—Siento mucho lo que ocurrió, Dylan. No estás solo, me tienes a mi— su llanto me desgarró el alma.
Me duele demasiado verlo llorar. Es difícil perder a un ser querido, pero un padre en especial, debe ser el doble de doloroso. No encontraba qué decirle, porque sé que lo que diga no lo calmará del todo.
A veces es mejor llorar para descargar todo ese dolor que se siente y poder sentir algo de alivio.
Dejé que llorara en mi hombro, estuvimos así por un largo tiempo. Luego retomó su postura y secó sus lágrimas.
—Lo siento.
—¿Por qué te disculpas?
—Por no responder. Sentía un nudo en mi garganta que no me dejaba hablar. Me duele que no pude despedirme de él — más lágrimas bajaban por su mejilla, y más me dolía el pecho.
—Estoy segura que donde quiera que esté, te va a cuidar y estará contigo. Estoy segura que no le gustaría verte triste.
—Lo sé, por eso no puedo llorar más. Voy a ir al hospital. Quédate, por favor. Necesitas descansar.
—Voy acompañarte, Dylan. Somos una pareja, ¿No? Debemos estar juntos en todo momento. No pienso dejarte solo.
Decir esas palabras, lo hizo llorar más y lo abracé fuertemente.
—Te amo demasiado. Eres lo único que me queda, no me dejes solo— me pidió entre lágrimas.
—No te dejaré solo, mi amor— acaricié su cabeza y lo hice mirarme—. Te amo mucho, y estaré aquí siempre. Vamos al hospital, ¿Si?
Lo ayudé a levantar del suelo y fuimos al baño. Sé que era la primera vez que nos bañabamos juntos, pero no quería retenerlo, además de que, quizás, el baño lo relajaría un poco.
Luego de bañarnos, fuimos al hospital. Él fue dentro para hablar con el médico, y tiempo después regresó.
—Tengo que tramitar todo lo de mi padre y anunciar su muerte en la empresa. Ahora tengo que hacerme cargo de ella. No puedo dejar que se venga abajo— su rostro lucía triste, que el pecho me seguía doliendo.
—Yo iré contigo, si me lo permites.
—Claro que sí, linda.
Pasaron 4 días desde lo sucedido y Dylan estaba devastado y con razón. Se ha encargado de todo y sé que tiene mucha presión encima.
El entierro fue ayer, y desde entonces ha estado decaído. Me faltan dos días para irme y no quiero hacerlo. No es el momento de dejarlo solo y tampoco quiero. Se ve deprimido y tengo temor. Sería otro golpe fuerte para él. Mi sueño ha ido cambiando y cogiendo otro rumbo. Mi lugar está al lado de él en este momento. Es un tema que no quisiera hablarlo con él, porque sé que se molestará si le digo eso; además de que será otra carga más. Me sentía entre la espada y la pared, pero es algo que tarde o temprano tenemos que hablar.
Estaba sentada en el sofá, cuando Dylan se sentó al lado mío.
—Hablemos, preciosa— se giró hacia mí y me agarró la mano.
—Sí, hablemos.
—Primero que todo, quiero agradecerte por permanecer al lado mío hasta ahora y no dejarme solo. No sabes lo feliz que me hace tenerte a mi lado. He podido sobrellevar esta carga, gracias a que te tengo conmigo. No esperaba que vinieras, y realmente estoy agradecido por eso. Por otro lado, sé que en dos días te vas.
—Dylan, eso era algo de lo que te quería hablar. No me arrepiento de haber venido y de acompañarte como hasta ahora lo he hecho. Sé que estás pasando por una situación muy difícil y dolorosa, y no quiero ser otra carga para ti. Han pasado tantas cosas en tan solo cuatro días. Tienes muchas responsabilidades y decisiones que tienes que tomar. Tienes que estar a cargo de la empresa y no la puedes dejar. Jamás te pediría que la dejes solo por irte conmigo. Es tu obligación hacerte cargo de ella. Tu padre y la empresa te necesita.
—Él ya no está, y si estuviera, él escogería mi felicidad por encima de la empresa, Rachel. Él solo quería verme con alguien que me quisiera, que me amara, que tuviera una persona que me acompañara en los momentos difíciles, y me apoyara para ser alguien mejor. Cumplió con su objetivo, y por eso se fue en paz.
Me dolió escuchar eso. Tenía mis lágrimas asomadas.
—Es por eso que acabo de decidir lo que voy hacer.
—Yo no me quiero ir, Dylan. Me quiero quedar contigo.
—No, Rachel. No digas tonterías. Tú tienes una meta y un sueño que realizar, no vas a detenerte solo por esto. No voy a ser ese motivo por el cual no pudiste realizarte o cumplir tu sueño. Perdóname, pero eso no es lo que quiero. Sabes que te amo, ¿Cierto? Eres la mujer que me aceptó tal y como soy, sin importar lo de mi condición. Me cuidaste, me has ayudado a sobrellevar esta carga y me has demostrado tu amor en todo el sentido de la palabra, y juro que me va a doler decirte esto, pero creo que lo mejor será darnos un tiempo. Tú regresa a California y cumple con tu sueño, porque sé que lo vas alcanzar. No es justo que por mi culpa, te olvides de lo que más deseabas en la vida. Te has sacrificado mucho por cumplir tu sueño. No dejes que esto te detenga. No dudes que te amo, porque créeme, que lo hago con cada parte de mi ser. Dejarte ir duele, pero la vida se trata de sacrificios, y esto lo tenemos que hacer por tu propio bien. Si amas a una persona solo quieres lo mejor para ella. No dudes que aquí siempre estaré esperándote y amándote con la misma intensidad que ahora, Rachel.