Después de tres horas y veintitrés minutos, al fin aterrizamos en Tokio, Japón; al salir del aeropuerto un auto ya nos estaba esperando acudimos a el y nos subimos al auto mientras esperando mientras el chófer subía las maletas, cuando el chófer se subió y amablemente a se presentó y le pregunto a mi padre...
- Mi nombre es Eiji, fui enviado por su padre para llevarlos a su casa señor, ¿A qué dirección debo llevarlos? - parecía una persona humilde, aproximadamente de unos treinta y cinco años, por otra parte era lógico que no supiera a donde debía llevarnos puesto que mis padres solo llamaron a mi abuelo para pedirle que nos enviara a alguien para recogernos al aeropuerto por lo que supuse que no le dieron nuestra nueva dirección, a decir verdad ni yo conocía dicha dirección; no sabía en qué lugar exactamente íbamos a vivir. Mi padre respondió...
- Es un gusto conocerte Eiji, en el futuro seguirás siendo nuestro chófer, ya en la casa organizaré a todos los empleados, por ahora llévanos a XXX-YYY-ZZZ, Denenchofu. - el señor Eiji parecía algo sorprendido, pero después de unos segundos lo asimiló...
- Como ordene señor - Empezó a conducir, pude notar su expresión de asombro en el momento en que mi padre le dijo la dirección a la que debía llevarnos, no aguante la curiosidad y empecé a buscar dicha dirección en el navegador del celular.
Al ver los resultados de la búsqueda, me quedé igual de asombrada que el señor Eiji por no decir que quede boquiabierta, era uno de los barrios más prestigiosos de Tokio, en China vivíamos en un buen vecindario pero no era igual de prestigioso al lugar al que nos dirigíamos. No pasaron más de cuarenta minutos cuánto al fin llegamos, al ver por la ventana me quedé fascinada por la casa, a decir verdad era hermosa y mucho más grande que nuestra anterior casa, inmediatamente nos bajamos y nos dirigimos hacia la entrada, mi padre tocó el timbre y en unos segundos uno señor de unos sesenta años nos abrió la puerta mientras nos decía...
- Bienvenidos es un gusto conocerlos, mi nombre es Atsushi y seré su mayordomo, por favor pasen - Parecía un señor muy educado y reservado después de una reverencia entramos en la casa, era mucho más grande por dentro, al entrar mi padre nos presentó...
- También es un gusto conocerte, como ya sabrás mi nombre es Haruo, esta es mi esposa Sora y está es mi hija Azu - mi madre y yo hicimos una reverencia al presentarnos - espero puedas guiarnos en lo que necesitemos...
- Trataré de ayudarlos en lo que más pueda por ahora los guiaré a sus habitaciones, cuando bajen les presentaré a toda la servidumbre y las funciones que desempeñan, por aqui por favor.
El señor Atsushi nos llevó al segundo piso de la casa, primero me llevo a mi habitación, mis padres me acompañaron junto al señor Atsushi quien habría una de las puertas cerca de las escaleras.
- Siga señorita, nos tomamos el atrevimiento de escoger está habitación para usted ya está decorada y tiene vista a la calle, si algo no es de su agrado no dude en hacérmelo saber - dijo Atsushi al abrir la puerta y darme paso para yo entrar, era una habitación bastante grande y moderna con tonos grises, era perfecta ya que no me gusta el color rosado, empecé a recorrerla, tenía un baño privado, la cama era de tamaño King, en otro lado de la habitación había un escritorio con un computador nuevo y ni hablar de la enorme puerta de cristal que conducía al balcón con vista a la calle, las casas vecinas estaban un poco retiradas no mucho, parecía un vecindario bastante agradable. Mi padre me saco de mi asombro y me preguntó...
- ¿Qué te parece Azu, la habitación es de tu agrado? No has dejado de observar todo pero no has dicho nada, si algo no te gusta le puedes decir a Atsushi - reaccione y respondí amablemente...
- Todo me gusta, no es necesario cambiar nada, muchas gracias señor Atsushi hicieron un buen trabajo - dije esto con una leve sonrisa, no era común que yo sonriera a menos que algo realmente me fascinará, mi madre solo observaba no dijo nada referente a la habitación.
- Me alegro que le halla gustado la habitación señorita, si no necesita nada más, guiaré a sus padres a su habitación con permiso.
Mis padres salieron junto a Atsushi y yo me quedé sola, pero no me pude quedar quieta empecé a recorrer toda la habitación ya que solo la ví superficialmente, me dirigí al baño y al entrar pude apreciar que también era bastante grande tenía una bañera y una ducha separada, doble lavado todo era muy moderno, salí de nuevo y ví otra puerta supuse que era el armario y no me equivoqué al entrar pude ver distintos lugares para los zapatos, los vestidos, la ropa casual e incluso habían algunas prendas, todo era asombroso salí del armario y fui hacia el balcón para poder apreciar la vista, en el había una especie de columpio pero en realidad era un asiento.
