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Chapter 8 - Capitulo 5 «Amanda»: Todos quieren hacerme daño

«Es conocido en nuestro mundo la poca desigualdad de genero que existe, puede que les parezca normal que una mujer pueda estar a la par con los hombres y puede que ninguno de ustedes siquiera pongan en duda esto, pero es bien sabido que hubo un tiempo cuando esto no fue igual. Hace varios cientos de años, las mujeres eran consideradas inferiores e incluso eran llegadas a ser tratadas como objetos, pero con la aparición de los Renacidos, dándole a cualquiera sin importar su genero, la habilidad de ser mas poderoso que otros y con la aparición de personajes femeninos importantes en nuestra historia, esta diferenciación fue poco a poco desapareciendo hasta llegar a nuestros días. Como tal, en nuestra época actual es extraño o casi inexistente la desigualdad de genero, tanto en el ámbito del trabajo como en la vida cotidiana y los deportes, donde ni siquiera existe divisiones de géneros para las competencias, esto ocurre principalmente porque los estereotipos que en otros mundos causan que la mujer sea considerada como un objeto frágil o inferior, realmente no existen en el nuestro, un ejemplo de esto es la no existencia de muñecas para niñas como las Barbies o cualquiera parecida... Realmente se podría considerar entre las pocas cosas buenas que los Renacidos han causado, es la destrucción total de la diferencia de genero, se puede tomar como ejemplo a la dirigente Renacida de la Unión Soviética conocida bajo el nombre de "Madre"...»

Fragmento de «Choque Cultural» de Amelia Abercrombie.

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Amanda estaba muerta de miedo, los dos chicos trataban de golpearla y todo lo que ella quería era que la dejaran sola... Pero claro, eso siempre a sido imposible, incluso ahora...

Amanda no quería pelear, no quería hacerle daño a nadie, la violencia le daba mucho miedo, pero no tenia opción, todo era culpa de Alvatroz, el Renacido siempre la trataba como si fuera un juguete, como si no fuera mas que un objeto de diversión y realmente esa es la mejor manera de describirla. Amanda era una persona débil, alguien cobarde, incapaz de tomar decisiones o hacer cualquier cosa por cuenta propia, siempre siguiendo las ordenes de otros, siempre tratando de cumplir las expectativas de todos, siempre complaciendo a todos... Amanda no conocía una persona mas patética que ella, lo sabia bastante bien y no necesitaba que nadie se lo dijera... Y esa era la razón por la que era la mascota de Alvatroz. Si no fuera por el, ella seria libre y tal vez podría ser alguien valiente como su madre siempre le decía que fuera... Pero también sabia que eso solo era una estúpida excusa.

«Nunca podría ser alguien fuerte»

Amanda realmente quería ser mas fuerte, mas valiente, pero era simplemente imposible... Y tal vez por eso se sentía extraña al ver aquel chico, el tal Bran. Ese chico era alguien fuerte, no importaba cuantas veces saliera lastimado o cuanto dolor sufriera, el chico nunca retrocedía, Amanda estaba impresionada y por un momento sintió admiración por el, no tenia el mismo tipo de fuerza que Alvatroz, no era una pretenciosa, una que usara para pisotear a otros y para su propio bienestar, era una fuerza mas pura y por un momento deseo ser como el... Excepto cuando pareció convertirse en una bestia en un frenesí de violencia.

Por un momento cuando había visto como Bran se transformaba en una especie de zombie, Amanda había pensado en que aquel seria su ultimo día sobre la tierra, la expresión de rabia incontrolable y esos ojos rojos oscuros sin brillo, faltos de cualquier compasión, unos ojos que reflejaban el gran deseo de muerte que tenia el chico, su deseo de devorarla, partirla en pedacitos y bañarse en su sangre... Bueno, puede que Amanda estuviera exagerando por el miedo que sentía, pero el chico realmente no parecía un humano, tenia la misma expresión que Alvatroz... Solo que no tan horrible.

Amanda no podía creer lo estúpida que era, por su idiotez de auto complacerse, la chica de piel negra había descubierto cual era su poder, incluso el chico pequeño había logrado descubrirlo fácilmente, tal vez si hubiera tratado de actuar mas confiada o tal vez actuado de manera difícil, esos chicos no hubieran descubierto su poder... Ahora los dos chicos se dirigían a atacarla.

Ambos corrieron en dirección hacia ella, la chica Nala, la que le lanzaba monedas y se reía de ella (A Amanda no le agradaba esa chica) se acerco con bastante velocidad hasta estar cerca de atacarla, esta se agacho y trato de darle un golpe, pero en ese momento, una tabla del suelo salió disparada hacia su cara, pero a diferencia de Bran, esta logro esquivarla saltando hacia atrás y justo al mismo tiempo, el chico salto para darle un puñetazo que gracias a su poder fallo... Oh bueno, gracias a su cobardía ya que al ver que casi la golpean, esta se sobresalto y tropezó hacia atrás esquivando el golpe, el chico maldijo al fallar... Pero su ataque no termino allí, la chica apunto su mano hacia ella y uso su poder. Esta invoco un tronco de un árbol que creció de su palma como si estuviera en cámara rápido, el tronco creció tan rápido, que fue lanzado directamente hacia ella con bastante fuerza... Y eso no fue todo, mientras que Amanda gritaba del miedo al ver como el tronco se dirigía hacia ella, pudo ver de reojo como Bran volvió a saltar y su puño se dirigía con bastante velocidad a su rostro...

Aquel momento pareció ir en cámara lenta para ella, el tronco y el puñetazo estaban a punto de golpearla y dejarla lastimada, Amanda sentía que podía desmayarse de solo pensar en el dolor que sentiría... Y pensó en lo patética que era, como le gustaría poder ser como esos chicos, trabajando uno al lado del otro, pudiendo confiar entre ellos, teniendo amigos que te cuidaran las espaldas, personas que te quisieran por como eres y no por tus poderes. Amanda nunca había tenido amigos, solo había tenido a los cuidadores y científicos de la ASEM y a los otros Renacidos que la trataban como si fuera una cobarde inútil... Ver a aquellos chicos le hizo recordar a Amanda lo patética de su vida y la hizo sentir bastante mal...

