«¡El poder!... ¡Las llamas eternas!», Trevor sintió como desde las yemas de sus dedos entraban esas increíbles ráfagas con una fuerza que por un momento sintió como si su consciencia se desvaneciera.
«¡Mas!», Trevor apenas era capaz de procesar la fuerza de esas llamas, eran mucho mas distintas que cualquier otra llama que hubiera consumido. Su forma, su sensación, su olor, su sabor, aquel fuego se sentía como una corriente agresiva dentro de sus venas, como si estas tuvieran vida propia, casi como si fueran pensantes... Y estaban muy enojadas.
Las llamas invadieron todo su cuerpo con furor, moviéndose no tan rápido como otras veces, pero con tanta fuerza que Trevor no fue capaz de percibir que era lo que ocurría a su alrededor mientras las absorbía. Para Trevor, todo era completamente blanco, no podía ver nada ya que el extraño fuego encendía en llamas su ojos, sus manos eran incapaz de moverse al igual que todas sus extremidades y en su cabeza todo lo que había eran los gritos de gloria de aquellas voces.
«¡Magnifico!», las llamas terminaron de llenar todos los rincones de su cuerpo en menos de lo que duraba un pensamiento y para sorpresa de Trevor, no se detuvieron allí. Antes de que se pudiera dar cuenta, su cuerpo tomo aquella forma de fuego completa en un estallido mas veloz que el sonido , el fuego escapo de su cuerpo con una gran fuerza y a la misma velocidad que su cuerpo se transformo en aquella forma, las llamas que formaban su cuerpo se consumieron para recuperar su forma original.
Y una vez mas su cuerpo siguió absorbiendo las llamas del aumentado, casi como si fuera infinito, Trevor no era capaz de saber que tanto poder tenia aquel caballero y su cuerpo siguió absorbiendo, transformando, consumiendo y liberando las llamas como si no hubiera fin. Todo iba tan rápido que Trevor sintió como si su cuerpo envejeciera en cuestión de minutos y un dolor totalmente aterrador atacaba todo su cuerpo constantemente, un dolor que aparecía y desaparecía tan rápido como las llamas azules. Su cuerpo no dejaba de transformarse en fuego, causando una gran cantidad de estrés que rápidamente desaparecía al absorber mas llamas, era un ciclo que para Trevor, se sintió infinito... Fue tanto o incluso mas horrible que las torturas en su corta estadía en los laboratorios con la doctora Vraria.
Aquel momento de consumo fue tan largo como corto para Trevor, el tiempo se distorsiono en su con prendimiento, este no fue capaz de entender cuanto tiempo ocurrió, pero antes de si quiera poder percibir el mundo a su alrededor una vez mas y su cuerpo dejara de absorber llamas, Trevor se encontró parado completamente tieso con ambas manos en el aire, el caballero había desaparecido y ahora se encontraba completamente solo en un espacio completamente vacío.
Trevor logro recuperar su vista y tuvo que forzar sus ojos para poder comprender donde se encontraba... Pero por mas que intentara o se esforzara, solo era capaz de ver una oscuridad densa e infinita cuanto rodeaba su cuerpo. No podía captar ni figuras, ni colores, paredes o suelos, todo era completamente negro.
Trevor tardo unos segundos en lograr recuperar su conciencia, que hasta hacia unos momentos, se había diluido en la nada e incluso había olvidado donde estaba, que ocurría o incluso quien era. Logro aclarar su mente para recordar que se había encontrado en aquella pizzería peleando con aquel extraño y ridículo caballero... Pero por mas difuso que su mente estuviera, aquel espacio no era esa pizzería... Aquel espacio era nada...
«¿Qu... Que es esto?... ¿Dónde estoy?», pensó confundido Trevor, el cual hasta ese momento, no se había dado cuenta que las voces en su cabeza habían desaparecido, incluso la voz de Mario por los auriculares se esfumo por completo y a pesar de que por primera vez en días su cabeza solo estaba habitada por su voz... Trevor no era capaz de sentirse en paz... En aquel espacio había una sensación, una energía aterradora. El cuerpo de Trevor podía sentir un extraño poder de una inmensidad inimaginable, un poder cuyo hogar era aquel espacio... Y aquel poder sabia que alguien habia interrumpido en su morada... Y no estaba contenta.
