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Chapter 22 - Capítulo 21

GABRIELA

En cuanto salí de la habitación las lágrimas empezaron a rodar por mi rostro. Entendía el enfado de su madre hasta cierto punto, porque puede ser que yo también hiciese sufrir a Alex en algún momento, sobre todo cuando volvió a la universidad, pero él no se había quedado atrás cuando me hizo daño. No entiendo que es lo que le pasa a su madre que era la que se había ensañado conmigo, pero tampoco me iba a quedar para preguntárselo. Ella prefería que Alex estuviese con Paula y eso me hacía daño, no me gustaba que me comparasen con ella para nada porque no me parezco en nada a ella.

Salí del hospital y me dirigí a mi coche para marcharme, no podía estar aquí ni un minuto más por mucho que me doliese dejar a Alex. Su madre me odiaba y yo no había hecho nada ahora mismo ni antes.

En cuanto llegué al coche me metí y arranqué, estaba por salir del aparcamiento cuando veo que Carolina se para en la acera, claro está que no iba a parar. No quería hablar con nadie, solo quería estar sola e irme.

Cuando llegué a mi casa, metí el coche en el garaje y estuve dentro del coche un par de minutos para calmarme porque en casa estarían mis padres, mis hermanos y mis abuelos, y no los quería preocupar por lo que me pasaba, estoy segura de que se preocuparían igual, pero no le iba a decir nada. No solo era lo de la madre de Alex lo que me tenía mal, también estaba el tema de Carlos. Todo se juntaba en mi cabeza y acabé saliendo del coche y para mí mala suerte no tardé demasiado en entrar a casa donde se encontraban todos.

"Hola Gabriela, ¿ya resolviste lo que tenías que resolver con Marcos?" preguntó mi madre "Si, no os preocupéis, ahora si me dejáis me voy a duchar." dije simplemente, porque a pesar de que había sido una de las mejores noches en la que mejor había dormido, estaba más que cansada y quería estar sola "Oye ¿segura que estás bien?"

"Si, lo estoy." aseguré y con eso salí hacia mi habitación y alcancé a escuchar a mí abuela que vendría a ver que me pasaba, por lo que mi plan de no preocupar a nadie no había funcionado nada bien. Llegué a mi habitación, cerré la puerta y me tiré en la cama intentando relajarme un poco antes de que entrase mi abuela y me preguntase qué es lo que me pasaba.

A los pocos segundos escuché como alguien petaba en la puerta. No iba a contestar, quería estar sola, pero sé que mi abuela no se iba a quedar ahí de pie esperando a que la dejase entrar porque iba a entrar igual. En cuanto entra yo ya estaba tranquila y cogiendo la ropa para ducharme, ella se sentó en la cama y esperó a que hablara, o más bien me estaba observando para descubrir qué era lo que me pasaba, cosa que no iba a descubrir porque no era necesario que se preocupase por mí.

"Se te ve más tranquila que hace un par de minutos." expuso la abuela y negué "Estaba tranquila abuela, solo que estoy cansada." afirmé "También entendería que no lo estuvieses después de lo que le ha pasado a Alex." dijo asintiendo "¿De qué hablas?" pregunté confundida "De lo que le pasó a Alex, lo sé Gabriela, me llamó Carolina para decirme que te ibas a quedar allí."

"¿La conoces?" cuestioné "Claro, éramos amigas antes de que vosotros dos estuvieseis juntos." En ese momento todo encajó en mi cabeza. Ya entendía el porqué de que mi abuela estuviese enterada de todo lo que pasaba entre yo y Alex, incluso como es que sabía que estaba en la universidad antes de sospecharlo, ella se lo había contado y supongo que sabía que estaría allí antes de que hubiésemos empezado la universidad.

"¿Sabías que Alex iba a ir a la misma universidad en la que estoy y no me dijiste nada abuela?" pregunté un poco molesta "No, no lo sabía, me enteré el mismo día que tú lo hiciste." aseguró "¿Por qué nunca me dijiste que hablabas con ella? ¿Qué sabías como estaba Alex?" inquirí y ella negó "Entiéndeme que por aquel entonces no querías saber nada de él ni que te hablasen de él como para que yo te contase que sabía cómo le iba."

