REIDEN
Sin darme cuenta las clases finalizaron, era hora de regresar a casa, corrección era hora de ver nuevamente a Azu, Hisao seguía insistiendo en acompañarme y ya había aceptado por lo que me era imposible arrepentirme, el hecho de que me acompañe le hará bien a ella; necesita relacionarse con otras personas y mas con alguien en quien confió...
- Se te nota demasiado la emoción por ver a tu damisela de nuevo, no han pasado tantas horas desde la ultima vez que la viste. Me das pena Reiden.
- ¡Oh cállate! Tu no lo entiendes, de verdad tiene mi mundo de cabeza, es especial, hermosa, asombrosa y...
- ¡Para! ¡Para! Tu magnifico amor es demasiado para mi.
- Eres un idiota, por eso no tienes novia.
- Corrección, no quiero pertenecer a una sola habiendo tantas palomitas por ahí.
- A veces no entiendo porque somos amigos.
- Porque en el fondo me amas y no podrías vivir sin tu gran amigo el "Asombroso Hisao".
- Últimamente dices cosas muy gays, debería alejarme de ti.
- Mejor muévete, no hagamos esperar a la magnifica Azu Akiyama.
Emprendimos nuestro viaje de regreso y en pocos minutos llegamos a la casa de Azu, estaba algo ansioso por verla, aunque no ha pasado mucho tiempo me hace mucha falta; tocamos el timbre y el señor Atsushi salió a recibirnos. Mientras ingresábamos a la casa le pregunte por Azu y me conto que no se había estado sintiendo bien a causa de los medicamentos algo que me preocupa en gran manera. Nos hizo pasar a la sala principal y nos pidió que aguardáramos un momento en lo que el iba a anunciarnos.
- No me gusto para nada lo que dijo, ella ha de sentirse muy mal. Debería revisarla un medico nuevamente.
- ¡Hey! Cálmate un poco, veámosla primero y luego se lo sugieres.
- Esta bien, aunque presiento que como siempre se negara.
- Parece que la conoces muy bien ya.
- No es difícil predecir lo que va a decir en este caso.
- Cambiando de tema, tengo curiosidad por conocer a tu rival de amores.
- No es mi rival, el nunca estará a mi nivel y Azu nunca se fijaría en el.
- Si claro, como digas; pero aun así tengo mucha intriga sobre el. No cualquiera logra ganarse la confianza de sus jefes en poco tiempo y el, mi gran amigo; se ganó la confianza de tu queridísima Azu y por lo que entiendo no discute tanto con ella como tu.
- En primer lugar yo no le discuto, es ella quien me pelea constantemente, por otro lado, estoy muy seguro de que el idiota de Hachiro la manipula a su antojo; ella es muy inocente y no ha de darse cuenta...
- Tienes razón, tu no le discutes, la celas que es peor.
- Creo que lo mejor es aguardar en silencio en lo que regresa el señor Atsushi - Dije esto un poco serio, de verdad que Hisao sabe como ponerme de mal humor con unas pocas palabras.
- No te enojes, pero te lo seguiré repitiendo; debes aprender a controlar tus celos, no puedes mantenerla alejada de todo el mundo no es una muñeca de porcelana.
- Para mi, entre una muñeca de porcelana y ella no hay gran diferencia, es frágil y necesita que la protejan. Eso es lo que le he prometido.
- No te entregues completamente a ese amor, o puedes salir muy lastimado Reiden.
- Creo que se esta haciendo tarde para ese consejo amigo, cada día es mas grande mi atracción y amor por ella.
- ¡Oh Reiden! En hora buena has perdido la cabeza por ella.
Iba a responderle, pero en eso vimos bajar a Hachiro; no era difícil suponer que acababa de estar con ella puesto que me dedico una sonrisa llena de ironía y superioridad (En lo único que pude pensar es en que es un maldito).
- Ese es el grandísimo idiota de Hachiro, el chofer de Azu.
- Eso acabo de notar, por su expresión se nota que te ama tanto como tu a el y al parecer estaba con tu doncella.
- Ni lo digas, me revienta el solo pensar que estuvo cerca de ella.
- Cálmate, ahí viene el señor Atsushi.
El señor Atsushi regreso y nos pidió que lo acompañáramos hasta la habitación de Azu puesto que se le dificultaba trasladarse a la primera planta. Le seguimos al segundo piso y abrió una puerta cercana a la escalera, supuse que esa seria su habitación y estaba en lo correcto; el señor Atsushi llamo a la puerta y Azu no tardo en responder...
