—¿Qué diablos dijiste están haciendo Hunter? —pregunto enfurecida Vraria, observando un enorme monitor completamente en negro, donde se suponía debía estar marcada la ubicación del Aumentado.
—Están caminando —respondió calmadamente Hunter, el cual no pareció notar el tono violento de Vraria.
—Si, eso escuche, lo que quiero saber es, ¡¿Por que diablos no los estas atacando?! —Vraria grito escupiendo cantidades exageradas de saliva por lo furiosa que estaba.
—Porque no quiero —respondió Hunter con total descaro y ninguna vergüenza en su voz.
Vraria estuvo a punto de saltar hacia adelante y una vez mas, romper aquel monitor de varios miles de dolares, que para todo el dinero que costaba, en aquel momento no les serbia para nada. Vraria tuvo que retenerse a si misma y evitar hacer otra rabieta frente a sus científicos que la observaban como pequeñas ratas expectantes por lo que haría. Últimamente con todo lo que ocurría, Vraria había mostrado demasiada debilidad al dejarse llevar por sus sentimientos, se suponía que ella era la líder de investigación, la mujer con corazón de hielo, fría y calmada ante todo, se había comportado como una niña pequeña.
Vraria no podía dejar que perdieran el respeto (O miedo) que le tenían, realmente no le importaba lo que sus científicos pensaran, para ella eran simplemente parásitos colgando de se genialidad, todos podían morir en aquel mismo momento y nada cambiaría, pero incluso ella tenia estándares que debía cumplir y ser respetada, temida y admirada.
—Y dime... ¿Por que no quieres? —pregunto Vraria amablemente como si estuviera hablando con un niño, uno de dos metros con el cerebro de una paloma—. No se si te recuerdas, pero, tu misión es darle caza al sujeto y traerlo devuelta...
—Exacto, por eso no lo hago —respondió una vez mas descaradamente Hunter y Vraria a pesar de no poder verlo, podía imaginar la estúpida sonrisa que estaba poniendo—. Esta es mi caza y lo hago como quiera.
—¿A no? —Vraria estaba echando humo de la rabia que sentía—. No, claro que no, no, obviamente no lo haces... —Vraria se froto el rostro con frustración y dejo escapar un gran grito—. ¡Me importa una mierda lo que quieras!, ¡Tu único asqueroso trabajo como mi maldito perro de caza, es atrapar al retrasado de Trevor y traerlo ante mi!
El grito de Vraria resonó por todo el cuarto, haciendo que todos los científicos e ingenieros del lugar se callaran al mismo tiempo. Aquel era un cuarto oscuro, compuesto como un teatro o un cine, donde la entrada esta en la parte mas alta y el cuarto va descendiendo, con varios escritorios y monitores pegados en todas las paredes, aquel era uno de los muchos cuartos de inteligencia del Pico. E incluso en aquella oscuridad, se podía ver el rostro rojo y humeante de Vraria.
—Se... Señora... —interrumpió a Vraria su nuevo asistente mientras le tendía a esta aquel muñeco anti estrés.
Vraria no era muy buena llevando el estrés, solo digamos que no estaba acostumbrada a tales emociones, nunca había necesitado sentir estrés, porque todo lo que hacia, lo hacia perfecto, siempre tenia el control y todo salía como ella quería. Pero en aquel momento, Vraria estaba a expensas de los deseos de otros y eso era lo que mas odiaba en el mundo. Esta había estado teniendo dolores de cabeza y arrebatos de ira y es que, como no tenerlo cuando estaba tan cerca de cumplir sus sueños y de un día para otro, se lo habían arrebatado.
Vraria apretó al muñeco con forma de un niño pequeño varias veces y consiguió liberar un poco de estrés, su dolor de cabeza se calmo . Vraria no podía creer que aquel muñeco sirviera tan bien, antes, cuando algo así pasaba, tendía a torturar o hacer experimentos en sus Aumentados, cosa que siempre le causaba diversión, pero desde que Trevor había escapado, ya no sentía la emoción de cortar huesos o quemar músculos, era como si ya no tuviera interés en los rostros de sufrimiento y terror absoluto que antes tanto gusto le daba. Y es que, ninguno de esos rostros, era tan bello como el de Trevor, su obra maestra, su Magnu Opus. Aquellos ojos de gato asustado, aquella expresión de confusión ilusa, aquella inocencia, aquella furia que se escondía dentro de el, aquella mirada de muerte que ponía cada vez que veía a Vraria, no tenia comparación con nada...
"Ahh, que cosa tan sublime...", pensó Vraria fantaseando con su tesoro, con la llave hacia su tan esperada meta...
