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Chapter 11 - Consejos No Escuchados

Después de terminar mi baño y cambiarme, salí a la habitación y no me sorprendió ver mi collar tirado en el suelo y no encima de mi cómoda donde lo dejé originalmente.

Tranquilamente lo recogí y me lo puse "Te voy a dar un consejo como regalo de bienvenida, en esta escuela, el que juega con fuego, seguramente se quema y definitivamente la curiosidad mata al gato" dije con tono solemne.

"No necesito el consejo de una Barbie" me replicó con tono petulante.

Tomando un respiro profundo para no enojarme, la ignoro y me voy a dormir.

El sábado solo tenemos clases en la mañana, aunque tenemos dos horas de literatura, haciendo de esté día más largo y estresante que uno normal.

En el receso de la mañana le conté a Sol sobre mi reunión nada placentera con mi compañera de cuarto, mi amiga, indignada por su descortesía, comienza a referirse a ella con un lenguaje de lo más de florido.

Esta vez, no la amonesto por su lenguaje inapropiado, lo que demuestra mi irritación con esa chica.

En el club, vi que Marte se había recuperado lo suficientemente con la medicina hecha por Saturno para participar en las actividades del club pero no se llevó ninguno de los pasteles hechos para prevenir cualquier recaída.

Me sentí aliviada por él ya que no tendrá que ir a la enfermería de la escuela, en ese lugar, pueden curar desde la enfermedad más simple como la fiebre y dolor, hasta la enfermedad más complicada como el cáncer y la esquizofrenia.

Solo que el proceso para curar una enfermedad es muy desagradable y doloroso, no obstante, existe la garantía de que jamás en tu vida volverás a sufrir la enfermedad que te han curado.

Por mucha garantía y fiabilidad que posean en su reputación, los estudiantes siempre han evitado ir a la enfermería lo más posible que puedan, en cambio, ellos buscan métodos pocos ortodoxos para curar las molestias menores como Marte.

Noche no me dirigió la palabra en toda la noche, para mí fue lo mejor, decidí ignorarla y considerarla un mueble más de la habitación.

Estaba profundamente dormida cuando un extraño y leve ruido me despertó, instantáneamente me quité el antifaz y prendí mi lámpara de noche que está ubicada en mi cómoda.

Cuando la luz iluminó toda la habitación, no pude evitar exclamar de incredulidad al ver la escena que estaba frente a mí.