Chapter 13 - 13

¿Tanto le desagradó mi beso? ¿Lo hice mal o qué?

Vanessa se acercó a mí.

—Hiciste un buen trabajo. El desprecio que te tiene salió por todos sus poros. Es tan linda— soltó una carcajada, y peor me sentí.

—¿Ella sabía de esa escena?

—Claro que no. Si le decíamos, ella no iba aceptar hacerla. El director y yo queríamos hacer una prueba. Está muy entusiasmado con Ruby. Dice que debería tener un papel en el proyecto. Les ve a ambos ciertas cualidades y conexiones, sabes como es de persistente. Estoy segura que tratará de convencerlos de que actúen juntos.

—No quiero.

—¿No quieres? Si hace un momento se veía que estabas disfrutándolo.

—Jamás podría disfrutar un beso que ha sido rechazado.

—Ella no lo rechazó. Vi como cerró sus ojos al besarte, y eso significa mucho. Es solo que siempre cagas el ambiente.

—Deben decirle que fue esa la escena. No la besé porque quería.

—¿Estás seguro? Te veías muy entregado. Imagínate que no cometiste ni un error con ella, y con Susan si. ¿No está muy claro lo que está sucediendo aquí?

—Lo único claro que veo es que, no voy actuar con ella y no la volveré a besar. Me rechazó de esa forma frente a todos y frente al imbécil de Jared.

—¿Estás molesto porque no correspondió tu beso, y te golpeó para irse con Jared? Me suena a que estás celoso.

—No, no lo estoy. Por mi que haga lo que quiera, me da lo mismo.

—Entiendo, pues no tiene que importarte que ella se quede en su casa mientras se queda por acá.

—¿¡En su casa!?

—Tienen una buena conexión por lo que pude apreciar. A ti te detesta, y a él lo ve como alguien especial, y parece que es mutuo, pero como dices que no te gusta, no tiene que importarte donde se quede, ¿Verdad?

—¿Esa tipa está loca? Quedarse en la casa de un hombre que no conoce, esto es lo último.

—¿Por qué te alteras? Tú mismo dijiste que no te importa lo que haga ella.

—Una cosa no tiene que ver con la otra. No dejaré que se quede en su casa. Jared es un aprovechado y un mujeriego, no dudo que trate de propasarse con ella.

—A cualquier mujer le gustaría algo así con Jared. Déjame decirte que con tu actitud, no vas a lograr nada con ella.

—¿Dónde vive Jared?

—¿La irás a buscar?

—Solo es curiosidad.

—Eres muy orgulloso. Ya admite que te gusta Ruby y por eso actúas como un idiota frente a ella.

—Ya te lo dije, ella no me gusta.

—Lo que digas.

Ruby

—Bienvenido a mi humilde hogar— me dijo Jared al entrar a la casa.

—Wow, esta casa es increíble. Pero ¿Por qué me trae aquí?

—Aquí es donde se quedará.

—¿Qué?

—Sí, no se preocupe por nada. Aquí estará cómoda, se podrá concentrar en su trabajo, aparte de que no quería dejarla sola en un Hotel. No es correcto que una chica esté sola, es por eso que decidí que este es el lugar correcto para usted. Por otro lado, puede estar tranquila, no voy a espiarte, ni molestarte, ni hacer nada indebido. Lo hago por su seguridad.

Es raro vivir con un hombre que apenas conozco, pero no tengo mucho dinero como para ir a un Hotel.

A Jared le sonó el teléfono y respondió. Me quedé mirando la casa, y se veía increíble. Jamás había visto una casa tan grande, solo en películas. La mía en Puerto Rico es bastante humilde.

Jared terminó de hablar por teléfono, y se acercó a mí.

—Llevaré las maletas a su cuarto, acompáñeme.

Subí las escaleras y me quedé observando la casa. Me pregunto si algún día podré tener una así. Sería fantástico poder vivir en un lugar como este.