—Señora... —llamo a Vraria su asistente con una expresión de preocupación en su infantil rostro.
Vraria vio a su asistente, un joven chico de nombre Jonny, que desde el escape de Trevor, se había convertido en su mano derecha por así decirlo. El chico era obediente y a pesar de su infantil y torpe rostro, era eficiente cuanto menos, era el chico el que había sugerido usar un muñeco anti estrés, mientras que otros se hubieran echo en los pantalones con la simple idea de sugerir algo así. Y esa era la razón por la que Vraria lo tenia como asistente, Jonny era valiente, no es que no le tuviera miedo a Vraria, todos lo hacían, pero el chico no se comportaba como un patético cobarde y cada vez que le ordenaban hacer algo, el chico simplemente realizaba la orden sin quejarse o aullar de terror y lo mejor de todo, es que Vraria ni siquiera tenia que ordenarla para que hiciera la cosa mas mínima, el chico tenia iniciativa.
El chico no era indispensable, Vraria era capaz de hacer cualquier cosa por su cuenta con la misma eficacia que un grupo entero de los mejores científicos... Pero por ahora, era una buena ayuda para ella...
Vraria observo como Jonny señalaba con sus ojos a sus científicos, los cuales la veían con expresiones de estupefacción en sus rostros.
"Maldicion... No otra ves....", Vraria se aclaro la garganta y con la vista, ordeno a todos que volvieran a su trabajo... Vraria tendría que mejorar para evitar esas vergüenzas...
Después de que Vraria le ordenara a los demás que continuaran con su inútil trabajo, por el intercomunicador del cuarto, se escucho un ruido como de un aliento o un susurro, que provenía de Hunter.
—Aun no lo entiendes niña... —Vraria apretó con fuerza el muñeco al ser llamada "niña"—.Esto es una caza y el chico, es mi presa, una presa que esta demasiado verde y débil. Cazarlo en su estado actual, seria... Deshonroso, no, esa no es la palabra... Seria aburrido.
—No se supone sea divertido... —menciono Vraria con toda la calma que pudo conseguir mientras seguía viendo el monitor y maldecía por no ser capaz de ver nada.
—¡Claro que si! --exclamo Hunter, que con su voz calmada y fría, mas que una exclamación, parecía un susurro fuerte—. El chico sigue demasiado débil, tengo que entrenarlo, hacerlo mas fuerte, evaluarlo, moldearlo a mis deseos, hasta que se convierta en alguien digno, en algo que se merezca mi mano en su corazón palpitante.
Vraria escucho entonces en su cabeza el retumbar de rayos que aunaban la presencia de su maestro. Esta pudo sentir como su maestro estaba feliz y de acuerdo con las palabras de Hunter, lo que hizo que Vraria maldijera.
—Señor... Si solo lo atrapáramos mas rápido, podríamos... —Pero los rayos retumbaron con mas fuerza, causando un tremendo dolor en Vraria y acallando la.
—¡No! —exclamo una voz con una fuerza casi omnipresente dentro de ella.
Vraria había pasado por la misma discusión con su maestro en una gran cantidad de ocasiones, otra razón por la cual también tenia dolores de cabeza. Vraria entendía las razones de su maestro, entendía que Trevor debía ser fortalecido para ser usado como llave para el futuro, lo sabia perfectamente, que en su estado, no tenia la potencia suficiente... Pero aun así...
"Estábamos tan cerca...", Nadie podía culpar a Vraria por tratar tan desesperadamente de atrapar a Trevor, después de tantos años de espera y búsqueda, finalmente había estado cerca de su objetivo, de la felicidad eterna. Vraria no comprendía porque Trevor tenia que ser parte del estúpido juego de Hunter, si estuviera allí con ella, esta estaba segura que podría sacar todo su potencial en menos de una semana...
Pero no, en vez de eso, tenia que sentarse y esperar mientras el maldito de Hunter jugaba a las escondidas con su tesoro...
Jonny de repente le trajo a Vraria una tasa de café, era un frapuccino descafeinado, el preferido de Vraria, la cual arrebato de las manos al chico y lo tomo mientras veía una pantalla en negro.
—¡No pueden hacer que esta cosa funcione! —Vraria exclamo enojada, se suponía que eran la compañía con mas dinero en todo el mundo y aun así, no podían hacer que una estúpida pantalla funcionara.
Todos se quedaron callados sin observarla, demasiado aterrados como para responder y en ese momento, Vraria pensó en crujir la cabeza de todos por indisciplinados.
