Pronto llegamos a su casa, y aún estaba profundamente dormida; baje del auto y toque el timbre, mientras esperaba que alguno de los sirvientes atendiera a la puerta, fui de nuevo al auto para cargar a Azu y ayudarla a ingresar, tenía cuidado de no despertarla aunque parece imposible despertarla, tiene el sueño pesado.
La saqué del auto con sumo cuidado pero está vez de no lastimar su pie, al dirigirme de nuevo a la entrada me encontré con nada más y nada menos que con Hachiro, quien me miró extrañado y a la misma vez molesto; no tardó mucho en empezar a reclamar.
- ¿Porqué la señorita Azu está con usted y en ese estado? ¿Qué le ha hecho? - Escupió molesto, y no era él único enojado (¿Quién diablos se cree para hacerme reclamos?) lo fulmine con la mirada y simplemente seguí de largo, si empiezo a discutir con él podría despertar a Azu y ahora debe descansar.
En la sala se encontraba el señor Atsushi quien al vernos entendió inmediatamente la situación y me guío a la habitación de Azu, subí las escaleras y seguí por el pasillo hasta la habitación, ingresamos y la acomode en la cama, la cubrí con el edredón y salí junto al señor Atsushi quien aún no había preguntado nada, bajamos nuevamente y fue cuando el señor Atsushi empezó a hablar...
- Joven Kurosawa, siento mi intromisión pero me gustaría saber ¿Qué fue lo que le sucedió a la señorita? Cómo usted entenderá, soy responsable de su seguridad y debo explicarlo después a los señores.
- Entiendo perfectamente señor Atsushi, luego de buscarla y solucionar nuestros problemas quisimos ir por un helado, quería hacerla sentir bien pero una mujer se atravesó al ingresar a la heladería y Azu casi cae, actúe rápido y la sostuve pero se alcanzo a lastimar el tobillo, se aguantó el dolor hasta que salimos del lugar, al caminar hacia el auto fue que me di cuenta y decidí llevarla al hospital; el doctor dijo que tiene un esguince por lo que debe guardar reposo al menos por quince días.
- ¡Oh! Entiendo joven, le explicaré a los señores. Muchas gracias por cuidar de nuestra señorita - Diciendo ésto, él señor Atsushi hizo una reverencia. Iba a responder pero en ese momento aprecio de nuevo Hachiro y nos interrumpió.
- Señor Atsushi, ¿De verdad le está diciendo eso a éste? - Me señaló con odio en su mirada, yo solo sonreí irónico. - Él solo ha lastimado a Azu, solo la perjudica... ¡No sé vuelva a acercar a ella! - En ese momento elevó el tono de voz y yo me enoje de verdad.
- ¡HACHIRO! Respeta al joven Kurosawa y no te entrometas en los asuntos de él y la señorita, además ya te había dicho que te dirijas con respeto al los miembros de la familia Akiyama así como a sus amistades. - Hachiro se enojo aún más al ser reprendido por el señor Atsushi.
- Yo solo digo la verdad, estoy protegiendo a Azu como se lo prometí y él... - En ese momento lo interrumpí sin darle oportunidad de continuar.
- Creo que es muy claro lo que está sucediendo aquí, te has enamorado de ella ¿Verdad? ¿Te gusta Azu? - Reí fuerte, a lo que Hachiro no sabía cómo responder y tardo unos segundos en articular palabra de nuevo...
- Por... Porsupuesto que no, yo...yo la quiero como a una hermana...
- Pues te digo que te estás tomando atribuciones que no te corresponden, Azu es y seguirá siendo tu superior, no tienes ningún derecho de entrometerte en nuestra relación.
- Ella me lo ha permitido quiere que la proteja, por su culpa ella se lastimo, yo jamás le haría daño como usted. - Su comentario me molestó aún más y eleve el tono de voz mucho más.
- ¡TE HE DICHO QUE NO TE METAS ENTRE NOSOTROS! NO ERES MAS QUE SU CHÓFER ¡RECUERDA TU LUGAR! - El señor Atsushi se sorprendió al verme tan molesto y no era para menos, me deje llevar y perdí los estribos; no entiendo como me rebaje a su nivel aún sabiendo que solo quiere quedar como la víctima frente a todos, pero más ante Azu.
- Por esto y mas es que usted no debería estar cerca de Azu, es un peligro, alguien inestable - Soltó todo esto en un tono de reproche, suspiré y me calme, no quiero que Azu nos escuche discutiendo.
- El estar cerca de ella no es algo en lo que puedas opinar, mientras ella no me pida que me aparte seguiremos juntos, y ¿Quién sabe? Quizás pronto te lleves una sorpresa respecto a nuestra relación - Reí con un ironía, mientras que el señor Atsushi solo observaba la situación; Hachiro estaba rojo de la ira pero no sé atrevió a responder - No siendo más, me retiro. Señor Atsushi, en cuanto Azu se levanté le dices que vendré a verla de nuevo mañana después de clases, déjala que descanse y antes de informarle algo a sus padres consúltalo con ella. En cuanto a ti, espero que sea la última vez que te metes en lo que no te importa, te sugiero que llevemos la fiesta en paz porque no pienso apartarme de ella, y práctica la forma en como te diriges a ella tal parece que a veces se te olvida - Antes de que pudiera reclamar algo salí de la casa, y me subí a mi auto, menos mal vivo demasiado cerca, estoy muerto del cansancio...
- Hachiro, te estás metiendo en problemas innecesarios por tomarte atribuciones que no te corresponden, no te ganes enemigos contra los cuales no puedes hacer frente, por mucho que lo niegues se que te gusta la señorita y no te voy a juzgar pero esto no puede seguir, es algo imposible y debes tenerlo claro.
- No es así, señor Atsushi de verdad... Yo...
- No trates de explicarme nada, he visto como miras a la señorita, tu preocupación por ella va más allá de la de un hermano por una hermana pero esto debe terminar aquí, como dijo el joven Kurosawa, no olvides tu lugar es tu última advertencia, de no acatar mis órdenes dejaras de ser el chófer de las señorita.
- Si señor...
- Puedes retirarte a descansar, buenas noches.
- Buenas noches señor Atsushi...
REIDEN
En cuanto llegue a mi casa, me dirige directamente a mi habitación, debía tomar una buena ducha y eso fue lo que hice, me relaje lo suficiente y al salir solo me puse unos boxer, quería descansar cómodamente. Al estar acostado solo podía pensar en Azu y en la discusión que tuve con Hachiro...
El muy idiota tiene razón en que le he hecho daño a Azu, por mi culpa es que ahora está lastimada; es frustrante está situación y lo peor es que aún es muy pronto para insinuar le mis sentimientos, ni yo mismo se lo que siento... Ella me atrae demasiado, nunca antes había sentido algo parecido, su sonrisa es hermosa y ni hablar de su mirada aunque aparenta ser muy seria en cuanto llego junto a ella no descanso hasta sacarle una sonrisa y alegrarle el día, estar junto a ella es genial. A pesar de lo mucho que ha sufrido, y de la constante tristeza en la que mantiene sumida; hay momentos en los que sus ojos muestran un destello de felicidad y esos momentos son lo que más atesoro, sin darme cuenta se ha convertido en una de las principales razones de mi felicidad.
(El sueño poco a poco me alcanza, y al cerrar los ojos solo puedo imaginar su rostro, ese hermoso rostro que tanto me gusta... Sin darme cuenta sucumbí ante el cansancio deseando que aquel ángel me visite en mis sueños...)
*****CONTINUARÁ*****...