Gracias a su comentario, estaba de nuevo en un trance pensando si de verdad me estaba interesando; pero no, eso no es posible lo acabo de conocer. Reaccione, y le dije...
- Desde ahora te digo, no me interesas y no creo que me llegues a interesar, además te dije que pensaría el ser amigos no que ya lo éramos.
- Si claro, lo que tú digas, veremos qué pasa con el tiempo. Por otro lado, ¿porqué no quieres ser mi amiga? - Me pregunto confundido - Se que me dijiste que no te agradó, pero hasta el momento, no te he hecho nada malo; ¿tienes problemas con el hecho de hacer amistades o hablar con las personas? - (Dió justo en el clavo, como le digo que de cierta forma le temo a las personas, es decir siempre estuve sola y nunca se me hizo fácil hablar con alguien; las personas simplemente me ignoran, pero el hace que yo pueda hablar con confianza, pero aún recuerdo lo que me hizo Cristofer, fue hace muy poco... no debo confiar en nadie los demás solo me utilizan y me hacen daño) De nuevo estaba hundida en mis pensamientos, repitiendome que no debo confiar en nadie. Una lágrima traicionera, se deslizó por mi mejilla al recordar que las personas solo juegan conmigo.
- Azu, Azu, ¡AZU! - Reiden, empezó a llamarme ya que estaba ida en mis pensamientos - Oye, ¿Estás bien? - Puso sus manos en mis hombros, para que reaccionara, pero recordé nuevamente a Cristofer y me aleje de Reiden un poco asustada - No quiero asustarte, solo que me empecé a preocupar al ver que no reaccionabas, está bien sino quieres responder pude notar que te es difícil socializar, no te presionaré más con lo de ser amigos - La mirada alegre que había visto todo el día, cambio por una triste y algo preocupada. Me hizo sentir mal, entiendo que el no quiere hacerme daño o al menos eso me ha dado a entender, pero ¿Y si vuelve a ocurrir lo mismo que con Cristofer? se que Reiden no es igual, pero tengo miedo - Sentemonos un rato, aún hay algo de tiempo; prometo no hacer más preguntas - Reiden intento fingir una sonrisa, pero creo que se siente culpable por mi cambio de actitud.
Reiden me guío por la biblioteca, hasta llegar a una esquina de la misma, en dónde habían una serie de mesas y asientos para leer de forma más cómoda.
Nos sentamos en una mesa, cerca de una ventana, la biblioteca era muy luminosa, eso era agradable. Reiden no me miraba, parece que no quería incomodarme, pero no se porque sentí la necesidad de explicarle el ¿porqué? de mi actitud o forma de ser. Empecé a hablar, con mi mirada hacia la ventana.
- Sabes, nunca me ha sido facil interactuar con las personas, desde pequeña he estado sola, mis padres pasan la mayor parte del tiempo viajando por negocios; he tenido que crecer sola, nunca tuve amigos pues le temo a las personas, no se cómo hablar con alguien - Reiden me miraba fijamente, podía sentir su mirada hacia mi, fijé mi mirada hacia el, su mirada me transmitía comprensión - Hace poco, antes de venir a vivir a Japón, alguien hizo que ese miedo en mi creciera - Hice una pausa, no se porque sentía la necesidad de contarle el porqué de mi rechazo hacia las personas, aunque me era difícil explicarlo. Reiden me interrumpió antes de que pudiera continuar...
- Oye, no tienes que explicarme sino quieres, no quiero que por mi culpa recuerdes algo que probablemente querías enterrar, no quiero hacerte sentir mal - Su mirada se veía afligida, pero lo interrumpi antes de que continuará...