—Señora --respondió Jonny—. Eso estamos tratando, pero hasta que el Aumentado Hunter no active su rastreador y su cámara por su cuenta... Me temo que estamos atados de mano.
Vraria rechisto al escuchar una respuesta que ya sabia, pero decidió no reprender a Jonny, al menos el le respondió. Vraria seguía maldiciendo el día que Hunter había sido creado, aun recordaba aquel día, hacia treinta años, cuando apenas tenia dos años. Aquel fatídico día cuando un extraño hombre, sin un nombre o pasado conocido fue convertido en un Aumentado y recordaba perfectamente las lagrimas que brotaban de los ojos de su abuelo cuando habían logrado con éxito el experimento. Recordaba como su abuelo había llorado de alegría, exclamando ante todos que había creado a un ser perfecto, que Hunter seria el futuro de la humanidad.
"Si claro", Vraria reía con aquella memoria al ver la creación perfecta de su abuelo, un hombre casi inmortal, con tantos poderes que ni siquiera Vraria es capaz de contar por completo y con una personalidad tan estúpida, que un niño de trece años debía saber multiplicar mejor que Hunter. Y lo peor de todo, es que el hombre tenia "Super cerebro" y no del que hacia a su usuario inteligente, si no del que hacia al Aumentado lento y con una capacidad de procesamiento disminuida, razón por la que Hunter siempre parecía... Hacer todo a su propio ritmo...
Hunter ademas tenia la desgracia de tener la capacidad de apagar por su propia cuenta el chip de su cerebro que le permite a la ASEM controlarlo y conocer su ubicación, además de una cámara integrada en sus ojos, que siempre apagaba. Si fuera por Vraria, había acabado con aquel hombre hacia mucho tiempo, por mas poderoso que fuera, nunca hacia caso de lo que le decía Vraria. Pero por desgracia para ella, Hunter era su mejor agente de campo, siempre que tenían que hacer algo... Por debajo de la mesa, enviaban a Hunter, el cual siempre tenia una eficacia del cien por ciento y lo peor de todo, era el agente favorito de su maestro...
"Algún día... Algún día ya no sera útil y ese día lo disfrutare mucho...", Vraria deseo que aquel día llegara, lo deseaba con gran expectación.
Vraria observo la hora en su reloj de mano, eran las siete y ella llevaba cinco horas en aquel estúpido cuarto desde que Hunter había dado la señal cuando encontró a Trevor. Pero el idiota solo lo había echo para que Vraria y sus científicos quedaran como idiotas, ya que no podían escuchar o ver nada que no fuera la ruinosa voz de de Hunter. Esta suspiro con desespero, al recordar que aquel día, tenia una asamblea en Rusia, sobre avances en el área de la amplificación de poderes de Aumentados, área que no era muy tocada en la ciencia de Aumentados, por razones, que bueno, siempre terminaba siendo un desastre que una persona con el genoma G no fuera capaz de controlar sus poderes por lo fuerte que eran, Vraria lo sabia muy bien.
Pero Vraria realmente no tenia ningún interés en aquella asamblea, ya había investigado con apenas diez años todos los métodos para amplificación de poderes y mejoras en la calidad evolutiva del material genético, temática que ella misma había perfeccionado, fuera de los ojos del mundo científico. No, la asamblea era solo una excusa para ver a aquel viejo zorro, el padre de Yuria y amigo y ex compañero de su abuelo, el profesor Marlo Ivankov, reconocido científico en el campo del desarrollo de ADN y hombre que Vraria odiaba de sobre manera y es que, el hombre era dueño de la mitad de toda la ASEM. El viejo hacia que Vraria y Yuria fueran dos veces al año a visitarlo en su mansión en Moscu, con la excusa de ver a su querida hija y torturar la existencia de Vraria, que por herencia de su abuelo, tenia la otra mitad total del ASEM.
El hombre obligaba a Vraria a visitarlo para hacer un "Chequeo", que quería decir que sus agentes y hombres en Estados Unidos se encargarían de investigar que Vraria no estuviera tratando de tomar el control total de la ASEM, todo mientras ella estaba lejos...
"Oh, cierto, ya no tengo que ir mas, mate a su hija...", recordó Vraria. Esta había olvidado por completo como había matado a Yuria, una pena la verdad, pensaba Vraria, ya que la chica a pesar de ser un dolor en el culo, debía ser una de las pocas personas en el mundo que eran capaces de entablar una conversación y entender todo lo que ella pudiera decir, ademas de sin hacerse en los pantalones.
