Chereads / El despertar de los niños / Chapter 4 - Capitulo 2 «Kazu» (1): Todo se derrumba

Chapter 4 - Capitulo 2 «Kazu» (1): Todo se derrumba

«No es un misterio que nuestra sociedad actual se ha mantenido sin ningún tipo de cambio o evolución desde hace cientos de años y no es una sorpresa para nadie de que esto es culpa de los Renacidos. Desde tiempos antiguos, se a considerado a los Renacidos como seres superiores, por ende, su posición en la sociedad se asigna básicamente en el momento de su nacimiento, esto causa que siempre haya un grupo de personas que se posicione por encima de otros. Esto causa que los papeles en la sociedad se mantengan con cambios demasiados minúsculos como para hacer un cambio verdadero, como el caso del gobierno japonés, el cual primer ministro, Sasaki Kojiro, un Renacido bastante conocido que lleva en el poder por mas de cincuenta años y el cual solo tiene en su circulo de confianza a Renacidos, lo que causa que en Japon, siempre haya Renacidos en el poder, evitando que una persona que pueda desarrollarse mejor en el cargo pueda optar por este y la forma en la que se gobierna Japon sea ineficiente. Y el mayor problema es el caso de la ley, que protege a los Renacidos sobre las personas normales, haciendo que terminen siendo ineptos y causa que la gran mayoría de Renacidos no tangan las capacidades para ocupar cargos muy importantes en la sociedad, a pesar de que al final los terminen obteniendo, dando como consecuencia un ineficaz sistema social.»

Fragmento extraído de «Renacidos en el mundo» de Amelia Abercrombie.

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Kazu apenas podía mantenerse en pie, nunca creyó que el poder de terror de Aoi fuera tan horrible. Había visto a Bran ser afectado por el poder, pero sentirlo de primera mano... Fue como si todo su cuerpo se rompiera rápidamente, toda su voluntad y su sentido de individualidad quedaban inutilizados... Y todo lo que su mente podía concebir era la cara de Aoi. Kazu había sido un idiota por tratar de ayudar a Bran...

—¿Estas bien? —pregunto Nala mientras trataba de ayudar a Kazu a levantarse. La chica había sido golpeada por Aoi con su poder y hasta hace unos momentos se encontraba inconsciente. La Renacida parecía no estar del todo bien, el moretón de la cara parecía dolerle bastante, tenia uno de los ojos cerrados probablemente por el dolor (tenia un poco de sangre en el labio) y parecía que se le hacia difícil mantenerse de pie... Pero aun así, se veía menos débil que Kazu.

—Y... Yo... Creo que si —Sus piernas y manos temblaban, todo su cuerpo sudaba frio y sentía como su estomago se revolvía y las ganas de vomitar lo invadían... Ahora sabia lo terrible que eran los poderes de Aoi, fue solo un segundo, pero dentro de Kazu creció un deseo muy horrible, una desesperanza total, sintió como la muerte se acercaba a el para reclamarlo... Pero nada de eso era ni la mitad de lo que sufría Bran.

El silencioso y extraño chico de pelo negro y rostro sombrío con el que Kazu había milagrosamente entablado amistad ahora parecía casi un cadaver. Tenia toda la cara inflamada y destrozada, sus brazos estaban completamente rojos y una de sus piernas tenia un angulo extraño... Y su cara, parecía como si estuviera en otro lugar, sus ojos miraban a algún lugar lejano, como si su mente se encontrara a kilómetros de distancia y por varios segundos no se movió, ni parpadeo, estaba totalmente paralizado.

—No... No podemos dejar que esto siga así —dijo Kazu que ya no aguantaba ver como Bran era torturado por aquel desgraciado de Aoi. Kazu se sentía muy culpable, era en parte su culpa que estuvieran en esa situación... Todo porque por un momento pensó que podía no inclinarse ante un Renacido y nada le pasaría... Pero Kazu creyó realmente... Que tal vez un Renacido no podría actuar realmente como se le diera la gana... Pero estaba equivocado.

—Bien, es momento de terminar con esto... Déjame darte un ultimo golpe y te dejare ir pequeño juguete... De todas formas ya me quede sin energías... —dijo Aoi antes de volverse hacia Bran.

El Renacido caminaba con esfuerzo y se veía muy cansado, tenia los hombros caidos y se tambaleaba un poco al caminar, probablemente debió de agotar todo su poder. Como todos los Renacidos, la duración y las veces en las que se puede usar un poder dependen del estado físico de una persona, pero por sobre todo de su «almacenamiento interno de energía Karyon». Los poderes de un renacido utilizan una especie de energía que producen sus cuerpos, supuestamente parecida a la energía radioactiva. La energía es conocida como «energía Karyon» y su almacenamiento funciona como una batería, cuando un Renacido quiere usar un poder, la batería comienza a liberar la energía y el cuerpo la utiliza para crear el poder. Mientras mas se use el poder, mas se gasta la energía de su almacenamiento, lo que causa agotamiento físico a la persona. La cantidad que un Renacido puede almacenar de energía varia entre usuario y usuario, pero una vez que esta energía se acaba, todos los Renacidos terminan en un estado de extremo agotamiento, como si hubieran corrido un maratón de varios kilómetros o hubieran hecho ejercicio por un día entero.

