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Chapter 31 - Capítulo 30

MARCOS

Cuando llegué a casa les dije a mis hermanos que iríamos a pasar la tarde a casa de Gabriela. Ana parecía encantada y también Carlos, pero me pregunto si todo estaba bien con ella a lo que le contesté lo que me contaron sus hermanos y lo que pude ver.

Antes de irnos comimos y recogimos un poco para que al llegar nuestros padres no tuvieran que hacer nada, debían de estar cansados de trabajar y si podíamos ahorrarle más cosas que hacer en casa, debíamos ser nosotros los que teníamos que hacer algo, lo cual no me molestaba para nada, estaba acostumbrado.

Al acabar, cogimos los abrigos, salimos y nos metimos en el coche. Tardamos algo menos de diez minutos en llegar a casa de Gabriela y en cuanto íbamos a timbrar María nos abre la puerta y entramos. Fuimos al comedor y vimos a Lara con su suegra dándole de comer, lo que era raro es que Gabriela no estaba ayudándola, normalmente era la que lo hacía.

"Hola Lara." saludé a la madre de mi mejor amiga "Hola chicos, es un gusto teneros en casa." respondió con una gran sonrisa en su rostro "Y un gusto para nosotros estar aquí. ¿Dónde está Gabriela?" pregunté "Está en el baño de arriba, ¿podéis ir a mirar si está bien?" pidió y fruncí el ceño "¿Se encontraba mal?"

"No, solo le empezó a sangrar el oído." contestó, preocupación evidente en su rostro "Entonces vamos a ir, si quieres puedes quedarte con Mario y María, Ana." dijo y ella negó "No, yo quiero ir a junto a Gabriela." pidió y asentí "Entonces vamos. Nos vemos más tarde."

"Espero que bajéis para la merienda." dijo y los tres asentimos "Lo haremos, puedes tenerlo por seguro." Subimos las escaleras, más que nada porque ya no necesitábamos que nos llevaran a ningún lado en esta casa, la conocíamos a la perfección al igual que Gabriela conocía la nuestra. Desde pequeños solíamos estar juntos siempre y si no era en la casa de Gabriela era en la nuestra. Nos dirigimos al baño y pudimos ver a Gabriela en frente del lavabo con una toalla húmeda en el oído.

"¿Te encuentras bien?" pregunté y rápidamente, se gira en nuestra dirección "Chicos, sí, me encuentro bien, solo me sangra el oído, no es nada." aseguró a pesar de que no tenía tan claro que eso fuese cierto "Pues tu madre piensa que te pasa algo." admití "No, estoy bien, solo es eso, pero ya está parando."

"¿Que te pasa en el oído Gabriela?" preguntó Ana a mi lado, empezando a ir en dirección suya "No es nada Ana, solo que está enferma de un oído." dije, intentando que no se preocupase tanto por ella, y no tengo muy claro si me había escuchado o no, porque no se giró en mi dirección "¿Te encuentras bien?"

"Si princesa, no es nada, no te preocupes. Mejor dime que es lo que quieres hacer." dijo Gabriela, echando la toalla en el cubo de la ropa sucia "Me gustaría que siguieses enseñándome a dibujar." pidió-Entonces vamos, no perdamos más tiempo. Miraremos el dibujo que quieres hacer ¿qué te parece?

Con eso Gabriela dejó la toalla en el lavabo y nos dirigimos al estudio que estaba unido a su habitación. Antes había una pared que los separaba hasta que la tiraron después de mucho tiempo estudiándolo.

La verdad es que me encantaba su habitación y el estudio y si ya antes era grande, ahora lo era el doble. Su habitación era de color gris claro y en una pared tenía un dibujo que ocupaba toda la pared. Le había costado meses hacerlo, creo que dos para ser exactos, pero mereció la pena todo el tiempo. En otra pared tenía muchas fotos pegadas en las que se podía ver como ella iba creciendo. Tenía fotos del día en el que había nacido hasta ahora y le estaba quedando hermosa la verdad.