"Tienes razón, no quería saber de él." afirmé "Ahora cuéntame ¿qué es lo que le ha pasado para que lo tuviesen que operar de la nariz?" preguntó y suspiré, porque era lo último de lo que me apetecía hablar "Carlos lo golpeó fuerte y se la rompió, pero no quiero hablar del tema abuela, de verdad."

"¿Que Carlos hizo qué?" preguntó sorprendida "Sí abuela, lo hizo y no tengo ni idea del por qué lo hiciese." respondí "Él no es así como para que haga algo así." musitó y asentí, porque de no haber estado allí, no lo hubiese creído tampoco "Lo sé y eso es lo que me preocupa."

"Pues déjame decirte que Marcos estuvo llamando toda la mañana preguntando por ti." dijo y me acabé por sentar en la cama mirando en su dirección "¿Dijo que es lo que quería?" pregunté "No, solo dijo que lo llamaras en cuanto pudieses, que tenía que hablar contigo."

"Lo llamaré ahora mismo." dije, empezando a buscar el móvil "Está bien, yo me voy a junto el resto a despreocuparlos." respondió "Gracias abuela." le agradecí. La abuela salió de la habitación, dejé la ropa encima de la cama y llamé a Marcos, porque si había llamado tantas veces debía de ser porque era algo importante, al parecer estaba esperando a que lo llamase.

"Hola Gabriela, ya pensé que no me querías hablar, te llamé mil veces al móvil." dijo y negué, porque no sé por qué pensaba que no iba a hablar con él "No es que no te quiera hablar, pero es que no me había dado cuenta, lo tenía en silencio." admití "Bueno, entendería que no me quisieses hablar después de todo lo que ha pasado la verdad."

"No me iba a enfadar contigo, pero dime ¿sabes algo de tu hermano?" pregunté "No, no lo hemos encontrado, por eso te llamaba." dijo y asentí "Tu dime e intentaré ayudarte." aseguré "Me dijiste que ibas a buscar a mi hermano cuando te dije que iba a ir a casa de Alex." intentó corroborar lo que le había dicho "Si, descubrí dónde estaba."

"¿Me podrías decir dónde es para ir a buscarlo?" pidió "Claro, ¿tienes dónde apuntar?" pregunté y le conté en dónde me dijo Amanda que estaba Carlos quedándose, esperaba que estuviese allí, porque si no, no se me ocurriría en dónde podía estar la verdad. "Gracias Gabriela, ¿cómo dejaste a Alex ayer? Dime que está mejor."

"Mejor por lo que dijo sí que estaba, pero lo tuvieron que operar Marcos." suspiré "¿Qué? ¿Por qué?" preguntó con preocupación evidente en su voz "Porque Carlos le rompió la nariz, por eso, pero está mejor, no te preocupes." le aseguré. Lo último que necesitaba era que tuviese una preocupación más "¿Y no estás con él?"

"No, estoy en casa, no soy bien recibida allí." respondí "¿De qué hablas?" preguntó confundido "Que cuando llegó su madre esta mañana se puso hecha una fiera, que no debía estar allí porque le había hecho demasiado daño a su hijo y que se lo volvería a hacer, no sé, preferí dejarlo así."

"¿Y Alex dejó que dijera eso así tan tranquilo?" preguntó en tono molesto a lo que empecé a negar "No, no dejó, pero preferí irme antes de que pelearan por mi culpa." admití "Eso no lo puedes evitar, estoy seguro de que Alex le va a decir a su madre que te deje en paz."

"Espero que no, no quiero que discutan por mi culpa." respondí sinceramente "No sería tu culpa, sería de su madre por meterse donde no le llaman." protestó Marcos "Si que puede meterse, pero vete a por tu hermano, si quieres te acompaño." dije "No, no hace falta, tienes que estar pendiente de Alex."

"Están su madre y su abuela con él, no le va a pasar nada" y al menos eso era algo cierto "Puede ser, pero tienes a tus abuelos en casa para comer. No es necesario que vengas, de verdad." insistió "Vale te haré caso, pero me avisas cualquier cosa." pedí "Lo haré, no te preocupes."

"Oye, ¿qué vais a hacer con Ana?" pregunté, recordando a Ana "No lo sé, tendremos que traérnosla con nosotros." dijo "¿Sabe algo de lo que ha pasado con Carlos?" inquirí, porque si no lo hacía, no era algo que necesitase saber "No, no sabemos cómo decírselo." admitió "Pues no se lo digáis, la puedo cuidar yo."