Entonces Amanda derramo una lagrima al darse cuenta una vez mas lo cobarde que era... Y por desgracia, tuvo que activar su verdadero poder. Amanda abrió su almacenamiento de Karyon, hacerlo era como abrir una puerta oculta dentro de su cuerpo, al hacerlo, sintió como una energía recorrió su cuerpo, como un fuego o una electricidad que atravesaba sus venas y sintió como su poder se liberaba, como una corriente eléctrica se desprendida de sus extremidades, de las yemas de sus dedos y su poder se activo, todo a su alrededor pareció alterarse, como si una fuerza extraña impactara el lugar, como si la presión atmosférica cambiara y Amanda sintió un calor de su pecho... Y en ese momento, su habilidad surtió efecto y al parecer tanto Bran como la chica Nala también lo notaron, porque sus caras se tornaron en expresiones de sorpresa y ambos golpes fallaron.

El puñetazo de Bran se desvió por unos centímetros solo rozando un poco la cara de Amanda sin causarle daño mientras que el tronco de la chica se doblo de repente y termino clavándose en el techo. Amanda fue empujada hacia atrás por una fuerza extraña, lejos de ambos chicos. La chica maldijo en voz alta mientras que Bran la miraba con cara de furia, pero por suerte no era tan exagerada como antes. El chico negro que se encontraba al final del cuarto sosteniendo a aquella chica pequeña grito de sorpresa.

—¿Pero que diablos? —exclamo la chica y Amanda se sobresalto— ¡Bran, prepárate!

La chica tomo una posición de combate y Bran hizo lo mismo e inmediatamente la chica le lanzo una moneda que golpeo entre ambos ojos de Amanda, la cual se agarro la cara con ambas manos y cuando volvió a abrir los ojos, se encontró con tres troncos con puntas afiladas que crecían en espiral que estaban apunto de atravesarla, dos monedas que la chica había lanzado y casi caen sobre ella mientras que Bran se había adelantado con gran velocidad y cuyo puño se encontraba a pocos centímetros de su rostro. Una vez mas todo pareció ir en cámara lenta, Amanda por alguna razón tenia bastantes buenos reflejos, pero esos no eran parte de su poder, eran algo natural de ella.

Amanda volvió a activar su poder y una vez mas todo a su alrededor se torno extraño y todos los ataques fallaron, los tres troncos se doblaron y chocaron entre destruyéndose en el proceso, golpeando ambas monedas que cayeron al suelo sin golpearla y los fragmentos de madera terminaron ocluyendo la vista de Bran, haciendo que desviara el golpe y que solo una pequeña ráfaga de aire la golpeara. Amanda fue llevada otra vez lejos de los chicos.

La chica volvió a gritar de furia mientras que Bran ahora se veía mucho mas calmado que antes, eso era algo bueno... Lo que no lo era, era la insistencia de la chica, la cual volvió a atacar una par de veces mas, todas fallidas. En una la chica invoco varios troncos al mismo tiempo pero que gracias a su poder, terminaron golpeando a Bran el cual quedo mucho mas herido que antes y la segunda vez, Nala invoco cientos de pétalos y flores para tratar de bloquear su visión, pero de todas formas su poder surtió efecto y fueron ellos los que no pudieron ver al ser golpeados por las flores.

Amanda se sintió mal al ver el estado de Bran, el chico sin camisa (El cual Amanda se sonrojaba al ver) se veía realmente mal, con decenas de heridas por todo el cuerpo y sangre por todos lados, Amanda odiaba la sangre y detestaba la violencia, hacerle daño a otros... Pero mas miedo le tenia a no seguir las ordenes de Alvatroz.

La chica se quedo mirando a Bran el cual alzo los hombros al verla. Luego esta miro al chico pequeño al final del cuarto, pero al ver que este tampoco le respondía nada, se quedo mirando a Amanda con el ceño fruncido, como si estuviera esperando a que le explicara todo lo que pasaba... Algo que Amanda termino haciendo, no pudo evitarlo, aquella mirada era realmente intimidante.

—Yo... Yo no tengo dos poderes... No soy realmente una Doble Renacida —Al decir eso, los tres chicos abrieron los ojos como platos y se quedaron con las bocas abiertas... Al parecer eso no era lo que esperaban escuchar...

—Que... Pero si se supone que eres parte del grupo de los Doble Renacido —dijo el pequeño chico que trataba de acomodar a la niña.

—No soy una... Pero me tratan como tal, mi poder es tan grande que ellos me consideran alguien del mismo nivel que uno... —Amanda se sentía horrible al contar sobre sus poderes, era como si se estuviera desnudando en frente de ellos.

—¿Cual... Cual es el nivel de tu poder? —Amanda trago saliva al escuchar esas palabras...

—Es... Es clase infinito —Al pronunciar esas palabras, la chica frunció el ceño y puso una cara aun mas intimidante, era absurdamente terrorífica y Amanda sentía como se desmallaba al observarla, el chico pequeño se cayo al suelo al escuchar eso.

—Eso... Creí que era imposible... —Amanda no sabia si era imposible o no, pero si sabia que así es como la CPR la clasificaba debido a la condición de su habilidad... Al parecer Bran era el único que no entendía que significaba eso, tenia una expresión de confusión con la cabeza ladeada, parecía un niño perdido.

Amanda pensó en contarle lo que eso significaba, que la clasificación de infinito se le daba a alguien cuyo poder es imposible de clasificar en cualquiera de las mediciones de Renacidos y cuya habilidad tiene la fuerza para sobrepasar a cualquier otra, una habilidad capaz de funcionar constantemente sin gastarse nunca, el sueño de toda la CPR... Y la mayor pesadilla de Amanda, esa era la razón por la que había sido tomada por ellos cuando era pequeña... Y les estaba agradecida por eso, cuando apenas había podido sobrevivir por su propia cuenta en las crueles calles de Inglaterra, la CPR la encontró y la protegió... Pero luego la habían tratado como un conejillo de indias y la habían obligado a estar siempre con Alvatroz...

«Ustedes son el futuro y deben permanecer juntos »

Eso era lo que siempre le contaban como excusa para mantenerse con ese horrible niño, aun recordaba todas las cosas terroríficas que ya cuando tenia menos de diez años hacia y todas las cosas asquerosas que Amanda fue obligada a presenciar, como aquel científico al que Alvatroz le había cortado las piernas por diversión... O esa terrible noche en la que el niño la obligo a utilizar un cuchillo y matar a un pequeño perro que tenían de mascota mientras que ella lloraba al apuñalar al perro y el reía a carcajadas viendo tal espectáculo...

