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Chapter 2 - El Bosque Kokiri

—Navi... Navi, ¿dónde estás? Acércate...+

La pequeña hada se acerca a una inmensa boca, mientras ésta sigue hablando.

—Oh, hada Navi... Escucha las palabras del Árbol Deku... ¿No lo sientes? Puedo notar cómo el mal desciende sobre esta tierra... En este mismo momento, las fuerzas maléficas se están preparando para atacar nuestra tierra de Hyrule... Durante largos años, el Bosque Kokiri, la fuente de la vida, ha actuado como barrera frente a las agresiones exteriores y ha mantenido el orden del mundo... Pero incluso mi poder palidece frente a la enorme amenaza que se cierne sobre nosotros... Ha llegado el momento de que el niño sin hada inicie su viaje... El joven destinado a devolver Hyrule al camino de la justicia y la paz... ¡Adelante, Navi! Encuentra a nuestro joven héroe y tráelo ante mí... No me queda mucho tiempo. ¡Vuela, Navi, vuela! El futuro del bosque... no, del mundo, depende de ti.

Y así, la pequeña hada emprendió el vuelo por todo el Bosque Kokiri, de vez en cuando saludando a uno que otro niño, chocando contra unas vallas y finalmente entrando a una casa de un tronco hueco. Adentro no había muchas cosas: una mesa al centro, tilicheros en las paredes y una cama al fondo encima de la cual estaba un niño vestido con ropa verde (como todos los kokiri) durmiendo. Navi se acercó y le dijo:

—¡Hola, Link! ¡Despierta! ¡El Gran Árbol Deku quiere hablar contigo! ¡Link, arriba!

Por alguna razón, Link no se despertó, sólo se movió un poco. Navi se desesperó y empezó a revolotear gritando:

—¡Eh, arriba! ¿Es posible que el destino de Hyrule dependa de un niño tan haragán?

Por fin, Link despertó, bostezó un poco y se sentó en el borde de la cama mirando al hada. Ésta, ya más calmada, dijo:

—¡Bien, por fin te has despertado! ¡Soy el hada Navi! ¡El Gran Árbol Deku me ha pedido que sea tu compañera! ¡Me da gusto conocerte! ¡El Gran Árbol Deku quiere hablar contigo! ¡Vamos, no hay tiempo que perder!

Link asintió y salió de su casa. Afuera, una niña llamada Saria llegó corriendo al pie de la escalera de mano para acceder a la casa de Link y lo saludó. Éste bajó y Saria le dijo:

—¿Qué es eso? ¡Es un hada! ¡Por fin tienes un hada que te acompañe, Link! ¡Guau, qué emoción! ¡Me alegro mucho por ti! ¡Ahora eres un verdadero kokiri, Link! —Link le explicó a Saria lo que Navi le había dicho —¿Cómo dices? ¿Que el Gran Árbol Deku te ha convocado? ¡Es un gran honor! Yo te espero aquí. ¡Vamos, ve a ver al Gran Árbol Deku!

Link se dirigió al sendero que conduce al Gran Árbol Deku, pero en la entrada se encontró con Mido, el autoproclamado jefe de los kokiri, el cual no le dejó pasar, pero se sorprendió mucho al ver que el "señor sin hada" ahora tenía una, y también por el hecho de que el Gran Árbol Deku convocara a Link y no a él. Aún así, le dijo que necesitaría una espada y un escudo para pasar, pues sin ir armado nunca podría ayudar al Gran Árbol Deku.

Para Link ya era costumbre que Mido lo tratara mal, pero ahora que se trataba de algo importante no era el momento, pero para callarle la boca, Link decidió buscar un escudo y una espada, pero ¿dónde las encontraría? De antemano, él sabía que en la tienda del bosque vendían escudos deku, pero no sabía a cuántas rupias (la moneda oficial de Hyrule); y además ¿dónde encontraría una espada? Era todo un dilema.

Pero no se dio por vencido tan rápido; buscó por acá, por allá y acullá, debajo de rocas, detrás de las casas, en el huerto del bosque, pero nada, no había ninguna espada. Pero precisamente en el huerto Link vio un túnel que no había visto antes. Se metió por él y llegó a una especie de jardín laberíntico con una roca rodando entre los pasillos. Con mucho cuidado, Link esquivó las rocas y llegó a un lugar donde había un tocón y encima de él y cofre. Al abrirlo encontró una espada con la inscripción "Espada Kokiri" en la empuñadura.

Parece que era su día de suerte, porque además de encontrar esa espada, encontró muchas rupias en el jardín y más las que tenía probablemente podía comprar el escudo. Así que se dirigió a la tienda y vio que los escudos costaban 40 rupias y, para su sorpresa, ésa era la cantidad que tenía, de modo que lo compró y regresó con Mido, el cual lo detuvo y dijo:

—Oye, ¡¿qué es eso?! Tienes un escudo deku... ¡¿Y qué es ESO?! ¡¿Es la Espada Kokiri?! ¿Cómo es posible? No me importa, aunque vayas armado sigues siendo un debilucho. Yo, el gran Mido, nunca te aceptaré como uno de nosotros. ¿Cómo has llegado a ser el favorito de Saria y el Gran Árbol Deku —y refunfuñando se apartó para dejar pasar a Link.

El sendero no era muy largo, pero sí tenía sus inconvenientes, como unas plantas carnívoras que Link tuvo que matar con la espada. Lo bueno fue que le dieron los palos que las sostenían como recompensa. Esos palos, llamados Palos Deku, aunque parecieran insignificantes, podrían resultar muy útiles.

Por fin, Link llegó a una amplia pradera cerrada con un majestuoso y frondoso árbol justo al centro.