「Hiro Hitagi」
¿Qué es esto?
¿Es una broma?
¿Qué esta sucediendo?
Debe ser una imitación.
No.
Se siente muy realista para hacerlo.
Empecé a detallar todo a mi alrededor, incluyéndome.
Todo es igual.
Antes de La Hora Cero.
Antes de este año tan tortuoso.
Es igual.
Mi cuerpo, mi habitación, el mismo ambiente.
¿Estaba dormida?
Creo que tengo que pensar esto coherentemente.
El demonio de antes me encerró en algún ataque.
Black Room.
Cuarto Negro.
Debo estar siendo victima de una ilusión.
Igual que con Zaygo Murumo.
Si me di cuenta de que es una ilusión debería poder despertar.
¿No es así?
Luego de esperar unos minutos sentada en mi cama.
No sucedió nada.
Seguido de eso me levanté de mi cama, y salí de mi habitación.
Empecé a caminar por la casa.
Era idéntica a donde solía vivir antes de La Hora Cero.
A pesar de tener 22 años en ese entonces, vivía con mis padres.
Incluso sabiendo eso, no estaba preparada para lo que vi al entrar a la sala de estar.
Eran ellos.
Eran mis padres.
De la nada sentí calidez en todo mi cuerpo.
Me sentía aliviada.
Todo esto es una ilusión ¿No es así?
Aún así, todo se siente muy real.
El aroma que me rodea, es agradable.
Es familiar.
El calor del ambiente es acogedor.
-¡Jennel! -Exclamó mi madre- Hoy te has tomado tu tiempo para despertar.
Su voz, es la voz de mi madre.
No la oía hace mucho tiempo.
Mi mente estaba pasando por muchas emociones.
Entonces sentí como algo bajaba por mis mejillas.
¿Estoy llorando?
¿Cómo puedo sentir esto si estoy en una ilusión?
Mi madre se quedo mirándome cuando empecé a llorar.
-Jennel ¿Te pasa algo? -Me preguntó.
No pude responderle.
Las palabras no salían.
Mi garganta esta bloqueada.
Mi estomago se siente pesado.
¿Podré seguir manteniendo mi propio cuerpo?
Lo que siento es real.
¿Qué tan real es esto?
Hay una delgada línea entre lo que es real en lo que estoy viendo, y lo que no.
¿Cuál es la verdad en estos momentos?
¿Qué tan deformada esta mi realidad?
¿Qué ha estado más cerca de la verdad desde que todo esto empezó?
-No -Le respondí a mi madre, finalmente agarrando el valor para hablar- Estoy bien, debe ser porque acabo de despertar.
Intenté manejar mi voz, en cualquier momento podía romperse.
Me senté en la mesa, y me encontré frente a mi padre.
-Buenos días -Me dijo con bastante entusiasmo, muy característico de el.
-Buenos días, papá -Le contesté.
Nuestra mesa tenía perfecta vista a nuestro televisor.
Mi padre la observaba con detenimiento cada mañana.
El sonido que salía de la televisión era ensordecedor.
Hace tiempo que no escuchaba esa clase de sonido codificado.
Me costó acostumbrarme.
Incluso me mareé.
¿Por qué?
¿Por qué demonios esto se siente tan real?
¿Estoy dudando?
No hay manera.
Todo pasó.
Haru, Souki, Ryumi, todos.
Se qué todo pasó.
Estaba luchando contra los demonios.
Estaba con el maestro en Death Land.
Eso no ha sido un sueño, ni nada parecido.
Se qué estaba allí hace un momento.
-¿Qué día es hoy? -Le pregunté a mi padre.
-Viernes -Me dijo.
-¿Viernes qué? -Pregunté.
-Viernes 13 -Me respondió mi padre, con un tono un poco enojado.
Decidí no preguntar más, pero seguía sin tener la información que estaba necesitando.
Claro ¡Mi celular!
Me levanté de la mesa, y corrí a mi habitación de nuevo.
Allí estaba, encima del tocador.
Lo agarré y lo encendí.
Viernes 13 de Diciembre, 2019.
Un día después de La Hora Cero.
¿Qué es esto?
Yo me fui a dormir, y desperté mientras sucedía La Hora Cero.
Ya había hecho los cálculos.
Analizando el estado de mi cuerpo, me debía encontrarme aún en la etapa de sueño ligero, qué comprende un 50% de lo que cada uno duerme.
