Ingresamos al consultorio del doctor, Reiden aún no me soltaba y miraba algo extraño al doctor, era un señor de aproximadamente unos cuarenta años, con barba y su cabello era de color gris oscuro; parecía alguien agradable.
- Joven ayude a sentar a la señorita en la camilla por favor - El doctor le solicito esto a Reiden aún no dejaba de sostenerme y no le era posible hacer su trabajo.
- Si, por supuesto - Dejé a Azu sobre la camilla con toda la delicadeza posible, pero no me aparte de su lado ese doctor no me genera confianza; aunque siendo sincero ningún hombre que se quiera acercar a ella me la genera se qué parezco una persona posesiva pero no puedo evitarlo no soy un psicópata o algo parecido solo quiero protegerla.
- Joven siéntese en este lugar así podré revisar a la señorita.
- ¿Es realmente necesario? ¿No me puedo quedar a su lado? - El doctor le dedicó una sonrisa a Reiden, parece que podía ver a través de sus palabras.
- Jajaja jóven no se preocupe, su novia estará bien y yo no le haré nada malo al contrario solo quiero ayudarla.
- Y-yo no soy su novia, él solo es mi amigo doctor - (Tal parece que la vergüenza es la única emoción que me rodea últimamente junto a Reiden.)
- ¡Oh! Siento mi atrevimiento de verdad pensé que eran una pareja se ven muy cercanos. Debe quererla mucho señorita para acompañarla de esta forma.
- En efecto, la quiero demasiado y por eso la protejo en gran manera.
- Y por eso dejaras que el doctor me revise sin interferir en su trabajo... Reiden tu me trajiste porque querías que me revisaran pero ahora no dejas que lo hagan sin poner un impedimento. No debes preocuparte demasiado; yo estoy bien y no me van a secuestrar.
- Lo siento, yo yo solo estoy algo preocupado y nervioso, no me gusta verte en esta situación por mi culpa inicialmente; te esperaré afuera con permiso.
- Reiden yo...
- Creo que fue un poco dura con él señorita.
- Lo sé, me siento horrible no he aprendido a controlar lo que digo; siento causarle problemas doctor...
- No sé preocupe, no es la primera vez que veo una actitud como la de él. Aunque exagera un poco es la forma en que le demuestra lo que siente, solo se preocupa por usted.
- Lo sé y lo único que hice fue avergonzarlo.
- No sé preocupe, primero revisemos su tobillo ya después podrá hablar tranquilamente con él.
El doctor revisó mi tobillo y concluyó en que tuve un esguince, no pensé que sería para tanto supuse que con algo de descanso se me pasaría el dolor, ahora de verdad estoy agradecida con Reiden...
Fui una tonta por la forma en que lo trate, debo disculparme otra vez con él; parece ser que es lo único que hago últimamente. Pronto el doctor, llamo a una enfermera y le dió las indicaciones de los implementos que debía traerle, mi tobillo debía ser inmovilizado para que no se convirtiera en una fractura.
Media hora después ya estaba todo terminado, un gran vendaje en mi tobillo y el inmovilizador. Ahora no se como saldré de aquí de esta manera; el doctor me iba a traer una silla de ruedas pero me negué, considero que es demasiado. Lo único que me preocupa es que quizás Reiden se haya ido...
Me dieron el alta y como pude empecé a salir, se que es irresponsable de mi parte no aceptar ni la silla de ruedas ni las muletas pero no me siento cómoda con eso; al salir del consultorio busque con la mirada a Reiden gracias al cielo estaba parado en una esquina de la sala de espera aunque distraído ni siquiera se dió cuenta de que lo estaba mirando fijamente. Mirándolo desde aquí es realmente hermoso, muy guapo; me causa mucha felicidad que haya llegado a mi vida, debo disculparme con el y evitar discutir en un futuro no quiero que se cansé de mi.
Poco a poco me fui acercando a él, me causaba algo de dolor pero era soportable...
- Está pose te hace ver muy guapo a lo lejos, ¿Viniste a acompañarme o a enamorar chicas?
- ¡AZU! - Reiden se sobresalto y se quedó pasmado al verme junto a él.
- Siento lo que dije adentro, fui muy desagradecida; te prometo que procuraré no decir cosas desagradables en el futuro. Temí que te hubieras ido.
- No debes disculparte, de alguna manera tenías razón; en un principio fui yo quien insistió en traerte al hospital y cuando llegamos no le estaba poniendo las cosas fáciles al doctor, creo que soy muy desconfiado me disculpo por eso.
- ¡Oye! Si te disculpas me harás sentir mal, digamos entonces que ambos somos responsables. De ahora en adelante procuremos no discutir ¿Está bien?