En el estudio tenía algunos lienzos con dibujos, gran parte de ellos con paisajes de playas o del mar, cada vez se le daba mejor. También tenía dibujos en las paredes. A veces quedaba un poco impresionado porque de pequeña era lo que más odiaba y ahora en cambio lo adoraba y se le daba de maravilla. Estoy seguro de que llegará a ser importante, desde luego en la universidad ya tenía cierta fama, aunque no le hacía caso a eso.

Yo y Carlos nos sentamos en el sofá, mientras que Ana y Gabriela en se sentaron en el escritorio para buscarle un dibujo que pudiese hacer Ana. Mientras se estaba imprimiendo, mi hermana se puso a mirar todos los dibujos que tenía a la vista y se podía ver embobada. Hasta que se gira completamente hacia Gabriela.

"¿Tienes más dibujos?" preguntó y Gabriela asintió "Claro que sí, ¿por qué lo preguntas?" cuestioné "¿Puedo verlos?" pidió, y asintió una vez más "Claro que sí, dile a Marcos que te coja esa carpeta que está en esa estantería." dijo, señalando en la dirección de dicha carpeta "Marcos porfa."

"Está bien." Me levanté y se le pasé. Se sentó en la silla y se quedó mirando los dibujos. Al parecer tenía para un buen rato y dejó de lado por el momento el querer dibujar, por lo que Gabriela se puso a dibujar.

"¿Has visto a Alex hoy en la universidad?" preguntó Gabriela, con tono algo preocupado "Si, se preocupó cuando no te vio y más cuando le dije que tuviste que ir por urgencias por la noche. Me dijo que te llamaría ¿no lo ha hecho?" pregunté sorprendido de que no lo haya hecho ya "No, la verdad es que no. Tiene más cosas que hacer que estar pendiente de lo que me pasa."

"Puede ser, pero para él eres lo más importante, por lo que dejará cualquier cosa para que tú estés bien." aseguró Carlos, porque era algo que tenía más que claro y algo que ella debía de tener claro "¿Ahora lo defiendes hermano?" pregunté irónicamente, porque la verdad, es que no me lo esperaba "Si, porque me di cuenta de lo que decías era cierto. La ama más que antes. Además, es mi amigo, tendré que decir algo a su favor ¿no?"

"Ahora mismo cualquiera puede decir cosas a su favor." aseguré "¿Y has visto a ella?" preguntó y no hacía falta que me dijese su nombre, tenía más que claro a quién se refería "Si, se quería acercar a Alex, pero el al final creo que la mandó a la mierda. Estuve todo el tiempo con él. Te puedo asegurar que entre ellos no puede pasar nada, la odia más de lo que lo hacemos cualquiera de nosotros."

"Esperad, esperad. No me estoy enterando de nada. ¿De qué estáis hablando?" preguntó mi hermano, enderezándose en la silla en la que se había sentado "Ah, es que no te contamos. Paula ha aparecido en la universidad. Te puedes imaginar las intenciones que tiene." bufé "¿Qué? ¿Esa loca ha vuelto?"

"Si, viene a joderme la vida como siempre hizo." respondió Gabriela, rodando los ojos "Hazme el favor de no perdonarla. No le creas nada de lo que te diga, no será verdad." pidió Carlos "No soy tonta Carlos, sé que no lo dirá en verdad. Ya me dejó claro que su intención va a ser separarme de Alex."

"Lo peor de todo hermano es que le dijo que estaba con Alex. Claro está que no tenía ni idea de que estaba en la misma universidad en la que estamos." respondí "¿Es que los problemas en tu vida no acaban hermanita?" preguntó y Gabriela lo único que hizo, fue encogerse de hombros "Eso empiezo a pensar." admitió "Pues que sepas que cuentas con nosotros. Si nos necesitas para cualquier cosa nos llamas e iremos a donde estés. No pensamos permitir que esa loca te vuelva a hacer daño."

"Carlos tiene razón, no permitiremos que vuelva esa Gabriela deprimida por nada del mundo. Además, esta vez cuentas con Alex, no permitirá por nada del mundo que te haga daño." aseguré "¿Quién es esa Paula?" preguntó mi hermana, la cual al parecer Ana había terminado de ver todos los dibujos y ahora estaba viendo en nuestra dirección.