Yo solía dormir 9 horas.
En ese entonces debía estar a punto de pasar al sueño profundo.
Por lo tanto debió ser aproximadamente unas 4.5 horas luego de que me dormí.
Me dormía todos los días a las 10 de la noche, por lo tanto si añado una fase inicial de sueño, debo haber dormido hasta las 3 de la mañana.
Revisé las notificaciones de mi teléfono.
Había dos.
Un mensaje de texto.
Y un aviso de The Rise Of The Legend.
La hora.
2:57 AM.
Esto es muy preciso.
Qué ilusión más precisa.
Esto es muy confuso.
Revisé el mensaje.
Es de William.
William Muller.
Al leer ese nombre mi cuerpo entero se estremeció.
Mi estomago empezó a doler un poco.
Y mis piernas temblaban ligeramente.
Esto es una ilusión.
Estoy bien.
No tengo razón para sentirme así.
Todo esto esta bien.
Solo debo encontrar la forma de salir.
Debo reencontrarme con el maestro Shojiro.
Abrí el mensaje de William.
Decía "Hemos decidido cambiar el lugar de encuentro, no vayas a ir al lugar erróneo" Acompañado de un emoji sonriendo.
¿Lugar erróneo?
Es 13 de Diciembre, el semestre terminó ya.
Cielos.
Ahora lo recuerdo.
El día anterior todos habíamos quedado para salir.
William y el resto me deben estar esperando.
Revisé los mensajes del 12 de Diciembre.
La reunión es en unas horas.
¿Qué debería hacer?
¿Debería esperar acostada a que algo pase?
Debo estar encerrada en el Black Room, por lo tanto el maestro Shojiro no debe tardar en rescatarme.
Quizás podría explorar un poco todo.
Saliendo con los chicos.
...
Esta bien ¿No es así?
Vi la dirección que William me envió.
Y empecé a arreglarme para ir.
Mi armario también es idéntico al real.
Debe estar usando mis recuerdos de alguna forma.
Y mi imaginación para crear nuevos escenarios.
Es una habilidad muy poderosa.
La resistencia de los demonios, y este poder.
Si no detenemos alguna posible guerra, no tendremos oportunidad.
Luego de unas horas, llegó el tiempo de salir.
Toda la ciudad, es como la recordaba.
Es Berlin, una Berlin recreada a la perfección.
La base claramente son mis recuerdos, después de todo Namahage de seguro no tiene una idea de como es una ciudad de este tipo.
¿Estará viéndome ahora?
Llegué al punto de encuentro rápidamente.
Y miré al cielo.
De seguro esta vigilándome.
Es una simulación muy bien hecha.
Sin pensarlo levanté el dedo medio hacia el cielo.
No entiendo que intenta hacer Namahage, pero me enoja bastante.
-Cielos ¿Intentas insultar a alguna deidad? -Dijo alguna voz detrás mío.
La voz me estremeció, la conocía muy bien.
Me calmé rápidamente.
Es solo una ilusión.
Es solo una ilusión.
-Pareces verme como alguien que cree en esas cosas -Le respondí mientras me volteaba.
Mi voz estaba cerca de romperse.
Solo le devolví una broma.
Pero siento una enorme aflicción.
Me duele el pecho.
Aún así me siento aliviada.
Es el rostro de William, su voz.
Eran cosas que creí no poder sentir nunca mas.
-No para nada -Respondió William en tono sarcástico- Es bien sabido que eres el mismísimo anticristo.
Me reí un poco.
Estaba calmándome.
Detrás de William pude ver a los otros chicos.
Algunos no lograba recordarlos.
Debe ser culpa de la amnesia provocada por La Hora Cero.
Todos caminamos tranquilos.
Compartiendo bromas y anécdotas.
Es igual que esos días, antes de La Hora Cero.
Las risas de todos.
La tranquilidad.
¿No sería bonito que esto fuera verdad?
Todos fuimos al cine, pero yo estaba inmersa en mis pensamientos.
No tengo idea de que película era.
Pero lo estaba disfrutando.
Sobre todo el hecho de estar con William.
Era el mismo de siempre.
Quizás esto es solo una excusa.
Aún si esto es una ilusión.
Aún si pude haberme quedado a esperar al maestro.
Quería poder tener algo como esto por ultima vez.
¿Esto está bien?
Debe estarlo.
Espero que todo este bajo control.
De otra forma, no se como mostrarle la cara de nuevo al maestro.