Lo peor de todo es que cada vez que Amanda acusaba al Renacido, los científicos y los demás agentes hacían la vista gorda, ignorando todas las cosas horripilantes que hacia y cada vez que lo acusaba, Alvatroz se desquitaba con ella, la torturas, la humillaba, la ridiculizaba y ella no podía hacer nada... No, nadie en la CPR la consideraba como un ser humano, simplemente pensaban en ella como un experimento, incluso cuando creía que conseguía hacerse amiga de alguien, cuando creía que alguien realmente se preocupaba por ella, descubría que todo era una farsa... Y Alvatroz siempre estaba allí para reírse de ella y hacerle saber lo patética que era... Cada vez que pensaba en eso, su estomago se revolvía y sentía como las pocas fuerzas que su cuerpo tenia se desvanecían...

—Eso no explica cual diablos es tu poder, ¡Tu putain de mangeur de bite, jolie salope! —Amanda no tenia idea en que idioma o que había dicho, pero por su tono de voz podía decir que no era nada bonito...

—Yo... Mi poder es la buena suerte... —Aquello no pareció convencerla, así que Amanda tuvo que hablar mas, aunque para ella fuera una tortura—- Mi... Mi poder me permite tener siempre buena suerte y nunca salir lastimada excepto cuando es algo que no me perjudica... O cuando son demasiadas amenazas al mismo tiempo... Pero mi poder tiene dos fases... Esa es la forma pasiva... Pero la activa consiste en activar mi poder de forma manual y aumentar por mucho mi suerte y evitar cualquier daño sin importar que, aunque sean muchos objetivos... —Amanda sabia lo extraño que era para alguien tan cobarde e inútil como ella tener un poder tan grande, suponía que probablemente la razón de esto era por su gran miedo a salir lastimada que se reflejaba en su poder... Pero no estaba segura.

—¿Me estas jodiendo?... ¿Cómo diablos se vence un poder así? —Aquello puso muy feliz a Amanda, eso significaba que aun existía la posibilidad de que se rindieran y finalmente la dejaran tranquila... Pero al parecer a Bran no lo veía como ningún problema ya que seguía observándola con toda la intención de seguir luchando, no veía en sus ojos ninguna intención de ser derrotado, podía ver en el reflejado su fiera convicción... Amanda se sintió bastante celosa al ver la cara que aquel chico era capaz de poner, ella desearía poder ser tan confiada.

—No... Nadie es invencible —dijo firmemente Bran con gran convicción en su rostro.

—¿Y como se suponer que peleemos contra eso? —pregunto Nala señalándola de manera inadecuada.

«No se supone que lo hagan, se supone que deben ignorarme»

Amanda soñaba con convertirse en una hormiga, así nadie le prestaría atención y podría vivir una tranquila vida... Pero nadie se lo permitía...

—Solo tenemos que seguir intentando —Bran golpeo su puño contra su palma creando un sonido bastante grande. Nala suspiro al escuchar eso, se paso una mano por la cara... Y luego puso una gran sonrisa observando a Bran.

—¿Ya te he dicho lo mucho que me agradas Bran? —Nala estiro los brazos y se volteo a observar a Amanda... Tenia una sonrisa de diversión que la hacia temblar bastante.

—Tal vez demasiadas —Bran también estiro... Y una vez mas, se prepararon para seguir peleando.

«¿Por que?»

Ambos chicos atacaron otra vez, pero ahora simplemente arremetieron contra ella sin usar ningún tipo de estrategia, ambos se acercaron, Bran trato de darle un puñetazo mientras que Nala invocaba mas troncos de arboles para dispararle, pero los dos ataques fallaron y Amanda ni siquiera necesito usar su fase activa, una de las tablas golpeo a la chica en el estomago y Bran recibió el impacto de mas tornillos que salían disparados de las paredes como balas hacia uno de sus brazos, haciendo que sangrara como un colador... Pero esto no los detuvo y en vez de retroceder, Bran trato una vez mas de darle un puñetazo, pero ahora en forma de gancho con su brazo bueno mientras que Nala invoco una especie de planta con púas parecida a un cactus... Esta vez, tuvo que activar su poder al ver que ninguno de los dos ataques eran desviados, Amanda fue empujada por una fuerza que la hizo retroceder un paso, evitando justamente ambos ataques... Pero solo por unos segundos, ya que el puñetazo de Bran casi la roza, es mas, el viento causado por la velocidad del golpe la hizo sobresaltar al pensar que iba a ser golpeada de verdad...

Pero otra vez estos no pararon y trataron de atacarla inmediatamente, una vez mas los tornillos salieron disparados, pero esta vez algunos golpearon a Nala en el brazo, la cual gimió de dolor y tuvo que parar su ataque por el daño, lo que confundió a Bran evitando que se diera cuenta que uno de los troncos de la chica se dirigía directo hacia el, este recibió un golpe bastante fuerte en el pecho que lo dejo tirado en el suelo. Bran maldijo y se levanto, pero Nala no parecía soportar tan bien el dolor como Bran y se encontraba arrodillada en el suelo sosteniéndose el brazo...

«¿Por que?»

Amanda se sintió terrible al ver como eran lastimados, ya no soportaba mucho mas, no estaba segura cuanto tiempo había pasado, pero todo eso estaba llegando a un punto que apenas podía soportar, su mente no podría seguir aguantando tantas cosas... Si no se terminaba todo, Amanda sentía que se terminaría rompiendo.

Amanda no podía creer que realmente siguieran con eso a pesar de todo lo que les pasaba, verdaderamente le dolía ver como otros sangraban o salían lastimados por ella... Y mas le dolía ver como Bran se agachaba y trataba de ayudar a Nala que se levantara, como esta le sonreía y le agradecía la yudo, como el chico pequeño les gritaba consejos y les suplicaba que tuvieran cuidado, como Nala reía por las preocupaciones de este y le decía que no se preocupara, eso la hizo sentir horriblemente celosa, ella quería tener alguien que la cuidara y se preocupara por ella, quería ser capaz de preocuparse por otros, de temer por la vida de sus amigos, de proteger a las personas que fueran importantes para ella... Ella quería ser como esos chicos... Pero eso era imposible...

«¿Por que siempre a mi?»

Nala se levanto y a pesar del dolor, se preparo con Bran y trataron de atacar... Solo que ahora Bran se veía mas enojado que antes, casi como cuando se había transformado en un monstruo y sin darse cuenta, Amanda activo su poder por puro reflejo, la cara que puso realmente la asusto bastante...

