「Tomory」
Pasé por el portal, y de inmediato me encontré en el castillo de Tedehm.
Bueno, cerca de el.
Estaba justo detrás de uno de los guardias de Firedwater.
El no me había notado, no había escuchado el portal, así que de inmediato golpeé su cabeza con fuerza, dejándolo inconsciente.
Lo sostuve para que no se golpeara contra el suelo, y lo deje allí.
Poco a poco empecé a acercarme al castillo.
Vi como a lo lejos se produjo una explosión.
Desplazarse era difícil, el virus era muy espeso.
Por más que ahora fuera inmune, era más pesado de respirar de lo que el aire sería.
Encima no puedo ver mucho.
Aún así, estaba preparada con mi arco, para disparar a cualquiera que se cruzara frente a mí.
De la nada sentí un golpe en mi abdomen, el cual me hizo caer con una considerable fuerza.
No tuve tiempo de reaccionar, solo puse mi arco sobre mí, el cual chocó con una espada.
Era un soldado de Firedwater.
Lo empujé con mis piernas.
Y me levanté rápidamente, al tiempo que sacaba una flecha de mi aljaba.
Llevaba armadura, por lo que no me preocupaba lo que iba a hacer.
Llené de mi aura de fuego la flecha.
Y la disparé, antes de que el humo hiciera reacción.
La flecha dio contra el soldado, quien apenas se estaba levantando.
Y todo estalló.
Hay un montón de pólvora en la composición del virus.
Es parte de lo que ataca, ya que el inhalarlo deja los bronquios muy vulnerables al afectar la mucosa de estos.
O eso fue lo que dijo Kentaro.
La onda expansiva me alejó bastante, así que rápidamente enterré mi arco en el suelo, sosteniéndome de el, para no resultar lastimada.
Una vez la explosión se detuvo, empecé a correr de nuevo al castillo.
Esa explosión definitivamente detuvo al soldado que me atacaba.
Espero que no lo haya matado.
Una vez lleguemos al castillo, cada uno de nosotros debe utilizar un artefacto fabricado por Kentaro para disipar el virus, además de incrustar una extraña daga en una pared del castillo.
Estas formaran una luz, que dará una señal al líder, luego de eso cada uno de nosotros debe escapar.
Son 4 zonas, una vez cada uno de nosotros terminé su tarea, el líder podrá luchar contra Ren Minoru sin reservas.
Por ahora el solo esta aguantando.
Luego de correr unos minutos, llegué al castillo, me paré en una pared, y utilicé el artefacto de Kentaro, el cual se asemejaba a una bomba esférica.
Tenía un botón, el cual oprimí, seguido de eso, lo arrojé al aire.
Este se quedó suspendido en la nada, y empezó a succionar todo el humo de virus a su alrededor.
Mientras que yo me preparaba con mi arco, preparada para disparar a cualquier enemigo que viera por ahí luego de que el virus desapareciera.
Una vez pude ver todo claramente, disparé rápidamente a dos enemigos que se encontraban en la zona.
Les di en sus piernas, haciendo que fuera imposible para ellos moverse.
Clavé la daga luminosa en el edificio, y salí corriendo.
De camino lancé dos flechas más a los soldados heridos, estas dirigidas a sus cuellos, las cuales los golpearon, dejándolos inconscientes.
Entonces disparé una bengala, la cual informaba a Kentaro que ya podía irme.
El portal apareció, y también otros cuatro para los soldados que había sometido.
He hecho un trabajo satisfactorio para el líder.
Me pregunto si algún día podre saldar la deuda que tengo con él.
Salvó a Ritsuko y a Mitsutani.
Aquellas noches esperando frente a la puerta de Tedehm valieron la pena.
El líder confía en mí, y estoy haciendo lo que puedo por el.
No puedo pensar en una forma más digna de pasar mi estancia aquí en ROTL.
Pasé el portal, y me situé junto a Kentaro.
-Eso ha sido rápido -Me dijo Kentaro.
-Sí -Le respondí- Ahora solo queda esperar por los otros.
Estoy nerviosa, un error de cualquiera de ellos puede costarle la vida al líder.
Y eso que aún no logro entender lo que el líder quiere hacer.
「Shizuka Matsuyabashi」
Crucé del portal, y con mis dagas empuñadas, me preparé para inmovilizar a cualquier soldado que me encontrara.
Estoy asustada.
Esto es aterrador.
No sé si saldremos victoriosos.
