Siete hombres estaban parados frente a Atlas cada uno diferente al otro pero con una característica distintiva, todos eran muy guapos, aun así los ojos del joven aún se desviaban cada segundo hacia la hermosa mujer quien se encontraba sentada junto a su cama, la piel blanca y el uniforme azul ajustado a sus curvas resaltando su pecho rechoncho y su cintura delgada, sus piernas largas y gruesas y esa sonrisa que tenía que parecía brillar por sí misma "es la más hermosa que he visto" pensó antes de que las palabras "títere oscuro" los sacudieran de nuevo.
"229 es una androide de última gama, su apariencia es ajustable a sus preferencias capitán, además también puede modificar su personalidad" dijo la voz en su mente sacándolo de sus pensamientos.
"¿puedes leer mis pensamientos?" pregunto el joven con algo de sorpresa.
"Si señor, pero tranquilo todos sus pensamientos serán guardados con el más alto nivel de confidencialidad además no tengo la suficiente personalidad para decir que pensamiento o actos están bien y cuáles no, yo serviré a cualquier propósito que el capitán desee"
"ya veo"
"H-963 presenta sus saludos al nuevo capitán" dijo uno de los hombres antes de arrodillarse.
"S-741 presenta su saludo al nuevo capitán" dijo el siguiente hasta y así los demás hasta que los siete estaban de rodillas frente a Atlas, el joven se sentía sorprendido y fuera de lugar "sus nombres son difíciles ¿puedo darles nuevos nombres?"
"Claro capitán"
"bueno desde la izquierda a la derecha Roan, Anfey, Vasco, Ian, Li Chun, Ben y Zack" dijo el joven con los primeros 7 nombres que se le vinieron a la cabeza "y Eva"
"Los nombres están guardados y asignados capitán, ¿no tiene uno para mí?"
"¿qué tal Nía?"
"No es muy original pero usted manda, nombres registrados"
"Bien" dijo el joven y luego de sus palabras un silencio incómodo cayo en la habitación, Atlas no sabía de que más hablar y que las personas frente a él solo lo miraran con un rostro congelado no lo ayudaba.
"¿cuál es el primer deseo con el que el capitán necesita ayuda?" pregunto Nía quemando el sentimiento incómodo.
"Deseo" pensó Atlas "supongo que volver a Risk" dijo brevemente.
"Entendido capitán, su primer deseo es bastante simple" dijo Nía y Atlas se sintió gratamente sorprendido "le recomiendo que se mueva hacia la sala de almacenamiento simple"
"¿cómo llego allá?" pregunto el joven en su mente.
"pídale a uno de los androides que lo guíen"
"ehh, Ian por favor guíame a la sala de almacenamiento simple"
"Claro capitán" dijo el androide "por favor sígame" insto antes de salir de la habitación y Atlas tras él, el joven no pudo evitar sorprenderse al salir de la enfermería el pasillo era enorme y todo era de color blanco muy bien iluminado, ambos caminaron varios minutos hasta que Ian se detuvo en una puerta de color blanco que al igual que la anterior se dividió en la mitad y se plegó "siga capitán" le dijo el hombre.
Atlas asintió y entro en la habitación sin decir nada, el almacenamiento era algo pequeño y no había ninguna caja como Atlas esperaba lo único que había era una especie de atril y una mesa gris pegada a la pared que iba de un extremo a otro de la habitación.
"déjeme traer los objetos que le serán de utilidad" dijo Nía y enseguida la mesa pegada a la pared empezó a moverse derecha a izquierda y empezaron a salir cajas negras que se detuvieron justo en la mitad de la misma, Atlas se acercó a la caja y la abrió "wuao" fue lo único que pudo decir al ver los objetos frente a él.
Eran brazaletes de color negro que llegaban desde su muñeca hasta unos centímetros más abajo del codo "póngaselos" le dijo Nía.
Atlas tomo los brazaletes y los puso en sus brazos en segundos los brazaletes se encogieron para ajustarse a la perfección en los brazos del joven.
"Estos son los brazaletes Kit hechos de grafeno"
"¿grafeno?"
"Un metal industrial 10 veces más duro que el acero"
"¡10 veces!" grito el joven, en la actual edad el acero se conocía como el metal de los grandes porque solo los más millonarios podían darse el lujo de usar acero en sus armas o armaduras, el acero no era algo que un joven como Atlas pudiera tener pero ahora tenía algo 10 veces más duro con él.
"Estos tienen una muy grande cantidad de uso que puedo coordinar por ejemplo algo llamativo"
"¡waa!" grito con sorpresa el joven cuando los brazaletes se estiraron y cubrieron hasta sus manos.