Antes de que se acercaran a ella, un terrible sonido que provino del suelo los interrumpió... Y súbitamente, el suelo de madera se rompió y una gran ráfaga de humo salió de este. Amanda pudo ver como una especie de tubería de gas rota debajo de ellos, esta causo que Nala saliera volando y Bran recibió el impacto de lo que pareció humo caliente, ya que su pecho se puso rojo como si se quemara, pero por suerte logro tirarse hacia un lado evitando mayor daño.

Amanda se asusto bastante al ver eso e incluso había gritado de miedo al pensar que Bran recibía un daño tan grave... Pero este no le dio importancia y simplemente se levanto del suelo al igual que Nala que se golpeo su otro brazo y ahora se veía bastante mal, pero aun así seguía mirándola con el ceño fruncido y una gran sonrisa...

«¿Por que tienen que hacer esto?»

Nala se acerco a Bran con una gran cara de preocupación y le pregunto si este estaba bien, le toco la herida causada por el gas, pero este no le dio mucha importancia y la tranquilizo... Amanda no soportaba ver esa actuación, ella deseaba ser como ellos, ¿Por que no podía?, ¿Por que nadie podía amarla o quererla?... Amanda no era una chica mala, entonces, ¿Por que toda su vida era terrible?, ¿Por que tenia que vivir eternamente con un monstruo como Alvatroz?, ¿Por que tenia que lastimar a otros aunque no quisiera?, ¿Por que debía vivir así?...

«¿Es por que soy una cobarde?»

Amanda sabia que era una inútil y una cobarde, pero esa no podía ser la razón de que todo en su vida fuera tan mal, acaso en realidad todo lo malo que le pasaba era completamente su culpa... Si era así, entonces su vida nunca cambiaria...

Nala y Bran la atacaron varias veces mas, estos no parecían tener pensado parar y continuamente siguieron embistiendo contra ella sin resultado, no importaba cuantas veces Bran se hiciera una herida, sangrara o se rompiera algo o Nala se lastimara, siempre volvían a levantarse con expresiones de determinación y coraje en sus rostros, se ayudaban entre ellos si alguno estaba demasiado lastimado y la atacaban, una y otra y otra y otra vez, hasta que ambos parecieron coladores, con heridas por todo el cuerpo, Bran parecía un zombie con tantos rasguños y moretones y Nala tenia casi toda su ropa destrozada, pero aun así, esta no dejaba de sonreír e incluso reía al ver como Bran se enojaba y preocupaba de sobremanera cada vez que se lastimaba... Ninguno de ellos tenia intención de terminar...

Ellos solo siguieron y siguieron, continuaron hasta que Bran tenia el cuerpo completamente lleno de sangre, con los brazos con agujeros de tornillos y una de sus piernas con una apariencia terrible y Nala parecía a punto de desmayarse por usar tanto su poder, la chica intento de todo, invoco pétalos para nublar su visión, creo raíces para atraparla en el suelo, creo una docena de troncos que salían disparados a gran velocidad, pero nada funcionaba, su poder siempre la salvaba y cada vez que Nala fallaba, esta maldecía y la miraba con bastante terror, pero cada vez tenia a Bran que la calmaba e incluso una vez, Bran recibió un golpe de unos tornillos por la chica... Amanda se sorprendía cada vez al ver su camaradería y la amistad que esos chicos tenían... El único problema es que se negaban a rendirse, su determinación y espíritu eran muy grande, a Amanda le encantaría siquiera tener una fracción de ese coraje... Pero no era así...

«Yo no mas»

Amanda era atacada sin parar y cada vez mas sentía como su mente se quebraba, el miedo de ser golpeada hacia que su corazón latiera tan rápido, que estaba segura que ahora tendría menos años de vida, su respiración era forzada de tanto usar su poder, podía seguir utilizando cuanto quisiera, pero aun así seguía siendo mínimamente afectada por este, sus reflejos se hacían mas lentos, su vista se nublaba del cansancio, se sentía a punto de hacerse en los pantalones cada vez que veía la aterradora cara de furia de Bran y su absurdamente veloz puñetazo... Ya no aguantaba seguir esquivando los troncos de Nala, ya no sabia cuanto mas podría estar allí antes de que su mente se rompiera... Y lo peor de todo, era observar como esos chicos se lastimaban continuamente, como gemían de dolor, como gritaban de furia, como podía sentir si impotencia, la misma que ella sentía todos los días, podía comprender sus caras de frustración, sabia lo que era no poder hacer nada frente a una situación extrema, lo que era sentirse inútil, sentir que no importa cuanto se esfuercen, no conseguirán nada, ella sentía lo mismo...

«No... Ellos son distintos...»

Pero no era lo mismo, Amanda siempre se rendia antes de siquiera intentar algo, ella no tenia coraje ni objetivos en la vida, mientras que esos chicos no se rendian por nada en el mundo, su determinación no era doblegada, no importa que tan heridos o humillados estuvieran, no se dejaban torcer el brazo, cada vez que caían, volvía a levantarse con una sonrisa y continuaban atacando... Y Amanda ya no podía mas seguir viéndolos, cada vez que lo hacia se sentía mas inútil, era como si se burlaran de ella en su cara, como si le recordaran lo cobarde que era...

«No... Ellos no harían eso... Ellos no son malos...»

Pero Amanda ya no podía...

Amanda ya no soportaba seguir viendo como se lastimaban, ya no quería seguir con todo ese maldito juego, estaba cansada, asustada, enojada, molesta, enfurecida, triste, ella no quería nada de eso... Ella solo quería que terminaran y que pudiera volver a su asquerosa vida... Ya no aguantaba mas...

«Yo no quiero esto...»

Pero a ellos no les importaba, decían que tampoco querían pelear, pero aun así parecían estar divirtiéndose bastante, pero claro, ellos estaban juntos, ellos eran amigos, podían protegerse entre ellos y preocuparse los unos por los otros... Pero ella no podía, claro que no, ella era Amanda la cobarde, la estúpida, la inútil, la buena para nada, la conejillo de indias, nadie quería estar con ella, siempre que trataba de hacer nuevos amigos, estos salían corriendo despavoridos o eran lastimados por Alvatroz, no podía divertirse como los otros niños porque los científicos de la CPR siempre tienen que estar haciéndole pruebas, no podía ir a la escuela y estudiar como tanto le gustaba y disfrutar de una tranquila vida, porque Alavatroz la metía en sus estúpidos juegos para poder autosatisfacerse, no podía hacer nada que quisiera, no tenia ningún control sobre su vida... No podía estar con aquellos que amaba... No podía vivir con su familia... No podía ver a su mama...