Nala y Kazu se veían bastante patéticos, Nala lo sostenía a pesar de que ella también se estaba esforzando para mantenerse en pie. Su moretón era grande y por un momento Kazu creyó que se había roto la mandíbula, pero al parecer la chica estaba mejor de lo que parecía, lo que si era preocupante era su ojo que se veía bastante inflamado y también tenia un poco de sangre saliendo de su brazo, al parecer se había raspado el codo al caer al piso. Kazu se sentía un poco avergonzado, sus pierna seguían temblando, pero el miedo había desaparecido rápidamente.

El Renacido camino hacia Bran que ya no tenia la vista en el horizonte... Ahora miraba fijamente hacia Aoi... Bran estaba enojado y su cara le dio escalofríos a Kazu... Tenia las cejas fruncidas, la mandíbula tensa y la vena entre sus cejas estaba muy marcada... Y sus ojos... Hasta ese momento Kazu no se había dado cuenta que sus ojos eran de color rojo, un rojo oscuro parecido a la sangre... Y por alguna razón, aquellos ojos parecían sobresalir mucho mas de lo que habían hecho antes, ahora brillaban con una luz diferente... Esos ojos eran cortantes como un cuchillo... Eran los ojos de un asesino... Y de alguna forma, a Kazu no le dieron miedo... Por el contrario, lo reconfortaron.

—Je... Esto es inesperado... —dijo Nala con un sonrisa en la cara mientras miraba hacia Bran. La chica tenia una expresión de felicidad extraña, parecía divertida por alguna razón.

—¿Que?... —Kazu cerro los ojos por un momento, el sudor le molestaba la cara... Y cuando los volvió a abrir... Apenas pudo entender lo que paso después, todo fue demasiado rápido... Pero sabia que lo que vio fue y será por muchos años una de las cosas mas extrañas que jamás haya visto en toda su vida...

De repente Aoi le lanzo un puñetazo a Bran, pero este lo paro fácilmente con una mano... Y por inaudito que parezca, Kazu sintió como todo en el lugar cambiaba, como si la presión en el aire fuera distinta... E inmediatamente después de parar el golpe, Bran tomo una postura parecida a la de los boxeadores, moviendo la pierna izquierda hacia adelante y dando un pisotón que retumbo por toda la terraza y luego devolviéndole un puñetazo directamente hacia la cara de Aoi que fue tan rápido que Kazu solo fue capaz de ver una imagen borrosa del brazo de Bran... Pero si pudo ver cuando el puñetazo conectaba con la cara y el sonido que hizo el puño fue increíblemente fuerte, como si un bate golpeara una pelota. Kazu pudo escuchar como la mandíbula de Aoi crujió como si se rompiera en varios pedazos... Y súbitamente Aoi salió disparado como una bala hacia atrás, como cuando había golpeado a Nala, pero con una fuerza mucho mayor y por un momento Kazu creyó que Aoi terminaría cayendo hacia afuera de la terraza, pero por suerte las barandillas estaban allí y el cuerpo del Renacido choco contra la barandilla de metal. Aoi termino tendido sobre la barras de metal, con la espalda hacia el vacío a punto de caerse, con los brazos totalmente extendidos... Y por lo que parecía, el Renacido estaba inconsciente...

—¡Que me lleven los muertos! —exclamo Nala con una gran cara de sorpresa.

Kazu no podía creer lo que acababa de ver, aquel golpe parecía uno que solo un Renacido con una gran fuerza seria capaz de lograr, con una velocidad mayor de la que un boxeador profesional pudiera ser capaz de conseguir... No podía creer que Bran fuera tan fuerte... El chico estaba de pie sin moverse, con la vista hacia el Renacido... Nala y Kazu se quedaron unos segundos observando a Bran que no se movía ni un centímetro ni decía nada. Estaban tan anonadados que solo después de un minuto fueron a revisar.

—¡Esta inconsciente! —exclamo Nala que revisaba el estado de Bran. Tenia todo el cuerpo lleno de moretones, con la boca abierta y los ojos cerrados y de alguna forma se había desmayado mientras estaba parado.

Kazu fue a ver como estaba el Renacido... Que se encontraba completamente destrozado, su cara parecía una pintura abstracta, tenia los ojos cerrados, su mandíbula estaba desencajada y por lo que parecía rota en varios pedazos, sus dientes se habían roto casi en su totalidad, tenia sangre saliéndole por montones de la boca y la frente... Y la barandilla, estaba aplastada a pesar de ser de metal, parecía como si alguien hubiera venido con un martillo y la hubiera golpeado hasta destrozarla... El Renacido estaba totalmente inconsciente y ni que lo golpeara se levantaba.

Kazu no sabia si aquello era algo bueno o malo, se sentía muy bien por ver a aquel mal Renacido en un estado tan patético... Pero la implicaciones no podían ser buenas. Lastimar a un Renacido era algo bastante malo que incluso era castigado por la ley con tal vez un año de cárcel sin importar si la persona es un menor de edad... Y aquel era un Doble Renacido, las consecuencias podrían ser catastróficas... Pero...

«A quien le importa, ese idiota se merecía esto y mucho mas»

Kazu se sentía culpable de sentirse tan feliz por el dolor de otra persona... Pero que bien se sentía. Kazu incluso le dio un golpe en el estomago en venganza y le esculpió la cara. Al menos por esos minutos no había nadie que lo reprochara por estar feliz.

—¡Hey, ayúdame a llevarlo a la enfermería! —le grito Nala.