A pesar de toda la confusión que inundaba su cabeza, Trevor logro dar un paso en aquel lugar y contrario a todo lo que hubiera podido creer, su cuerpo se sentía completamente bien. Trevor no sentía ningún dolor, cansancio o malestar, es mas, se sentía mejor de lo que se había sentido en mucho tiempo y a pesar de estar en presencia de aquel poder amenazador, por alguna razón, Trevor se sentía a gusto... Como si hubiera vuelto a casa con sus padres.
Y cuando Trevor volvió a dar otro espacio en aquella negrura infinita, toda su tranquilidad se esfumo y una gran pesadez golpeo su cuerpo, haciendo que casi cayera, como si la gravedad de todo el lugar hubiera aumentado y antes de que Trevor pudiera reaccionar o siquiera pensar algo... Aquella cosa apareció frente a el...
Aquella cosa apareció a unos pocos metros de el, lo suficiente como para que no fuera capaz de entender lo que era, pero lo suficiente para que pudiera ver su silueta... Aquella cosa parecía una persona... O al menos algo parecido a una persona sentada en la nada, ya que la figura se veía completamente borrosa, como una foto tomada con apuro o una ilusión óptica formada por el calor en los desiertos y por mas que Trevor forzara la vista o tratara de comprender lo que era, la silueta no cambiaba de forma, se mantenía en un extraño estado de forma abstracta y amorfa.
Trevor no comprendía lo que ocurría, como había llegado a aquel extraño lugar o si siquiera aquello estaba pasando o todo era construido por su propia rota consciencia, pero de lo que si estaba seguro, era que aquella cosa delante de el, no era una simple imaginación o ilusión... No, Trevor sabia que aquella cosa era real, lo sabia desde lo mas profundo de su ser, sabia que aquel poder que ahora sentía, aquella fuerza, presencia, no era algo que su mente pudiera siquiera llegar a comprender, mucho menos imaginar... No, aquella cosa era algo superior, algo muy por encima de el...
Aquella cosa era real... Realmente peligrosa y Trevor estaba seguro de eso.
Trevor trato de moverse, en esa situación le pareció lo mas lógico... O no, no lo mas lógico, pero si lo único que era capaz de pensar o procesar en su cerebro y es que este seguía completamente vacío, incluso su propia voz, la única en su cabeza, se sentía minúscula, como una pequeña hormiga susurrándole en su cráneo del tamaño de un domo. Pero en el momento que siquiera Trevor pensó en la posibilidad de mover el mas pequeño de sus músculos, aquella pesadez lo volvió a golpear, esta vez mucho mas fuerte que antes logro ponerlo de rodillas en ese suelo de nada, con ambas rodillas tocando el suelo y su rostro mirando hacia sus propias piernas, aquella pesadez no causaba ningún tipo de dolor o malestar, era como si simplemente su cuerpo no pudiera moverse como el quería... O tal vez como si su cuerpo obedeciera otras ordenes que no fueran las suyas.
Trevor trato de gritar, pero cuando lo hizo, ningún sonido salió de su boca, no porque no pudiera gritar, pero porque aquel lugar no producía ningún sonido, Trevor no podía escuchar nada, ni siquiera su propia respiración, no podía escuchar ni una pequeña briza de viento, es mas, no podía si quiera sentir el aire que respiraba por su nariz, a pesar de que sus pulmones funcionaban, era como si no estuviera respirando aire, como si estuviera respirando nada. Cuando Trevor trato de gritar otra vez, su propia boca se cerro a cantaros y con mucha fuerza... Trevor ya no controlaba su propio cuerpo.