"Es una chica que va en nuestra universidad." respondió Gabriela después de dudar por unos segundos "¿Y por qué no les cae bien a mis hermanos?" preguntó, centrando su mirada en ella "Pues porque ellos son rencorosos." dijo "Puede ser, pero después de todo lo que pasó por culpa de ella, se lo tiene merecido."

"¿Te hizo daño?" preguntó mi hermana "Si, le hizo y mucho." tanto Carlos como yo dijimos a la vez "Esa chica es muy mala entonces, no me cae bien." respondió "Princesa no digas eso, las personas pueden cambiar." intentó Gabriela, pero ahora no iba a haber nada que le cambiase la idea a Ana "A mí no me caen bien las personas que te hagan daño, eres muy buena."

"Gracias princesa, pero no debes guardarle rencor a nadie. Eso te hace buena persona." insistió Gabriela "¿Si lo hago seré tan buena como tú?" preguntó con curiosidad "Serás más buena." contestó "Entonces lo haré, no le guardaré rencor a esa bruja, pero eso no implica que me vaya a caer bien."

"Olvídate de eso princesa, ahora estoy bien y no me hará nada." aseguró, a pesar de que los tres sabíamos que eso no era verdad "De eso nos encargaremos nosotros dos no te preocupes pequeña." dijo Carlos con una pequeña sonrisa en su rostro "¿Entonces cuando te casarás con ese chico?"

En ese momento fue un milagro que Gabriela no escupiese el agua que se estaba bebiendo. Nosotros nos quedamos con cara de bobos ante esa pregunta, a veces mi hermana era un poco curiosa de más. Gabriela se había puesto roja como un tomate y se tragó el agua antes de echarla fuera. Ana estaba esperando una respuesta y estaba mirando para nosotros.

"Pequeña, ¿qué preguntas son esas?" preguntó Carlos, ya que al parecer Gabriela estaba en shock "Carlos son novios, y los novios se casan." aseguró mi hermana "Pero es demasiado pronto para eso Ana." insistí, intentando darle tiempo a Gabriela para que se recompusiese "Si se aman no sé qué tan pronto es Marcos."

"Es complicado Ana." dije "¿Por qué?" preguntó nuevamente. Gabriela no había hablado desde que Ana soltó esa pregunta. Se veía como sorprendida, cosa que era lo más normal del mundo, sabía que ella no tenía intenciones de casarse con nadie, creía que no era necesario casarse para demostrar cuanto se amaba a alguien.

"Porque aún son demasiado jóvenes para hacerlo Ana." intentó Carlos "Cuándo os caséis me dirás ¿verdad Gabriela?" le preguntó directamente, y esta asiente todavía un poco perdida diría yo.

Al parecer Gabriela estaba en shock. Me empezaba a preocupar por ella, pero pronto volvió a ser la misma de siempre y se puso a enseñarle a Ana a dibujar. Una hora más tarde Lara viene a preguntarnos si queríamos merendar por lo que bajamos a merendar. Cuando terminamos volvimos a subir y al rato Ana se quedó dormida en la cama de Gabriela, ella la tapó y se sentó en la silla girada hacia nosotros.

"¿Estás bien?" pregunté y esta asintió "Si, ¿por?" cuestionó a pesar de que sabía de sobra porque lo preguntábamos "Parecía que estabas a punto de colapsar cuando Ana dijo eso de cuando os ibais a casar tú y Alex."

"No me esperaba la pregunta para nada. Tienes una hermana demasiado inteligente." admitió "Lo sé, es la más inteligente de los tres, pero sé que te dejó pensando. ¿Qué es lo que te pasó por la cabeza?" preguntó Carlos "¿Qué pasa si Alex se quiere casar?" preguntó y Carlos frunció el ceño sin saber a dónde quería llegar, pero yo me hacía la idea de a donde, ya que no era la primera vez que Gabriela decía que no tenía intención de hacerlo "¿Qué iba a pasar?"