Vraria se dio cuenta que aquello seria un inconveniente... Pero luego pensó, que realmente no lo seria, ahora con Yuria muerta, el viejo muy probablemente trataría de acabar con Vraria, la excusa perfecta que Vraria necesitaba para poder destrozar de una vez por todas al viejo, tener el control total de la ASEM y que la junta directiva no sospechara. Como matar a dos pájaros de un tiro.
"Bien, cuando tenga a Trevor de vuelta, matare inmediatamente al viejo", pensó Vraria con cierta felicidad.
—Vaya, parece que el chico acabo de llegar a un lugar —Vraria casi escupe cuando escucha a Hunter decir aquello.
—¿Qué quieres decir? —pregunto Vraria mientras se acercaba mas al monitor, acción inútil, ya que seguía sin ver nada.
—Pues que llegaron a un lugar —respondió inútilmente Hunter—. Están hablando con alguien... O vaya, creo que acaban de dejar inconsciente al chico... Ahora lo están metiendo a un lugar... La chica esta peleando... ¡O mira!, allí esta Hamerjack, que buen viejo...
"¡Perfecto!", Finalmente, una buena noticia para Vraria, tanto, que tuvo ganas de saltar de alegría, aquello era parte de su plan B.
—¡Prendan las cámaras de la base! —ordeno Vraria y sus científicos comenzaron a teclear en sus computadoras—. ¡Activen los micrófonos!
Vraria subió hasta la parte mas alta del cuarto y miro con emoción como la pantalla prendía y transmitía varias imágenes al mismo tiempo. En ellas aparecían personas, varias decenas de ellas, hablando y caminando por lo que parecían almacenes abandonados. Las personas tenían una apariencia triste y sucia, algunos caminaban dando vueltas sin ningún tipo de rumbo, otros parecían estar heridos y otros se encontraban llorando en esquinas. Por la pantalla, se podía escuchar los llantos y los gritos de sufrimiento de todos los refugiados que se escondían de la ASEM, escenario que regocijo a Vraria, ya que habia sido esos mismos gritos que escucho la ultima vez que reviso como estaban sus pequeños amigos hacia cinco meses atrás.
—Bien, ya tenemos visual —Vraria reviso todas las cámaras en busca de algo extraño, pero todo estaba tal cual como debía—. ¿Ya tomaron a Trevor?
—Mmm, la chica sigue peleando, o bueno, revolcándose en el suelo... —Hunter rió lentamente y sin energía—. Mmm, Hamerjack parece enojado, esta gritando... Oh, ya consiguieron calmar a la chica... Ya esta dentro.
—¡Perfecto! —exclamo Vraria con emoción.
Vraria era una persona que odiaba no estar en control y cuando tenia que bailar según las ordenes de otros, sentía como si se estuviera ahogando, razón por la que, que su plan hubiera resultado, la alegraba tanto. Aquel lugar decrepito donde todas esas personas se escondían era lo que Yuria llamaba, "La base secreta de los Defenders", un lugar donde supuestamente, todos los Aumentados que escapaban de la ASEM, podían esconderse de manera segura. Unos almacenes subterráneos construidos por debajo de la costa este de los puertos de Nyx, justo debajo del lago de la ciudad. Aquello era un refugio creado hacia mas de cien años por la ciudad, un supuesto lugar seguro en caso de que algún Aumentado se volviera loco y tratara de matar a todos, uno que estaba completamente olvidado y del cual teóricamente, no existía entrada...
Claro, a excepción de una muy conveniente entrada conectada con un sistema de alcantarillado por el cual solo se puede introducir a través de un edificio en medio del centro de la ciudad. Yuria llevaba a los Aumentados sin que se "dieran cuenta" a este refugio junto con Hamerjack, para supuestamente formar una revolución contra la ASEM... Cosa que cada vez que Vraria recordaba, le daba tanta risa hasta el punto que podía llegar a ahogarse. Le daba gracia que aquella estúpida chica pensara que podía engañarla, había sido ella misma, la que le había hablado a Yuria sobre aquel refugio abandonado, quien le había contado aquella leyenda urbana de un lugar por el que se podía entrar al refugio y de como hacia unos años, en la ciudad apareció un hombre que juraba que se había quedado atrapado en un enorme laberinto por meses sin poder salir.
Vraria había creado por su propia cuenta ese escenario de película o de cómic de superheroe, no porque realmente lo necesitara, pero porque le parecía poético y divertido. El idiota de Hamerjack se escondía ante los ojos de Vraria, pensando inocentemente que tenia alguna forma de poder pelear con ella, cuando realmente se encontraba en su telaraña. Tenia cámaras por todo el lugar, micrófonos, entradas secretas que ni ellos conocían, todo lo que necesitaba para tener al margen a sus pequeños juguetes.