Y en aquel espacio vacío, donde solo se encontraban Trevor, la figura y un infinito silencio, un ligero sonido inundo con ecos el lugar, un pequeño y que mas de una vez este había escuchado, un sonido al que Trevor estaba acostumbrado, un sonido que formaba parte de sus memorias mas importantes. Entonces, delante de Trevor, justo en frente de sus piernas a unos cuantos centímetros, una pequeña llama formada por unos pequeños troncos de madera, una llama de colores amarillos, rojos y naranjas que se combinaban y cambiaban en un espectáculo mágico, una llama pequeña en tamaño, pero grande en poder...
«Una fogata...», fue lo que logro pensar Trevor, un pensamiento que tomo toda la fuerza que tenia y como una un chispazo, una imagen apareció en su cabeza. La imagen de un niño pequeño junto a su padre frente a una muy pequeña fogata en un inmenso bosque, la imagen era borrosa, pero aun podía ver lo que ocurría, ambos reían y hablaban con furor, el niño se encontraba muy feliz, presumiendo como había recogido todas y cada una de aquellas ramas repartidas por el bosque, como con todo su esfuerzo había elegido cuidadosamente las mejores y mas grandes ramas, unas ramas que desde el punto de vista del niño eran enormes, pero que realmente eran tan grandes como lo podía ser el brazo de un niño de diez años, pero aun así, el niño estaba feliz, ya que habia buscado las ramas como su padre le había dicho y aquella habia sido la primera vez que lo hacia solo...
El niño estaba feliz, pero por sobre todo, estaba maravillado por aquel fuego, ya había visto otros fuegos antes, no era la primera vez que acampaban obviamente, pero aquel era el primer fuego que el creaba y por alguna razón, aquel conocimiento hacia que a ojos del niño, a pesar de ser un fuego tan pequeño, para el niño, aquel fuego era el mas grande y hermoso fuego que jamás había visto...
«A papa le encantaba llevarme al bosque de pequeño», pensó Trevor al entender que aquella imagen era un recuerdo que había olvidado hacia mucho tiempo, aquel especial momento en el que su padre lo llevo al bosque Caras al sur de la ciudad como tantas veces había echo, pero que aquel día fue distinto... El recuerdo del primera fuego que creo, no aquella llamas producidas por su cuerpo, no, aquel fuego era el primero, su primer fuego, su primera creación, la primera vez que Trevor entendió lo maravilloso que es el fuego... Y por alguna razón, aquel recuerdo se habia perdido en su mente, por alguna razón, el recuerdo era para el importante y por alguna razón que no era capaz de comprender, de sus ojos, comenzaron a caer lagrimas como torrentes sin parar, no sabia porque, pero el recuerdo no era feliz... No, aquel recuerdo le causaba una tristeza inmensa, una tristeza que nunca había sentido, ni siquiera en sus peores momentos...
Aquella tristeza lo hizo sonreír, de alguna forma logro mover la boca para formar unas carcajadas que no producían sonidos. No sabia porque lloraba y eso lo divertía y es que, en aquel momento, aquel extraño y perdido recuerdo era la cosa menos extraña y confusa que le había pasado en semanas.
Entonces, en ese momento, mientras reía y lloraba, aquella pesadez desapareció y sintió como si su cuerpo se liberara de unas largas y pesadas cadenas que lo retenían y entonces, como un repentino golpe, un mundo de sonidos lo invadieron, su propia risa y llanto, su corazón que latía mas rápido que nunca y su respiración pesada y finalmente, Trevor fue capaz de levantar la vista y mirar con sus ojos llorosos a aquella cosa... Y a pesar de que no podía comprender la forma de la cosa ni su apariencia, Trevor pudo comprender lo que esa cosa hacia...
La cosa tenia una especie de mano levantada y con un dedo señalaba hacia el... La cosa lo estaba señalando con una mano que no debía tener forma pero al mismo tiempo, Trevor comprendía que tenia...
La cosa lo señalaba y Trevor no sabia porque o que significaba, pero si sabia algo... La cosa lo señalaba y ese pensamiento lo inundo hasta ser parte de su propio ser...