«Se valiente pequeña gatita»

Entonces Amanda casi sintió como su corazón se paraba, comenzó a sudar a borbotes y su vista se nublo al recordar esas palabras, la ultima estrofa de la canción que su querida madre le cantaba cuando era solo una pequeña niña y apenas podía hablar, cuando vivía en un pequeño edificio en el centro de Neo Londres, viviendo una tranquila vida con su hermana... Pero no era eso lo que la hacia sentirse como si fuera a darle un infarto... No, era de quien habia escuchado esas palabras por ultima vez, aquel día... Cuando el vino y acabo con toda su vida...

«¿Por que?»

Amanda se retorció y quedo totalmente paralizada, ese recuerdo la hacia temblar, se encontró llorando y casi gritaba del dolor, no quería recordar eso, no sabia porque justamente ahora lo hacia, pero no quería, Amanda trato con todas sus fuerzas de dejar de pensar en ese hombre... Pero eso fue algo que Bran y Nala aprovecharon, ya que antes de que se diera cuenta, los dos se encontraban casi encima de ella, Amanda tuvo que activar de repente su poder para evitar los golpes... Pero esa vez, esta casi grito de terror al ver como, por un mísero milímetro, uno de los arboles de Nala logro rozarla en su cuello abriendo una minúscula herida en este, tan pequeña que ninguno de ellos se dio cuenta de que habían logrado traspasar su poder...

«¿Por que ahora?»

Amanda entro por completo en pánico, el sentir ese rasguño la hizo creer que se volvía loca y los recuerdos... Estos no querían esfumarse, sin importar que, seguían apareciendo en su cabeza, atormentándola, matándola internamente, un cuarto oscuro, sangre por todos lados, unos cuerpos en el suelo, un hombre que silbaba su canción favorita... Amanda ya no podía mas, las memorias la consumían...

«Ríe y baila pequeña valiente»

Bran y Nala siguieron atacándola, incluso si ya casi no podían moverse y su amigo seguía gritándoles de que pararan, a estos no les importaba... Amanda ya no sabia lo que pasaba, activaba de manera casi automática su poder, solo seguía escuchando su voz en su cabeza, su ronca y gruesa voz de ultratumba era todo lo que podía pensar...

«Vuela lejos pequeña, siempre hacia arriba»

Amanda estaba llorando... Pero a nadie le importaba... A nadie...

«¿Por que?»

—¡Ya basta!

Entonces Amanda grito con todo lo que tuvo, ya no resistía tanta tortura, todo tenia que acabar, así que sin darse cuenta activo su poder con todas sus fuerzas, ya no podía continuar, ya no quería... Pero ocurrió algo que no quería... Uno de lo tablones de lo que quedaba del suelo volvió a salir disparado, golpeando a Nala con demasiada fuerza en el rostro el cual ya tenia varias heridas, el golpe causo un sonido bastante grande y cuando Amanda se dio cuenta, Nala se encontraba en el suelo completamente inconsciente...

Amanda soltó un grito agudo al ver el a Nala en el suelo, se veía bastante lastimada y derramaba bastante sangre, incluso trato de disculparse con Bran por haber hecho eso, pero ninguna palabra salió de su boca... Porque el ver a Nala en el suelo le hizo recordar al cuerpo de su madre, moribunda en el suelo en un gran charco de sangre mientras que ella trataba de que se levantara...

Amanda grito de dolor al ver una ilusión de su madre, sintió como su consciencia se desvanecía, como su cuerpo se ponía frio y se perdía en terribles memorias... Sintió como su mente finalmente se rompía... Ya no podía continuar... Y finalmente ocurrió, Amanda no fue capaz de ver como Bran se acercaba a ella con una expresión de furia bastante terrorífica, probablemente enojado por lo que le había hecho a Nala, no fue capaz de ver aquel tremendo golpe, iba demasiado rápido incluso para sus ojos... Bran piso el suelo con tanta fuerza que todo a su alrededor tembló y lanzo el puñetazo que fue directo hacia su cuerpo... Pero lo que Amanda si pudo ver fue su rostro, era una sombra aterradora con dos ojos rojos, demasiado ajeno a lo que era un humano... Pero por alguna razón, Amanda no sintió miedo al ver esos aterradores ojos... Es mas, de alguna forma, se sintió realmente calmada...

Amanda grito de dolor al ver una ilusión de su madre, sintió como su consciencia se desvanecía, como su cuerpo se ponía frio y se perdía en terribles memorias... Sintió como su mente finalmente se rompía... Ya no podía continuar... Y finalmente ocurrió, Amanda no fue capaz de ver como Bran se acercaba a ella con una expresión de furia bastante terrorífica, probablemente enojado por lo que le había hecho a Nala, no fue capaz de ver aquel tremendo golpe, iba demasiado rápido incluso para sus ojos... Bran piso el suelo con tanta fuerza que todo a su alrededor tembló y lanzo el puñetazo que fue directo hacia su cuerpo... Pero lo que Amanda si pudo ver fue su rostro, era una sombra aterradora con dos ojos rojos, demasiado ajeno a lo que era un humano... Pero por alguna razón, Amanda no sintió miedo al ver esos aterradores ojos... Es mas, de alguna forma, se sintió realmente

Y por primera vez en su vida, desde hacia mas de dieciséis años, su poder no funciono... Entonces el puñetazo de Bran impacto en su brazo izquierdo, sintió como sus huesos crujían y su brazo se doblaba y antes de darse cuenta, se encontró siendo lanzada por los aires y cayendo al suelo...

Amanda grito de dolor, sentía su brazo de manera extraña, no podía moverlo, este palpitaba bastante y sentía como sus huesos crujían y cada vez que trataba de moverlo, una gran corriente de dolor recorría su cuerpo... Era la primera vez que Amanda sentía verdaderamente lo que era el dolor físico y no le agradaba para nada, era horripilante, espantoso, no podía creer como alguien era capaz de vivir su vida con la posibilidad de que algo así les pasara, quería que el dolor parara...