"¡Vamos, aparece!", suplico Vraria al mirar con furia los monitores de un lado a otro, en busca de que Trevor apareciera en ellos.
Cuando Trevor escapo, la rabia que había sentido no tenia precedentes, pero por mucho que Vraria se enojara, no dejaba que sus emociones consumieran su juicio y es que Vraria, tenia preparado un jugoso juego para su gran tesoro. Esta tenia un completo arsenal de soldados y Aumentados escondidos en pasajes secretos en el refugio desde el mismo momento en el que Trevor escapo, esperando que como siempre Yuria hacia, le hubiera dicho a este como llegar al refugio en caso de que, como ocurrió, no pudiera ir con el. Incluso en la muerte, la chica le serbia de algo, ya que con Trevor allí, solo tendría que dar la orden y este volveria junto a su lado...
"¡Maldición!", pensó Vraria cuando rayos impactaron en el interior de su cerebro, amenazando con freirle el cerebro. Pudo escuchar la voz de rabia de su maestro, pero a Vraria no le importo. Por mucho que este le ordenara que no lo hiciera, Vraria no podía esperar, no quería hacerlo, tenia que conseguir su deseo lo antes posible o si no, no podría ser capaz de vivir consigo misma por la expectación, incluso si eso significaba que se quedara sorda o que su cabeza explotara.
Su maestro no estaba feliz, podía sentirlo en su piel que de repente comenzó a arder o como su corazón latía exageradamente rápido, aquello no era lo que su maestro quería...
"¡Niña estúpida!", exclamo su maestro en su cabeza con una gran rabia.
—Es lo mejor maestro... Es para cumplir nuestro sueño... —Jonny miro extrañado a Vraria mientras esta parecía hablar consigo misma.
—¿Nuestro sueño? —De repente, la voz de su maestro pareció sonar justo al lado de su oído. Vraria giro asustada con la idea de encontrarse a su maestro cara a cara, pero no había nadie allí—. Ni siquiera tu te crees eso.
—Ma... Maestro... —Vraria busco a su alrededor, pero no encontró nada y de la nada, sintió como una mano tocaba su rostro, una mano invisible que no podía tocar.
La mano que parecía venir de ningún lado, tenia un tacto extraño, como áspero con picos que sobresalían de lo que debía ser su piel y producía un hedor como a ceniza. Vraria se toco su rostro, pero no fue capaz de sentir nada o tocar nada, era como si la mano estuviera allí, pero al mismo tiempo no.
—Se que no te importa en lo mas mínimo la evolución o salvación humana, se que te parecen patrañas... —Vraria entro en pánico.
—No... Se de que habla señor... —Pero la mano invisible sostuvo con mas fuerza el rostro de Vraria y esta pudo sentir como si se la fueran a romper.
Entonces, el mundo de Vraria dio vueltas y esta sintió como si de repente, todo fuera mas claro... Fue como si Vraria hubiera despertado de un extraño sueño en el que al mismo tiempo estaba despierta... Entonces, Vraria recordó y finalmente, salio del trence y maldijo en su cabeza...
"¿Como lo sabe?", se pregunto Vraria, mientras maldecía con todas sus fuerzas después de salir del trance. Esta se había asegurado que no lo descubriera, se había condicionado a si misma utilizando los poderes de un Aumentado, para hacerse creer en las patrañas de su maestro, se había obligado a olvidar lo estúpido e inútil que era la salvación de la humanidad, nadie, ni siquiera ella, debía de saber su secreto...
Y ahora, tenia una jaqueca enorme y un mal sabor de boca al salir del trance hipnótico...
—Estoy en tu cabeza, lo se todo sobre ti, niña... —Los rayos volvieron a retumbar en su cabeza, la mano pareció desaparecer y Vraria fue libre.
"No hagas ninguna estupidez", reclamo la voz de su maestro, ahora otra vez en su cabeza y Vraria tembló de terror después de aquel evento. Nunca desde que tenia memoria, su maestro se había manifestado de aquella forma, siempre era una voz en su cabeza o un malestar en su cuerpo, pero nunca había sido capaz de escuchar su voz o sentir su toque...
Y Vraria suspiro de alivio, al ver que su cabeza seguía en su lugar y no había sangre derramada por todos lados, lo que la hizo suponer, que estaba a salvo por ahora...
"Bien, otro día mas respirando en este asqueroso mundo...", Vraria tomo que su cabeza aun estuviera en su lugar, que su maestro estaba de acuerdo con lo que estaba haciendo y que, podía continuar sin peligrar su vida.
