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Chapter 28 - DESESPERACIÓN

Los rayos del sol se colaron entre los velos de la ventana y tocaron tibiamente el rostro de Alice, parpadeó y se frotó los ojos, afortunadamente era sábado no tenía que ir a la universidad, no había que madrugar, bostezó e hizo pereza como de costumbre, balbuceó algunas palabras mientras su mano retiraba algo de saliva que se había escurrido de su boca.

Parpadeó y entrecerró los ojos, sobresaltada se sentó como si un rayo la hubiera impactado, rígida miró a su alrededor para descubrir definitivamente estaba en una cabaña en medio de la cochina nada. Maldijo groseramente y su grito de piedra solo le liberó vanamente de la frustración mientras vociferaba. Cuando quería arrojar la almohada observó algo carmesí en la sábana junto a una sensación pegajosa.

--Su puta madre… tenía que llegarme hoy….

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Elrick no había tenido una buena noche, a decir verdad desde unos 20 años no había vuelto a tener ninguna.

Elrick Se tomó la cabeza con descontento y malestar. Acostarse y soñar con ella era agradable pero a su vez triste y desolador. Sus sentimientos encontrados solo lo ponían quisquilloso.

-- Empaquen todo, partimos inmediatamente.

-- Sí señor.

Vio como lo que quedaba de sus hombres se movían como hormigas y levantaban las cosas que pudieron recuperar.

Llamó a Cliff un subordinado de confianza.

--- Hace muchos años que no vengo por estos caminos, cuanto nos falta para llegar a Galloway.

-- La provincia estas a un día una noche de viaje a buen ritmo.

En vista de las condiciones psicológicas de sus soldados, Elrick solo decidió que era imperativo apresurarse pues sus hombres necesitaban de distracciones para subir el ánimo de la tropa.

---Pero Señor, tendríamos que atravesar el bosque de Douro. Tal parece una de las cinco divisiones de Arthur encargadas de la erradicación que trabajaron en la zona no tuvo éxito allí. Me permitiría decirle que mejor lo rodeáramos, en ese caso nos tomaría un día más.

La mente de Erick voló a las palabras de Cliff. El bosque de Dorou… tan bello como místico… aquel enigmático bosque que le dio más que un regalo. Un bosque sagrado que traía tanto bendiciones como maldiciones.

---Comprendo. Una vez que lleguemos a la bifurcación te comunicaré mi decisión. Por cierto, ¿cuál es el informe final de daños?

-- Bueno señor, la tropa quedó reducida a 63 hombres contándolos a usted y Sir Jonas. Perdimos más de 40 en el ataque del hechicero. Además Sir Jonas en su partida se llevó 10 soldados experimentados, así que quedamos más o menos 50 en este momento. Por otro lado alcanzamos a recoger suministros, armas, algunos tesoros dispuestos en apenas 3 carretas y 11 caballos.

El hechicero no iba a saquearlos, él iba a exterminarlos y robar a la bestia. Pero en medio de la confusión se notaba que habían dejado cosas atrás.

---Desea que envíe de vuelta a un equipo de recuperación.

--Sí, alista 5 hombres agiles, dales instrucciones de revisar la zona sin ser detectados y que intenten recuperar lo que hayamos dejado atrás.

-- ¿Alguna otra cosa?

---No, eso es todo. Puedes retirarte.

Elrick tomó su caballo y dirigió la punta de la tropa durante la marcha. Mientras su caballo lo arrullaba iban y venían imágenes y recuerdos que incluían a Galloway, el bosque de Dorou… la aldea de Villevalley, sentía un vacio en el pecho, como si algo en su interior hubiera sido retirado. Su incomodidad solo lo hundía depresivamente en aquella noche.

Pantallazos rondaron nuevamente su cabeza como si no hubiera sido suficiente tormento la noche anterior.