"O algo más violento"
Una cuchilla se extendió del lado superior de los brazaletes "puede graduar su tamaño hasta los 80cm, que le parece el ataque a distancia"
La cuchilla se guardó y una pequeña ballesta apareció "aunque esta ballesta tiene municiones limitadas las flechas teledirigidas le garantizan un 100% de certeza al disparar, aun que no todo es violencia dentro de ella se encuentran 600 antídotos para más de 1000 venenos y lo mejor" los brazaletes desaparecieran de los brazos del joven, no era tanto como desaparecer porque Atlas aun los sentía aferrados a sus brazos pero por más que intento no logro verlos "se pueden camuflar" explico la Nía.
"Estos son increíbles" dijo el joven mientras miraba los brazaletes como a un par de tesoros.
"Siguiente" las cajas se movieron y otra se posicionó frente a Atlas quien no dudo en abrirla.
Dentro de esta caja había una especia de estuche mediano de color blanco, Atlas lo tomo y lo examino.
"esto es una mochila compresora, su funcionamiento único comprime por diez todo lo que entre en ella pero su software inteligente facilita la búsqueda de los objetos dentro de ella, además puede cambiar de forma eso y otros usos muy útiles" explico Nía
"Es como una bolsa mágica" las bolsas mágicas eran herramientas caras usadas por los nobles, dentro de sí tenían espacio mágicos que permitían una gran cantidad de almacenamiento, claro Atlas nunca había siquiera visto una de estas solo la había escuchado.
Atlas tomo la caja y la mochila y la puso a su lado antes de que la siguiente caja se abriera frente a él.
En esta había sientas de otras pequeñas cajas, Atlas tomo una y la abrió para ver pequeños cilindros de color azul "¿qué son estos?"
"Pastillas de alimentación comer una le dará a tu cuerpo todas las propiedades que necesita, no necesitaras comer" explico Nía.
Atlas se sorprendió, había pasado varios días en el mar sin comer nada y en su viaje de regreso esto sería lo más útil.
"Dentro de cada empaque hay 100 pastillas útiles para 100 días y dentro de la caja hay 1000 empaques, puede consumirlas con tranquilidad"
Atlas asintió tomo diez empaques y los guardo en la mochila antes de que se abriera la siguiente caja, cuando esta se abrió habían varios cilindros dentro, Atlas tomó un de los cilindros y lo miro un poco hasta que encontró la tapa y saco 5 círculos pequeños del tamaño de un mosquito.
"cámaras de exploración, con un rango casi ilimitado son casi como mis ojos lo que ellas vean yo lo veré y cuando usted lo necesite también lo verá, se recargan de nuevo en el cilindro y debe hacerlo una vez cada 1000 horas"
"Guao" Atlas los miro con cuidado pero además de pequeñas bolitas no logro ver nada, habían 20 cilindros en la caja Atlas tomo 5 y los guardo en su bolso.
La siguiente caja se puso frente a él y cuando el joven la vio solo había un cubo de unos 50 cm de color blanco "esto es un bote" dijo Nía "se me hace difícil explicarle su funcionamiento así que solo puedo decirle que es un bote"
Aun así Atlas tomo el cubo y lo guardo en su bolso antes de que alguien más entrara en la habitación "capitán" saludo Eva con una sonrisa mientras mostraba un cojín rojo frente a ella, en el cojín habían 4 bolas de color negro.
"Este es el objeto más preciado, son las llaves del portal este anillo abre un pasadizo espacial desde usted hacia el portal o los otros anillos, originalmente eran 5 pero uno lo posee el capitán anterior pero tranquilo por alguna razón al salir del hoyo espacio-tiempo se perdió total contacto con esa llave, estas llaves pueden moldearse en lo que usted desee" le explico Nía, Atlas extendió su mano y tomo uno "¿qué le parece un anillo?" pregunto ella.
"Un anillo sería perfecto" apenas Atlas confirmo la bola negra en su mano tomo la forma de un hermoso anillo dorado que hizo que Atlas lo mirara con una mueca.
"No es de su agrado ¿por qué?" pregunto Nia.
"Un anillo tan llamativo me traerá problemas, puedes hacerlo más simple como uno de hierro" pidió Atlas que un simple campesino andará por las calles con un anillo dorado sería una clara forma de llamar a gritos a la desgracia.
"Como desee" dijo Nía antes de que el anillo se convirtiera en un anillo de hierro común, feliz con este resultado el joven lo puso en su dedo.