"¡¿Qué estás haciendo?!" Exclamé al ver a una Noche sobresaltada tratando de abrir la puerta con su celular en la mano.
Obviamente era después de la medianoche y no estaba amaneciendo pronto, por lo que la primera regla pública todavía seguía vigente.
No entiendo porque esta chica estaba tratando de cortejar a la muerte tan descaradamente al romper las reglas.
"Ese no es asunto tuyo" replicó ella.
"Oh sí, este es claramente mi asunto porque tus acciones imprudentes me perjudicará a mí, si dejas que alguna de esas cosas que deambulan por la noche entre" le respondo, indignada por su irresponsable comentario.
"Bueno no dejaré entrar nada, si eso te preocupa y lo que me pase a mí, después de salir de esa puerta, no te conviene" dice de forma tajante.
Traté de respirar profundo, esta niña se está llevando todo mi autocontrol y paciencia, "está bien" dije lentamente "haz lo que quieras pero debes jurar por tu nombre verdadero que no harás nada perjudicial para mí, mientras estés fuera de esa puerta por esta noche y no dejarás entrar nada ni nadie a esta habitación. Si no lo haces, me temo que te detendré por la fuerza".
Ella se burló de mi probablemente pensando que no podría detenerla por la fuerza, Noche pronto se daría cuenta de su error al subestibarme, si sigue probando mi paciencia así.
Sin embargo, ella fue lo bastante obediente al hacer el juramento con su verdadero nombre, la facilidad con la que juro me hace suponer su ignorancia sobre la importancia de jurar con tu nombre.
Después de eso, se fue y yo traté de dormir luego de semejante susto.
Me pregunto cuánto durará viva en esta escuela, espero que no se muera está noche, mañana es día libre y planeo salir de compras con Sol, pensé mientras trataba de conciliar el sueño.
Estaba medio dormida cuando el ruido de una puerta abierta y cerrada violentamente, seguido de una respiración agitada me despertó y volví a encender mi lámpara.
No me sorprendió ver a una Noche desaliñada con su pijama rota y herida levemente, ella frunció el ceño por la luz repentina, me ignoró y se fue al baño después de buscar algunas cosas.
Cuando la vi salir cambiada, limpia y curada, no pude evitar burlarme de ella "¿Y tú celular querida?" Dije en tono de falsa preocupación.
Noche apretó los dientes de ira y se fue a su cama ignorándome.
Me sentí satisfecha porque mi pulla dio en el blanco, apagué la luz y volví a ponerme el antifaz, consciente de que el sueño me vendría rápido.
Mi amiga tenía razón, la venganza es dulce en pequeñas porciones.