La cosa lo señalaba...
Entonces Trevor sintió como si algo lo golpeara con fuerza por delante, como una ráfaga de increíble poder lo golpeaba con tanta fuerza que tuvo que levantarse para resistir aquella fuerza. Trevor levanto ambas manos hacia el frente para poder resistir, pero la fuerza era tal que lo empujaba hacia atrás. Y en ese momento, con los ojos entrecerrados y su cuerpo siendo empujado, Trevor fue capaz de ver un rasgo de aquella cosa claramente, no pudo ver su apariencia, su cuerpo aun se veía borroso, pero si capto una característica especifica...
Aquella cosa estaba sonriendo y tenia una terrorífica y muy humana sonrisa...
Y entonces Trevor escucho un gran golpe que cubrió todo el lugar y todo a su alrededor volvió a desaparecer... Y un enorme grito lo golpeo como un gancho de boxeador...
—¡Hey chico!, ¡¿Estas Bien?! —De repente, frente a Trevor, un hombre calvo, con una nariz puntiagudo y de apariencia robusto apareció a poco menos de un metro de el. El hombre se veía preocupado y movía a Trevor con sus manos, agitándolo.
—Diablos chico, te ves terrible —dijo el hombre mientras se rascaba la calva cabeza.
—¿Que? —Logro preguntar Trevor confuso.
—Vaya espectáculo disto niño, por un momento creí que realmente iba a morir —dijo el hombre con una gran sonrisa y un obvio alivio.
De repente, todo a su alrededor cobro sentido, Trevor giro la cabeza confundido para darse cuenta donde se encontraba, era la pizzería, esta vez realmente era, a pesar de que estaba oscuro, podía ver como todo el lugar destruido, las mesas, sillas y columnas regadas en fragmentos por todo el suelo y la luz entrando por el gran agujero en el restaurante causado por su batalla contra aquel caballero.
Trevor parpadeo varias veces para ver si todo aquello no era otra ilusión o su cabeza haciéndole mas jugadas, pero entonces se dio cuenta como un grito de preocupación atornillaba sus oídos a través de sus auriculares.
—¡Trevor!, ¿Me escuchas?, ¿Estas bien? —Era Mario que gritaba con preocupación casi en lagrimas.
Trevor se sobresalto por la sorpresa, no se había dado cuenta que Mario llevaba un largo rato tratando de comunicarse con el. Trevor sostuvo su cabeza por el repentino dolor que sintió, era bastante fuerte, pero lo era tanto como todos los dolores de cabeza que había sufrido últimamente, por lo que ya estaba acostumbrado.
«Que gran viaje, ¿No?», dijo la voz de su cabeza con un tono casi sarcástico.
—¿Qué diablos fue eso? —pregunto Trevor a la voz, pero esta no dijo nada mas, el hombre delante de Trevor lo miro extrañado y de sus auriculares, Mario produjo un grito enardecedor.
—¡Oh por dios!, ¡Trevor, llevo tratando de hablar contigo por mas de cinco minutos!, ¿Estas bien? —dijo rápidamente y con alivio Mario, el cual se notaba un tanto alterado
—Yo... Yo creo que si... —tartamudeo Trevor con esfuerzo.
—¡Gracias a dios!, Quiero decir, no es que sea creyente, soy ateo, pero... ¡Dios santo! —exclamo con rapidez Mario sin parar—. ¡Creí que el Dark Knight te había atrapado y te tenia cautivo junto con los soldados de la ASEM, se que no estabas muerto gracias al transmisor de tu cuerpo, pero aun así no tenia forma de saber tu situación o...
—¿Mario? —interrumpió Trevor a Mario, el cual hablaba tan rápido y con tanta fuerza que parecía que le iba a dar un infarto y Trevor se iba a quedar sin oídos.
—¿SI? —pregunto Mario.
—Cállate por un momento por favor... Necesito pensar... —respondió Trevor el cual necesitaba un momento para procesar todo.