Vraria rió para sus adentros por su victoria, ni siquiera su maestro con todo su poder, podía contra ella, nadie, ni Hunter ni aquel asqueroso viejo tenían el derecho de jugar con ella. Vraria era superior y nadie podía controlarla. Vraria siempre ganaba, siempre salía victoriosa, era una genio, una mente brillante. Ella era el siguiente paso de la evolución, era perfecta.
Esta levanto la cabeza para observar la pantalla y su esperada recompensa...
Pero cuando reviso la pantalla, no encontró nada...
Vraria reviso una de las cámaras, luego reviso otra, otra, otra y luego otra, pero no había nada, absolutamente nada, ni un Trevor, ni aquella estúpida chica, ni Hamerjack... No había nada...
Vraria comenzó a panificar...
—¡Hunter! —exclamo Vraria con una voz temblorosa—. ¡Estas seguro de que están adentro!
—Mmm, claro —Vraria tembló con la seguridad en la voz de Hunter.
Vraria volvió a revisar y luego otra vez, reviso una y otra vez mientras sentía como gotas de sudor caían de su frente y sus manos comenzaban a temblar.... Pero por mas que Vraria observaba, nada cambiaba, todo estaba igual que antes...
—Señora... No hay ningún cambio en pantalla... —informo Jonny y Vraria sintió un escalofrío en su nuca.
Entonces, Vraria pensó en lo peor...
—Hunter... ¿Estas en la entrada al refugio de los Defender? —pregunto Vraria, que por primera vez en años, sintió un verdadero terror en su interior.
—Oh, no, no lo estoy... —Vraria sintió como sus piernas temblaban y dejaban de funcionarle, tuvo que agarrarse de Jonny para no caer.
Todo el mundo de Vraria pareció caerse en pedazos en un solo momento.
"No puede ser, es imposible... A no ser...", Y Vraria, finalmente lo comprendió, fue un entendimiento repentino, como si finalmente hubiera descubierto la respuesta a un problema que no podía resolver...
Vraria observo los monitores con cuidado y se dio cuenta, que algunas de las personas que aparecían en pantalla, se veían demasiado parecidas y no solo eso, podía jurar ahora que veía con cuidado, que una de las personas que parecían estar herida, se encontraba con la misma apariencia y en el mismo estado que hacia cinco meses, al igual que aquel hombre llorando en una esquina o esa mujer embarazada... Todo era igual...
"Pazo... Esa maldita...", aquel nombre llegó a la cabeza de Vraria, el nombre de una Aumentada que hacía casi diez años, había escapado, una mujer con la habilidad de clonación y poder alterar la apariencia de su rostro...
Finalmente entendía porque Vraria seguía arriesgando su vida, a pesar de que estaba segura que Vraria sabia sobre ella, porque siempre parecía tan segura y nunca sentía terror frente a ella... No había sido Yuria quien había sido engañada, había sido Vraria...
Los Defenders no se encontraban en ese lugar, todo era un engaño...
Y Vraria se lo había comido por completo...
—Hunter... —logro susurrar Vraria mientras que sentía como perdía sus fuerzas y apenas podía mantenerse de pie.
—¿Si? —pregunto estúpidamente Hunter. Vraria agarro aire y exclamo.
—¡Prende tu rastreador!, ¡Ahora! —Vraria sentía como las palabras salían como lamentos de su boca.
Vraria sentía algo que nunca había conocido, era horrible, era asqueroso, esta sostuvo su cuerpo el cual ya no se sentía como el suyo, estaba sucio, fuera de su control...
Vraria se sentía como una idiota...
La habían engañado...
—Oh, ya veo, creías que esta es la base... Ya entiendo... —Hunter volvió a reír una vez mas—. Te engañaron.
Y aquello fue el golpe final, la afirmación casi burlona de Hunter del fracaso que era Vraria. Esta cayó al suelo, mirando el suelo mientras su estúpido cerebro trataba de procesar lo que ocurría.
—¡Prende tu rastreador! —exclamó una vez más Vraria sintiendo como su cuerpo la abandonaba.
—No —La risa de Hunter seguía saliendo del intercomunicador—. Te lo dije, esta es mi caza.
Vraria sintió una desesperación tremenda, como era posible, la habían engañado, le habían visto la cara, a ella, a Vraria. Nadie, nunca lo había echo, se suponía que ella era un ser superior, que su intelecto estaba en un nivel completamente distinto al de cualquier otro humano o Aumentado. Vraria no podía ser engañada, no podía ser superada, no podía ser derrotada...