Tampoco sé si Firedwater es realmente malvado.
Para ser sincera, no tengo idea de que es lo que estamos haciendo.
Pero si se una cosa.
El líder esta luchando por lo que es correcto.
Confió en el líder.
Toda mi vida me han dicho que soy una despistada.
Incluso si no lo dicen con mala intención, me afecta.
Así ha sido siempre.
Rise Of The Legend era mi salida para eso.
Aunque fue triste cuando La Hora Cero sucedió, con el tiempo lo vi como una oportunidad de cambiar.
Quiero cambiar y de alguna forma creo que si sigo al líder lo lograré.
Su pasado me hace pensar que si sigo su ejemplo, también puedo seguir adelante, como el lo hizo.
Aparte, si estoy aquí para arriesgar mi vida, no tengo reparos con que sea siguiendo a Souki Aiko.
En el camino al castillo corté el cuello de un soldado, el resto logré dejarlos inconscientes.
No soy tan hábil como para no asesinar a todos.
Ni tampoco puedo pensar en un significado tan profundo de la muerte como el líder lo hace.
Pero al menos puedo ser útil en esta situación.
Esta es la forma en la que me encontraré a mi misma.
Lancé la esfera que Kentaro me dio, y clavé la flecha.
Fue sencillo.
Pude lograrlo.
¡Que bien!
¡En verdad lo he logrado!
Estoy muy feliz.
Pude cumplir con lo que el líder me encomendó.
Me senté ante el alivio de haber terminado mi misión.
Pero ¿No se me olvida algo?
Siento que se me olvida algo.
Mmm.
¡Oh, claro!
¡La bengala!
Debo escapar.
Lancé la bengala.
Y de la nada me encontré en la colina con Kentaro Tanaka.
Allí también estaba Tomory.
Era de esperarse, ella es muy impresionante.
Ella, Nabe, Kentaro, el líder, Aoi, Kaiki.
Todos son extremadamente impresionantes.
¡Demonios, quiero ser como ellos!
Ahora debo esperar a que todos terminen, incluyendo al líder.
Que emoción.
「Aoi Koshiai」
Llegué rápidamente a la torre.
Una vez succionado el virus, pude ver que no había un solo soldado.
Fue una verdadera suerte.
Todo ha sido una suerte desde La Hora Cero.
Yo soy una antigua integrante de Bloody Farm.
El líder no lo sabe, después de todo Zaygo Murumo es alguien a quien le guarda gran rencor.
En realidad fui secuestrada, Zaygo Murumo pretendía convertirme en una nodriza en ese plan retorcido de los niños puros.
Gracias a mi habilidad para luchar me salvé de eso, y fui convertida en soldado, mi nivel no alcanzó para hacer parte de la élite.
A pesar de todo siempre me llevé muy bien con Hoshikaze.
Supe que murió, no tengo idea de como, puede que haya sido a manos de alguien de Tedehm, o por los canales de oscuridad que Zaygo nos puso a todos.
No me importa en realidad.
He encontrado tranquilidad aquí.
Fuyuhi y Makoto ya hicieron su grupo.
Cuando fuimos liberados por Nabe Justice, decidí escapar de Bloody Farm.
No es lo que buscaba.
Buscaba calma.
Y nunca me sentí más calmada que cuando Souki Aiko nos liberó a todos de los canales de oscuridad en nuestro torrente sanguíneo.
Lo admiro por eso.
Y lo sigo por eso.
Sucede lo mismo con Kaiki Ishigami.
Estoy bien ahora que estoy en el mismo escuadrón que él.
Todo es muy agradable, no podría pedir más.
Claro, debo luchar, estoy siempre en riesgo de morir.
Pero comparado a antes, esto esta muy bien.
Shizuka, Tomory, Nabe, Kentaro, Kaiki, Hiro, Panda, Souki.
Me siento realmente bien con ellos.
Completamente serena.
Y es lo único que quiero ahora.
Mi tranquilidad.
Clavé la daga luminosa, y lancé la bengala.
Y en un parpadeo me encontré en la colina.
Ahí ya estaban Tomory y Shizuka.
Supongo que me tardé un poco, me quedé inmersa en mis pensamientos.
-¿Sabemos algo de Nabe? -Pregunté.
-Ni siquiera ha logrado retirar al virus de su zona -Respondió Kentaro- Es un espadachín hábil, debe estar teniendo problemas, quizás se topó con muchos enemigos.
-¿Eso esta bien? -Exclamó Tomory- Lo estamos dejando en el matadero.