«No quiero mas esto... Ya no mas, por favor»

Bran se acerco a ella mientras estaba en el suelo, Amanda lloriqueaba como nunca, se retorcía en el suelo incapaz de levantarse y de hacer nada para defenderse, se sintió aun mas patética e inútil, algo que no creía que fuera posible. Vio como Bran se agachaba hacia ella... Ese era su fin, ya no podía seguir mas, era su momento, era su final... Ya no seguir viviendo... Así que decidió aceptar su destino y acabar con todo, ya no tenia sentido seguir resistiendo, ya no le importaba lo que Alvatroz le hiciera, es mas, era mejor si Bran terminaba su vida, así al menos no le daría el gusto al maldito Renacido... Era mejor si todo su sufrimiento terminaba allí...

Amanda cerro los ojos...

«¿Estas bien mi niña?»

De repente las memorias la consumieron por completo y su consciencia fue trasladada a aquel momento, a aquel fatídico día... Amanda abrió los ojos y se encontró en frente de su madre...

—¿Te sientes bien pequeña? —pregunto su madre a la pequeña Amanda—. No te ves muy bien, no quiero que te enfermes cuando a penas salgo al trabajo.

«Mama...»

Amanda se encontró en una memoria bastante antigua, cuando a penas tenia poco mas de cinco años y vivía junto a su madre en un pequeño pueblo en Inglaterra. Amanda observo aquel pequeño cuarto y deteriorado, con solo una cama y un televisor en una esquina, aquel era la residencia donde vivía con su madre, un minúsculo cuarto donde a penas ellas cabían...

—¿Segura que te sientes bien? —Volvió a preguntar su madre, Amanda recordaba como su madre tenia que dejarla sola cuando iba al trabajo, pero a esta no le importaba, amaba mucho a su madre y sabia que tenia que estar solo porque no tenían dinero suficiente para pagar a alguien que se quede con ella y la cuide, puede que a veces se sintiera muy sola, pero le reconfortaba saber que su madre siempre regresaba por esa puerta junto a ella...

«Es tan hermosa...»

Amanda no recordaba lo increíblemente bella y joven que era su madre, una mujer esbelta, alta como ninguna, de pelo ceniciento y tan largo, que le llegaba a los talones, era tanto que tenia que siempre amarrárselo en una coleta. Su madre siempre usaba maquillaje y llevaba ropas caras, nunca supo de donde las sacaba e incluso algunas veces se sentía un poco celosa, ya que ella no podía tener ropa mas bonito, tenia que usar una camisa sucia y pantaloncillos, pero Amanda siempre supuso que ese era su uniforme de trabajo

—Amanda, mi niña, si te sientes mal, debes de decirme para poder faltar al trabajo y cuidarte, no puedo dejarte así como así —Amanda siempre recordaba lo mal que se sentía cuando su madre tenia que faltar al trabajo y es que esta se enfermaba con bastante regularidad...

Amanda pensó lo que hubiera pasado si simplemente le decía que se sentía mal, su estomago le dolía y sentía como si fuera a vomitar, pero no quería que su mama perdiera dinero por su culpa, su situación no era buena e incluso ella sabia eso... Pero Amanda mintió con todas sus fuerzas y su madre no falto al trabajo...

—Ok Amanda, no hagas ninguna tontería señorita y recuerda, debes ser valiente, no tienes nada que temer aquí, nadie puede hacerte daño mientras te quedes dentro —Después de eso su madre se fue al trabajo... Y Amanda apenas recordaba lo que había hecho aquel día...

Recordaba que había estado todo el día en su cama, jugando con sus pequeños juguetes e imaginado que tenia grandes aventuras, Amanda casi nunca podía salir de su cuarto, su madre siempre le decía que el mundo exterior era muy peligroso y que en el solo había malas personas, por lo que conocía muy poco sobre el mundo, pero siempre imaginaba que salía y vivía increíbles aventuras, imaginaba que era un caballero peleando contra un dragón, o contra monstruos horripilantes, peleando contra chicos malos, pero lo que mas le gustaba imaginar era ser una superhéroe, cuando era pequeña su sueño era poder salvar a cientos de personas, que la gente la viera y pensara lo increíble, maravillosa y valiente que era, quería poder ayudar a otros y hacer montones de amigos. Le gustaban tanto los superhéroes que siempre le suplicaba a su mama que le comprara muñecos de ellos, le encantaban y aunque solo podía tener dos de los cuales ni siquiera recordaba sus nombres, para ella eso era mas de lo que necesitaba... Amanda quería ser una superhéroe...

«Pero eso es imposible ahora...»

Aquel día estaba bastante borroso en su mente, solo recordaba que había estado bastante aburrida y que no importaba cuanto hiciera, no podía dejar de sentirse aburrida... Así que aquel día, decidió desobedecer a su madre, no estaba segura porque lo había hecho, ella siempre hacia todo lo que le decía... Pero tal vez era simplemente el impulso de una pequeña niña que no sabia lo que hacia... Y eso fue lo que había terminado realmente con su vida... Y es que Amanda dejo la puerta de su casa abierta...

«Realmente todo es mi culpa...»

Amanda regreso a su casa varias horas después, no recordaba que había hecho, probablemente pasear por la zona o jugar en el parque de la esquina... Pero no estaba segura, ya que lo que había visto al entrar en su cuarto fue tan horrible, que su mente quedo totalmente en blanco...

Cuando Amanda regreso, se encontró con la puerta abierta... Esta entro y encontró todo el cuarto a oscuras, no parecía haber nadie allí, trato de caminar buscando el interruptor de la luz que se encontraba al final del cuarto, pero entonces tropezó con algo grande que se encontraba tirado en el suelo, no estaba segura que era, era duro y bastante mas grande que ella, pero estaba demasiado oscuro, así que decidió correr la cortina de la ventana... Y finalmente se dio cuenta que esa cosa extraña, era su madre...

Amanda ni siquiera grito o lloro al ver a su madre en el suelo sobre un gran charco de sangre y un gran agujero en el pecho, no tuvo la fuerza suficiente para hacerlo, en vez de eso, se arrodillo junto a esta y trato de despertarla, Amanda no recordaba si no se había dado cuenta o si es que se engañaba a si misma, pero había tratado con todas sus fuerzas de que su madre se levantara, la movió, tambaleo, la empujo y trato de levantarla, pero no podía, era demasiada pequeña para hacerlo... Y realmente no importaba si lo hacia...

Aquello era culpa de Amanda, siempre se había dicho que si no hubiera dejado la puerta abierta o hubiera dicho la verdad, su madre aun estaría con ella y no viviría en un infierno... Puede que tal vez realmente el resultado no hubiera cambiado, pero al menos le gustaba creer eso...