Juntos cargaron a Bran sobre sus hombros a la enfermería, lo que resulto mas difícil de lo que parecía. Bran pesaba mucho mas de lo que aparentaba y su estatura (Tal vez 1.90 metros) no lo hacia mas fácil. Tardaron casi veinte minutos en llevarlo y casi se caen en varias ocasiones, Kazu no tenia la mejor condición física y se le complicaba bastante, en cambio Alana parecía hacerlo sin mucho esfuerzo, aunque también casi se cae en varias ocasiones probablemente por el daño que había recibido, su condición física era mucho mejor que la de Kazu. Cuando llegaron a la enfermería (Que tristemente se encontraba en el primer piso y la escuela tenia mas de siete) no encontraron a nadie. Kazu trato de llamar a la enfermera (Una mujer de tal vez treinta años con la que se habían encontrado varias otras veces en esa semana) pero nadie le respondió, así que tuvieron que dejar a Bran en una de las camas vacías.

—¿Crees que se pondrá mal? —pregunto Kazu. Aquella parecía una pregunta estúpida al ver la condición en la que se encontraba... Pero por alguna razón, Bran no parecía estar tan mal, estaba respirando un poco forzadamente, pero no se retorcía del dolor e incluso parecía como si estuviera roncando. Aquello hizo reír a carcajadas a Nala.

—Quien lo hubiera dicho... Bran es un Renacido —dijo Nala en risas.

—¿Qu... Que?, ¿Cómo lo sabes? —pregunto Kazu el cual no sabia que tanto le agradaba que Bran fuera un Renacido.

—Quiero decir, es la única opción lógica o al menos es lo único que se me ocurre... ¿O acaso crees que un humano normal es capaz de hacerle eso a un Renacido? —Nala tenia mucha razón, se le hacia difícil creer que Bran fuera un humano normal... Pero también se le hacia difícil imaginarlo como un Renacido y no porque todos sean unos presumidos o malvados (Su hermano y Nala eran el ejemplo que demostraba lo contrario), pero porque no tenia esa aura que todos los Renacidos comparten, esa sensación extraña que sientes al ver un Renacido, como si estuvieras viendo a alguien especial o único... Bran no daba ese tipo de sensación.

Esperaron un rato para ver si llegaba alguien, pero en vista de que no había una sola alma, Alana decidió salir a la sala de profesores y preguntar por la enfermera. Kazu le había dicho que era mejor que ella se quedara a descansar, su moretón se veía bastante mal y aun no parecía completamente recuperada, aun parecía que sus piernas no habían recobrado sus fuerzas, pero esta se negó y dijo que era probable que le hicieran mas caso a una Renacida que a el. Kazu se quedo solo junto a Bran...

Kazu se sentía impotente, sus manos temblaban y lloraba al ver la condición de Bran, a penas podía soportar ver como se encontraba. Le pedía en susurros disculpas mientras agachaba la cabeza, Kazu detestaba el mundo donde Vivian, donde una persona era capaz de hacer tales horrores y nunca tener consecuencias, donde debían hacer caso a todas las exigencia de una persona solo por se alguien supuestamente superior, donde deben vivir en una sociedad con personas que pueden ir por encima de la ley y hacer lo que quisieran. Un mundo donde Kazu no solo era débil, sino que la sociedad exigía que lo fuera, una sociedad donde algunos valen mas que otros, donde tu opinión importa menos, donde tu libertad esta limitada por los deseos de un grupo de personas totalmente aleatorias... Kazu comenzó a pensar, por primera vez en sus diecisiete años, lo verdaderamente injusto que era su mundo... Y Kazu lo detestaba, el quería ser fuerte, quería poder ayudar a otros, quería poder ser igual que los demás y que nadie pudiera exigirle que rechazara sus propias creencias por las de alguien mas, quería ser libre, quería poder enojarse, reír y llorar sin preocuparse de que pudiera llegar a ofender a alguien, quería poder disfrutar su vida con sus amigos, una vida donde al menos tuvieran una sensación, aunque fuera falsa, de libertad... Kazu pensó por primera vez, que seria genial que su mundo fuera distinto, que su mundo cambiara a uno mejor, donde el, Nala y Bran fueran distintos pero a la vez iguales... Un mundo donde los Renacidos no tuvieran mayores derechos que los de los demás... O incluso mejor, un mundo sin Renacidos...

Kazu siguió llorando por un buen rato mientras que esperaba a Nala, tuvo que usar todas sus fuerzas para parar, no quería que lo vieran así, puede que fuera débil, pero Kazu creía que lo ultimo que le gustaría perder seria su orgullo... Por mas pequeño que este fuera. Aquellos pensamientos tan extraños en el no desaparecieron mágicamente con el pasar del tiempo, todo lo contraria, esos pensamientos quedarían grabados a fuego vivo en su mente por el resto de su vida, su forma de ver el mundo cambio y en el creció un deseo de hacer las cosas distintas, el deseo de cambio, el deseo por conseguir algo mejor y no conformarse con lo que tiene... Esos pensamientos y deseos harían de Kazu una nueva persona, puede que no una mejor o peor, pero si una con la cual estaría mas satisfecho...

Nala llego después de casi quince minutos, pero no llego con la enfermera, en cambio, entro con una chica de muy baja estatura (probablemente la misma que la de Kazu) con un pelo de color azul y peinado corto, una cara tan infantil que parecía una niña de doce años, pero con el uniforme de preparatoria y una bata de laboratorio encima. La chica parecía increíblemente nerviosa, ya que se la pasaba desviando la mirada de un lado a otro cuando sus ojos se encontraban. La chica camino junto a Nala hacia donde Bran y Kazu se encontraban.