El sonido del viento y los murmullos de la noche mientras corría de regreso eran eternos. Una luz titilante vislumbraba al horizonte mientras el humo se hacía espeso y repulsivo…

corrió, corrió y corrió con el corazón en la boca y la lengua en sus manos…

Los gritos y el desorden poco a poco se hacían más audibles. Elrick no pensaba con claridad, el miedo de los gritos femeninos solo lo ponían más nervioso y aceleraba de donde no había fuerzas su paso.

Lo primero que se topó fue con unos encapuchados, no se detuvo a preguntar nada, sencillamente cuando estos intentaron detener su camino él los golpeó con la fuerza de un hombre que ha arado la tierra toda su vida, sus mandíbulas crujieron y volaron junto al chorro de sangre que lanzarían lejos.

La adrenalina que tenía no le permitía parar, ya había matado una vez, que le impedía hacerlo las veces que fueran suficientes para llegar a ella, mientras forcejeaba vio una hoguera central y un circulo de gente con mascaras de antropomórficas, cuernos y demás aberraciones que escondían el culto pagano que estaban haciendo, los canticos y los gritos se clavaban en la mente poseída de los participantes.

Elrick intentaba acercarse pero parecía una tarea peligrosa, tomó un arma de aquellos hombres, era una especie de hacha corta y mientras enfocaba su mirada en la figura recostada, atada en un banquillo, los reflejos rojizos de su ondulante cabello dejaron a Elrick con el corazón en la boca.

Corrió y se acercó para corroborar la mentira de lo visto, para comprobar que su cabeza había enloquecido, pero fue tomado por la espalda y arrojado al piso, luchaba pero no era suficiente, un sabor ferroso y polvoriento llenó su boca que por reflejo tosió e intentó escupirlo, no era claro lo que ocurría, el tiempo en cámara lenta y la confusión solo le dejaban ver fragmentos de lo que estaba pasando.

--- ¡¡Sujétalo!! amárralo hasta que todo termine y luego nos ocuparemos de él.

--- Se supone se lo habían llevado lejos ¿Qué hace aquí?

-- No lo sé, pero esto solo es un problema minúsculo, solo está enoquecido.

Las manos de Elrick solo se alargaban para alcanzarla al tiempo que los sujetos lo dominaban en el suelo.

Un circulo mágico comenzó a dibujarse en un rojo neón que cubría de manera uniforme el cuerpo de la dama… su vientre abultado fue destapado mientras ella vociferaba y se reía irónicamente… En instantes se acercó una anciana cuya mascara fabricada con la osamenta de un carnero tocó el desnudo abdomen para dar inicio al trabajo de parto.

Los gritos de una mujer que daba a luz se retorcían en los oídos de Elrick quien sujeto en el piso solo gritaba un ruego desesperado "No, por favor" debajo de la mordaza.

Las cosas se complicaban pues los murmullos de los observadores y los gritos de los dolores no eran para nada alentadores.

--- La maldita de Skuld no quiere cooperar, parece que quiere morir antes de darnos la niña.

--- ¿Deseará llevársela consigo…?

--- Es posible, siempre fue una estúpida arrogante, si continua así la anciana deberá abrirla.

La mirada de Elrick los miró asombrado, un escalofrió gélido lo recorrió de pies a cabeza.

las lágrimas fluían y empañan sus ojos al tiempo que se sacudía con fuerza e intentaba liberarse. Su mirada se fijó suplicante en la escena que vendría.

La anciana entonaba más alto al tiempo que las contracciones se hacían más copiosas y dolorosas. Aún así, el rostro de pelirroja reflejaba entre el dolor una sonrisa maliciosa, entre sus quejidos a veces pronunciaba frases amenazantes.

--- ¡Detengan esto, no saben la ira que ocasionarán a los dioses!

---AHHHH!!!

-- - Despertarán algo más y se arrepentirán de ello bastardos. Les predeciré su futuro en estos momentos y el oráculo me dice que todos morirán… Jajajaja… ¡¡Ahhh!!