Todo está bien.
Seguro que sí.
Salimos del cine, era tarde, a pesar de que todos ya éramos adultos no solíamos frecuentar bares o esa clase de sitios.
Siempre que quedábamos, terminábamos las cosas temprano.
Cada uno se fue por su lado.
Menos William.
Se quedó a mi lado.
Yo solo observaba las espaldas de mis amigos por ultima vez.
Mi ultimo día de tranquilidad.
Luego de esto, debo volver a ROTL, el maestro tiene que sacarme de aquí.
...
¿Y si...?
¿Y si estoy viendo las cosas desde una perspectiva errónea?
No.
No puedo estar tan loca.
...
Mierda.
Mierda.
¿En que demonios estoy pensando?
Es imposible.
¿Verdad?
Aún así.
¿Existe la mas mínima posibilidad de que el sueño no sea este?
Sino que todo haya sido un sueño.
Garo Tachibana, la muerte de Ryumi, la muerte de Haru.
La muerte de William.
Souki.
¿Algo de todo esto tiene sentido?
¿Qué es lo que quiero?
Aquel día, La Hora Cero.
Nunca me había sentido tan perdida.
Sentí que me lo arrebataron todo.
Los meses que estuve aislada, los recuerdo bien.
Estuve intentando aprender a vivir por mi misma.
Es increíble, dependía de William para muchas cosas.
Mi estabilidad emocional, mis sentimientos, todo.
Todo se mantenía en pie gracias a que podía estar con William.
Esos meses intenté aprender a valerme por mi misma.
Lo que William sostenía para mí, se desplomó en La Hora Cero.
Intenté construirlo por mi misma.
Quería ser una individua, no se dependiente de nadie más.
Pero no lo logré.
Había dejado ese tema un poco de lado.
¿Fue el estar concentrada en otra cosa lo que hizo que mi mente estuviera en orden?
Es gracioso.
Se que no es así.
Ahora que lo analizo, entiendo bien porque estuve estable los últimos meses.
Convertí a Souki en el nuevo William.
Ahora estoy dependiendo de Souki.
Ahora lo entiendo.
Lo entiendo bien.
De la nada mis lagrimas empezaron a brotar.
Entiendo ahora que mis acciones no han servido para nada.
Sigo siendo la misma de siempre.
Estoy hundiendo a las personas conmigo.
William entró a ROTL porque lo obligué a hacerlo.
El se hundió conmigo.
y voy a terminar hundiendo a Souki también.
Empecé a limpiar mis lagrimas.
Entonces sentí que alguien tocaba mi hombro.
Era William.
Eso me reconfortó un poco.
Hasta que vi su cara.
De su boca no paraba de salir sangre.
Mi llanto se detuvo ante la impresión de ver a William así.
Pero no sentí miedo.
Supe que era el Black Room.
Tampoco me sentí alegre.
Vi el abdomen de William.
Estaba completamente atravesado por dagas.
Es lamentable.
Namahage intenta destruirme psicológicamente.
La figura de William empezó a cambiar.
Pude ver como si cuerpo se deformaba, adquiriendo otra apariencia.
El verlo me dolió bastante, no por la imagen, sino por lo que representaba.
El cuerpo había cambiado al de Souki.
Ya veo.
Entiendo.
A este paso Souki terminara como William.
Por mi culpa.
Me senté en el suelo.
Fue entonces que este empezó a temblar.
Y junto a el, todo se desplomaba,
Los edificios se empezaron a caer.
El cielo adquirió el color oscuro de la Black Room.
Todo desapareció.
Todo estaba oscuro.
Hasta que frente a mí se formó una silueta.
Sabía perfectamente de quien era.
Pero no me exalté como antes.
Era la figura de Souki.
Esta vez no me sentí perdida, ni tampoco sentí ganas de correr hacia el.
Me levanté, me volteé, y caminé en la dirección opuesta a la que estaba la figura de Souki.
No hundiré a nadie más conmigo.
Lo prometo.
Desde ahora juro convertirme en una persona digna de estar en Tedehm.
Una persona digna de tener amigos como Souki, Kaiki o Kentaro.
Los traeré de vuelta.
A William.
A Haru.
A Ryumi.
Seré una persona digna de estar junto a ellos.
De estar junto a Souki.
Lo prometo.
Una peregrinación en mis términos.
Fuera de cualquier creencia.
El lugar al que llegaré es la persona que seré.