«Pensar es bueno», dijo la voz en su cabeza con un tono burlón.
—Cállate tu también —dijo Trevor con enojo en voz alta, lo que hizo sorprender al hombre delante de el.
Trevor no comprendía lo que había pasado, aquel extraño lugar y esa cosa... Esa sonrisa... No importaba que tanto Trevor trataba de comprender, no tenia idea que había sido eso. Todo eso, era la primera vez que ocurría, todo ahora parecía un sueño... Pero todo había sido tan real, tan verdadero... Y aquel recuerdo, Trevor ahora lo recordaba como si fuera ayer, pero no comprendía por que o si tenia algún significado real... Y si no fuera suficientemente extraño, por mas que tratara de recordar aquel día, era incapaz, solo podía recordar ese momento en especifico, como si todo lo demás hubiera sido bloqueado de o eliminado de su cerebro, solo recordaba ese momento y esa sensación de maravilla por el fuego... Una sensación que ahora era capaz de comprender de primera mano... Y deseaba no hacerlo...
Pero Trevor decidió dejar aquellos pensamientos para después, en aquel momento era mejor llevar su mente hacia cosas mas importantes, además, era otra de muchas cosas que no era capaz de comprender y que no creía que en su estado actual fuera capaz de hacerlo algún día...
Trevor aspiro aire y trato de calmar su mente, suspiro y relajo su cuerpo, el cual, sorprendentemente, no se sentía para nada débil o dolorido, es mas, se sentía mejor que nunca, podía sentir las llamas del aumentado moviéndose por su cuerpo con gran fuerza, pero estas ya no eran como antes, eran menos agresivas y ya no sentía ningún tipo de hostilidad hacia el, ahora, eran completamente suyas.
Pero cuando Trevor trato de mover un brazo, sintió como por un momento las llamas trataron de salir con gran fuerza de sus dedos. Trevor logro reprimirlas antes de que salieran y dañaran al hombre delante de el. Fue en ese instante que se dio cuenta que dentro de el, se encontraba una desproporcional cantidad de llamas, nunca se había sentido tan lleno desde que tenia sus poderes, ni siquiera cuando habían probado en la ASEM que pasaba si lo llenaban continuamente de fuego. Trevor no sabia como era posible que su cuerpo albergara tanto fuego a pesar de que siempre que pasaba, terminaba saliéndose de control, era como si fuera una jarra a punto de derramarse, una taza desbordando de un increíble poder.
Trevor no sabia si era por las llamas del aumentado o por aquel extraño sueño, o una combinación de ambas que habían causado...
—Espera... —Entonces Trevor recordó algo muy importante que había pasado desapercibido hacia unos momentos— ¿Dónde esta el aumentado?
Por un momento Trevor se había olvidado completamente del caballero, este trato de buscar lo que suponía era el cuerpo del caballero inconsciente o muerto en el suelo, pero todo lo que encontró fue la armadura y la espada del aumentado tirada en el suelo a unos metros de el, no había cuerpo.
Trevor pregunto al hombre (El cual al parecer era el dueño de la pizzería) que había ocurrido. según este, Trevor había tocado al caballero y en unos pocos segundos, una gran luz inundo el lugar, para momentos siguientes quedar solo Trevor mirando a la nada con las manos al aire por unos pocos minutos, lo cual hizo al hombre creer que este había sufrido mucho daño y lo había preocupado. Según el hombre, Trevor tenia la vista perdida y no parecía siquiera respirar, este también se preguntaba que había pasado con el "supervillano", algo que sorprendió a Trevor, ya que al parecer, el hombre no sabia que aquel aumentado se suponía era realmente un superhéroe, tanto que el hombre creía que era Trevor quien realmente era el héroe y lo trataba con mucha emoción.
Trevor a diferencia del hombre, sabia lo que había pasado, pero prefirió no decírselo al hombre, el cual ya se veía lo suficientemente mal como para decirle que una persona había muerto en su propiedad... O al menos si lo que le había pasado se podía considerar morir. Trevor le explico a Mario lo que había pasado el cual se escuchaba mas calmado y aliviado.