- En efecto es algo que no quiero recordar, pero siento la necesidad de contarte. Una semana antes de venir a Japón, yo aún seguía estudiando, nadie sabía que pronto no volvería más pero igual a nadie le importaba; el último día que asistí a clases, ví a uno de mis compañeros parado en la entrada del aula, intenté ingresar al salón ignorando su presencia, pero el me sujeto del brazo y me pidió que habláramos al finalizar las clases, al principio me moleste y puse resistencia, pero termine accendiendo - Un nudo empezó a formarse en mi garganta, pero quería explicarle por completo - Al terminar la jornada de clases intenté apresurarme a salir para no tener que hablar con el, pero el ya me estaba esperando en la entrada, ya todos mis compañeros se habían ido, solo estábamos él y yo, persistí en irme pero el me tomo nuevamente por el brazo. Yo me moleste mucho y le reclamé por su actitud, el fingió estar nervioso, sus palabras fueron "Azu, Me Gustas" para después besarme sin darme tiempo de evitarlo - Lágrimas empezaron a bajar por mis mejillas, me dolía recordar...
- Pará, no sigas más; no tienes que explicarme nada, esperaré hasta que tú puedas aceptar mi amistad, el seguir recordando solo te lástima y no lo deseo - Limpie mis lágrimas, aunque me era difícil parar de llorar y seguí contándole ignorando su petición...
- Al reaccionar, lo empuje con todas mis fuerzas y le di una bofetada, le reclamé mientras mis lágrimas bajaban por mis mejillas, el solo me miró molesto con una mano en su mejilla mientras decía, "Contentos cumplí con la apuesta denme mi premio" en ese momento entendí que fui una víctima de una miserable apuesta, pensé en llamar a alguien pero ¿A quién? ¿Amigos? ¿Mis padres? estaba completamente sola, pero ese hecho no mancharia su reputación quienes estaban involucrados eran sus más íntimos amigos, el solo se burlaba al igual que sus amigos mientras me decía "No lo tomes personal, pero era una apuesta y como todo hombre debía cumplirla ¿O qué? pensaste que de verdad me gustabas, lo dijo con sarcasmo, sus amigos no contenían su risa. Me limpie mis lágrimas, y le dije "Una persona como tú no conoce que es el amor, ni podrás llegar a querer a alguien, tu estás vacío creo que ni siquiera tienes corazón, eres un ser despreciable al igual que todos ellos" el cambio su mirada de burla por una de enojo, le di otra bofetada, tome mi bolso y salí corriendo, corrí hasta que llegue a mi casa, no lloraba porque me gustará, lloraba porque las personas solo buscan benficiarce de mi, aunque la apuesta no parecía nada importante, para mí lo fue, fue mi primer beso - Reiden me miró con asombro al escuchar mi último comentario, mis lágrimas seguían bajando - Puede parecer algo tonto, pero yo soñaba con darle mi primer beso a aquel hombre que verdaderamente me amara y yo a él, esa vez solo le pidieron un beso pero y si le hubieran pedido algo más, sin pensar en lo que yo sentía el solo cumpliría con la apuesta, desde ese día decidí no confiar en nadie, a nadie le importa lo que siento, pensé que mi destino era estar siempre sola - Reiden me interrumpió y sin avisar me abrazo, mis lágrimas aún seguían bajando, y el me dijo...
- Te equivocas, ya no estarás sola. Yo seré tu amigo, nunca te lastimare ni dejaré que otros lo hagan; ese tal Cristofer es un idiota por lastimarte si lo llego a ver algún día lo golpeare por haberte herido, cuando estés sola, yo te acompañaré, cuando estés enferma te visitaré, cuando alguien te moleste yo te protegeré, nunca más estarás sola. No tienes que preocuparte por tu beso, ese beso no tuvo amor, por lo tanto no vale, cuando te enamores de verdad darás tu verdadero primer beso. Y no es algo tonto, son tus deseos y son muy valiosos...
Aunque lo acabo de conocer, el me inspira la confianza que nunca nadie me brindo, su cálido abrazo me hizo sentir segura, ¿De verdad ya no estaré nunca más sola? ¿Es correcto aceptar su amistad? ¿Porqué me siento diferente con el si es un extraño?