Cerca del amanecer con las primeras luces del alba, Sir Elrick mantenía unos recuerdos vagos de la última vez que vio a su esposa. Aquellas imágenes habían dejado de aparecer con los años pero la noche fue tan fuerte que le había hecho revivir el sufrimiento que guardaba dentro, la pérdida de su amada y de su hijo no nato fue un golpe duro.
--- Toma ... un poco de esto que los de la tropa llama té, quizá te ayudará a pensar.
Le dijo Sir Jonas a Elrick mientras le alcanzaba un vasija desportillada.
--- ¿Es asqueroso y deprimente, verdad? --- Dijo Elrick luego de probar el primer sorbo de lo que fuera que fuera eso.
--- ¿Qué vas a hacer , Elrick?---
Sir Jonas tenía en mente regresar a la corte de Arthur y reportar lo ocurrido. Mencionar que todavía habían hechiceros en el bosque, además de su encuentro con engendros bestiales y poseídos. Sencillamente eso no le iba a caer bien a un reino que estaba en búsqueda de desarraigar las creencias paganas de la gente, gente que cada vez menos consideraba que eso fuera real, mencionar lo ocurrido definitivamente no le caería bien al rey.
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--- La verdad... la verdad no lo sé. Creí que habíamos avanzado, que definitivamente estábamos cambiando las cosas... pero... ahhhhmm. ---
La frustración de su rostro, le transmitía a Sir Jonas un sin sabor.
--- ¿Entonces?
--- No lo sé. ----
Era cierto, Elrick no tenía ni idea de que iba a hacer, apenas terminó de contar sus tropas se dio cuenta que eran un puñado de hombres, desmotivados y heridos. Adicionalmente, reclutar más hombres le significaría prácticamente llevarse los hijos que sustentaban las granjas.
--- Yo pienso ir donde al Reino.--- Le dijo Sir Jonas a Elrick mientras miraba el piso.
Elrcik no pudo evitar girar y fruncir el ceño con cierto escepticismo mientras lo miraba.
--- Has lo que mejor consideres.
No diciendo más, Sir Jonas preparó unos de los caballos que habían quedado del ataque y unos diez hombres quienes se ofrecieron a ir con él.
Elrick reunió a sus hombres. Esperaba que alguno de ellos tal vez pudiera decirle algo que le ayudara a pensar.
--- Como todos saben, sufrimos varias bajas y no podemos quedarnos aquí, seriamos blanco fácil de los moradores del bosque. Es así que debemos ir a la aldea más cercana, buscar provisiones, nuevos reclutas y algo de armamento.
Desde el grupo sonó una voz ronca, que provenía de un tipo grande y muy acuerpado.
--- Capitán, la aldea más cercana se encuentra a unas cuantas horas de camino al oriente. Bueno, no sé si ha escuchado el nombre de Galloway, precisamente estamos en los bosque de esa provincia.
A penas Elrick escuchó ese nombre, cambio su expresión, de alguna manera pensaba que jamás volvería allí.
--- Empaquen, partimos ahora mismo.
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Por su parte, Johnny había caminado por horas, sus tripas le sonaban debido al esfuerzo físico al agrupar y quemar los restos de sus compañeros. Tarea que sentía debía hacer debido a las historias que su abuelo le contaba, según su abuelo las brujas y algunos seres del bosque utilizaban los restos humanos para fabricar sus pociones o en el peor de los casos utilizar sus pieles como disfraz, adquiriendo con ellas el poder de tomar su apariencia, de solo imaginarlo a Johnny se le ponía la piel de gallina, lo último que quería era encontrarse con uno de sus compañeros asesinados.
--- QUE HAMBRE TENGO...
Las provisiones que había recogido no eran lo que esperaba, debía cazar algo o encontrar frutos o alguna cosa que pudiera entretener su hambre.
Decidido portó su arco listo para atrapar lo que se moviera, no tardó en escuchar un sonido entre la espesura del bosque, dudaba un poco en ir, el bosque llegaba a ser algo espeluznante pero qué más daba, había sido capaz de enfrentarse a una bestia, que podría ser un jabalí o un ciervo ante eso. Apretó con fuerza su arma, traspasó el follaje cuidadosamente percatándose que un cerdo silvestre se encontraba hurgando en lo que sería un cuerpo tendido al lado de un estanque.
Por instinto disparó su flecha impactando al cerdo, que chilló y gruñó retirándose unos metros antes de caer.
-- QUE ASCO... seguro se estaba comiendo el muerto. AhhhhhuuuCHHH.. y yo con hambre.
Decidió ir a mirar las escena, se acercó cuidadosamente al cuerpo y pico este con uno de los bordes de su arco. En ese instante el cerdo lanzó su último chillido, causando que Johnny se asustara y diera unos pasos atrás tropezándose y cayéndose al piso.
--- AH!!... MALDITO CERDO--- Gritó enfurecido.
Esta vez se iba asegurar que el cerdo definitivamente estuviera muerto, no quería otra sorpresa como esa.
Tomó su cuchillo y se acercó a él para darle la estocada definitiva, cuando de pronto sintió un peso en su hombro. Johnny abrió los ojos tan grandes que casi se salen de sus cuencas y despidió de su boca algo que parecía un grito en reversa, algo que parecía más el sonido de alguien que se estuviera asfixiando.
--- ¿Dónde estoy?--- Escuchó Johnny detrás suyo, antes de que ese peso se desvaneciera y aquello que lo había tocado cayera al piso.
Johnny quedó pálido, la voz de su abuelo la hizo eco en su cabeza...
---< Las brujas del bosque son seres espeluznantes escondidas en las pieles de doncellas hermosas, esas criaturas suelen alimentarse de la energía, sangre y carne de los humanos que atraen hasta sus estanques... ¿Sabes cómo los atraen, muchacho?...Jajajaja. Muchacho, los humanos se dejan llevar fácilmente de sus debilidades, los tientan ofreciéndoles sus deseos y los muy ilusos caen, a algunos les ofrecen placeres, esas malditas son capaces de seducir con sus embusteros cuerpos, a otros con riquezas que tienden a ser tragados por las aguas mientras avariciosamente persiguen sus tesoros, Jajajaja (reía alborotadamente) vaya a saber cual método utilizaran para atrapar un guapo incauto...
----- ��Guapo incauto?
-- Claro que son guapos, las condenas brujas tienen gustos selectos y a veces satisfacen "otras necesidades con ellos" si que pueden llegar a ser golosas, pero no te preocupes muchacho, ninguna vendrá por ti porque jamás serás guapo...Jajajaja. >
El recuerdo de su abuelo quien se reía de manera burlesca y vulgar a un Johnny que era muy niño para comprender la totalidad de sus palabras y la mala intensión de sus actos vino a su mente.
--- SANTA MADRE... aléjate de mí, no ves que no soy guapo.--- Giró con los ojos cerrados
mientras embestía el aire con su cuchillo.
Abrió lentamente un ojo y no vio nada, bajo la mirada para darse cuenta que no era una bruja, era el mismo hombre que suponía estaba muerto.
--- DIOS SANTO... es peor, es un poseído..., ¿Qué hago?... ¿Qué hago?... ¿Qué HAAGOOO?--- Pensaba mientras agitaba su cabeza rápidamente.