—Vaya, quien hubiera dicho que Dark Knight estaba echo de fuego —dijo Mario pensativo.
—Probablemente sus poderes eran parecidos a los míos —explico Trevor.
«Ningún poder es tan grande como el nuestro», dijo la vos dentro de su cabeza con orgullo, lo cual Trevor decidió ignorar.
—Mmm, otro mas abajo... —dijo Mario con tono melancólico.
—¿Qué te ocurre? —pregunto Trevor.
—No es nada... Es solo que, ya sabes... Después de tanto tiempo idealizando a los héroes como si fueran casi dioses o seres de luz, se siente un poco extraño emocionarse con sus muertes... —Trevor comprendía un poco el sentimiento, este nunca había sido el mayor fan de los héroes, pero incluso el siempre había creído que estos eran seres superiores incapaces de hacer el menos mal... Pensamiento que ya no tenia en ninguna parte de su ser.
—Yo... Lo comprendo... —dijo Trevor a lo que Mario suspiro y trato de animar el ambiente contando chistes los cuales no daban ninguna gracia o probablemente ese era el chiste.
Trevor no estaba acostumbrado a la sensación de matar y no estaba seguro que nunca se acostumbrara...
«Este es el cuarto ya...», pensó Trevor.
«Y muchos mas que vendrán», dijo la voz con un tono macabro que sorprendió un poco a Trevor, pero el cual no replico, la voz, como de costumbre, no mentía...
Una vez que Trevor confirmo que el caballero había muerto, decidió que era momento de escapar de aquel lugar cuanto antes, estaba seguro que en aquel momento se debía encontrar algún héroe yendo en su dirección para atraparlo y no quería causar mas desastre del que ya había cansado, pero cuando estuvo a punto de salir, el hombre lo detuvo agarrándolo por el brazo.
—¡Niño, espera! —exclamo el señor y acto seguido agarro la mano de Trevor y puso un papel en esta.
Trevor observo lo que parecía una pequeña tarjeta promocional con la inscripción "Una pizza con cualquier ingrediente que quieras en tu próxima visita".
—¿Que... Es esto? —De repente el hombre abrazo a Trevor con su enorme cuerpo y con gran fuerza. Trevor se sintió mas confundido que lo que había estado jamás en su vida.
El hombre libero a Trevor de su agarre y lo miro con una gran sonrisa.
—En serio niño, no sabia que hubiera pasado si no hubieras estado aquí... ¡Probablemente no estuviera vivo para contarlo! —exclamo el hombre a carcajadas el cual se veía muy feliz hablando de su posible muerte—. ¡Pero ahora puedo decirle a mis hijos que un increíble héroe me salvo la vida!
—Yo... Yo no... —Trevor tartamudeo y sintió como su cara se ponía roja de la vergüenza, no estaba muy acostumbrado a que otros le agradecieran.
—¡No te hagas el humilde!, ¡La próxima vez que estés cerca por la zona pasa y recibirás una pizza totalmente gratis como agradecimiento! —exclamo el hombre entre mas risas, realmente un hombre extraño—. Por cierto... —El hombre se acerco a Trevor—. Supongo que tus amigos de la ASEM, ya sabes, me arreglaran el lugar, ¿No?
Trevor volvió a mirar el desastre causado por su batalla, por lo cual no pudo mas que mentirle al hombre, este no estaba seguro que hacia la ASEM en ese tipo de situación y no creía que realmente fueran a hacer algo.
—¡Oh, una cosa mas! —El hombre miro a Trevor con una expresión de curiosidad en su rostro, lo que hizo sentir a Trevor aun mas avergonzado—. ¿Cuál es tu nombre?
—Oh, es Trevor —respondió Trevor, pero el señor pareció disgustado por su respuesta.