—Ehh, ¿Quién es ella? —pregunto Kazu que aun tenia los ojos rojos por llorar, trato de no sonar tan patético... Y allí estaba, esa sensación de estar en frente de alguien distinto, sus pelos se ponían de punta y sentía algo parecido a un escalofrió en la nuca, pero no tan fuerte, realmente la sensación era casi imperceptible, solo duraba por un segundo y a penas lo podías notar, pero aun así era como si tu cuerpo entendiera inmediatamente... La chica era una Renacida.

—Sinceramente, no tengo idea —dijo Nala con las cejas levantadas y los hombros encogidos—. Cuando pregunte en la sala de profesores, me dijeron que me llevara a esta chica... Y si, ya se que es una Renacida.

—¿Y que se supone que va a hacer? —pregunto Kazu. Nala respondió encogiendo los hombros.

Ambos se quedaron observando a la chica, que tenia la cabeza agachada y los brazos llevados al pecho. La Renacida parecía murmurar unas palabras que no lograba escuchar y estuvo varios segundos en frente de ellos sin hacer nada.

—Y... Yo... —dijo la chica con timidez y levantando la cabeza, parecía a punto de ponerse a llorar—. Yo... Puedo ayudar... —La chica tomo aire y luego pareció agarrar un poco mas de coraje, ya que ahora los miraba a la cara—. Yo puedo ayudarlos... Soy una Renacida y.... Puedo curar a las personas

—Espera, ¿En serio puedes hacerlo? —dijo Kazu que se emociono tanto que se lanzo y le agarro las manos a la chica, esta se sobresalto y soltó un grito.

—Por favor... No... —La chica tenia una expresión de dolor en la cara, parecía como si le estuviera haciendo daño

—Oh, lo siento... —Kazu retiro sus manos. La chica murmuro unas palabras y tomo aire otra vez.

—Yo... Yo vine de parte de la CPR... Junto a los demás Renacidos... Se supone que estoy aquí... Para curar a todos los Renacidos que salieran heridos... Y esa chica dijo que había uno lastimado en este momento... —Kazu miro directamente a Nala. Sabia que lo mas probable es que había dicho que Bran era un Renacido para que le prestaran mas atención. La chica se encogió de hombros al ver la mirada reprochante de Kazu.

—¿Que?, No es completamente mentira, si hay un Renacido lastimado... Y tal vez Bran sea uno. —Alana se rio entre dientes, pero luego se quejo y se sostuvo el rostro con la mano, al parecer no podía reírse por el dolor.

—Si... Si me permiten —dijo la chica. Kazu se aparto del lado de Bran y le dejo espacio a la chica.

La Renacida se acerco a Bran y le recogió la manga de la chaqueta (Por alguna razón Bran siempre usaba la misma chaqueta negra sobre el uniforme todos los días), agarro su brazo y cerro los ojos. La chica estuvo un buen rato sosteniendo el brazo de Bran y parecía estar concentrándose bastante. Después de unos minutos la chica se aparto de Bran y observo a Kazu y Nala con la cabeza agachada y una cara de tristeza.

—Yo... Creo que hay una equivocación... Este chico no es un Renacido —dijo la chica que sonaba apenada.

—¿Que?... —pregunto Nala sorprendida y con las cejas fruncidas, parecía enojada—. ¿Cómo estas tan segura que no es un Renacido? —La chica se asusto por el tono de voz de Alana y soltó un gritito agudo, como de un gato. Nala bajo su tono de voz y se disculpo—. Lo siento, no era mi intención... —Nala parecía bastante desconcertada, tanto como lo estaba Kazu, era mas difícil de creer que esa chica fuera un Renacido a que Bran no lo fuera... Kazu lo suponía, pero era mucho mas impactante escucharlo a ciencia cierta... Si Bran no era un Renacido, entonces no era un humano normal.

La chica volvió a tomar aire y murmurar unas palabras, al parecer esa era una costumbre de la Renacida.

—Mi poder me permite acelerar la recuperación natural de una persona... Pero antes debo tocar a la persona... Y cuando lo hago, es como si pudiera sentir la condición en la que se encuentra la persona... Como si fuera un instrumento medico que analiza las constantes vitales o la condición física... Lo que me permite saber cuando una persona es un Renacido o no... Puedo sentir la energía Karyon fluir por el cuerpo... Y este chico no tiene ni una pizca de eso... —La chica hablaba cortadamente y parecía que le ponía incomoda explicar su poder, hasta parecía un poco avergonzada.

—Pero... Puedes curarlo, ¿verdad? —pregunto Kazu desesperadamente.

—Yo... Puedo curarlo... Pero la CPR me obliga a solo curar Renacidos... Y me prohibieron curar a una persona normal. —Kazu no se sorprendió mucho sobre eso y Nala se veía muy enojada.

—Por favor... ¡Tienes que ayudarlo!... ¡Bran necesita ayuda! —Kazu se acerco a la chica y le volvió a apretar las manos, esta vez la chica solo se sobresalto y su cara se puso roja como un tomate—. Por favor... Bran esta muy lastimado... —La chica tenia la cabeza agachada y no parecía muy convencida.

Kazu tenia miedo de lo que le pudiera pasar a Bran si seguía así, tal vez llegara un momento en que ya no pudiera respirar porque tenia las costillas rotas o tal vez se despertara y comenzara a gritar del dolor... O tal vez no despertara... Le dolía ver el estado de Bran... Kazu se sentía culpable y no quería que Bran siguiera sufriendo... Así que se arrodillo y le suplico a la chica que lo curara, incluso lloro un poco (Bueno, lloro mas o menos). Ni siquiera con Aoi se había arrodillado, pero en ese momento lo hizo sin pensar, no le importaba hacerlo con tal de ayudar a Bran... Después de todo, el era su primer amigo y quería ayudarlo.

