El largo cabello rizado de Estrella estaba empapado de su sangre, sus ojos café que ya no estaban ocultos por las gafas que usualmente llevaba, aún mostraba lo aterrorizada que debió estar antes de su muerte, en su espalda está enterrada una daga de aspecto inusual.
Al ver esa arma, mi mente sale del shock producido por su muerte y comienza a trabajar.
Según los registros familiares, ninguna muerte producida por romper las reglas ha tenido un arma en su cuerpo, lo más cercano han sido heridas hechas, al parecer, por cortes; jamás se ha visto en los cuerpos un arma o cualquier cosa material diferente a sus pertenencias.
¿Qué está pasando? Este no es el modo operandis de la escuela y estoy segura que Estrella nunca rompería las reglas, no tiene el valor para hacerlo.
Además, los miembros del club, a lo largo de los años, le hemos enseñado las reglas ocultas más peligrosas, aún nos falta enseñarle muchas más, no queríamos asustarla demasiado, sin embargo, esas reglas no producen este tipo de muertes.
A no ser que... Una duda aparece en mi mente y crece rápidamente, ella no murió por incumplir las reglas sino por algo más.
Mis oscuros pensamientos son interrumpidos por la llegada del profesor Víctor, en el momento en que ve el cadáver, él comienza a fruncir el ceño.
Ese gesto me lo confirmó, si la muerte de Estrella ocurriera de modo normal, el profesor lo consideraría como algo cotidiano y no se molestaría en darle un segunda mirada.
Algo es claramente anormal y solo pienso en una persona que ha estado haciendo cosas anormales.
"Luna ¿Estás bien?" Pregunta Sol que en algún momento se acercó a mi lado.
"No, no lo estoy" dije en voz baja, tratando de contener la rabia y añadí "Vamos, tenemos que encontrar a Saturno para resolver algunas dudas".
Espero que mis sospechas no sean ciertas o puede haber otro asesinato muy pronto.