Mi meta final, lo tengo claro.
Mientras caminaba, mi cuerpo dejo de funcionar, y caí al suelo.
Mis ojos se cerraron por si solos.
Estuve paralizada unos segundos, pero pude abrir los ojos luego de un rato.
Pude ver el cielo negro de Death Land.
Lo sabía por el brillo que venía del suelo.
Estaba suspendida en el aire.
Es lo que Namahage había hecho conmigo antes de enviarme al Black Room.
Miré hacia abajo.
Y pude ver al maestro, estaba apuntando a alguien con su espada.
Su presencia era abrumadora.
Igual a la que Kentaro describió.
Era el rey demonio.
El nuevo rey demonio.
-Bien, Akumagoro -Dijo el maestro- Bájala.
-¡No es Akumagoro, es Kuroyami! -Le gritó el aparente rey demonio.
-Cortaré tu cabeza si no la bajas ahora -Dijo el maestro.
Ya veo, entonces si vino a rescatarme.
El rey demonio empezó a reír.
-Si que te has vuelto serio, lobo de mierda -Dijo el rey demonio en tono burlesco- Suéltala, Namahage.
Las cadenas que antes me habían atravesado, volvieron a aparecer, pero esta vez se retiraron de mí.
Y caí al suelo.
Me golpeé contra el.
Aún no tengo el cuerpo muy bien.
-¿Puedes levantarte? -Me preguntó el maestro- ¿Estas bien?
-Sí, sí -Le dije mientras me levantaba- Estoy bien.
De inmediato caminé hacia un costado del maestro.
-Bien, ahora cumple con tu parte del trato -Dijo el rey demonio- Fuera de aquí.
-Esta no será la ultima vez que nos veamos -Le dijo el maestro- No puedo permitir que hagas semejante estupidez.
-Claro, claro, vas a detenerme, y toda tu porquería justiciera -Dijo el rey demonio, se el oía algo enojado- Ya deberías saber que el mundo no avanza de buenas intenciones, Shojiro, ahora sal de mi territorio.
El maestro empezó a caminar hacía la entrada de Death Land, asi que lo seguí.
Caminamos bastante, y a la distancia pudimos escuchar la risa del rey demonio.
-No preguntaré que viste allí -Me dijo el maestro ignorando la risa del rey demonio- Pero quiero saber que tal estas, pienso investigar un par de cosas más ¿Quieres venir conmigo?
Lo pensé un poco.
Tengo el cuerpo realmente cansado.
Y también siento bastante desgaste emocional.
-Lo siento, maestro -Le dije- Pero creo que iré a casa, estoy muy cansada.
El maestro tardó un poco en responder.
-Esta bien, no hay problema -Me dijo- Estaremos en contacto, se que estas en Tedehm, para cuando tenga que contactarme.
-Sí, sí -Le dije, no le estaba poniendo mucha atención.
-Usa el teletransportador que te di -Me dijo.
-Claro -Le respondí, sacándolo de mi bolsillo.
-Nos vemos luego, Hiro -Me dijo- Estaré investigando algunas cosas, así que no estaré en mi templo.
-Lo tendré en cuenta -Le respondí- Nos vemos luego, maestro.
Activé el teletransportador, y en un momento estuvé en tierras del rey.
Estaba en una llanura un poco lejana.
La ciudad estaba un poco lejos.
Mi cabaña no esta tan lejos, quizás debería descansar allí por ahora.
De la nada sentí una explosión.
El silencio de la noche hizo que resaltara bastante.
Volteé al lugar de donde vino.
Y vi como algo en llamas se acercaba.
Me aparté un poco, hasta que vi que era un cuerpo humano.
Intente agarrarlo, pero estaba muy desorientada.
El cuerpo cayó a un costado de mí.
No podía mostrar mucha emoción, sigo algo extraña por mi estancia en la Black Room.
Pero estaba muy sorprendida.
Caminé hacia el cuerpo, que ya debía ser un cadaver.
Apagué el fuego con la capa que el maestro me dió.
Quedé petrificada al ver el cuerpo.
Mis emociones salieron de golpe.
Solo pude gritar.
-¡Souki! -Grité tan fuerte que mi garganta por poco se desgarra.
Era el cuerpo de Souki.
Podía oírlo respirando.
Entonces lo tomé en mis brazos.
Estaba muy lastimado, y quemado en algunos sitios.
¿Qué esta sucediendo?