- De acuerdo - Le dedique una sonrisa a Azu en señal de que también deseaba lo mismo, evitaré las discusiones al máximo al igual que debo aprender a controlarme más; no puedo simplemente aislarla del mundo con la escusa de que solo quiero protegerla, de esa forma solo le haré daño...
- De verdad me alegra que aún estés aquí, pensé que te habías marchado - (El solo pensarlo me causaba una gran tristeza, aún debo aprender mucho. Y debo empezar por reflexionar más antes de hablar, no debo simplemente hablar por hablar sin tener en cuenta los sentimientos de los demás, todo este tiempo refugiada en la soledad absoluta ha hecho que olvidé como debo tratar a las personas, en especial a quienes amo... Aunque en realidad ¿A quién quiero engañar? Nunca lo he sabido, tengo la confianza de que junto a Reiden aprenderé realmente lo que es una amistad...)
- (Ver su expresión triste nuevamente me causa dolor, se que puede parecer tonto puesto que no nos conocemos desde hace mucho tiempo, pero simplemente no puedo evitarlo; en éste poco tiempo ella se ha convertido en alguien importante para mí, sin darme cuenta verla sonreír se ha convertido en mi principal objetivo a diario, su felicidad es parte de la mía y solo deseó que Azu este bien...) Le dedique una sonrisa mientras desacomodaba su cabello y le dije - Chica tonta, ¿Cómo podría irme sin ti? No me moleste ni nada parecido, pero debía salirme o el doctor no podría hacer su trabajo en paz, vaya numerito que le estaba haciendo en el consultorio, tenías razón me estaba preocupando de más ahora podré llevarte a casa tranquilo. Hablando de eso, ¿Porqué estás de pie así? ¿Dónde está la silla de ruedas o las muletas? ¿Te duele mucho? Iré a pedir una silla de ruedas, no se porque han sido tan negligentes. Espera un momento aquí, siéntate.
- ¡Reiden, espera! No han sido negligentes, yo misma les dije que no necesitaba ni la silla de ruedas y mucho menos las muletas eso me hace sentir incómoda, si duele un poco pero con los medicamentos me siento mucho mejor, solo quiero que vayamos a casa estoy muy cansada; hoy ha sido un día verdaderamente largo y agotador. Vámonos yá, ¿Si?
- (Su expresión fue realmente tierna, ¿Cómo podría contradecirla? Si es realmente hermosa cuando se trata de obtener lo que quiere, claro ella no es una persona manipuladora pero si sabe cómo persuadir) - Está bien, vámonos niña necia eso sí, te llevaré en brazos hasta el auto no quiero que te lastimes mas ¿De acuerdo?
- Está bien, como digas.
- Muy bien, aunque te negaras igual lo iba a hacer - Rei mientras la tomaba en brazos.
- Eres muy presumido Reiden, sujetame bien si me dejas caer todas las personas aquí se reiran de mi, y está vez no será suficiente un helado como disculpa.
- ¡Oh! Que exigente, como ordené su alteza la llevaré a salvó hasta su carruaje - Rei al decirle ésto, empecé a caminar hasta la salida del hospital con ella y me dirige hasta mi auto, la acomode en el asiento trasero de esa forma estaría mucho más cómoda y yo me fui al asiento del conductor, emprendimos nuevamente el viaje hasta su casa, está vez no nos desviaríamos del camino; poco después Azu se quedó dormida esto a causa de los medicamentos que le dieron para evitar el dolor, me asegure de que estuviera bien y no se sintiera incómoda por su pie.
(Verla de esta forma, tan vulnerable, me hace pensar en todo lo que debió pasar antes de conocerme, sin alguien que la apoyará y la protegiera. Soy consiente dé que no debo excederme al cuidarla, al igual que ella debe aprender a defenderse por si misma frente a los grandes obstáculos que se le presenten, es una chica fuerte y podrá superar cualquier cosa; daré lo mejor de mí para que ella esté bien, se que en un futuro crecerá aún más esto que estoy empezando a sentir y nos unirá algo Más Que Amistad...)
ANÓNIMO
- (Llamada) - ¿Bueno? Necesito de tus servicios nuevamente.
- ¿De qué se trata?
- Necesito que empieces a seguir a Reiden Kurosawa, y averigues todo lo que pase relacionado a él de ahora en adelante; incluso las personas con las que se relaciona y en cuanto sepas algo me lo informas, quiero saber absolutamente todo.
- De acuerdo, esperó que sepas que este trabajo te costará mucho.
- Por tu dinero no te preocupes, tendrás tu paga en cuanto me tengas resultados.
- Me parece bien.
(Fin de la llamada)
- En cuanto lo sepa todo me encargaré de ti estúpida, nadie tendrá a Reiden más que yo, ¡NADIE!