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Chapter 26 - 24-{Dolce}

Daphne tenía la piel sana y muy bien hidratada, una piel brillante de porcelana. María no decidió ponerle mucha base de maquillaje. Difuminó la sombra rosada, el delineado la hizo ver perfecta en esta ocasión. La mujer le puso el rímel, dándole un toque mas felinas a las pestañas. Para zanjar el maquillaje le puso más protagonismo a sus labios. Le puso en sus finos y dulces labios un color rojo intenso y para lucir más elegante y mas brilloso.

María agarró el fijador, Elnett Mousse. Nuestra protagonista debía lucir su hermosa cabellera. La mujer empezó con su trabajo, Daphne tenía un cabello hermoso y con mucho volumen. Debía de proporcionarle aún más a su cabello, más cuerpo e más fijación aplicando un poco de mousse en su cabello mojado. Utilizó el secador para moldearlo al gusto de Daphne. Dejando unos rizos hermosos e definidos.

-Estás hermosa, luces como una diosa - María le pasó a Daphne el pequeño espejo. Sonrió en el espejo viéndose diferente e más bonita. -y ahora, el vestido, te ayudaré a ponerlo. - María agarró el vestido de alta clase y costura.

-Es hermoso - opinó Daphne sonriendo.

Daphne lucía verdaderamente como un maniquí. El vestido era alargado e acampanado, le favorecía a su silueta, marcaba su bonita y delgada cintura. No tenía mangas, marcaba sus pechos sin brusquedad al fin y al cabo era muy formal. De cintura para abajo era acampanado y muy largo llegando dos palmas más abajo de las rodillas. Sus tacones puntiagudos, la hacían ver esbelta. Para finalizar un poco el look, se acomodó el collar de perlas en su cuello y a juego el pendiente.

Agarró el perfume lentamente de su marca favorita: Dolce & Gabbana (Dolce).

Era una fragancia fresca, femenina e veraniega. Jugando con la inocencia e madurez. Era un delicado aroma, tal y como era ella así de delicada.

Los invitados llegaron a la gran y lujosa fiesta. El lugar era fresco y bastante agradable. Las mesas estaban muy bien decoradas. El jardín tenía un aspecto bastante agradable y lujoso ya que había muchos adornos.

Alexander y Denisa recibían a los invitados.

-hola, querida - Denisa le dio dos besos a su amiga que había recibido la invitación.

-parece que la crema te ha resultado bien. Luces hermosa - la mujer habló, Denisa sonrió, tenía; un vestido de alta costura e un peinado a la moda e propia de su edad.

Alexander sonrió macabro al ver a su enemigo, al lado de su esposa e su descuidado y sexy hijo.

-querido enemigo, aquí tengo un regalo para ti y tu esposa.

-muchas gracias.

Jason miró la escena de esos dos hombres tirando tiros con la mirada, si las miradas pudieran matar ambos estuvieran muertos en medio de un campo de batalla.

Después de eso caminó, por el jardín observando el bonito lugar, habían camareros, una maravillosa orquesta compuesta por integrantes que tocaban con pasión la familia de cuerda como el ; violonchelo, violines, viola contrabajo. La gente conversado, los lujosos vestidos, los lujosos trajes.

El padre de Jason se acercó a él, solamente para advertirle que no se acercara a la "hija del griego ".

-este vino, viene de España. Es un vino de calidad e intenso, el mejor que hay. Es negro y puro, estaba en la zona atlántica mediterránea. - escuchó a Alexander hablar muy cómodamente con otro hombre de alto nivel. Todos eran de alta sociedad. Y aveces odiaba ser el hijo de un gran empresario.

Su mirada se iluminó poco a poco, brillando al ver a esa belleza caminando lentamente con ese hermoso vestido negro, como si una modelo fuera. Lucia su hermosa cabellera, tenía un toque femenino, desgarrador, peligrosamente sexy. Se olvidó del mundo, de todas las personas. Solamente podía verla a ella caminando como una diosa griega. Sentía todo palpitar, quiso besarla e caminar de la mano con ella, ambos luciendo jóvenes y elegantes.

Sus miradas conectaron, Daphne le sonrió con suavidad desde lejos, siguió con sus pasos hasta llegar a sus padres e saludar a los invitados. Esa niña en este momento era una mujercita elegante e bonita. Su collar de perlas, la hizo ver cómo una diosa. Maldijo muchas veces en su interior, quería besarla. La necesitaba como el agua.

-disimula Jason. - rió juguetón Damian. - no sé si voy a poder, tu hermana está hermosa, Dios no sé si voy poder aguantar toda la puta fiesta sin besarla. - Jason confesó anonado.

-ven, al menos acercarte un poco a ella, irás a mi lado. Todo el tiempo ¿de acuerdo?

-de acuerdo.

Damian e Jason caminaron hasta llegar a Denisa y al lado su pequeña Daphne.

Estaban cerca, muy cerca, demasiado...

Daphne mordió sus labios, estaba nerviosa, quería tocarlo, abrazarlo. Jason estaba tan varonil y guapo... Tenía un aire fresco, su cabello ligeramente despeinado e una mano en su bolsillo. Olía tan bien e esa fragancia tan fresca casi la hizo delirar. Necesitaba poder abrazarlo y caminar junto a él de la mano.

Denisa percibió esas salvajes miradas, agarró a Daphne del brazo y continuación habló:

-debemos de recibir más invitados, vosotros podéis tomar algo de champán. - dicho esto agarró más fuerte a Daphne del brazo casi lastimándola e se fueron dejando solos a esos dos muchachos.

-hey, dime la verdad ¿Realmente te gusta mi hermana? - Damian habló después de tomar un sorbo de la refinada bebida. Jason sonrió, acomodó de nuevo su mano en el bolsillo e contestó un :Sí.

Aunque realmente la estaba empezando a amar.

Después de un rato, todos empezaron a cenar, las mesas estaban divididas por familiares. No había nada más bueno que tomar algo de cava acompañado de crustáceos. Una verdadera cena de ricos.

Jason la observaba desde su asiento, comía sería, sin sonreír, ingería lentamente. De repente le entró esas ganas de hacerla reír. Su padre estaba al lado de ella y disimuladamente la molestaba.

Daphne también hizo lo mismo, le sonrió con suavidad agregando disimulo. A pesar de tener a ese demonio al lado.

Después de ingerir un maravilloso postre de fresa con nata, los anfitriones de la fiesta bailaron captando la atención de todas las personas de alta sociedad.