Mariela:
-Oigan, ¿De verdad tengo que hacer esto? –dice Mariela.
-Claro, sino ellos te conocerían tarde y matarías la ilación del escrito –le respondo.
-Tu escrito puede irse redondito al infierno y lo sabes, Alex –me contesta.
-Si no escribes te vas con él. Además, será divertido dejar algo antes de irnos. Después de todo, al comienzo ni siquiera eras facialmente expresiva. Eras más, hmmm, un monstruo de roca –nunca sé qué decir.
-Cuida tu boca, Ryver. ¿O quieres que les diga a todos lo que hiciste allá arriba? Ay, muchacho travieso, si no fueras tan feo te habrías salido con la tuya –pero ella siempre sabe qué decir.
...
Al parecer Mariela no desea hablar y como me lo está pidiendo de una muy dulce manera pasaremos al siguiente personaje..."No, espera".- ¿Ahora qué?
-Quiero hablar.
-Pero si hace medio minuto me dejaste en claro que...
-¿¡Y QUIÉN TE DA DERECHO A HABLAR POR MI?! Eres mi mejor amigo pero no mi títere. Aunque para ser sinceros en tu caso estamos hablando de lo mismo. Dios, sí que eres un pisado.
...
Damas y caballeros, Mariela:
No quiero hacerlo en realidad, pero él me lo está pidiendo así que no tengo otra alternativa. Dense cuenta lo que la amistad puede lograr. Yo, una chica que no es expresiva con cualquiera, una chica que preferiría estar en su sillón comiendo en lugar de ir a salvar el mundo por enésima vez. Pero aquí estoy, armando una sola maleta para un viaje de quizás tres o cuatro años. Porque él me lo pidió, mi mejor amigo, mi hermano, mi líder.
No digo que yo no tenga voluntad para opinar, es más, a veces hablo más de la cuenta por el simple hecho de querer callarlo, creo que no doy lo que debo dar, incluso siento que para Alex no he sido más que una carga en varias ocasiones. Cuando éramos niños, ¿qué no le dije? Lo trataba mal, pero era sin querer. Le quitaba el almuerzo ji, cosas de niños. Aún así, con el paso de los años, y desde el accidente, lo he visto madurar. Sigue igual de idiota, pero ha madurado. Jamás he visto a alguien que, tras ser humillado, vuelva al lugar que lo denigró para terminar salvándolo, no lo sé, lo encuentro puramente ilógico, sin mencionar que yo no lo haría.
Caigo en la redundancia haciendo esta pregunta, ¿qué clase de chico vuelve una y otra vez para ayudar a quien lo necesita, aún sabiendo que dicha persona puede incluso llegar a apedrearlo? Es una pregunta que persigue a la mayoría de los pecadores de lo que anteriormente ha sido llamado "Mundo humano". Ahora entraré un poco más en mis recuerdos, discúlpenme si les resulto algo tétrica.
Siempre recordaré la anécdota de los azotea, la llamada "justicia", tengo en mi memoria los gritos de Camila, la tétrica risa de Alejandro esperando a que la navaja alcance una de sus venas. Recuerdo muchas cosas, excepto una, ¿por qué mierda terminé aquí? No, no es broma, ¿cómo demonios un accidente de viaje terminó en esto? O sea, una cosa es fumarse primero una hierba de la buena y luego terminar en lugares como este, pero aún no entendemos todas las razones por las que fuimos "escogidos" para esta misión (y vaya que terminamos arruinándola). En fin, creo que estoy hablando mucho del pasado, tal vez deba hablarles más de lo que soy ahora.
Mi nombre, como mi estimado esclavo, digo, amigo, mencionó antes, es Mariela. Soy una humana-espíritu hecha de aire, aunque soy más pesada de lo que quisiera ser (no, no es gracioso). Al igual que todos, ya tengo 18 años, pero vaya que los he desperdiciado. Si hay algo significativo que quisiera resaltar de estos últimos seis años, sería mi madurez. Antes no hacía las cosas solo porque tenía hambre, recuerdo todas las veces que flotaba sobre mi abanico, ahora apenas quiero estar sentada, me he vuelto fuertecita.
¿Qué cosas puedo hacer? Más que soplar aire, en realidad. Windcca me enseñó a crear ráfagas a velocidades increíbles, gracias a ella puedo moverme a la velocidad del viento, mi puntería con el arco y la flecha son perfectas, jamás fallo, miento, fallé una vez. Puedo dominar el aire que está dentro de cualquier ser vivo, puedo modificar la presión del aire; en fin, soy más útil de lo que parece.
Siento que, sigo siendo vulnerable, puedo hacer más de lo que mencioné hace unos renglones; pero, ¿qué me falta? ¿Por qué soy tan tonta? ¿Es que acaso no encajo en el grupo? Siempre deben regresar por mí, por mi culpa casi muere Máximo hace un año, no sé por qué me llamaron de nuevo, me harto a mí misma. Alex siempre me salva; yo, no sé por qué. Por mi culpa Evangeline está muerta, por mi culpa mi mejor amigo perdió a su primer hijo, por mi culpa...
...
-Marielita, ¿estás bien?
-C-Cami, ¿qué haces aquí?
-No sueles llorar, ni siquiera cuando estás sola.
-Solo, recordaba. Eso es todo.
-¿Terminaste? Es el turno de Logan.
-Oh, ya voy-. Esto es todo lo que tienen que saber por ahora sobre mí. Asumo que Alex dejará el resto de los detalles listos para mañana.