Me mostró la habitación y se veía sumamente cómoda y amplia. Tenía una cama bastante grande y un baño. Ni en un Hotel tendrían una cama como esta.

—La cena ya está lista. Bajemos y luego disfruta de su cuarto. Debe estar cansada y con hambre.

—De acuerdo.

Fuimos directamente a la mesa del comedor y sirvieron la comida.

—¿Espera a alguien más?— pregunté al ver tanta comida encima de la mesa.

—No, pero podemos terminarla entre los dos. Me gusta comer mucho, aunque no lo parezca. Mis empleadas tienen manos santas. Cocinan delicioso.

Comiendo parecía un niño y reí. Se veía como que estaba hambriento de verdad. Hasta lamía sus dedos. No podía dejar de mirarlo, de alguna manera, se veía sexy eso.

—Suelo ser educado, culto y de todo lo habido y por haber, pero cuando se trata de comida, no juego con eso. Son cosas que no conectan muy bien. Espero no te incomode.

—Para nada. Me parece muy — hice una pausa, porque casi dejo escapar una indirecta muy directa—; aunque haga eso, no le quita lo atractivo.

—Es la primera mujer que lo dice. Me hace sentir halagado. Si supieras que he perdido a muchas amigas por eso. Dicen que como como un cerdo. A mí me da lo mismo. Me gusta disfrutar mi comida. Al que no le guste, que no me mire. Al final de cuentas, me merezco esto luego de pasar tanta hambre.

—¿Tanta hambre?— pregunté, y me miró.

—Sí, mucha hambre — su expresión lucía extraña y no quise incomodarlo, así que seguí comiendo.

Tuve que detenerme de comer, había comido demasiado y él seguía comiendo. Es un barril sin fondo, y yo que creí que el barril era yo. Me quedo corta al lado de él. Es delgado y no engorda por todo lo que come. Comía con un gusto que era encantador.

—Barriguita llena, corazón contento. ¿Te sientes bien?— me preguntó.

—Sí, más llena de lo habitual.

—Así se ve mejor — sonrió dulcemente.

Me ruborizó su comentario.

—Quería hablar con usted sobre algo importante. Sé que acaba de llegar y ya estoy pidiéndole cosas, pero es importante. Quiero velar por su futuro y de que este bien en todo momento. ¿Qué quiero decir con esto? Es que quiero que se quede en los Estados Unidos.

—¿Qué? Yo no puedo. Yo tengo universidad.

—Eso es lo de menos. Tengo conexiones que le pueden servir de mucho. Puede ingresar a la mejor universidad y terminar esos 3 meses. Adquieres más experiencia, tienes un tutor que te asista, y lo mejor todo es que, terminarás rápido. Por otro lado, sería bueno en parte para su carrera. No tendría que estar viajando tanto y puede concentrarse; además de que puede ganar mucho dinero en este estado. Ya tiene su trabajo por el cual le voy a pagar por ello. Por cierto, tiene una oferta del director Edward que conoció hace unas horas; desea que seas parte del proyecto en el que Adrián también estará.

—¿Por qué con ese hombre?

—Él es el protagonista principal. Este es su primer proyecto en el ámbito de él cine. Al director le gustó la actuación que hicieron los dos, y desea intentar un cambio de papel. En pocas palabras, sustituir a Susan por ti.

—Pero es que no yo tengo experiencia en eso. Lo mío es escribir.

—Sí, pero todo va de la mano. ¿No le gustaría aprender más cosas? ¿Ser reconocida como escritora o como actriz? Eso le puede generar mucho dinero. Podrá estabilizarse en este país sin ningún problema, y contará con mi fiel ayuda. Le aseguro que voy acompañarla en todo este proceso, solo debe decirme que sí, y le aseguro que haré que su vida cambie.

—Mi cerebro no puede digerir todo lo que me ha dicho.

—No tiene que darme una respuesta ahora, pero piénselo. Una oportunidad así, no la tendrá todos los días.

—Pero ¿Cómo alguien como yo puede llegar a ser actriz?