—Se valiente mi pequeña niña, no hay nada que temer —Una voz de hombre comenzó a cantar la canción favorita de su madre...

Amanda no se había dado cuenta al entrar, pero en una de las esquinas, se encontraba un hombre el cual no podía ver bien y solo podía ver su figura en la oscuridad... Pero si podía ver perfectamente su terrorífica sonrisa de satisfacción.

—Tu puedes lograr todo lo que quieras, tu puedes hacer lo que desees, ríe y baila pequeña valiente —El hombre cantaba la canción mientras se acercaba lentamente a ella...

Amanda recordaba el terror que había sentido, siempre había soñado con pelear con monstruos, pero aquella era la primera vez que realmente veía uno... Amanda abrazo el cuerpo de su madre, tal vez tratando de protegerla del extraño.

—No hay nada que temer, se valiente ante cualquier miedo —El hombre se acercaba y cada vez que daba un paso, Amanda podía sentir como su corazón aumentaba sus latidos, como sus manos temblaban, estaba aterrada, estaba paralizada del miedo...

—Abraza tu miedos y así podrás vencerlos... —Amanda no podía soportar que aquel hombre cantara la canción de su madre, que una melodía tan bella saliera de esos horribles labios, la canción dejo de ser una tonada para darle ánimos y se convirtió en una canción de terror, sus pelos se ponían de punta cada vez que el hombre pronunciaba una palabra, su voz era suave y tranquila, como si nada malo en el mundo ocurriera... Amanda se encontró llorando a cantaros y gritando el nombre de su madre, pidiendo ayuda...

—Se valiente mi pequeña niña, porque se que siempre lo serás —El hombre se agacho y se le quedo mirando, Amanda no podia ver su cara, lloraba tanto que su vista estaba nublada... Pero seguia siendo capaz de ver esa asquerosa sonrisa...

Amanda grito de miedo y trato de escapar, pero no tenia ningún lugar al cual ir, así que se quedo acurrucada en una pared, alejándose lo mas que podía del extraño... Esto hizo reír al hombre a carcajadas.

—Se valiente pequeña gatita, debes seguir con vida —El hombre saco un cigarrillo de su bolsillo, se lo puso en la boca y por un rato que para ella pareció una eternidad, entonces se acerco mas a ella y le puso su mano en la cabeza, Amanda sintió la dura y seca mano con esas uñas tan largas, su corazón latía tan rápido que estaba segura que le daría un infarto... Y en medio de todo ese terror, logro ver una característica bastante extraña de este, debajo de su palma, el hombre tenia un tatuaje de una estrella de cinco puntas... Amanda recordaba muy bien ese tatuaje.

El hombre se le quedo mirando... Hasta que finalmente se fue sin decir nada mas, dejándola sola y aterrada...

Y así es como ahora se encontraba, en la misma posición, aterrada e incapaz de defenderse, Amanda no tenia mas que hacer en su vida, ya nada tenia sentido, alguna vez había pensado en buscar al asesino de su madre, pero eso era imposible, ella era demasiado cobarde como para hacer algo tan temerario, hasta ese día, seguía recordando perfectamente la sonrisa y el tatuaje de ese hombre, era algo que la atormentaba por las noches...

Bran se agacho y se quedo mirándola, Amanda no podía ver su expresión, pero suponía que era una de desprecio y decepción... Eso era algo que aun menos podía soportar.

—Ya, acaba con esto... Ya nada tiene sentido... Me rindo... Solo mátame y termina con mi sufrimiento... —Amanda seguía llorando y retorciéndose del dolor, pero nada de eso era comparado con recordar el día de la muerte de su madre, ningún dolor se podía asemejar al que había sentido aquel día.

—Bien, es hora de terminar esto —dijo Nala desde atrás, la chica se había despertado y ahora se encontraba levantada y parecía lista para acabar con ella, incluso pudo darse cuenta de que la pequeña niña se había despertado y ahora trataba de curar las heridas de Nala mientras que el niño se acercaba a Bran y le preguntaba si se encontraba bien...

—¿Por que deben hacerme esto? —pregunto Nala entre lagrimas, no podía creer que siguieran burlándose de su desgracia aun en ese momento, actuaban demasiado amigables... Amanda no podía soportar seguir ocultando sus pensamientos—. ¿Por que ustedes tienen amigos?, ¿Por que son capaces de vivir sus vidas como quieren, ¿Por que yo no puedo ser como ustedes?, ¿Por que debo de hacer lo que todos me dicen, mientras que ustedes son libres?, ¿Por que no puedo vivir una vida junto a mi familia y amigos?... ¿Por que nadie me quiere?... ¡Por que!

Amanda gritaba y lloraba, sabia que no tenia sentido hacer esas preguntas, ella misma sabia las respuestas, pero aun así sentía que si no las decía en voz alta, terminaría explotando por dentro...

—No tengo idea de lo que hablas y tampoco me importa —Nala pareció curarse un poco y luego se acerco a ella con toda intención de darle unos cuantos golpes... Pero entonces Bran la detuvo con su brazo.

—No... —Amanda no podía creer lo que escuchaba, ¿Acaso había interpretado mal al chico y realmente lo que quería hacer era alargar su sufrimiento?... Pero entonces Amanda levanto la cabeza para observar el rostro de Bran... Y este tenia una gran expresión de tristeza...—. Nana, cúrala a ella también...

—¿Que? —preguntaron todos al unísono, todos pusieron expresiones de confusión y mas aun Amanda... Tal vez el chico quería curarla para poder romperla mas... Pero esos ojos... Esos ojos no parecían tener intención de hacerla sufrir... Podía ver tristeza reflejada en esos ojos...

—Por favor, cúrala —Bran observo a la pequeña niña, esta suspiro y se acerco a ella. Amanda se sobresalto cuando la niña trato de tocarla, pero al ver el rostro de Bran, decidió quedarse quieta...

—¿Por que?... —pregunto Amanda en lagrimas que no entendía cual era la intención del chico... Pero de alguna forma creía saberla cuando miraba a sus ojos.

—Tu... Me recuerdas a mi... Solo y asustado, incapaz de hacer nada por su propia cuenta, siempre aterrado de hacer cualquier cosa... —Bran hablaba como si aquello lo hiciera sentir muy mal y fuera doloroso—. Crees que nadie te quiere y que nunca podrás ser fuerte, deseas poder ser libre, pero no tienes el suficiente coraje para hacerlo...