Nala se sorprendió y la chica pareció muy desconcertada. Seguía con la cabeza agachada y Kazu alcanzo a escuchar lo que susurraba, «Y si » «Se ve muy mal » «Pero no » «Que pasaría». La chica se movía nerviosamente y parecía estar pasando por un momento muy difícil.

—Por favor... —suplico una ultima vez Kazu, que alzo la cabeza y miro directamente a los ojos de la chica... Y Kazu se fijo mejor en los ojos de la chica, de un intenso color azul... Brillantes y de una fuerza extraña... Entonces supo, sin decir nada mas, que la chica aceptaría... La chica tenia los mismos ojos que Bran... Unos ojos fuertes pero amigables...

—Yo... Lo hare —dijo la chica. Kazu salto de alegría y abrazo a la Renacida que soltó un grito de sorpresa. Kazu no sabia porque, pero sabia que esa chica era alguien en quien podía confiar—. Por... Favor. —Kazu la soltó, la chica estaba muy sonrojada—. Yo... Puedo hacerlo... Pero deben prometer no decirle a nadie... —La chica miro seriamente a ambos y estos asintieron al mismo tiempo, pero la chica movió la cabeza de un lado a otro y alzo una mano con su meñique hacia afuera—. Deben prometerlo por el meñique. —Ambos se miraron confusos y Nala soltó una carcajada... Pero la chica no parecía estar bromeando—. Por el meñique. —A Kazu le sorprendió la seriedad con la que lo dijo, pero ambos le dieron la mano y lo prometieron—. Bien... Ahora deben desvestirlo por favor.

—Espera... ¿Que? —pregunto Nala sobresaltada.

—Yo... —La chica también se sobresalto y se sonrojo, como si apenas entendiera lo que estaba pidiendo—. Mi poder funciona con el tacto... Para curar una parte afectada, debo tocarla directamente... Asi que deben quitarle la chaqueta y la camisa... Pero pueden dejarle los pantalones... Con ellos podemos simplemente recogerlos.

Kazu y Nala le quitaron la chaqueta y la camisa... Y Kazu se sorprendió, Bran era mucho mas corpulento de lo que parecía, tenia un cuerpo como de deportista, con los músculos muy desarrollados de los brazos y el pecho y un cuello mas prominente de lo que antes dejaba ver, no era tan exagerado, pero si tenia un cuerpo mucho mas fuerte y resistente comparado con su anterior apariencia, que era mas parecida a la de un chico larguirucho... Y lo mas extraño de todo eran las cicatrices, tenia cientos de marcas por todo el cuerpo, una cicatriz increíblemente grande que le cruzaba verticalmente el pecho, una grande en el cuello, unas cicatrices en forma de X en el brazo y varias cientos de cicatrices mas pequeñas de corte, golpes... E incluso de disparos... Bran definitivamente no era alguien normal.

—¡Ahora esto si que no me lo esperaba! —exclamo Nala con una sonrisa al ver el cuerpo de Bran, pero Kazu pudo notar que estaba un poco sonrojada, no miraba directamente a Bran y pudo percibir un poco de nerviosismo de su voz... Kazu se rio un poco para sus adentros.

Después de que hubieron terminado, La chica se acerco a Bran y volvió a agarrar su brazo y cerrar los ojos. La chica se concentro y comenzó a hablar en voz baja, Kazu no pudo entender lo que decía... Y de repente, casi como por arte de magia, los moretones y raspones del brazo de Bran desaparecieron y en su lugar aparecieron unas cuantas cicatrices extras. La chica suspiro y retiro las manos, ahora parecía mas cansada y sudaba un poco.

—¡Es... Es increíble! —Exclamo Kazu con los ojos muy abiertos, aquel poder era sorprendente, en menos de un minuto curo el brazo de Bran por completo.

—Gra... Gracias. —La chica se sonrojo, pero sonreía y parecía feliz por el halago—. Esto podría tardar un rato, tengo que curar cada parte de manera individual o sino gasto mi energía muy rápido...

—Aun así, es realmente increíble, ¿Qué nivel es tu poder? —pregunto Kazu directamente.

—Es... Es nivel A... Puedo curar casi cualquier tipo de herida... Pero mi almacenamiento no es muy grande, así que solo puedo usar mi poder pocas veces al día. —La chica se veía un poco incomoda cuando le preguntaban cosas sobre sus poderes.

Kazu recordó lo que le había dicho Nala sobre como los Renacidos no se sienten muy cómodos al hablar sobre sus poderes, al parecer debido a que estos tienden a ser muy agresivos y tienden a pelear entre ello, por lo cual los únicos que hablaban sobre sus poderes a otros son los idiotas y los que se creen mucho (Aoi estaba en ambos grupos)… Nivel A, eso era muy bueno, significaba que se encontraba por encima de los Renacidos comunes, cuyos poderes normalmente se encuentran entre B y C. Kazu pensaba que la clasificación de la CPR era un poco inútil, era muy difícil clasificar tanto tipos diferentes de poderes y aunque tuviera clasificación, esta no siempre representaba lo fuerte que era un Renacido, como en el caso de Aoi que era un Doble Renacido con dos poderes, pero de los cuales uno era de un nivel bastante bajo para alguien que se supone debe ser de los mejores o mas poderosos, además de que nunca se toma en cuenta la condición física del Renacido.