"Sabéis lo que pienso de casarse, ¿qué pasa si él si quiere hacerlo?" preguntó, con miedo empezando a invadirla "Oye, no te estreses por eso que está muy lejos para que eso pase." intenté antes de que se pusiese más nerviosa "¿Pero y si pasa? Yo no quiero casarme, lo veo un gasto innecesario Marcos. ¿Qué pasa si por eso me deja?" preguntó, poniéndose más nerviosa con el paso del tiempo.

"A ver Gabriela, conociendo como conozco a Alex, puedes tener por seguro que le gustaría casarse contigo." dijo Carlos y rodé los ojos, porque eso precisamente no iba a ayudar a que se relajase "Carlos no ayudas." espeté "Es que no acabé de decir lo que iba a decir Marcos."

"Entonces dilo." dije "A eso iba. ¿Me vas a dejar de interrumpir?" preguntó y lo señalé para que continuase "Pues haber, estoy seguro de que le gusta la idea de casarse contigo, pero estoy seguro de que, si tú te niegas en caso de que te lo pida, seguirá estando contigo. La única persona que puede separarlo de ti serás tú Gabriela. Alex te ama demasiado y si te lo propones puedes hacer con él lo que quieras.""

"Yo no quiero eso. Además, me sentiría fatal por negarme." aseguró "No te debes sentir mal por eso. Si se lo explicas, estoy seguro de que lo entenderá y ya no te hará pasar por lo que sea que está pasando este momento por tu cabecita loca." dijo mi hermano con una pequeña sonrisa en su rostro "¿Tú crees?" susurró y ambos asentimos, a pesar de que yo lo estaba haciendo para que se calmase "Si, te lo puedo asegurar. Pero debes hablar con él de eso."

"No lo pienso hacer. Llevamos juntos dos meses Carlos." protestó "Siendo exactos se puede decir que lleváis juntos... ¿cómo diez meses?" preguntó y tanto Gabriela como yo fruncimos el ceño "¿Qué dices?" preguntamos ambos a la vez "Lo que oyes, ¿cuánto tiempo estuvisteis juntos antes de dejarlo?"

"Ocho meses, ¿qué tiene que ver eso ahora?" cuestionó Gabriela sin entender "Pues que hasta donde yo sé ocho y dos son diez." dijo irónicamente "Pero de eso hace tiempo, llevamos dos meses." insistió Gabriela "Haber, estos ocho años se puede decir que fue un descanso de la pareja. Puede ser que los dos lo pasaseis mal y todo eso, pero ahora os amáis más que antes, no dejaríais que le pasara nada al otro, lleváis diez meses juntos."

"Creo que te estás enrollando Carlos." dije, rodando los ojos "Haber Marcos, piénsalo bien. Nunca se dejaron de amar, ahora se aman más. Los dos sufrieron estos años que estuvieron separados. Ahora no se separan para nada, es como si lo que pasó entre ellos nunca hubiese pasado. Las cosas entre ellos están mejor ahora que antes, por eso de que lleven juntos diez meses."

"Bueno, puede ser que tenga algo de sentido lo que estás diciendo, no lo había visto así." En ese momento el teléfono de Carlos empezó a sonar, lo mira y no tarda nada en contestar. Gabriela y yo nos callamos para que pudiese escuchar mejor.

"Hola Alex... Ella está bien ¿por?... Espera, espera, cálmate y explícate despacio por favor..." No sé qué es lo que le estaba contando, pero al parecer Alex estaba alterado y podía notar como Gabriela se tensaba cada vez más. Carlos le pasa el móvil a Gabriela, pero ella no lo coge, se queda mirando para Carlos.

"Cógelo Gabriela, está a punto de hacer una estupidez." dijo Carlos, seriamente "No puedo contestarle." contestó Gabriela, preocupación invadiéndola "¿Por qué no?" pregunté, frunciendo el ceño "Porque no lo escucharía, dime que es lo que pasa."

