---< Alice, Alice, Alice....>
Repetía su propio nombre como si esto le ayudara a entrar en razón. Tomó su rostro con sus manos, lo acaricio, lo apretó, frotaba estas en su cara cada vez con más brusquedad e intensidad. Finalmente golpeó sus mejillas, secó sus lagrimas y se levantó con una aire nuevo, con vigor y fortaleza.
---< No moriré aquí. No sé cómo pero no lo haré>
Resignada acomodó sus lentes y solo pensó en que estaba oscureciendo. El tiempo se le había perdido y no encajaba en su horario corporal, aún así su instinto le decía que debía protegerse.
---< Parece un lugar frío>
Desde el suelo, empezó a recorrer con su vista la cabaña, era un espacio relativamente pequeño y aunque estuviera polvoriento no se encontraba desordenado, habían adornos simples, muebles rústicos, elementos varios que una vez acogieron en humildes comodidades a sus anteriores residentes, fijó su mirada en una puerta que conducía a otra instancia.
Se acercó para abrir esta y una vez posó su mano en ella la puerta desprendió una luz azul neón que la recorrió mostrando unos caracteres y símbolos desconocidos que prontamente se fracturaron como un cristal evaporando en el aire sus residuos, un sello se había roto y aunque fue algo fantástico ya no la impresionada nada.
Empujó entonces la decorada puerta lentamente, sonó como si hubiera estado al vacio por décadas. Despacio asomó su cabeza y al ver dentro lo que primero notó fue la limpieza inmaculada del lugar y una gran cama que parecía sacada del recinto de una princesa, tal cama daba una sensación de calidez al espacio, esa habitación contenía libros y un armario con ropa femenina, en general vestidos vaporosos, de telas delicadas y de varios colores suaves.
Alice puso una cara de desconcierto al ver eso y le provocó una gran risa.
---< JAJAJAJA. Ahora lo he visto todo>
Los vestidos eran demasiado a su parecer, muchos de ellos le parecían batas de mujeres adineradas, demasiado pretenciosos para que fueran lucidos por alguien como ella que se la pasaba en Jeans y tenis.
< Me siento como Goldie entrando a la casa de los osos>
Era hora de las decisiones; quedarse, descansar y dormir esperando que al despertar todo hubiera sido uno de sus sueños recurrentes o simplemente irse antes de encontrar a la dueña de la morada y darse cuenta que quizá podría ser otra loca maniática con poderes sobrenaturales. Pero el contraste entre abandono y pulcritud del recinto privado la hacían pensar que muy probablemente su dueña no regresaría.
Además no era simple, qué podría depararle afuera y más para alguien que tenía una vida rutinaria donde poco salía de casa y se la pasaba en los asuntos de su estudio, el cine y los libros. La aventura no era su primera opción, además, una cosa era salir a la calle y otra adentrarse a un bosque para llegar ¿A dónde? No sabía nada, no tenía idea de nada, entre sus posibilidades, quedarse e intentar dormir era lo más sensato. Quizá al despertarse no hubiera pasado nada.
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Oscureció y el cerdo estaba listo.
---Ahhhh!!!... Qué delicia...
Johnny comió como si fuera a devorarse el planeta, al inicio ni siquiera masticaba, engullía rápidamente la carne que se desasía en sus manos y boca.
--- Si no despiertas la comeré toda.
A la velocidad que iba, parecía que podría ser cierto, pero un cerdo así fuera pequeño era mucho para uno solo.
A ratos notaba como el sujeto, se retorcía y daba vueltas, su rostro reflejaba dolor y preocupación.
--- Ay, hombre. No sé que tienes en mente pero no debe ser algo bueno.
---¿Sabes? Mi abuelo era de aquellos de contar historias extrañas, él era muy supersticioso y muy prevenido, decía que todos siempre esconden algo y sobre todo aquellos que semejan a los hombres.
----Una vez me contó sobre las brujas de las aguas, que cantaban canciones para atraer a los hombres... tu sabes... atractivos, inocentes o más bien tontos...para luego... bueno.... Ehhh.. satisfacerse con ellos y comerlos vivos. Espero que tu historia haya tenido el final feliz y que no te hayan tragado.
---Es un hecho que esas brujas si existen, solamente que las personas ya no creen como antes. Me contaron que en los grandes pueblos del centro la gente piensa que esos seres son historias que le cuentan a los niños para asustarlos y obligarlos a ser obedientes, pero en los pueblos cercanos a los bosques saben se suelen perder sus hijos y sus familiares algunos en el bosque y otros para unirse a los cazadores enviados por Arthur . Los cazadores son un ejército reclutador que se ocupa de recuperar las tierras de los hombres y liberar sus espíritus de la hechicería. Ah patrañas...
----Qué mal, ¿verdad?. mientras unos gozan de querer hacer su vida otros fuimos entregados a esto, a morir por algo que no entendemos. A seguir sin siquiera negarse las ordenes de alguien por tan solo la idea de vivir por el rey.
Los dedos de Johnny se curvaron e hicieron conejos en el aire, mientras sus palabras llenas de un sinsabor salían fluidamente con el titilar de la fogata.
----Yo, la verdad no creo en eso, no quiero seguir en esto, no quería ni siquiera ser el heredero de la herrería de mi padre, hacer armas, hacer venías a los grandes señores y caballeros que se embriagan en hostales mientras le son infieles a sus mujeres. Me da asco.
---Yo, no creo que mi destino sea ese , ni mucho menos entregar mi vida a las razones de alguien que ni conozco y de lo que no obtendré sino una pronta muerte.
---No me siento de aquí, creo que no pertenezco aquí. Yo quiero hacer mi propio destino. Pero no voy a negar que estar al lado suyo también me asusta.
---¡AHHH¡.. Ayyyy!!!...
El sujeto del piso se quejaba copiosamente, su sudor era evidente, parecía enfermo como si cuerpo se resistiera a algo e intentara recuperarse. Johnny no podía hacer más sino intentar bajar la fiebre y esperar a ver si tendría que darle sagrada sepultura.