"Nos harías un gran favor." dijo aliviado "Salgo ahora a por ella, no tardaré nada." aseguré "Vale, gracias Gabriela." agradeció y negué, porque no necesitaba agradecerme algo que hago por gusto "De nada, hasta ahora Marcos."

Colgamos y me quedé pensando un momento en lo que me dijo Marcos de su hermano, pero pronto dejé de hacerlo para ir a por Ana, no quería que se preocupase por lo que estaba haciendo su hermano ahora mismo, no era necesario que se preocupase por nada.

Salí de la habitación rápidamente, cogí las llaves del coche y mi madre sale al pasillo para ver qué es lo que estaba haciendo. "¿Te vas a ir? No deberías irte Gabriela, es navidad." protestó "No te preocupes que volveré." aseguré "¿Pasa algo?" preguntó al fijarse en mí "Te lo contaré luego, ahora me tengo que ir mamá."

"Por lo menos dime si llegarás para comer." pidió y asentí "Si, vengo ahora mismo." dije "Pues hasta ahora." Salí por la puerta sin despedirme, entré en el coche y en cuanto se encendió aceleré para llegar cuanto antes a la casa de Marcos. En cuanto llegué pude ver a todos los de su familia preocupados y la cara que tenía Ana era una de no entender nada de lo que estaba pasando, la cogí en brazos y Marcos me dio la sillita para el coche.

Ellos se fueron en cuanto vieron que Ana estaba dentro de mi coche y yo no tardé nada en entrar al mío y arrancar hacia mi casa. Ana iba muy callada ella pensando en algo, seguro era por lo que pasaba en su casa e intentaba entenderlo.

Cuando llegué a casa, desabroché el cinturón e hice lo mismo con el de Ana, me bajé del coche a lo que Ana no tarda en hacer lo mismo, pero se quedó esperando al lado de la puerta. Se veía muy pensativa y quería que estuviese alegre, espero al menos que el regalo que le tenía la pusiese un poco más contenta y sirviese para que dejase de pensar en lo que pasaba en su casa.

"Vamos princesa, seguro que tienes hambre." dije con una sonrisa plantada en mi rostro "¿Le pasó algo a Carlos?" preguntó y pasé a mirarla "No, ¿por qué lo dices?" inquirí, intentando ver que es lo que sabía "Es que todos están preocupados por él y no volvió a casa desde que estuviste allí."

"Pues estoy segura de que está bien, ahora iban a buscarlo. Ya verás que cuando vuelvas a tu casa lo verás allí de pie listo para darte tu regalo." dije, lo que probablemente no sería cierto "¿Tú crees?" preguntó esperanzada y asentí "Estoy segura de eso, ahora vamos a dentro para que te de mi regalo."

Con eso se emocionó y dejó de estar preocupada. Cuando entramos a la casa todos se quedaron mirando para nosotras, pero los ignoré. La llevé a mi habitación para darle su regalo, la senté en la cama y fui a por su regalo. La verdad que no era gran cosa el regalo, solo era una pulsera que le había hecho con un unicornio, como a ella le gustaba.

"Bueno, ¿estás lista para recibir tu regalo?" cuestioné y Ana empezó a saltar sobre la cama "Si, sí, sí." Cuando se lo di, se quedó mirándolo por un par de segundos con mucho interés y luego me dio un abrazo al cual le respondí.

"Gracias Gabriela, es muy bonita." dijo mirándola con detenimiento "De nada, tenía que quedar bonita para una niña hermosa." respondí y no tardó nada en mirar para mí "¿La hiciste tú?" preguntó y asentí "Ahora me gusta más, ¿me la pones?" preguntó "Claro que si princesa." Se la puse y quedó viéndola un par de segundos otra vez hasta que llegó mi madre y mi abuela a la habitación.

"Hola chicas, ¿qué tal estás Ana?" preguntó mi madre "Bien, mira el regalo que me hizo Gabriela." dijo, mostrándoles la pulsera que acababa de ponerle "Es una pulsera hermosa, se le da bien escoger regalos." dijo mi madre riéndose "No tía Lara, me la hizo ella."

"No lo sabía, pero ¿qué te parece si acompañas a Ángela para que te de algo de beber?" preguntó y Ana se gira en mi dirección "Gabriela, ¿vendrás?" cuestionó "Si, voy dentro de un rato. Primero me voy a duchar." la niña asintió y cogió de la mano a mi abuela y se fue con ella dejándome sola con mi madre. Cogí la ropa para dirigirme al baño, pero antes me paré para que mi madre pudiese hacer la pregunta que estaba guardando para sí. Estoy segura de que era referido a Marcos y lo que pasaba en su casa, por lo que arrimé la puerta para evitar que Ana lo escuchase.