—Por cierto, no te hemos preguntado tu nombre —dijo Nala. A kazu se le había olvidado completamente.

—Oh... Es Nana Ameli... Mucho gusto —Nana extendió su mano como para estrecharla con la de Nala, pero esta la abrazo de repente. Nana soltó un grito de sorpresa y su cara se puso roja (esa chica se sonrojaba mucho)

—Gracias, realmente... —dijo Nala con un tono cariñoso, parecía que estaba muy agradecida. Nala era tan alta, que al abrazar a Nana, parecía casi un gigante a punto de comerse un niño pequeño... Y al parecer Nana también lo creía, porque comenzó a llorar... Que chica tan extraña...

Paso aproximadamente una media hora cuando Nana estuvo a punto de terminar de curar a Bran, la chica paraba cada cinco minutos a tomar un descanso, al parecer realmente no tenia mucha energía dentro de ella y combinado con su aparente pobre condición física, la chica ahora parecía casi totalmente agotada, tenia sudor por todos lados y parecía a punto de desmayarse. Kazu le había preguntado si quería descansar por mas tiempo, pero la chica se había negado, al parecer quería terminar lo mas rápido posible. Kazu pensó que no era justo pensar en todos los Renacidos eran malos o egocéntricos después de ver a personas como Nana, que parecía incapaz de hacer algo malo ni aunque la obligaran. Nana le había preguntado a Nala si quería que le curara el moretón de la cara, pero esta se había negado.

—Es mejor que te concentres en Bran, además, no me duele tanto. —Le había respondido Alana a Nana. El moretón era bastante grande y debía doler mucho.

Al final Nana logro curar a Bran casi por completo, ya no tenia ni moretones ni heridas visibles y todo lo que quedaban eran unas pocas cicatrices (quitando las antiguas). Nana dejo para el final la cabeza, la cual era la que se veía mas herida. Nana no tardo ni un minuto en curar la cara de Bran, que no tenia ni siquiera cicatrices, su poder era realmente bueno... Y súbitamente, Bran abrió los ojos de golpe... Y de repente se incorporo y agarro el brazo de Nana con tanta fuerza, que esta grito de dolor y se retorció un poco... Y entonces como había hecho con Aoi, lanzo un puñetazo increíblemente rápido.

—¡Espera Bran! —Grito Nala y Bran paro antes de que el golpe conectara, solo a unos pocos centímetros del rostro de Nana.

Kazu apenas pudo reaccionar, Bran tenia los ojos abiertos, pero no parecía consciente, era como si aun no hubiera despertado por completo. Bran estuvo unos segundos agarrando el brazo de Nana sin moverse, solo mirándola directamente a los ojos y entonces después de varios segundos donde nadie se movió, pareció reaccionar a lo que estaba haciendo. Bran comenzó a parpadear y a mirar hacia todos lados, estaba nervioso y parecía desconcertado, como si no supiera donde estaba, luego miro a Kazu y pareció calmarse un poco.

—Yo... Lo siento. —Se disculpo Bran con Nana después de bajar su puño y soltarle el brazo. Inmediatamente trato de levantarse, pero no pudo, se veía bastante débil—. ¿Que... Que paso?... ¿Quién es esa chica?... ¿Dónde estamos?... —Nala y Kazu se miraron al mismo tiempo.

—Bueno... —Nala le explico todo lo que paso a Bran desde que este se desmayo, con bastante lujo de detalle y tal vez exagerando unas partes (Kazu no había llorado... Al menos no tanto... Al menos no tanto en frente de ellos)—. Y básicamente sigues vivo gracias a Nana... ¿Alguna pregunta?

—Yo... —Bran se quedo unos segundos, como procesando todo lo que había pasado, luego se voltio a mirar a Nana que estaba escondida detrás de Nala, al parecer ahora la chica le tenia miedo—. Yo... Siento haberte lastimado... Y muchas gracias —Bran agacho la cabeza en señal de respeto. Nana pareció tranquilizarse al ver esto y salió de detrás de Nala.

—No... No hay de que —dijo Nana que también agacho la cabeza con respeto...

«¿Soy Yo, o estos dos se parecen un poco?», pensó Kazu.

—Mmm. —Bran miro a Nala—. ¿Te duele mucho?

—¿Que, esto?... Pff, apenas lo siento —Nala trato de reírse, pero el moretón aun le hacia difícil mover la boca. Bran se voltio a mirar a Kazu.

—Yo... Creo que estoy bien... No me duele nada —Respondió Kazu, aun le temblaban las manos, pero además de eso, no tenia mayores dolencias.

—Y... Nos vas a contar como es que una persona «normal» es capaz de romperle la mandíbula de un solo golpe a un Renacido y mandarlo a volar como si fuera un muñeco de trapo o ¿Acaso nos vas a dejar en el suspenso? —pregunto descaradamente Nala... Aunque Kazu también quería saber. Bran se quedo un rato mirándolos sin decir nada.

—Mmm... Mi padre y mi maestro me enseñaron a pelear. —Bran pensó por un rato y de repente golpeo la pared detrás de el donde dejo un agujero. Eso hizo sobresaltar a Kazu—. Mierda... Mi plan se fue al caño —Bran se veía muy enojado.

—¿Qué plan? —pregunto Nala con una expresión de intriga. Bran se quedo pensativo por unos minutos, luego tomo aire y se calmo un poco.