Porque si podía ser vencida, entonces, Vraria no era nada... No era especial... Solo otro humano más...
"Ya nada... Tiene sentido entonces...", Vraria sintió lágrimas caer de sus ojos, por primera vez desde que tenía memoria, estaba llorando.
Las lágrimas eran molestas, evitaban que pudiera abrir bien los ojos y se metían en su boca, las cuales tenían un sabor salado y molesto. Vraria no era especial, Vraria había sido engañada, en frente de docenas de científicos y técnicos...
Vraria fue engañada...
Vraria miró hacia arriba como en busca de una salvación, pero no encontró nada, solo sufrimiento. Vraria se levantó con las pocas fuerzas que tenía y miró a su alrededor. Hombres y mujeres la veían con rostros de confusión y expresiones de preocupación.
Vraria miró y miró hacia sus subordinados, los mismos que habían sido testigos de su fracaso, de que la gran Vraria Krontos, la mayor científica y la persona más inteligente del mundo, había sido engañada de la manera más estúpida posible. Estos debían estar riendo y disfrutando, quien no lo estaría, habían visto como la mujer que por tanto tiempo los controlaba, caía como una niña pequeña de un columpio.
Vraria miró con nerviosismo, ¿Que haría ahora?, su reputación estaba arruinada, aquellas personas saldrían y les contarían a todos como ella no había sido capaz de desentrañar un engaño tan simple, como había pasado por alto los patrones repetitivos de movimiento de los refugiados, como por su ego, no se había preocupado de siquiera revisar que estuvieran bien, todo porque en su estupidez, había creído que nadie podía con ella. La llamarían estúpida e incompetente, cuando Trevor escapo, aquello no fue su culpa, si no la de los estúpidos técnicos e ingenieros que no habían echo una estructura lo suficientemente fuerte, cuando Hawkeye pereció a manos de Trevor, había sido culpa del idiota por no ser lo suficientemente fuerte y cuando Dark Knight se había quedado sin poderes, fue su propia culpa por no seguir sus órdenes... Vraria nunca se había equivocado, no, hasta ese momento.
Vraria dejaría de ser temida y comenzaría a ser el payaso de los demás y aquello era lo que realmente le daba miedo..
Y mientras Vraria se ahogaba en sus propias penas, confundida, asustada y sin idea de que hacer, la puerta detrás de ella se abrió y un grupo de personas en batas blancas entraron al mismo tiempo y se posicionaron frente a ella.
—¿Qué ocurre aquí? —preguntó Jonny al ver al grupo de personas y Vraria pudo notar, que este estaba tratando de evitar que la vieran llorar—. Estamos en una misión importante, no podemos...
—¡Cállate niño!, Tenemos mejores cosas que hacer —exclamó una voz proveniente de uno de los hombres, una voz gruesa y molesta.
Vraria observo al grupo de científicos y descubrió que la voz provenía de un hombre gran estatura, con una cara delgada, casi esquelética, un extraño pelo blanquecino y unos ojos de muerto. Vraria vio a aquel hombre el cual parecía bastante enojado y molesto, aquel hombre cuyo nombre era... Era...
—¿Quién eres tú? —preguntó Vraria mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos, pregunta que no pareció hacerle mucha gracia al hombre.
—¡Soy el doctor...! —El hombre resoplo frustrado—. ¿Sabes que? , no importa, a la mierda. Tenemos que hablar. ¡Vraria, estamos cansados de tus estúpidos juegos, todos en el departamento de investigación estamos de acuerdo, de que es hora de que sedas el poder a alguien...!, Más estable.
Vraria observo al hombre de cuyo nombre no conocía, gritar y refunfuñar como un niño pequeño. Esta recordó quienes eran esos científicos, subordinados directos de su propia persona, personas que había puesto en altos puestos por creer que podían ser mínima mente capaces de estar cerca de ella, aquel hombre sí no recordaba mal, era el subdirector de investigación y si su vista no le fallaba, junto a él también se encontraban el director del departamento de laboratorios, la subdirectora del departamento de biológicos e incluso la directora de los técnicos de la red cerrada de la ASEM, además de otra docena de personas y científicos de gran importancia en el edificio.
"Acaso... ¿Acaso están tratando de ponerme a un lado?", Vraria parpadeo y se froto los ojos para ver si realmente estaba viendo bien, si realmente, todos esos idiotas descerebrados que ella misma había entregado puestos importante y que por su propia cuenta nunca hubieran podido conseguir, estaban tratando de eliminarla de la ecuación, de su propia ecuación.
"¡Estas ratas mugrosas, como se atreven!", al ver a aquellas personas, toda la tristeza y pena por misma desapareció y una gran fuente de furia comenzó a arder en su interior.