-No creo que pase nada realmente grave -Dijo Shizuka- Nabe es fuerte, no podemos desconfiar de él.
-Es realmente preocupante -Agregué.
「Nabe Mikoto」
Entré al portal de Kentaro.
Pude ver múltiples sombras inmediatamente, es lo que el virus dejaba ver, eran soldados.
Tengo armadura, y no puedo ocuparme de tantos al mismo tiempo.
Saqué de mi bolsillo un poco de pólvora que estaba guardando, y la froté entre mi espada y mi guante de acero.
Entonces dejé de estar consciente de donde estaba.
Cuando abrí mis ojos todo estaba borroso, había un fuerte pitido en mis oídos.
Estoy en el suelo.
Intenté levantarme, pero estoy muy aturdido.
Mierda.
¿La explosión fue demasiado?
Que imprudente, creo que la he hecho muy cerca de mi propio cuerpo.
Revisé todo mi cuerpo, aún en el suelo.
No tenía ninguna herida de gravedad, la armadura me protegió.
De otra forma ya estaría muerto.
Pero no tengo mi espada, evidentemente tuvo que haber salido disparada.
Finalmente me levanté.
Y pude ver como una sombra se me acercaba.
Era un soldado.
Intenté correr, pero mis piernas estaba heridas.
El soldado tenía una lanza.
La cual impactó en mi pecho, haciéndome caer.
Aproveché el impulso e intenté levantarme.
Por poco me tropiezo, pero logré mantenerme en pie.
Pude ver como el soldado se acercaba.
Así que empecé a correr.
¿Qué demonios debo hacer?
Voy a decepcionar al líder Souki.
Hace un año, Plinder Fome me dio la orden de investigar al traidor de la serpiente.
El incidente del incendio de Firedwater se le atribuyó, por lo tanto debía conseguir pruebas.
Allí conocí a Saeny Akito, la chica que más adelante vería con el símbolo del traidor.
En ocasiones me pregunto que habrá pasado con ella.
Pero el punto no es ese.
Encontré la verdad sobre Souki Aiko.
Fue asaltado por Garo Tachibana, y Alex Firedwater lo protegió hasta su ultimo aliento.
Souki Aiko más adelante entró en Tedehm de alguna manera.
Luchó contra Karma Osaka.
Recuerdo haber visto aquella batalla tan fantástica.
A pesar de ganar salió mal herido.
Fue cuando lo llevé con Kentaro Tanaka, a quien conocía desde antes de La Hora Cero.
Un amigo online con el que jugaba de vez en cuando.
Quien diría que eran amigos de la infancia, el mundo es muy pequeño.
Luego me enteré de su gran participación el asalto a Bloody Farm.
Aparte de un papel destacado en la desaparición de Pendreten.
Las partes que no entendía de la historia de Souki Aiko, me fueron explicadas por Kentaro Tanaka.
El es un autentico héroe, no tengo dudas de que lucha por lo correcto.
Por eso abandoné Wiforest.
Si Plinder Fome había desterrado a un héroe como él, entonces estaba en el bando equivocado.
Quiero acompañarlo en su travesía y ver hasta donde llega.
Debo apoyarlo.
Él me ha aceptado como su compañero.
Estaré a la talla.
¿De qué estaba huyendo?
Me volteé y corrí hacia el soldado.
¿Qué estoy haciendo?
Mis piernas se mueven solas.
Él me atacó de nuevo con su lanza, pero logré esquivarla por unos pequeños milímetros.
Y lo golpeé en la cara con todas mis fuerzas.
Eso lo dejó en el suelo.
El golpe había sido de tal magnitud que había soltado su lanza.
La levanté rápidamente, y atravesé su cuello con ella.
Sé debemos evitar matarlos, pero no tengo más opción ahora.
Apenas tuve tiempo para reponerme, cuando sentí un corte en mi espalda.
De inmediato me volteé atacando.
Golpeé la cara de otro soldado de Firedwater, el cual cayó en el suelo.
Aproveché su confusión, y salté sobre él. insertando la lanza en su pecho.
Las heridas empezaban a dolerme.
El corte en mi espalda era grande, de seguro estaba sangrando.
Empecé a mirar a mi alrededor, intentando ubicarme.
Y a lo lejos pude ver la sombra del castillo.
Así que empecé a correr hacia él.
Luego de unos pocos metros vi como un montón de sombras humanoides se acercaban.
Eran muchos soldados.
