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Chapter 25 - Sellando Un Lazo De Amor...

REIDEN

Aunque prometí no arruinar el día, no podía ignorar aquello que había ocurrido antes de que yo llegara por ella, no puedo tolerar el hecho de que alguien la lastimó y que ella me mintiera me hacía preocupar aún más...

Al preguntarle nuevamente al respecto, Azu se puso incómoda y algo nerviosa... No entiendo porque le es difícil contarme lo que le sucede, porque siempre me lo oculta (Esto es demasiado frustrante). Al final, tuvo el valor para decirme lo que había ocurrido pero me era difícil de entender puesto que se negó a contarme lo sucedido completamente...

- No entiendo ¿Cuál fue la causa de su enojo? ¿Qué la hizo enfurecer tanto que incluso te golpeó?

- ... - Azu guardó silencio, su expresión reflejaba una profunda tristeza y decepción... Acerqué mi mano a su rostro para acariciarla suavemente, ella cerró sus ojos disfrutando de mi tacto y su cuerpo se relajo notablemente.

- Azu... - Ella me miró de nuevo - No te pediré más explicaciones, pero no olvides que me importas y me preocupo por ti, si algo te está molestando o necesitas mi ayuda, no dudes en decírmelo - Las lágrimas amenazaban con caer y podía ver qué luchaba internamente por no llorar y decirme aquello que la afligía...

- Yo... Tengo miedo... Temo que te canses de escuchar mis problemas, que mi dramática vida te resulte aburrida y te alejes de mí... No quiero que eso suceda, por ello prefiero callar... - Pequeñas lágrimas abandonaron sus ojos y no pude evitar abrazarla, se lo difícil que ha sido y es su vida, nunca la abandonaría por tenerme la confianza de incluirme en ella y contarme lo que le ocurre.

- Niña tonta ¿Cómo algo así podría separarnos? - Ella se separó un poco y me miró directamente a los ojos.

- Yo...

- ¿Cómo podría aburrirme si soy yo quien te pregunta sobre lo que te sucede? Si te pregunto es porque me importas, porque quiero protegerte y ser tu apoyo; mis sentimientos son sinceros, Azu, y no van a desaparecer tan fácil...

- Yo... No sé que haría sin ti, no tengo palabras para describir lo que siento en este momento; te agradezco todo lo que has hecho, es maravilloso...

- No tienes que decir nada, seguiré dando mi mayor esfuerzo para hacerte feliz, así como espero que me tengas confianza para decirme lo que te sucede ¿Está bien?

- Está bien.

- Ahora sonríe y sigamos disfrutando de nuestro día.

Pronto llegó nuestra comida, compartimos un agradable momento entre bromas y recuerdos de nuestras familias, aunque claro, Azu no habló mucho sobre la suya... Al terminar, pedimos la cuenta y salimos del restaurante para dar un paseo por el lago, todo estaba muy tranquilo y ella lo estaba disfrutando al máximo, su dulce sonrisa adornaba su rostro, y bueno, yo no dejaba de mirarla, era casi imposible hacerlo...

Caminamos un poco hasta que llegamos a una banca cerca a la orilla del lago, podíamos apreciar la belleza del mismo acompañados por un agradable silencio...

- Es increíble ¿No? - Azu habló.

- ¿Qué cosa?

- A lo que hemos llegado...

- ¿Te arrepientes? - Pregunté algo nervioso... Si decía que si, mi mundo se vendría abajo, no habría un futuro "Juntos".

- ¿Qué? No, por supuesto que no. Todo lo contrario, me has dado todo lo que siempre he querido... Mi amistad contigo no ha sido por necesidad o por interés, fue algo del destino y de tu insistencia - Reí ante eso último - Gracias a ti he experimentado sentimientos desconocidos para mí... Ya no me siento sola y soy feliz; hoy por ejemplo ha sido realmente agradable y me sorprendió lo bien que conoces mis gustos... Yo... Estoy agradecida de tenerte en mi vida y espero que todo siga progresando entre nosotros, daré mi mayor esfuerzo para que tú también seas feliz - Azu me dedicó una sonrisa y yo no sabía dónde meterme - ¿Qué sucede? Te pusiste extraño... - Yo no podía ni mirarla, sus palabras me han avergonzado y debo estar completamente rojo por ello - ¿Estás actuando tímido? - Azu empezó a reír y se acercó aún más a mi.

- Deja de mirarme, So... Solo estoy admirando el lugar...

- No es verdad, estás todo rojo; mírame.

- ¿Tú qué sabes?