—No niño, me refiero a tu nombre de superhéroe, no quiero que mis hijos crean que me estoy inventando todo esto —El señor parecía bastante serio, lo cual sorprendió a Trevor un poco.
Trevor se quedo pensativo por un momento y decidió responder la pregunta, no estaba seguro que tan buena idea era, pero para ese momento, no seria extraño que media ciudad lo conociera.
—Es Fénix —Trevor respondió y el señor pareció muy ajusto con su respuesta, Trevor en cambio se sintió un poco avergonzado por decir aquel nombre en voz alta frente a otros, pero realmente no le quedaba nada mal.
Trevor le sugirió al hombre que lo mejor era que se fuera a su casa por aquel día y a pesar de que este se veía un tanto reticente, este acepto finalmente, además de que le suplico que no mencionara nada sobre el a la ASEM cuando lo fueran a interrogar, este no quería que pensaran que ambos tenían alguna relacion , a lo cual el señor acepto a regañadientes. Trevor suspiro cuando finalmente vio como el dueño de la pizzería se alejaba mientras le sonreía y se despedía enérgicamente de el.
«Es... Un señor amigable...», pensó Trevor avergonzadamente.
«Nuestro primer súbdito, perfecto», comento la voz, lo cual no le hizo mucha gracia a Trevor... Pero le animo un poco la idea de que no todo el mundo lo odiara o le tuviera miedo... Aunque no creía que se volviera un habito.
Cuando Trevor estuvo finalmente por salir, vio de reojo como la armadura del aumentado se movía extrañamente lo que hizo que Trevor soltara un poco de esa gran cantidad de llamas que había consumido, incendiando por accidente la capa negra que cubría la armadura...
Y para sorpresa de Trevor, debajo de la armadura se encontraba la silueta de una pequeña persona tirada en el suelo.
—Que mierda... —dijo Trevor el cual se acerco al cuerpo con una bola de fuego en su mano izquierda.
Trevor se acerco... Y lo que vio, no lo pudo creer... Delante de el, debajo de la armadura se encontraba un pequeño niño, de tal vez diez o incluso menos años, el cual respiraba pero parecía estar inconsciente... En aquel momento, Trevor no quería creer lo que pensaba.
Si alguien hubiera estado presente para ver la expresión en el rostro de Trevor en aquella situación, probablemente habrían salido corriendo por miedo de ser asesinados, en ese momento, Trevor estaba a punto de explotar.
—Mario —llamo Trevor—. ¿Cuándo apareció por primera vez ese caballero? —pregunto reticente Trevor
—¿Mmm?... Déjame ver... —Mario comenzó a teclear en su ordenador—. Si no me equivoco su primera aparición fue de hace unos tres años aproximadamente, cuando logro vencer a un villano sin nombre que tenia la capacidad de controlar los metales a voluntad, el suceso fue muy popular en su época, ya que gracias a eso, mas de cien personas se salvaron de ser asesinadas... O al menos eso es lo que dijo la ASEM en su momento... Y ahora que lo pienso, no existen informes sobre testigos del combate...
Mario siguió hablando sobre como la ASEM debió de manipular los eventos, pero Trevor ya no lo escuchaba, este trago saliva y sintió como las llamas se liberaban por su cuenta al sentir la furia de este...
Trevor sabia que la ASEM era malévola, pero nunca le había cruzado por la cabeza que pudieran usar niños para matar a personas... Trevor no estaba sorprendido, pero realmente no quería creerlo, algo tan despreciable, tan horrible... Solo un monstruo era capaz de hacer algo de tal magnitud...
"Ese monstruo tiene un nombre... Y es uno muy humano", pensó Trevor con una furia que con todas sus fuerzas trataba de retener. Tenia que recordar que todo eso lo hacían humanos, no monstruos ni algo mas allá, simples humanos...
Entonces recordó a aquel niño que había estado con el en su primer día, ya ni siquiera recordaba su nombre, pero la furia que sintió al pensar lo que le estarían haciendo a el y a muchos otros fue tal, que por unos segundos, Trevor tomo su forma de fuego y expulso una gran cantidad de llamas hacia el techo, creando otro gran agujero en el restaurante ya destrozado.