Su carcajada y grito retumbó entre el dolor y las voces de los paganos participantes.

Los ojos de los presentes se pusieron sensibles, por años no habían escuchado del oráculo del futuro y el hecho que la misma Skuld lo estuviera prediciendo les causó gran temor.

Del fondo emergió un hombre de cabellos lacios y rojos, debajo de su máscara sobresalían dos grandes cuernos y dentro de ella se veían dos carbones ardientes que la miraban con furia. Su boca se abrió para pronunciar un discurso sereno.

--- No, Skuld. No es así. Renunciaste a tu poder desde que nos diste la espalda y reclamaste esta falsa humanidad. Que ahora hayas despertado no quiere decir que dejaste de ser humana. La transferencia ya está hecha y tú no vas a amenazarnos con lo que ya ni siquiera conoces.

Luego alzó su voz en tono de mando y diplomacia. Se dirigió tranquilamente ante el público.

--No tengan miedo, compañeros, pronto recuperaremos nuestra ventaja sobre el destino, los hilos del futuro se tejerán con nuestra nueva sacerdotisa. No teman hermanos míos.

Los gritos de parto se incrementaron, los gemidos dolientes de la antes Norna tejedora del tiempo no daba paz a los expectantes espectadores.

--- ¡Qué me dejen tranquila! … !malditos bastados!… ¡monstruos! No saben lo que están invocando.

---No nos engañarás más embustera. Tú vida termina hoy, lo único que haremos por ti es enterrarte junto a tu falso amante.

La mirada dolorosa y la sonrisa mordaz de ella se esfumaron inmediatamente. Se pasmó a tal punto que ya no sentía las contracciones.

--Eli… ¿Qué le hicieron a Eli?

--- Parece que tus sentimientos humanos te están traicionando, que ironía Skuld. Definitivamente llegaste a conocer tu humanidad. Eres toda una sátira Skuld. ¿No qué solo te interesabas por ti misma, o tal vez es solo la fachada de tu egoísmos por perder algo que consideras tuyo? Pero no te angusties pues lo dejaremos junto a ti.

Arrastraron a Elrick a los pies del hombre de los ojos en llamas, quien lo pateó en el rostro con fuerza, las piedras que se levantaron a su paso hirieron su ojo izquierdo y cortaron desde la ceja al pómulo. Un chasquido y quejido salieron de su boca ensagrentada.

--- No, no te metas con él. Déjalo en paz malnacido Hijo de put*.

--- Que palabras más soeces Skuld, ya no eres la refinada y consentida hija del telar que solías ser. Ahora solo eres una campesina ignorante que devolverá el don a donde pertenece.

La tos de sangre de Elrick fue evidente a los ojos asustados de su Bella Rosalie.

Elrick no comprendía en su totalidad pues él luego del golpe en su oído solo escuchaba un pito dentro de su cabeza, el mareo evidente le impedía enfocar con claridad.

La anciana conjuraba más, pero más fuerte el coro del inframundo, las flameantes llamas y su tenebroso titilar rodeaban a una mujer que continuaba dilatando.

Los gritos de dolor, el sudor frio y abundante corrían de su frente y cuello, apretaba los dientes y los puños como si quisiera resistirse.

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-- ¿Capitán se siente bien?

Cliff agitó el hombro de Elrick con preocupación.

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Serena, la Glaistig quien cruzó el umbral del tiempo. Lavó su rostro en un lago, atendió a su fiel animal y lo dejó descansar mientras ella apoyaba el cuerpo en su lomo. Tomó el libro que trajo consigo y comenzó a pasar cada una de las hojas.

Se detuvo en una en página en particular, la imagen era tan vivida como si hubiera sido ayer…

la bestia alada de cabellos blanco plata quien sujetaba un recién nacido en brazos mientras viajaba al firmamento…

--- Entonces, allí era dónde estabas.

La mente de Serena viajó y se hundió junto con el tiempo.

--- 20 años…huh…

Suspiró profundamente.