"Espera, ¿cómo que no escucharías?" pregunté frunciendo el ceño más todavía "Estoy lo suficientemente sorda en este momento como para no escuchar gran parte de lo que se habla." admitió "Pero a nosotros nos escuchas." dijo Carlos confundido "No todo, gran parte de las cosas no lo hago, os leo los labios. Dime que es lo que pasa."

"Alex está por llegar." respondió este seriamente "¿Llegar a dónde?" preguntó a pesar de que estoy completamente seguro de que se hacía una leve idea de a que se refería Carlos "Aquí, piensa que estás enfadada con él y que por eso no le contestas a sus llamadas." En ese momento Gabriela mira saca el móvil del bolsillo y al ver no sé qué en la pantalla se impresiona y altera más de lo que se estaba poniendo.

"Dile que no lo haga, que no venga por favor." pidió "Alex no.... Alex... Joder, mira que es terco el chico." protestó mi hermano "¿Qué pasa?" pregunté "Me colgó, parece ser que lo tendrás en casa en un par de minutos."

"Esto no me puede estar pasando a mí." protestó "Oye relájate, en algún momento se iban a enterar de que estabas con él." dijo Carlos "No pienso dejar que se enteren así." respondió, levantándose "Pero no puedes salir." Empezó a andar de un lado a otro en la habitación hasta que se para en frente de Carlos.

"Déjame tu cazadora Carlos." ordenó y ambos fruncimos el ceño de nuevo "¿Para qué la quieres?" preguntó "Déjamela, tengo que evitar que haga una estupidez." pidió "¿Qué piensas hacer?" inquirí "Salir antes de que venga a casa, ¿qué es lo que piensas que voy a hacer?"

"Pero no puedes salir de la casa, te lo dijo el médico." apunté y ella negó "Me da igual lo que dijo el médico, no puedo permitir que se acerque Marcos." rebatió "Pero Gabriela, Marcos tiene razón." apoyó Carlos "No me vais a convencer esta vez. ¿Me vas a dejar la cazadora o tengo que ir a por una de mi hermano?"

"No, te la dejo." dijo, pasándole la cazadora a Gabriela "Pero no se la dejes hombre." protesté "No lo vamos a poder evitar, lo hará y lo sabes." y a pesar de que sabía que tenía razón, no hacía falta que se lo pusiese más fácil todavía "Deja que al menos te acompañe uno de nosotros."

"No Marcos, tú te quedarás para que mi madre no sospeche que salí." respondió, señalándome "¿Y cómo piensas hacerlo? Tienes que pasar por delante del comedor o del salón para salir a la calle." apunté y ella rodó los ojos "Sé lo que me hago, ¿por qué piensas que me llevaré la cazadora de Carlos?"

"No sé qué plan tendrás en tu cabeza armado Gabriela, pero pienso que no deberías hacerlo." insistí "Lo pienso hacer y punto. Carlos ¿te podrías quedar aquí para que no descubran lo que pasa y para que en caso de que se despierte Ana no baje?"

"Claro, pero ve con cuidado y cúbrete los oídos, no es bueno que cojas frío." pidió y esta asintió "Lo sé, y lo haré no os preocupéis. Estaré bien." aseguró. Con eso se puso la cazadora de Carlos, la capucha y salió de la habitación. Yo la seguí y en cuanto ella estaba saliendo por la puerta yo llegué al salón que es donde estaban sus hermanos.

"¿Dónde está vuestra madre?" pregunté "Está en el baño, ¿la necesitas para algo?" cuestionó María y negué "No, solo preguntaba." aseguré "¿A dónde se fue tu hermano?" preguntó esta, y la verdad es que no tengo ni la menor idea de si sospechaba algo o no "Tiene que salir a tomar el aire, es lo que le dijo el médico."

"¿Y Gabriela?" preguntó "Está durmiendo con Ana en la habitación." inventé "Al menos puede dormir al parecer. Eso es bueno." Si ellos supieran que ella era la que había salido en vez de mi hermano seguro que no dudarían en ir detrás de ella, pero al parecer el plan de Gabriela estaba funcionando, me tendría que quedar aquí hasta que ella llegase, solo esperaba que no tardase demasiado por si acaso comenzaban a sospechar, no quería que se metiera en líos.