Todos venían de la misma dirección, por lo tanto ondeé mi espada, procurando que no se acercaran más a mí.
Ellos retrocedieron, pero en el momento que alejé la lanza, todos embistieron contra mí.
Rompieron la lanza que llevaba con el tajo de una de sus espadas.
Eran unos 5, todos se lanzaron sobre mí.
De inmediato sentí un montón de puñaladas.
Una en mi brazo derecho.
Otra en el lado izquierdo de mi vientre.
Dos en mis piernas.
Y una en mi hombro.
El dolor era insoportable.
Grité.
Un grito primal, que de seguro había destrozado mis cuerdas vocales.
Mi garganta dolía demasiado también.
Puedo sentir como la sangre sale de mi cuerpo.
Eso es.
¡La sangre!
Puedo utilizarla.
Puedo controlar el agua.
Si la diluyo definitivamente puedo alejarlos de mí.
Junté las fuerzas que me quedaban, y utilicé mi propio cuerpo como bomba.
Saqué toda el agua de mis circuitos mágicos.
Empujando mis sangre.
De esa forma hice una enorme onda expansiva.
Los soldados salieron disparados de mí.
Intenté levantarme.
Pero no lo logré.
Mi cuerpo esta gritando.
Mis piernas, no pueden mantenerse.
Solo me queda mi brazo derecho para luchar.
Intenté levantarme una vez más.
Pero era inútil.
Escucho como vienen corriendo.
Ya se habrán recuperado.
Los soldados vienen a mí.
¿Así es como terminaré?
¡De ninguna manera!
¡No puedo morir así!
¡Debo luchar!
De nuevo utilicé mi sangre y el agua para hacer impulso.
Empecé a sacar violentas cascadas de sangre de mis heridas.
La presión que infligen es suficiente para hacerme de apoyo.
De esa manera me levanté.
Estoy perdiendo montones de sangre.
Está bien.
Incluso si muero aquí, debo completar mi misión.
¡Seré una pequeña pieza!
¡Porque sé que este es el camino correcto!
¡Lucharé hasta la muerte por lo que creo correcto!
Un soldado me atacó con un cuchillo.
Lo esquivé rápidamente, y embestí contra él.
Cuando cayó al suelo, pisé su muñeca, haciendo que soltara su cuchillo.
Rápidamente lo levanté.
Sentí como alguien se acercaba a mi espalda.
Me volteé rápidamente con cuchillo en mano, y lo clavé en su ojo, tan profundo que no tengo dudas de que llegó a su cerebro.
Solté el cuchillo, y agarré la espada del soldado que recién había apuñalado, quien aparentemente estaba empezando a perder sus funciones poco a poco.
Con la misma espada corté su cabeza.
Sería cruel dejarlo morir con tanto sufrimiento.
Me volteé, y decapité rápidamente al soldado al que le había robado el cuchillo, el cual empezaba a levantarse.
Mi sangre seguía saliendo.
El mareo es inevitable.
Cada vez es más difícil moverse.
Aún quedan tres.
No sabía donde estaban, así que ondeé mi espada como si de un trompo se tratara,
Cuando sentí que le di a algo, arremetí contra eso.
Entonces pude distinguir el rostro de un soldado, el cual tenía la mirada fija en mí.
Bajé mi mirada.
Había apuñalado su pecho.
Reuní todas las fuerzas que me quedaban.
Y elevé mi espada.
Partiéndolo en dos, desde su pecho hasta su cráneo.
El cayó, así que tomé su espada.
Con dos espadas empecé a correr hacia el castillo.
Mi brazo izquierdo es casi un cadáver, el cual solo controlo con la presión de la sangre que estoy expulsando.
Sentí como me seguían.
Concentré toda mi fuerza en mi brazo izquierdo, y lancé una de las espadas a mi perseguidor.
Pude visualizar como milagrosamente, esta había atravesado su cráneo.
Estaba viendo detrás de mí.
Al no poner atención al frente, sentí una puñalada en mi pecho.
Cuando volteé pude ver a un soldado.
Ya veo, este es el quinto.
Corté su mano con la espada que me quedaba.
El estaba conmocionado, así que aproveché.
No tengo la claridad para decapitarlo.
La espada en mi pecho esta haciendo que mi corazón deje de bombear sangre.
Mis extremidades van a dejar de funcionar.
Todas las funciones de mi cuerpo lo harán.
Creo que he llegado a mi limite.
Este es el punto sin retorno.
