado, no en conjunto. Así que ya basta, todos hemos sido inculpados y por primera vez Gianluca no es una excepción a esto. _ Aseguró Jean Pierre, dejando ir el puño de Jean Paul.
Gianluca se levantó, limpiando con su antebrazo el sangrado de su labio inferior, miró a sus dos hermanos con indignación para después desaparecer por las escaleras.
_ ¿Por qué hasta ahora? ¿Por qué no antes?. _ Mensajeando su sien, sus ojos color avellana se dirigieron a Jean Pierre, en busca de una respuesta.
_ Está a la espera de un momento específico, no sé cual es pero sé que nos estamos aproximando cada vez más a la verdad. _ Respondió, apartando la mirada. _ El responsable de esto, le complacen los juegos. Sabe como, cuando y donde mueve las piezas del tablero. Como puede resultar ser impredecible y confuso, también sabemos que es amante de los shows y la tragedia. Tal vez el sábado por la noche, sea su ambiente ideal para hacer de las suyas o tal vez nos sorprenda con nada. Solo sé que tenemos que abrirnos a más modos de jugar, porque no estamos jugando contra un principiante y ahora vamos perdiendo. _ Diciendo esto último, el hermano del medio se marchó. Dejando a un frustrado Jean Paul en el pasillo.
...
Había anochecido y los franceses colmaban las calles de la ciudad, en busca de un poco de diversión y el mejor lugar que ofrecía ese tipo de diversión era la VIP ROOM, una edificación moderna con temática neón que sobresalía por las luces y el letrero multicolor que le otorgaban al sitio un porte extravagante. Era uno de los clubes más exclusivos y prestigiosos de todo París.
Y esa noche el menor de los Sonobe había citado a la joven Strange a ese sitio. La cual sin tener otra alternativa, hizo caso omiso a su llamado.
Ella portaba un vestido ajustado de lentejuelas brillantes, junto a unos tacones negros que hacían juego con la misma tonalidad de su chaqueta de cuero. Induciendo al robo de miradas cuando se adentró con osadía al sitio.
Los pasillos eran amplios y poco visibles dado a la oscilación de las luces neón que reinaban por todo el salón. La música resonaba en cada rincón, incitando en los presentes a restregarse entre sí al compás del ritmo.
Adeline no era muy fan de estos lugares y le extrañó que Gianluca la citara a un ambiente como ese, sabiendo que no es de su agrado.
Siguió caminando hasta llegar a unas escaleras que daban al paso VIP del club, en donde un guarda custodiaba la zona. Y el cual le permitió el acceso al mostrar el pase especial.
Entre más subía, el ambiente se tornaba cada vez más fino. Incluso este cambio se notaba en la vestimenta de las personas.
Finalmente llegó, pero no vio rastros de Gianluca por ninguna parte. Por lo que siguió caminando, cruzándose de frente con un telón rojo. Arrugando el entrecejo, Adeline corrió con ambas manos las cortinas. Entrando a otro salón aún más fastuoso que el anterior. Las luces eran azuladas y tenues pero dejó de contemplar los detalles cuando su mirada cayó en una escena en donde estaba como protagonista el menor de los Sonobe y otras mujeres que le bailaban en tubos mientras él, sumido en sus pensamientos, se encontraba sentado en un sofá.
_ ¿Era este el plan? ¿También debo de bailar para ti?. _ Adeline intentó de ser sarcástica, pero aquellas palabras fueron dichas con un tono de decepción.
El menor de los Sonobe se despertó del estado trance en el que se había sumergido durante toda la velada, estaba ebrio y la evidencia descansaba en una mesa redonda, en donde se encontraban múltiples botellas de champán vacías.
_ ¿Quieres jugar conmigo?. _ Su camisa blanca de botones se encontraba entreabierta, su pantalón negro ajustado estaba arrugado y sus faldas por fuera, su cabello se hallaba desordenado y había algo en él que Adeline no pudo reconocer, era como alguien totalmente ajeno a lo que ella conocía.
_ ¿Las zorras están invitadas también?. _ Cruzándose de brazos, señaló con la cabeza al grupo de mujeres con ropa interior que seguían contiguas a los tubos.
_ Largo. _ Su tono feroz espantó a las bailarinas que salieron corriendo en grupo, llevándose consigo sus respectivas prendas de ropa.
La joven se percató de su labio roto y de su mandíbula morada, cuando Gianluca quedó más visible ante ella, sin embargo no hizo comentario alguno.
Gianluca sirvió varios shots con champán para seguidamente, señalarle un diván rojizo que se encontraba al frente de él.
Adeline se acercó, no solo estaba molesta sino decepcionada.
_ El juego es simple, te quitas una prenda por cada pregunta en la que no obtenga una respuesta y tomas cuando la respondes. _ Le acercó un shot, sin ser capaz de mirarla a los ojos.
Adeline aceptó el trago y por primera vez no refutó. Si él quería jugar, ella le daría algo con que jugar.
_ ¿Alguna vez te has enamorado?. _ Soltó Gianluca, restregándose con la mano su cabellera castaña.
La respuesta de ella fue quitarse la chaqueta de cuero negra, mirándolo directamente a los ojos.
Gianluca se percató de su respuesta, tensando la mandíbula, prosiguió.
_ ¿Podrías ser capaz de enamorarte de mí?. _ Bebiéndose un shot, el menor de los Sonobe se atrevió a mirarla.
Adeline sin desviar su mirada, extrajo con ambas manos su brasier de encaje, dejándolo expuesto ante él.
_ ¡¿Por qué demonios no respondes a mis preguntas?!. _ Gritó Gianluca, tirando todas las botellas de vidrio al suelo.
Ella no se inmutó por el estrépito que hicieron las botellas al quebrarse o por el tono furioso de él, solo ladeó una sonrisa amarga.
_ Dime tú. ¿Cómo puedo siquiera permitirme sentir algo por alguien que no hace más que solo preocuparse por sí mismo?. _ Negando con la cabeza, cogió el shot y se lo bebió. Dejando a un Gianluca peor de como ya estaba. _ ¿Qué buscabas con hacer todo esto? ¿Sabes qué es lo peor? Que te conozco. Esa inseguridad tuya, esos miedos constantes que tienes se manifiestan con esta fachada de niño rico que juega a tenerlo todo, cuando realmente no tienes nada. Las personas nunca han antepuesto nada sobre ti, tú decides en que nivel quieres estar y tú mismo decidiste estar en el nivel por el que ahora te juzgan. Luego no te quejes por no tener a nadie. _ Recogiendo su brasier y chaqueta, se levantó. _ Tú eres el que pierde, yo, no pierdo nada. _ Dejando atrás a un Gianluca llorando y llamando a su nombre, no se detuvo. Se marchó con una punzada de dolor y otra de decepción...