Dormí por varias horas, cuando desperté ya eran las 6:40 pm, tome mi teléfono y empecé a revisar mi correo, según me dijeron mis padres antes de salir de viaje; en el transcurso de la semana me llegaría un mensaje que notificaría mi ingreso al nuevo colegio, aún no había nada tire mi teléfono a un lado y me acosté mirando al techo, aún me sentía frustrada por la trampa de la cual fuí víctima, no solo porque robaron mi primer beso, sino por que me sentía como una verdadera idiota al no darme cuenta de lo que planeaba Cristofer, ya estaba acostumbrada a que las personas solo buscaban un beneficio en mi; entonces ¿por que me confíe así? talvez como dijo mi padre el irnos a Japón me ayudara a empezar de nuevo, me levanté y empecé a empacar mi maleta solo nos llevaríamos cosas como la ropa y cosas pequeñas, el resto quedaría en la casa ya que no planeaban venderla; contratarían alguien que de vez en cuando fuera a asearla y a supervisar que todo estuviera bien.
Pasé casi una hora empacando todo y no es por presumir pero tengo bastante ropa, termine y dejé las maletas en la sala, subí a mí cuarto y me senté en mi cama; decidí olvidarme del asunto con Cristofer e incluso ya había borrado su número y el chat, empecé a aceptar con mejor cara el irnos a vivir a Japón, estaba imaginando cómo sería nuestra nueva casa, de lo único que estaba segura era que seguiría estando igual de sola, ya que mis padres seguirían con los viajes de trabajo e incluso el tiempo que pasaría con ellos podría ser menor debido a su ascenso, pero bueno no me podía afligir por eso tenía que aceptarlo, también imaginé como sería el nuevo colegio estaba un poco nerviosa yá que el curso iba bastante adelantado un poco más de la mitad, pero bueno mis padres me habían dicho que era uno de los colegios más prestigiosos y no esperaba menos, aunque mis padres trabajen no quiere decir que no tuviéramos dinero trabajaban en la empresa de mi abuelo paterno, solo que el nunca le dejaba el camino fácil a nadie, incluso a su familia, aquellos que querían trabajar en su empresa debían empezar desde cero, mi padre con su ascenso sería el nuevo director del GRUPO AKIYAMA, y mi madre sería la nueva gerente del departamento de ventas cuando mi abuelo se retire mi padre asumirá la presidencia ya que es el hijo mayor, y alguno de mis dos tíos será el nuevo director, seguí divagando en mis pensamientos sobre la nueva casa y el colegio, hasta que dieron las 8:00 pm.
Baje a la cocina y me prepare algo de comer, tenía bastante hambre con todo lo que sucedió no almorcé, cuando la comida estuvo me dirige al comedor a cenar, mis padres aún no llegaban aunque no se me hacía raro el vuelo al otro día sería a las 10:30 AM, por lo que ellos llegarían antes de esa hora asi no llegarán hoy, todo estaba arreglado incluso sus maletas no fue complicado el arreglar las cosas ya que no teníamos empleados a los cuales liquidar, eso se debía a qué según mis padres no era necesario una empleada de planta ni un chófer, mi colegio quedaba cerca y le pagaban a una señora para que fuera a la casa los días lunes, termine de cenar me di un baño y me prepare para dormir pero como había dormido casi toda la tarde me era imposible conciliar el sueño, entonces me puse a leer mi novela favorita siglos de amor ya había perdido la cuenta de cuántas veces la leí, hasta que me quedé dormida.
Al otro día me levanté temprano eran las 7:00 AM, me pare de la cama y la arregle, me dirigí al baño y me empecé a preparar teníamos que estar en el aeropuerto a las 9:00 AM, cuando termine y salí ví a mis padres, en efecto acababan de llegar, los saludé y les pregunté...
- Buenos días padres, ¿como les fue en su viaje? - era un poco distante no los veía con frecuencia - Ya tengo todo preparado.
- Buenos días, es bueno que todo esté listo y no tengamos ningún retraso - dijo mi madre, tan indiferente como siempre; no entiendo cómo fingió incomodidad el día que hablamos sobre el viaje si a leguas se ve que le importa muy poco mi opinión, más bien creo que no sabía cómo tratarme no parecemos madre e hija sino sino directora de una multinacional y la aceadora, aunque parece un poco exagerado es la verdad somos muy distantes.
Mi padre por su lado, es un poco más sensible aunque debería ser al revés pero no, esté no es el caso. El se preocupa un poco más por lo que siento de cierta manera. Mi padre me dijo...
- Buenos días hija, ¿como has estado? - se veía bastante sereno. Simplemente respondí de manera amable...
- Muy bien gracias, iré a desayunar - mi padre asintió y yo me retire. Mi madre ya se había retirado a su cuarto a alistarse para salir de nuevo los tres a el aeropuerto.
Mi padre no es tan estricto como mi madre, puede ser porque soy su única hija aunque con mi madre eso no funciona; por otro lado está mi enfermedad un caso de asma severa que me ha afectado desde pequeña lo cual me ha impedido realizar algunas cosas como ejercicio intenso, por ello mi padre trata de complacerme en casi todo, exepto en permanecer a mi lado ya que primero está su trabajo. Desde que pude controlar el asma con un tratamiento médico a los nueve años, mis padres retomaron sus viajes de trabajo; según ellos ya estaba estable y si algo surgía solo tenía que llamarles, contrataron una niñera hasta que cumplí los catorce años ya después pude cuidarme sola siempre fui muy responsable. Antes de los nueve años, estaban un poco más al pendiente de mi, y cuando tenía las recaídas por el asma era de la única manera que viera a mi madre preocupada y un tanto amorosa conmigo. Pero bueno a veces no los juzgo, nuestra familia siempre a sido así sin tanto afecto.
Termine de desayunar, lave los platos y me dirige al baño para cepillarme, cuando termine mi padre llamo a mi puerta para decirme que debíamos partir, ya eran las 8:10 AM, observé mi cuarto con algo de nostalgia, este cuarto guarda los recuerdos de cuando lloraba por sentirme sola o cuando dejaba volar mi imaginación con relación a mi futuro, tome mi cartera y salí, lleve a la sala y tome mis maletas mis padres me estaban esperando, salimos de la casa afuera nos aguardaba un auto que nos llevaría al aeropuerto.
No subimos al auto después de subir las maletas, y este emprendió su camino al aeropuerto, yo solo miraba todo el paisaje, China era el país en el que crecí y aunque no era mi lugar de nacimiento era el único que recordaba.
Llegamos al aeropuerto, ingresamos y estuvimos en la sala de espera hasta que escuchamos que debíamos abordar el avión, ya habíamos confirmado todo, solo debíamos abordar.
Ya en el avión estaba un poco nerviosa nunca me había subido a un avión, ni siquiera para ir a visitar a mis abuelos ya que nunca lo hacía cuando querían verme lo hacían por video llamada, por lo que viajar en avión era una experiencia nueva para mí, mi padre me observo y me hizo un gesto amable para que me relajara, viajamos en primera clase para evitar un poco el estres de la clase económica. Notificaron que el avión despegaría y así fue...
Me encontraba camino a mi nuevo hogar y una nueva aventura aguardaba por mi, por qué así lo veía como una nueva aventura, tenía el presentimiento de que mi vida cambiaría por completo,y en el fondo eso era lo que anhelaba...