Voy a morir.
Ahora es cuando debo dar mi ultimo esfuerzo.
¡Que mi voluntad sea lo ultimo que salga de mi corazón!
¡Estaré feliz de morir sirviendo a lo que creo correcto!
Clavé mi espada en el cráneo del soldado.
No fue lo suficientemente fuerte para matarlo instantáneamente.
Es lo que puedo hacer con mi fuerza actual.
Lo siento.
Me alejé de él.
Pero no me quite la espada de mi pecho.
Sería peligroso.
Si puedo vivir un poco más soportando el dolor ¡Entonces adelante!
Seguí corriendo, mis piernas van a colapsar en cualquier momento.
Ya estoy cerca del castillo.
Lancé rápidamente el artefacto de Kentaro al cielo.
No llegó muy alto, pero si lo suficiente para cumplir con su cometido.
El humo empezó a desaparecer.
Es el ultimo esfuerzo.
Debo llegar al castillo y clavar la daga luminosa.
Mis piernas ya no pueden más.
Uno de mis pulmones esta perforado.
También mi estomago.
Mi hombro derecho esta tan lastimado que está a punto de soltar la espada.
Viendo eso la puse en mi boca, y seguí corriendo.
Entonces lo vi.
Una vez el humo se disipó pude verlo todo.
En el castillo había un montón de arqueros de Firedwater.
A mi alrededor todo el humo se había disipado.
Eso quiere decir que todos cumplieron su misión menos yo.
Los arqueros empezaron a dispararme.
La primera flecha dio en mi pecho.
Y de inmediato caí al suelo.
Una vez allí no pude distinguir donde daban las flechas en mi cuerpo.
Solo dolor.
Este es mi fin.
Mi muerte.
Sobre mí vi un montón de portales de oscuridad.
¿Qué es eso?
「19:30, Castillo de Tedehm」
Sobre el moribundo Nabe Mikoto, se formaron 3 portales de oscuridad.
De los cuales salieron Tomory, Aoi Kushiai y Shizuka Matsuyabashi.
-¡Nabe! -Gritaba Shizuka, quien bajaba empuñando una enorme daga.
Las tres guerreras cayeron al campo de batalla.
-¡Ocúpate de las heridas de Nabe! -Gritó Tomory a su compañera Aoi- ¡Shizuka, ve a atacar, yo te cubriré desde aquí!
Shizuka corrió hacia la linea de fuego de Firedwater, mientras que Tomory mataba poco a poco a los arqueros con sus propias flechas.
Mientras tanto Aoi se fijaba en el estado de su amigo Nabe.
"¿Qué demonios pasó aquí?" Se preguntaba.
Nabe Mikoto soltaba pequeñas bocanadas de aire.
Estaba esforzándose por respirar.
Aoi retiró la espada del pecho de su compañero.
Seguido sacó un frasco, el cual empezó verter sobre todo su cuerpo.
-Más te vale no morir aquí -Dijo Aoi angustiada- No hay forma de que puedas morir aquí.
-¡Aoi! -Grito Tomory mientras seguía lanzando flechas- ¡Arrojame la daga luminosa de Nabe!
Aoi siguió las instrucciones de Tomory, sacando la daga de la funda que llevaba Nabe.
Nabe empezó a recuperar la consciencia.
La poción era increíblemente fuerte.
Completamente hecha por Kentaro.
-¿Aoi? -Dijo Nabe empezando a recuperar sus funciones.
-Eres un idiota -Dijo Aoi- ¿Cómo se te ocurre hacer esta clase de cosas solo? Mira como te han dejado.
Nabe empezó a reír un poco.
-Al parecer viviré un poco más -Dijo Nabe.
-¡No digas esa clase de cosas! -Exclamó Aoi- Sé bien que ya habías dado por hecho que ibas a morir, no se te ocurra ser tan cobarde.
Nabe continuó riendo, dándose cuenta de que todo estaría bien.
Shizuka llegó hasta el castillo, y asesinó a los arqueros que faltaban.
Mientras a la distancia Tomory disparaba la daga luminosa hacia el castillo.
Aoi ayudó a Nabe a levantarse.
Todos los enemigos habían sido derrotados.
El virus había sido erradicado.
Y todos estaban vivos.
Era una victoria total del escuadrón de Tedehm.
Mientras tanto, Souki Aiko libraba su propia batalla dentro del castillo de Tedehm.
Ahora solo les quedaba esperar, a que su líder saliera victorioso también.