—Es muy hermosa, tiene una actitud fuerte y buena memoria. Las ideas que tienes en las historias, son realmente atrapantes. A la que el público vea su rostro y conozcan su trabajo, van a quedar maravillados. Es normal sentir inseguridad en estos momentos, hacer cambios tan drásticos, es lógico que cause dudas, pero te aseguro que el talento lo tienes. Solo hay que moldearte y enseñarte lo que debes hacer. Estoy seguro que Adrián también va a querer actuar contigo.

—No me hable de ese hombre.

—¿No le gustó el beso que le dio?

Sentí vergüenza, que no pude ni mirarlo. Me ruborizó su pregunta, más que el comentario que dijo mientras cenaba. No había querido pensar en eso. Es un pervertido.

—¿Cómo va a gustarme un beso de ese acosador? No sé porque hizo eso delante de todo el mundo.

—Era la escena que no podía hacer con Susan. Tenía que robarte un beso, y por lo que vi, lo hizo mejor que con Susan. ¿Ustedes tuvieron algo?

—¿Qué? ¿A qué se refiere?

—¿Fueron novios, amigos cercanos o algo así?

—Jamás. Él solo es un acosador y un grosero.

—Ahora entiendo la conexión que se ve. ¿Ha notado que tiene sus mejillas algo rojas? ¿Tiene fiebre o calor?

—Ninguna de las anteriores — me tapé la cara.

—Entiendo. Esa escena es algo normal. No entiendo porque ambos hacen un drama por ella. He tenido que hacer ese tipo de escenas muchas veces, y mientras sea por trabajo, no tiene que importar. Es algo se debe hacer. Levántate, vamos hacerla.

—¿Eh?

—Tranquila. No la besaré todavía.

—¿Todavía?

—¿O es que quiere que lo haga?

—No.

—Ven, practiquemos, hasta que se aclaren sus mejillas. Voy a omitir la parte del beso— se levantó de la silla e hice lo mismo.

Se acercó a mí y se quedó sonriente.

—Debe cruzar mirada con su pareja, no importa quien sea. Recordar el guión y tratar de hacerlo lo más natural posible. Olvidar si tienes alguna molestia con el otro, y vivir el momento. Crea un escenario en tu mente e imagina que frente a ti está la persona que te gusta, y te aseguro que así le será mucho más fácil. Cuando se de cuenta, ya habrá logrado hacer la escena. Deben ambos dejarse llevar por el momento. Esa conexión que hagan al mirarse, es la que hará que el público se enamore de ustedes. Van a imaginarse estar en el lugar suyo, y ahí es donde se emocionan. Ahora intenta lo que le dije. Yo haré la movida y usted déjese llevar.

Esto era incómodo. Me sentía muy nerviosa, y más al tenerlo tan cerca. Quise cruzar mirada con él, y al ver su sonrisa, tuve que girar mi rostro. Maldita sea, es que es tan lindo. Si fuera caricatura china, ahora mismo estaría con una hemorragia en la nariz.

Traté de mirarlo de vuelta, y esta vez me traté de concentrar mirándolo. Él lucía seguro y tranquilo, es como si me hubiera transmitido eso. Cruzamos mirada y se acercó lentamente a mí, colocando sus manos alrededor de mi cintura y eso me ruborizó. Mis manos estaba en su torso, pero no podía concentrarme en nada más. Era como si me estuviera controlando con su mirada.

—Yo te amo, y cuando estoy contigo, siento que puedo contra todo— la forma dulce que lo dijo, hizo mi corazón acelerarse.

Se acercó lentamente, hasta quedar a centímetro de mis labios. Cerró los ojos y no pude evitar cerrar los míos.

—¡Ruby!— escuché la voz de Adrián, y quedé petrificada.

Me alejé de Jared y miré en dirección a Adrián.

—Yo sabía que estabas buscando la forma de aprovecharte de ella. ¡Eres un imbécil! — le gritó molesto.

¿Qué hace él aquí? ¿Y por qué se ve tan molesto?