Como pensaban que podían con ella, porque acaso todos creían que podían arrastrarla al suelo como si fuera un simple humano estúpidos, a alguien como ella... Aquel día, Vraria estaba pasando por un golpe tras otro y no le gustaba, ella no debía pasar por esas cosas, esos problemas son de humanos sucios y estúpidos.
Y si todo eso no fuera suficiente, mientras ese estúpido científico trataba de seguir reclamándole, el teléfono de Jonny sonó, el cual contestó una llamada nervioso y su rostro se volvió sombrío, lo que Vraria supuso, sería otra molestia más.
—Señora... La junta directiva... La quiere ver... —dijo Jonny con tartamudeo.
Y eso era lo que le faltaba, la cereza del pastel, los malditos de la junta directiva querían hablar con ella, probablemente molestando la con alguna estupidez sobre dinero o ingresos, cosas muy inferiores a su grandeza... Pero si se reunía con ellos, probablemente escucharan sobre su derrota y la única razón por la que esos zorros rabiosos no le habían quitado el control de la ASEM a Vraria, era porque creían que ella era indomable, que era imposible enfrentársele... Pero si no hacia algo ese día, aquello cambiaría.
"Que hacer... Que hacer...", se preguntó nerviosa Vraria, mientras miraba en todas direcciones, tratando de buscar algo que la ayudara, esa sensación de confusión era horrible, Vraria siempre sabía que hacer, pero en aquel momento, se sentía atrapada...
Pero, cuando Vraria volvió a mirar al techo, una especie de epifanía le llegó, mientras miraba una luz roja parpadeante proveniente de lo que parecía una cámara...
"Puede que...", entonces, Vraria comprendió cuál era su mejor opción.
Vraria se froto el rostro en frustración y comenzó a reírse mientras pensaba lo estúpida que era, ¿Cómo no lo había pensado antes?, puede que se hubiera equivocado y hubiera recibido una derrota, pero, si no había nadie que pudiera hablar sobre ello, entonces, sería como si nunca hubiera pasado.
Vrari entonces levantó su mano derecho y la elevo por encima de su cabeza. Los científicos la miraron confundidos, tal vez creyendo que se había vuelto loca, pero Vraria les sonrió con su mayor sonrisa posible.
"El camino más fácil, a veces es el mejor", pensó Vraria, la cual ya se encontraba cansada de todo aquello, nadie tenía el derecho de meterse con ella, nadie...
—Se... Señora, no creo que... —trato de interrumpir Jonny, el cual se callo cuando Vraria le lanzó una mirada cortante.
—A la mierda, ya estoy cansada de todo esto. —respondió Vraria ante los confundidos murmullos de los científicos.
Entonces, Vraria chasqueo los dedos y... Por un momento, todo el lugar se quedó en silencio, sin que nada ocurriera...
Pero en menos de un segundo, se produjo el sonido de un chasquido igual que el de Vraria, pero aquel no fue producido por nadie...
Y entonces, como un espectáculo de fuegos artificiales en una feria de campo, las cabezas de todos los presentes explotaron simultáneamente, como si se hubieran prendido decenas de cohetes al mismo tiempo. Partes de cerebro y cabeza volaron por todos lados, sangre lleno el cuarto entero y por un momento, todo lo que se escucho fueron los últimos gritos de terror antes de que las cabezas de las últimas personas en pie, explotarán.
Al final, todos en el cuarto terminaron en el suelo, muertos y totalmente inútiles, mientras que Vraria se alzaba sobre ellos una vez más. Aquella era su mejor opción, si no había nadie que pudiera hablar sobre su evento, entonces nadie podía decir nada sobre ella.
A su lado, Vraria vio el rostro de terror de su asistente, aquel había sido el único que decidió dejar vivo, simplemente porque si quería matarlo, podía hacerlo en cualquier momento, además, le traía buenos cafés.
—Tranquilo... —dijo Vraria con su mano en el hombre del chico y una sonrisa—. Nada te pasará, al menos, no por ahora.
Vraria reviso su reloj y supuso, que era hora de ir con aquellas ratas ejecutivas. Vraria sacó el muñeco anti estrés del bolsillo de su bata, pero entonces se dio cuenta, que un poco de sangre había caído en ella. Esta miró con asco la pequeña mancha, odiaba la sangre en sus trajes, era tan sucio y molesto.
—Mierda, ahora tengo que cambiarme la bata...
Vraria salió del cuarto como si nada, seguida de Jonny, en busca de una nueva bata de laboratorio...