Empecé a observar el panorama, las casas vecinas eran igual de bonitas a la mía. Pude ver a un joven que salía con un perro de la casa más cercana a la mia, no se porque pero captó mi atención, se veía muy alegre mientras jugaba con su perro fijé tanto mi atención en el, que no me di cuenta de cuando empezó a avanzar por la calle hasta llegar al frente de mi casa y creo que se dió cuenta fácilmente de que lo estaba observando porque fijo su mirada en mí, me dedico una sonrisa, la cual me hizo reaccionar y entrar casi corriendo a la habitación.
- Que pena, creo que se dió cuenta de que lo estaba mirando, y como no si lo estaba observando fijamente; no sé que me pasó no es común que alguien capte mi atención pero su sonrisa me pareció bastante agradable, Azu que pasa contigo, acabas de llegar y ya empezaste con tus pensamientos raros será mejor que me dé un baño y descanse un rato.
Después de darme un baño y ponerme ropa cómoda, me acosté en la cama y regreso de nuevo a mis pensamientos la sonrisa de aquel joven que ví hasta que sin darme cuenta me quedé dormida.
Estaba durmiendo, cuando escuché que alguien llamaba a mi puerta, me desperté y pude darme cuenta que quien llamaba a mi puerta era Atsushi...
- Señorita Azu, disculpe que la moleste pero sus padres me pidieron que la llamara para presentarle a la servidumbre - dijo Atsushi en un tono amable, logré despertarme por completo y le respondí.
- En un momento salgo señor Atsushi. - me levanté y me dirige hacia el tocador junto a la cama, me arregle un poco y salí, el señor Atsushi aún me esperaba afuera para guiarme hacia los empleados.
- Disculpe la molestia señorita, pero es mejor que junto a sus padres conozca a todos los empleados - dijo Atsushi en un tono cordial.
- No se preocupe señor Atsushi, gracias por avisarme.
- Sigamé señorita - seguí al señor Atsushi hasta llegar a la sala en el primer piso donde aguardaban mis padres y los empleados.
Cuando llegamos solo pude ver al señor Atsushi, creo que los demás empleados estaban en la cocina y en el jardín; el señor Atsushi empezó a presentarnos a todos, mientras que ellos hacían una reverencia al ser presentados. En total pude ver a cuatro mujeres y tres hombres teniendo en cuenta al señor Eiji, sin incluir al se señor Atsushi.
- Ella es Akiko y es la encargada de la cocina - dijo el señor Atsushi mientras señalaba a una mujer de baja estatura de unos cincuenta años aproximadamente - ella es Ai y la atenderá especialmente a usted señorita Azu - dijo Atsushi y señaló a una mujer joven de uno veinte años - Ellas son Chieko y Chinami y se encargarán de el aseo de la casa y de atender a los señores si ellos así lo requieren - ambas eran mujeres maduras de unos treinta a treinta y cinco años pero parecían amables - este es Hachiro y será el chófer de la señorita Azu, este es Hajime y será el chófer de los señores al igual que Eiji, también se encargarán del jardín y el lavado de los autos, todos son empleados de planta y ya tienen asignados sus cuartos y horarios de trabajo, todos están disponibles para cualquier función de trabajo si se es necesario, pero tienen asignada una función en específico. Yo estaré al cargo de la supervisión de la casa, así como del orden - dicho esto mis padres y yo nos presentamos, después el señor Atsushi les dió la orden de que regresarán a sus labores y que prepararan la cena. Mis padres y yo nos quedamos en la sala, mis padres me hablaron acerca de mi nuevo colegio se llama Secundaria Horikoshi, me dijeron que al día siguiente retomaría mis clases no querían que me atrasara, dieron las ocho y cenamos; al terminar yo me despedí y me retire a mi cuarto, aún estaba un poco cansada, me cepille y me acosté investigué un poco hacerca de mi nuevo colegio era muy prestigioso y solo las mejores familias podían permitirse un colegio como ese, y no es por presumir pero mi familia era una de ellas.
Todo era nuevo para mi, servidumbre la cual nunca habíamos tenido porque según mis padres no era necesario pero ahora sí, una residencia en uno de los mejores barrios de Tokio, y un colegio de ricos; mi vida había dado un giro de 180° grados quizás la nueva posición de mis padres influyo en este cambio, el abuelo pronto se retiraría y mi padre debía llevar una vida acordé al estatus.
Creo que mi vida ya no será tan solitaria y aburrida como antes, y aún en mis pensamientos estaba la sonrisa del joven que captó mi atención, inmersa en estos pensamientos sucumbi en el sueño...