- ¡Ah! ¿No lo vas a admitir? De acuerdo, ya no diré nada. - Azu se alejó y empezó a ignorarme, he olvidado lo fácil que es hacerla enojar...

- Ya, ya, está bien, es como dices, has logrado avergonzarme y dejarme sin palabras.

- No lo digas, ya no me importa.

- ¡Ah! Me volverás loco mujer, no te enojes por algo tan tonto.

- ¿Qué dices?

- A lo que me refiero es que... - (Piensa adecuadamente lo que dirás, Reiden, o terminarás cavando tu propia tumba) - Desde el primer momento en que te ví me cautivaste... - Dije seriamente - Y cuando te ocultaste al verme, me pareció muy tierno; no podía dejar de recordar ese momento hasta que al día siguiente te ví en el mismo salón en el que estaba, creí que era algo increíble y qué era una señal del destino para que me acercará a ti, es la mejor decisión que he tomado, tú eres parte de mi felicidad ahora.

- ... - Ella guardó silencio y me miraba como si quisiera transmitirme algo que le era imposible decir.

- ¿Te he incomodado?

- No, me has hecho feliz al decir eso - Azu Acercó su mano para acariciar mi rostro, generaba en mi un sentimiento cálido, agradable...

No pude evitar acercar mi rostro a ella y besarla, un beso lleno de sentimientos y emociones... Al alejarme de ella, pude apreciar lo sonrojada que estaba, saber lo que provoco en ella altera todo en mi...

- Te llevaré a otro lugar, pronto caerá el atardecer...

- De acuerdo, te seguiré.

Caminamos de regreso al restaurante y pedí que trajeran mi auto... Conduje hasta el parque de atracciones, tenía algo especial planeado para nosotros...

- ¿Un parque de juegos?

- ¿Te gusta?

- Si, mucho - Dijo emocionada - La verdad... Nunca he venido a uno - Rió nerviosa.

- Bueno, siempre hay una primera vez para todo y está será la mejor.

- ¿Qué estamos esperando entonces?

- De acuerdo, allá vamos...

Estacioné el auto y nos dirigimos al centro del parque, el ambiente estaba bastante enérgico y habían muchas personas; Azu estaba emocionada con todo, tanto, que en algún momento me tomó de la mano y me llevo casi arrastrado hacia aquello que le parecia emocionante, fuimos a distintas atracciones y ella parecía no cansarse de ello, pronto daría la media noche y era el momento de poner en marcha la parte final de mi plan, estábamos sentados en un pequeño puesto de comida ya que ella quizo probar el Yakitori, estaba por terminar así que hablé...

- ¿Lo has disfrutado?

- Bastante, está delicioso.

- Me alegro, termina, iremos a una última atracción - Asintió y terminó de comer, al hacerlo habló de nuevo.

- Listo ¿A cuál iremos?

- Sígueme - Pagué nuestra comida y la guíe hasta la rueda de la fortuna.

- Es hermosa...

- Lo es, esta es la última atracción a la que quería traerte... No sería completamente una cita si no te trajera aquí. - Azu sonrió demostrando lo emocionada que estaba, y yo no podía estar más feliz...

Subimos a la rueda y pronto empezó a girar, todo se veía bastante pequeño desde dónde estábamos, era una vista hermosa... Azu estaba junto a mi, observaba todo a través del vidrio, maravillada y a la misma vez pensativa, decidí hablar sacándola de sus pensamientos.

- Hay una leyenda que dice que si una pareja se besa en lo alto de la rueda de la fortuna, seguirán enamorados por toda la eternidad... No importa cuántas vidas vivan, siempre se encontrarán y serán felices juntos...

- ¿Crees que sea verdad?

- Si, creo que el verdadero amor va más allá del tiempo y de los obstáculos.

- Pronto llegaremos a lo más alto de la rueda...

- Es así... - La rueda llegó a su punto más alto... Quería intentar algo pero no sabía si sería algo imprudente o precipitado.

- Sabes... Hay cosas que no se deben pensar demasiado o de lo contrario se perderá la oportunidad...

- ¿A qué te refieres? - Azu guardó silencio y se acercó a mi, cerro sus ojos y me besó. Estaba emocionado y al mismo tiempo desconcertado, correspondí a su beso y la acerque más a mi...

Allí, en lo alto de la inmensa rueda de la fortuna, Azu y yo sellamos un lazo de amor que cruzaría cualquier obstáculo, así como se enfrentaría incluso al tiempo...

Ella y yo somos un claro ejemplo de que no decidimos de quién nos enamoramos o cuando lo hacemos... Nuestra vida es una historia que se está desarrollando día a día, y mientras estemos juntos seremos felices...

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