—No tiene caso que lo oculte mas... Se suponía que debía mantenerme en bajo perfil hasta que mi maestro regresara... Se suponía que no podía dejar que «ellos» supieran donde estaba... Ellos son peligrosos...

—¿Quienes... Son ellos? —pregunto Kazu que se sorprendió mucho al escuchar que a Bran lo buscaban unas personas peligrosas— ¿Hablas de la CPR?

—Yo... No lo se... No creo que sea la CPR —respondió Bran que parecía un poco mas tranquilo que antes, aunque estaba sudando y parecía un poco triste.

—¿Dónde esta tu maestro? —pregunto Nala.

—No... Lo se...

—¿Sabes cuando va a regresar? —pregunto otra vez Nala.

—Yo... No lo se, ¿Ok?... Se suponía que se habia ido a hacer un trabajo fuera del pais, pero eso fue hace mas de cinco meses... Nunca me dijo hacia donde iba, ni cuando regresaba —Bran no se veía muy feliz al hablar de todo eso. Estuvo un rato sin decir mucho mas y solo se quedo mirando las sabanas frente a el.

—¿Quien... Quien es tu maestro? —pregunto Kazu, no quería forzar mucho a Bran, pero tenia mucha curiosidad.

—El... El es la mejor persona que conozco. —Bran suspiro—. Comenzó a cuidarme cuando mi padre murió y desde entonces es como un segundo padre para mi. —Bran sonrió un poco con una mirada nostálgica—. Yo me inscribí en esta escuela porque creí que seria la mejor forma de pasar desapercibido, supuse que entre tantas personas, seria difícil encontrarme... Pero eso ya no importa... Probablemente no tardaran mucho en encontrarme... —Bran apretó la sabana de la cama con sus puños, se veía como si estuviera a punto de llorar, parecía como si tuviera miedo.

Kazu miro a Nala preocupado, no sabia que decir, quería animar a Bran, pero no le salían las palabras de la boca, apenas podía procesar todo lo que había pasado, todo ha sido demasiado extraño y su cabeza estaba llena de demasiadas cosas... Pero aun así, Kazu estaba muy preocupado por Bran y quería ayudarlo.

—Oye... Tranquilo... Si no quieres, no tienes que contarnos nada mas... Pero recuerda que somos tus amigos —dijo Nala con un tono familiar. Alana puso su mano sobre la de Bran— Si necesitas ayuda, nosotros estamos aquí para ti...

—¡Si... Si, es cierto!... Te ayudaremos en lo que necesites... Para eso están los amigo —Dijo Kazu con valentía... Aunque no estaba seguro que tanto podría ayudar... Probablemente poco si a Bran lo seguían personas para lastimarlo, pero al menos trataría de apoyarlo.

—¿En... En serio? —pregunto Bran que casi parecía un niño asustado.

—Si necesitas que alguien te proteja... ¿Quién mejor que una Renacida? —dijo Nala bastante segura de si misma—. Diablos, incluso si la propia CPR te estuviera persiguiendo, te ayudaría con gusto... Puedes confiar en nosotros Bran, somo tus amigos.

—Amigos... —Aquello puso un poco feliz a Bran que ahora estaba sonriendo levemente. Nala mantuvo su mano sobre la de Bran por un buen rato. Bran miro a Nana, como esperando a que dijera algo.

—Qu... Que... ¿Yo?... Yo no soy... Yo no tengo ningun amigo... Los Renacidos normalmente no tienen. — Aquello parecía poner triste a Nana.

—Bueno... Si quieres podemos ser amigos, después de todo, tenemos mucho porque agradecerte —dijo Nala despreocupadamente.

—¿En.. En serio? —pregunto Nana (en serio, esos dos se parecían mucho). Sus ojos parecieron iluminarse y se veía tan feliz, que incluso comenzó a llorar (Aunque Kazu no estaba seguro, la chica parecía llorar por todo)...

—¡Ohh, Vaya, que conmovedor! —Una voz sonó de afuera del cuarto y de repente la puerta de la enfermería se abrió de golpe. Todos se sobresaltaran y Kazu se voltio a ver que pasaba...

«¿Pero que mierda?»

Si Kazu creyó que ya no vería nada mas extraño aquel día... Pues estaba muy equivocado. Pues estaba muy equivocado. Por la puerta entro un grupo de cuatro estudiantes y Kazu supo de inmediato que eran Renacidos... Y unos muy extraños...

—Con que aquí te escondías —dijo el chico que se encontraba delante de los otros tres... El Renacido llevaba un vestido de mujer... Pero eso no era lo extraño, lo que si lo era es que el vestido era como los que las mujeres usaban hacia 300 años, esos vestidos de cuerpo completo que se usaban con corsés para aumentar la figura, con varias decoraciones como listones, moños y bordados con distintas imágenes que los hacían ver muy extravagantes y con unas faldas absurdamente largas y grandes que no dejaban ver las piernas. El vestido del Renacido era de color blanco con detalles negros como unos moños, un listón atado varias veces en el pecho y unos bordados en la falda que le cubría los pies. También llevaba unos guantes de encaje que le llegaban hasta los codos junto con varios anillos en las manos y un collar que se veía extremadamente caro. El Renacido sostenía con ambas manos una sombrilla que le cubría la mitad de la cabeza a pesar de que estaban en interiores.

Nana pareció entrar en pánico al ver al Renacido entrar, esta escapo y se escondió debajo de una de las camas mientras gritaba «Alvatroz».