- Señorita Azu, el joven Kurosawa y su amigo están aquí.
- Pueden pasar, gracias señor Atsushi.
Cuando ingresamos ella estaba sentada en uno de los sillones de la pequeña sala de su habitación, estaba mucho mas hermosa, no se si me parecía de esa forma por las horas que no la había visto pero no exageraba, simplemente ella es demasiado hermosa para que no me asombre. Al verme me dedico una sonrisa que por poco hace que se me pare el corazón, esta mujer va a hacer que me vuelva loco en poco tiempo.
- Cierra la boca o se te meterán las moscas - Me dijo Hisao en un susurro a modo de burla, pero tenia razón no puedo ser tan evidente frente a ella, aun no es el momento adecuado para que sepa sobre mis sentimientos... Es demasiado pronto para eso.
- Pasen, tomen asiento - dijo Azu muy cortésmente, Hisao y yo nos sentamos y empecé a hablar.
- Traje a mi mejor amigo, espero no te moleste Azu.
- Por supuesto que no, si es tu amigo es bienvenido al igual que tu.
- ¿Ves? Es un encanto, te dije que le caerías bien.
- Cállate mejor, me harás quedar mal. Mi nombre es Hisao Nakamura, es un gusto conocerte o mejor dicho poder tratarte Azu Akiyama.
- El gusto es mío Nakamura, puedes decirme "Azu", no es necesario ser tan formal.
- Lo hare si tu también me llamas por mi nombre - Ambos sonrieron y el ambiente se empezó a animar y sentirse mas relajado.
- Es un trato entonces Hisao.
- Te dije que le caerías bien Hisao, ella es muy amable.
- Tenias razón, siento haber dudado de ti Azu, solo que en el colegio te ves muy seria y miras con cara de "muérete" o mas bien eso parece hacia cualquier persona diferente de Reiden...
- Siento que parezca de esa forma, es solo que me es difícil socializar, pero intentare ser mas amable o al menos no parecer una psicópata - Sonrió al decir eso, es muy tierna a veces.
- Cambiando de tema Azu, el señor Atsushi me dijo que te has sentido mal por los medicamentos. Creo que lo mejor será llamar a un medico - Dije con un tono de preocupación.
- El señor Atsushi se preocupa demasiado al igual que tu, estoy bien y no es necesario llamar a un medico.
- Te dije que se negaría, es muy necia ante estos temas - Con escucharla decir eso empezaba a sentirme frustrado, ya es difícil saber que se siente mal y para colmo que se niegue a llamar a un doctor.
- Creo que Reiden tiene razón Azu, no esta demás que te revisen de nuevo e incluso sea posible que te cambien los medicamentos.
- ¿Tu estas de su lado Hisao? Creo que exageran, agradezco su preocupación pero de verdad estoy bien. No es necesario molestar al doctor de la familia por algo sin importancia.
- No es molestar, para eso se le paga y esto es algo de importancia. Tu salud es de gran importancia.
- No porque le pagues debes menospreciarlo, debe estar ocupado y no puedo estar llamándolo por algo que puedo manejar.
- No lo menosprecio, sabes perfectamente que no soy ese tipo de persona.
- De eso precisamente quiero hablar contigo, pero será en otro momento, no quiero ser descortés con Hisao; por otro lado, no llamare al doctor o al menos no por ahora, si empeoro le diré a Ai que le llame.
- Esta bien, tu ganas. Eres terca.
- ¿Desean beber algo? Me gustaría que me ayuden a ponerme al día con la temática de la clase.
- Siempre te sales con la tuya, pero esta bien. Lo haremos a tu manera.
- Eso esta mejor, le pediré a Ai que nos traiga algo de beber.
- Ustedes discuten mucho por cosas demasiado simples - Dijo Hisao con un tomo de burla, me sentía muy tonto y mas porque el estaba presenciando toda nuestra discusión.
- Tu debes entenderlo mejor que yo Hisao, Reiden se preocupa demasiado; ya has de conocerlo. Aun así es muy tierno y le agradezco que lo haga - Azu me dedico una hermosa sonrisa demostrándome que estaba feliz, tan solo eso fue suficiente para que me olvidara del mundo, solo eso necesito para ser feliz...
CONTINUARA...