—¿Solo... Solo por eso?... ¿Acaso dices... Que somos iguales? —Amanda no podía creer que ambos tuvieran nada en común, el chico era valiente, fuerte y determinado, ella era una gallina miedosa... Pero Amanda realmente le creía, no estaba segura porque, pero en serio creía lo que el chico decía... Y esas palabras la calmaron un poco, no demasiado, pero si lo suficiente para no seguir sufriendo tanto por sus recuerdos

«Tal vez aun pueda...»

—Al menos antes lo éramos... Antes de que conociera a mi maestro, yo me sentía igual de impotente que tu —Bran se levanto de repente y se quedo mirándola mientras la chica pequeña usaba sus poderes para curarle el brazo...

Amanda observo el rostro de Bran, no podía ver ningún rastro de malicia en este, no la veía como un monstruo u objeto, ni tampoco con miedo y odio, Amanda comenzó a llorar a un mas al ver su cara... Esta le recordó a la cara de su madre, una cara amable y cariñosa...

Y finalmente, casi como una corriente repentina de electricidad, Amanda recordó algo que creyó haber olvidado... Recordó después de tantos años, las ultimas palabras de su madre antes de morir, cuando apenas podía escuchar por lo fuerte que eran sus llantos...

—Vi... Vive... Niña... Se... Valiente... No... Dejes que... Nadie te... Lastime... Se fuerte... Mi pequeña... —Su madre logro pronunciar esas pocas palabras mientras sonreía con su hermosa cara pocos segundos antes de que el ultimo suspiro de aire escapara de su cuerpo... Finalmente su madre murió con una sonrisa en el rostro, algo de lo que Amanda ni siquiera se había dado cuenta en aquel momento...

«Vivir... No puedo... No puedo morir»

Amanda siguió llorando a cantaros al darse cuenta lo estúpida que había sido toda su vida, siempre había creído que merecía morir, siempre lo había deseado... Pero ahora se sentía como una hipócrita, era tan cobarde, que era capaz de botar a la basura el ultimo deseo de su madre como si fuera nada, Amanda no quería morir, no podía hacerlo... Al menos por una ultima vez, quería cumplir el ultimo deseo de su madre...

Solo había un problema, no sabia como hacerlo, si quería seguir viva, tendría que hacerse mas fuerte, pero era incapaz de hacerlo por su propia cuenta...

«A no ser que...»

La chica termino de reparar su brazo, este se sintió mucho mejor y ya no sentía dolor, aunque si se sentía un poco cansada...

—Yo... ¿Lo que quieres decir es que puedo cambiar? —pregunto Amanda a Bran, este se le quedo mirándola por un rato.

—Yo... Supongo que si... —El chico se metió las manos en los bolsillos y no dijo nada mas.

—Entonces... Como lo logro... ¿Cómo puedo hacer para hacerme mas fuerte? —pregunto Amanda de manera tal vez demasiado desesperada... Pero ese era lo que era, estaba totalmente desesperada, necesitaba algo, por mas pequeño que fuera para poder seguir adelante, solo una pequeña excusa...

El chico se quedo pensativo por un momento, Amanda creía que tal vez el pudiera contarle como ser mejor, como dejar de ser una cobarde y ser fuerte...

—Mmm... No lo se... —Bran alzo los hombros y no dijo nada mas...

Amanda se decepciono bastante al escuchar eso...

—Yo... Entiendo... —Amanda se levanto como pudo, estaba decepcionada, pero al menos ya no se sentía tan mal consigo misma, gracias a eso pudo recordar las últimas palabras de su madre y Amanda se sentía realmente agradecida por eso, por ahora solo tenia que seguir viviendo... Aunque eso fuera lo mas difícil que podía hacer—, Gracias...

Amanda procedió a salir del cuarto con las pocas fuerzas que tenia, pudo escuchar como Nala maldecía y le decía a Bran que no la podían escapar y al pequeño chico diciendo que no sabia si era muy buena idea... Amanda decidió irse, era mejor que ellos disfrutaran de su victoria solos...

—Sabes... Puede que no sepa como puedes hacerte mas fuerte... Pero tal vez deberías comenzar con aprender a que tipo de personas escuchas y de quien sigues ordenes... Tal vez elegir alguien quien pueda ser mas confiable... Al menos eso a mi me funciono — Amanda se detuvo justo en la puerta al escuchar las palabras del chico... Por alguna razón, se sintió bastante bien al escuchar eso... Aquellas palabras le dieron esperanzas por un momento...

«Puede ser que...»

Entonces Amanda decidió hacer algo que era cuanto menos estúpido y peligroso, algo que decidió desde lo mas profundo de su ser, pero por primera vez en su vida, decidió algo por su propia cuenta y casi se sintió como alguien valiente... Si iba continuar viviendo, al menos trataría de hacerlo al máximo... O al menos lo máximo que ella podía conseguir, que no era precisamente mucho... Pero eso no importa...

—Tu... —Amanda tomo aire, respiro profundo y se repitió las palabras de su madre, si no podía ser valiente en realizar una simple pregunta, entonces no tenia esperanzas—. ¿Tu crees que puedas ayudarme a ser mas fuerte?, ¿Crees que pueda estar a tu lado y aprender de ti?... Así tal vez podría hacerme mas fuerte... —Tal vez Amanda hablo demasiado fuerte, ya que todos en el cuarto quedaron con los ojos como platos... Bran se quedo mirándola sin cambiar la expresión de calma de su rostro... Y en ese momento, sintió una gran felicidad en su interior al ver sus ojos, no sabia como, pero podía decir perfectamente lo que el chico pensaba sin que dijera nada... Y lo que pensaba era cuanto menos, excelente.

—Supongo que si —Bran sonrió un poco y Amanda casi salta de felicidad al escuchar eso.

—¿Pero que? —Nala se veía bastante ultrajada y molesta, miraba a Bran y a Amanda con el ceño fruncido, pero Amanda no le tomo importancia.

Amanda se sintió realmente feliz, fue tanta su alegría, que sin darse cuenta, corrió directamente hacia Bran y lo abrazo, todos los demás se sorprendieron bastante y el chico no parecía saber que hacer en esa situación, ya que se quedo totalmente paralizado.

Puede que aun no hubiera hecho ningún cambio real, pero al menos ahora, tenia un lugar por donde comenzar y pensaba realmente que era uno muy bueno...