La llamarada fue tan grande que se creo un pilar de fuego de tamaño descomunal, uno que probablemente muchas personas habrán sido capaces de ver, uno tan grande y aun así, Trevor seguía teniendo un gran almacén de fuego, casi como si nunca se acabara.
Trevor grito con todas sus fuerzas en un momento de furor, se sentía horrible, asqueado, como si acabara de pisar un gran y asquerosa mierda... Una mierda tan grande como el mundo en el que vivía... Por un momento, Trevor sintió un odio profundo por todo el mundo, un odio que incluso a el asusto.
Trevor maldijo y por momentos pensó en lo bien que se sentiría ir a la ASEM y matarlos a todos... Pensó en lo increíble que seria que todo ardiera hasta las cenizas...
«No, aun no, no es el momento», dijo la voz que logro calmar un poco a Trevor. Esta tenia razón, aun no controlaba su poder, no debía apresurarse mas de lo que ya estaba. Trevor apago sus llamas y volvió a su forma original.
Trevor miro al niño en el suelo y suspiro, agarro al niño por el torso y lo puso en su espalda. Llevo al niño al exterior y lo dejo a un lado del local recostado en la cera. Trevor pensó en llevarse al niño con el por un momento, pero luego recordó que con el microchip en su cabeza, no tendría sentido ayudarlo, aquel niño probablemente ya no tenia una mente propia.
«Mátalo», dijo la voz de manera repentina, lo que causo un escalofrió en el cuerpo a Trevor y mas aun lo asusto el hecho de que por un momento realmente lo considero por su propia cuenta, el pensar que tal vez, le hacia un favor a aquel niño terminando con su sufrimiento... Trevor apretó el puño, puede que estuviera preparado para matar, pero no lo estaba para matar niños... No era capaz de hacerlo, por mucho que supiera que este sufría...
Trevor se alejo del niño con un gran resentimiento hacia si mismo y con una amarga sensación en la boca, cuando vio en medio de la calle a aquella chica la cual el caballero había tratado de matar, a Trevor se le había olvidado por completo y ya ni siquiera recordaba su nombre. La calle estaba completamente vacío y no se escuchaba nada en los alrededores, probablemente todos habían escapado o se encontraban escondidos en los edificios cercanos, esperando hasta que el terrible aumentado los dejara tranquilos.
Trevor miro a la chica que estaba totalmente inscociente en el suelo, incluso parecía estar roncando plácidamente... Habían tratado de matar a aquella chica por una razón tan estúpida como subir un video a internet... Pero de nuevo, no era algo que lo sorprendiera.
Trevor se quedo mirando a la chica y suspiro cuando se dio cuenta de lo que tenia que hacer...
—Hey, Mario, ¿Cómo dijiste que se llamaba esa chica streamer? —pregunto Trevor con un tono molesto y cansado.
—Oh, Viviana Laficor, una de las mejores creadoras de contenido actuales y... —Como siempre Mario siguió hablando sobre toda la información que conocía sobre ella.
—Viviana... —Trevor rechisto y con otro suspiro se decidió lo que haría... y no era algo que le agradara mucho—. Maldición...
Trevor agarro a la inconsciente chica, la cual pesaba menos de lo que parecía y se la puso en la espalda. La chica estaba babeando y murmuraba unas cosas mientras seguía dormida. Trevor tenia que llevarla con el, no podía dejarla sola, desde el momento en que subió aquel video, su vida se arruino, una estúpida decisión arruino su vida por completo... Por lo que Trevor no pudo mas que empatizar con la chica, estaban en el mismo barco y ya no había manera de escapar de el.
De repente, Trevor sintió como la chica tenia los pantalones mojado y su nariz capto un mal olor proveniente de la chica...
—Maldición... —Trevor maldijo al darse cuenta porque la chica estaba mojada...
Trevor ya se arrepentía de su decisión...