"Puedes hacer la pregunta mamá." suspiré notando cada vez más cansancio "¿Qué pasa en casa de Marcos para que fueses a por su hermana?" preguntó "Están buscando a Carlos que no tienen ni idea de dónde está." respondí "¿Eso es lo que estabas haciendo ayer?"

"Si, tenía que ayudarlos a buscarlo." contesté, a pesar de que no era cierto "Y aún no lo habéis encontrado." confirmó y asentí "No, por eso se van ahora y como no me dejaron pues decidí que los ayudaría con Ana, ella no sabe nada por lo que no digas nada de esto ¿vale?" pedí "No lo haré, no te preocupes."

"¿Vamos a tardar en comer?" pregunté para hacerme una idea de cuánto tiempo podía pasar en la ducha "No, pero te dará tiempo a ducharte." aseguró "Perfecto, voy ahora mismo." dije, cogiendo mis cosas "Hasta ahora Gabriela." se despidió "Hasta ahora mamá. ¿Puedes ver que Ana no se ponga triste ni nada?"

"Si, lo haré." afirmó "Gracias." le agradecí y ambas salimos de la habitación y yo me fui para el baño. Antes de meterme en la ducha llamé a Carlos, pero no contestó, que su teléfono estaba apagado o fuera de cobertura. Tardé menos de lo normal en ducharme y en cuanto me sequé y vestí, bajé para encontrarme con mi familia y Ana la cual me abraza.

"Estás hermosa Gabriela." dijo la pequeña a lo que me reí "Gracias pequeña, tú también lo estás." devolví y lo que hizo que su sonrisa iluminase todo su rostro "No tanto como tú." rebatió y negué "Claro que sí, lo estás más, pero ahora vamos a sentarnos antes de que tía Lara se moleste porque no estés sentada en la mesa."

Rápidamente se fue a sentar en la mesa y me hizo un sitio a su lado. Durante la comida todo transcurrió con tranquilidad y alegría, parece que Ana lo estaba pasando bien. Cuando acabamos de comer nos fuimos para el salón y en cuanto me senté en el sofá, Ana se siente en mi regazo haciendo que a los pocos minutos se quede dormida.

Pasó como una hora cuando despertó y yo estaba esperando a tener alguna información sobre Marcos o Carlos cosa que hace a los pocos minutos de que su hermana se despertase. La siento a mi lado y yo me levanto para contestarle, saliendo del salón.

"Dime que lo encontrasteis." pedí y cuando escucho el suspiro, me doy cuenta de que no lo han hecho "No, no lo hemos encontrado, no estaba. Amanda dijo que se fue." respondió cansado "¿Como que se fue? ¿Y dónde está?" pregunté "Eso es lo que intentamos saber, pero no tenemos ni idea de dónde puede estar, pero no te llamaba para eso. ¿Qué tal está mi hermana?"

Ya cuando me dijo que iban a ir a buscarlo a casa de Amanda algo me decía que no iba a estar, pero tenía la esperanza de que estuviese allí. Me puse a pensar en qué otros sitios podría estar hasta que se me ocurrió uno, en el que él me había dicho que lo usaba para pensar y que no había llevado a nadie más que a mí.

"Gabriela, ¿está bien mi hermana?" preguntó preocupado y asentí "Si, ella está bien no te preocupes por ella. Pero se me acaba de ocurrir en dónde puede estar." dije con una sonrisa empezando a formarse en mi rostro "¿Dónde?" preguntó confundido "No sabes dónde es."

"Pero tengo que ir a por él Gabriela." insistió "No te preocupes, vete a tu casa, voy yo a por él." le dije y podía jurar que estaba negando "Gabriela, no vas a ir tú sola." protestó "Lo voy a hacer, no te preocupes que no me va a hacer nada." aseguré, porque eso es algo que tenía más que claro "Ayer te abofeteó."

"Eso no tiene nada que ver. Confía en mí, esta vez no me va a hacer nada." afirmé "Gabriela..." empezó, pero negué "Gabriela nada, ahora mismo me voy a ir a por él." Con eso colgué antes de que me dijese que no iba a dejar que fuese a por él, pero era la única que sabía dónde estaba, no había otra opción. Entro en el salón y me acerco a mi abuela para darle el móvil.

