—Bien hecho, Link...
El Gran Árbol Deku hablaba un poco mejor. Link lo observó mientras Navi bajaba junto a él.
—Has demostrado ser muy valiente... Sabía que eras capaz de cumplir la misión que te encomendé... Pero tengo más que contarte, si quieres escuchar... —Link asintió —Ahora, presta atención... Un hombre malvado del desierto es el responsable de esta maldición... —entonces el Gran Árbol Deku se tornó de un color extraño, nada propio de su ser, como pensando mientras seguía hablando —. Este malvado usa sin cesar sus poderes malévolos para buscar el Reino Sagrado conectado con Hyrule... Porque en el Reino Sagrado está la reliquia divina, la Trifuerza, que contiene la esencia de los dioses...
Entonces Link miró de repente un extraño cielo con una lluvia extraña también, nada normal, mientras el Gran Árbol Deku seguía hablando, pero ya no con su voz, sino con una voz más profunda y llegadora, como si fuera divina, pero en menor rango.
—"Antes de que existieran el tiempo, los espíritus y la vida misma... tres diosas doradas descendieron a Hyrule, donde reinaba el caos... —Link vio tres luces en el cielo, una verde, una roja y otra azul —. Din, la diosa del poder —y se vio más detalladamente la luz roja, era como un ángel de fuego —. Nayru, la diosa de la sabiduría —y Link vio la luz azul, era como un ángel con agua —. Farore, la diosa del valor — y vio la luz verde, como un ángel con hojas de bosque, las tres tenían las manos juntas. Din lanzó un destello al aire y éste explotó y se expandió como una bomba de luz. Entonces el cielo cambió y varias piedras y rayos cruzaron el campo visual de Link —. Din... con sus poderosos brazos de fuego, cultivó el suelo y creó la tierra roja —Un suelo de roca apareció ante Link, como un desierto —. Nayru... derramó su sabiduría en la tierra y brindó al mundo el espíritu del orden —el ángel azul lanzó varias ondas azules sobre lo que parecía ser una montaña de roca y entonces el sol brilló en el cielo azul mientras las nubes avanzaban lentamente —. Farore... Su alma infinita creó todos los seres que defienden la justicia —el ángel verde salió de repente de un seto expandiendo ondas verdes en la mismísima pradera del Gran Árbol Deku, detrás de donde estaba Link, aunque éste sentía que ese suceso había pasado ya hace mucho tiempo. De nuevo apareció el extraño cielo del principio con la lluvia —. Una vez concluida su labor, las tres diosas ascendieron a los cielos... Y dejaron triángulos sagrados de oro en el punto desde donde abandonaron el mundo —Link vio cuando las diosas desaparecieron y en su lugar, los tres triángulos que decía el Gran Árbol Deku aparecían y brillaban intensamente mientras el cielo cambiaba de color —. El lugar donde descansan los triángulos se convirtió en el Reino Sagrado."
Link, sentando en el suelo, volvió a mirar al Gran Árbol Deku, el cual se veía extraño, como pálido, mientras decía:
—No debes permitir que ese hombre del desierto de oscura armadura ponga su mano sobre la sagrada Trifuerza... Debes evitar que ese hombre de corazón oscuro penetre en el Reino Sagrado... Ese hombre malvado me ha echado una maldición y está minando mi salud... Me queda poco tiempo... —Link se sorprendió —A pesar de tus esfuerzos por romper la maldición, ya estaba condenado antes de que aceptaras esta misión... Los abandonaré dentro de poco... Pero no se apenen por mí... He sido capaz de hablarte de estos graves asuntos... Es la última esperanza para Hyrule... Link —lo dijo mientras éste se paraba —, dirígete al Castillo de Hyrule... Allí deberías encontrar a la Princesa del Destino... Llévate esta piedra. Es la misma que tanto codiciaba el hombre malvado que me echó la maldición...
Entonces enfrente de Link apareció una piedra circular de color verde envuelta hasta la mitad de arriba, con una espiral en el centro y una protuberancia desde abajo con un círculo de oro. Era la Esmeralda Kokiri, el Gran Árbol Deku le había confiado a Link la piedra espiritual del bosque. El Gran Árbol Deku prosiguió:
—¡Nuestro futuro está en tus manos, Link! Eres valiente... Navi, mí querida hada... Debes ayudar a Link... —entonces el Gran Árbol Deku se empezó a poner más pálido y a hablar más ronco —Te lo ruego, Navi... Adiós.
Hojas marrones y naranjas empezaron a caer de las ramas del Gran Árbol Deku mientras éste, de su color café, pasó a ser gris. Navi, volando encima de Link, dijo:
—Debemos dirigirnos al Castillo de Hyrule, Link. Adiós... Gran Árbol Deku...
Link corrió hacia el Bosque Kokiri. Navi se quedó un rato mirando al Gran Árbol Deku que, ahí, donde siempre había estado, sin moverse y mientras las hojas seguían cayendo, estaba muerto.