El Renacido se acerco a Kazu y los demás y se quedo de pie frente a la cama mirando a Bran mientras los otros tres se quedaban en la puerta. Nala trato de ponerse frente al Renacido, pero este la miro y por alguna razón Nala se quedo quieta con una expresión desconcertada, como si tuviera miedo de acercarse. El Renacido tenia una sonrisa en la cara que ponía los pelos de punta a Kazu, esta no era como la de Aoi que era maliciosa y llena de odio... Esta era mas inhumana, como si el Renacido fuera una maquina emulando una sonrisa... Pero al mismo tiempo se sentía como si el chico estuviera realmente feliz... Con solo una pequeña mirada, Kazu sabia que aquel Renacido era malo... Demasiado malo...

—Dime pequeño, ¿Cuál es tu nombre? —La voz del Renacido era suave y serena, incluso un poco armoniosa, como la voz de un cantante, pero al mismo tiempo era imperiosa y fuerte, como si fuera un rey que se encontraba frente a sus plebeyos... O una reina... Por un momento Kazu creyó que se refería a el, pero se dio cuenta que el Renacido solo miraba a Bran.

—Bran —dijo hostilmente Bran. Ahora Bran se veía distinto de antes, como si ya no estuviera fingiendo, ya no parecía tan sereno y sombrío, ahora se veía mas fuerte, seguro e intimidante, tal vez por su cuerpo o todas sus cicatrices, pero sus expresiones también eran distintas... Ahora parecía mas expresivo... Y se veía bastante enojado.

—Bran... ¡Que buen nombre!, ¡Seria perfecto para una canción! —Exclamo el Renacido mientras reía entre dientes con una risa burlona y un poco exagerada— .Te diria con gusto el mío, pero por desgracia no tengo, pero tu puedes llamarme Alvatroz... Es mi nombre artístico.

«¿Sin nombre? » pensó Kazu.

Estuvo tentado de levantarse y preguntar que querían, pero ya se imaginaba para que estaban allí... Además, Alvatroz le daba incluso mas miedo que Aoi con sus poderes. En cambio, Bran tenia los puños bien apretados y sus nudillos se pusieron blancos, miraba con los ojos entrecerrados directamente a Alvatroz y parecía preparado para lanzarle un puñetazo en cualquier momento.

—Sabes, me impresiono bastante lo que le hiciste a Aoi... ¡Lo dejaste totalmente destrozado! —Alvatroz volvió a reír, pero esta vez a carcajadas que llenaban toda la enfermería. Bran estuvo a punto de levantarse, pero Alvatroz lo señalo con una mano y paro de reír—. Tranquilo mi pequeño Bran, no estoy para nada enojado... Es mas, si acaso estoy extasiado, Aoi era un dolor en el culo incluso para ser un Doble Renacido, ya teníamos planeado sacarlo de la escuela de todos modos... Pero de esta forma es mucho mas divertida...

—¿Qué quieres? —pregunto secamente Bran.

—Mmm, sabes, normalmente si una persona normal golpea a un Renacido, las consecuencias son muy graves y mas aun si es un Doble Renacido. —Alvatroz comenzó a caminar de un lado a otro, por el sonido de sus pisadas, parecía que llevaba zapatos con tacones. Kazu se dio cuenta que también llevaba maquillaje en la cara, unos sarcillos de oro en las orejas y tenia los labios pintados de negro—. Pero en este caso, todo es distinto, veras, la verdadera razón por la que vinimos a esta escuela fue para poder tener un lugar donde entrenar y mejorar nuestras habilidades sin tener que limitarnos con la excusa de que veníamos a aprender a convivir con personas normales sin que nadie hiciera muchas preguntas... Aunque claro, Aoi llevo lo de sin limites demasiado lejos... Incluso llego a faltarme el respeto y eso es inaceptable... —Alvatroz se paro de golpe frente a Bran y dejo de sonreír, ahora tenia una expresión de seriedad que daba miedo—. La CPR no se pondrá muy feliz cuando escuche que un cualquiera dejo inconsciente a uno de sus mejores Renacidos... Pero no tienes que preocuparte, yo controlo todo lo que pasa en la escuela, yo soy los ojos y oídos de la CPR y si yo no quiero que te arresten, no lo harán... Pero claro, no lo hare solo porque si... Quiero que primero hagas algo por mi, algo muy importante y si lo haces, la CPR ni siquiera se enterara de tu ofensa.

—¿Por que lo harías? —pregunto Bran desconfiado.

—¿Por que?... Porque me agradas Bran, hay que tener mucho valor para atacar a un Renacido... Me gusta el valor, además, creo que podríamos llegar a ser muy buenos amigos... Y creo que podríamos divertirnos mucho juntos. —Alvatroz volvía a sonreír, pero esta vez se sostenía la cabeza con la mano y posaba de manera muy exagerada, con la espada inclinada y una pierna levantada (Llevaba unas botas con tacones que le llegaban hasta la rodilla), como si estuviera modelando para una revista.

—¿Qué es lo que quieres? —Alvatroz rio y de repente salto sobre la cama y agacho la cabeza hasta que se encontró a solo unos centímetros de la de Bran. Kazu casi se cae al piso de la sorpresa y Nala seguía completamente quieta.

—Quiero que juguemos un juego entre tu, yo y mis amigos... Un juego entre amigos muy divertido. —Alvatroz sonrió mostrando los dientes, aquella sonrisa hizo temblar a Kazu, era increíblemente perversa.

Todo había comenzado a salir mal desde que Aoi había llegado a sus vidas, pero Kazu supo en ese momento, que todo en sus vidas comenzaría a derrumbarse...