"¿Para qué quiero tu teléfono?" preguntó la abuela confundida "Me lo cuidas y no dejas que nadie se acerque a él ni mucho menos que contesten a quién llama, ¿de acuerdo?" pedí y ella asintió "Gabriela a ¿dónde vas?" inquirió Ana y me puse a su altura con una sonrisa en mi rostro "Voy a por tu hermano princesa, me acaba de llamar para que fuera a buscarlo."

"¿En serio?" preguntó "Si, pero ahora me tengo que ir." dije a lo que asintió. Le di un beso en la sien y salí por la puerta con las llaves del coche en una mano y con la cazadora en otra. Subí al coche y me dirigí hacia el lugar en el que estoy segura de que estaría Carlos.

No tardó demasiado en llegar y en cuanto lo hago, pongo la cazadora y salgo del coche. Lo primero en lo que me fijo es que su coche estaba allí, eso era una buena señal. Me adentro en el bosque y cuando lo encuentro escuchó cómo está llorando.

"Carlos..." Al escuchar su nombre se gira, pudiendo confirmar que estaba llorando por lo que me acerco más a él hasta que quedo a su lado. "¿Como me has encontrado?" cuestionó "Me trajiste una vez ¿recuerdas?" pregunté "No, pero perdóname por haberte abofeteado, no debía haberlo hecho."

"No importa, yo estoy bien." aseguré, pero él negó "Es que no sé qué me pasa Gabriela, me duele un montón la cabeza." admitió "Cálmate primero de todo y me cuentas qué es lo que te pasa." pedí tranquilamente "¿Recuerdas cuando te empecé a evitar?"

"Claro ¿qué pasa?" pregunté "Pues que fui al médico porque me dolía la cabeza y me hicieron pruebas en las que me descubrieron que tenía un tumor, no es cáncer, pero me dijeron que no me lo iban a operar de momento, me dieron unas pastillas para ver si se reducía."

"¿Y qué pasó?" inquirí, no gustándome a donde estaba yendo esto "No sé, no volví al médico." admitió "¿Como qué no? Tenías que haber ido." le reñí a pesar de que sé que no era algo que debería estar haciendo en este momento "Lo sé, pero es que me da miedo ir y me encontraba mejor hasta hace un par de semanas que me volvió el dolor de cabeza."

"¿Lo sabe tu familia?" pregunté, tranquilizándome "Eres la primera que lo sabe." respondió "Pues vamos a hacer una cosa. Nos vamos a ir a mi casa que es dónde seguro estarán, le darás tu regalo a Ana mientras yo le digo a tu familia lo que te pasa e irás de cabeza al hospital para que te hagan pruebas."

"No tengo un regalo para ella." susurró y menos mal que lo había imaginado, porque si no Ana no estaría contenta "No te preocupes que lo tengo yo por ti, ella creerá que es tuyo." afirmé "Pero Gabriela, no quiero ir al hospital, tengo miedo."

"Vas a ir, cueste lo que me cueste. Si es necesario te llevaré yo misma, pero de qué vas a ir vas." aseguré, porque no dudaría en hacerlo "¿Me acompañarás?" preguntó y negué "Tengo que cuidar de tu hermana, pero en cuanto pueda no dudes en que vaya a ver, estaré pendiente de ti."

"Gracias." agradeció, y le regalé una pequeña sonrisa "Ahora vámonos, cuanto antes te hagan las pruebas mejor." Nos levantamos y nos fuimos hacia mi coche. Le dije que era mejor que no condujese y para mi suerte me hizo caso.

Cuando llegué a mi casa pude ver los coches de su familia, le di el regalo que le daría a su hermana y nos fuimos para dentro de la casa. Allí todos lo abrazaron y en cuanto lo dejaron, se fue hacia Ana mientras yo le dije lo que me había dicho.

No tardaron mucho más en casa, esperaron a que le diera el regalo a Ana y hablase con ella un poco para que no se preocupase y se lo llevaron para el hospital. En cuanto se fueron yo me fui junto a Ana y nos pasamos la tarde jugando, más que nada para que ella no se preocupase por su hermano mientras que yo sí que lo hacía, era como mi hermano mayor y no quería que le pasase nada malo.