"Eso es horrible" dice Sol con un aire meditabundo y me pregunta "¿Puedo verla?".
"Hasta te la regalaría sino tuviera miedo de las consecuencias si algún día se despierta y se entera de lo que hice" le respondo y enseguida veo como su cara se ilumina de emoción, entonces me doy cuenta de mi error, acabo de aceptar implícitamente.
Olvídalo, ya manejaré con ello cuando venga. Después nos quedamos calladas disfrutando de nuestras comidas.
En la tarde solo teníamos una hora de clase y luego podíamos disfrutar del resto de nuestro tiempo libre en nuestros clubes o en alguna actividad extraescolar.
Así que nos dirigimos al salón del club de libros y azúcar, de cual era presidenta, a comenzar nuestra sesión de hoy que consiste en mostrar nuestras creaciones literarias.
En la sesión se destacó Estrella que por fin pudo superar su timidez y compartió con nosotros su Soneto Primavera y Saturno, el cual nos leyó una parte de su libro de ciencia ficción.
Sol quería participar y le advertí de que todos allí eran menores de edad, por lo tanto, si leía un texto que supera la clasificación +18, le confiscaría por tiempo indefinido sus pósteres favoritos, con lo cual se quedó callada.
Muy pronto terminamos esa sección ya que solo somos 8 personas en el club, así que comenzamos hacer pastelería hasta las nueve de la noche.
Después de limpiar y llevarnos una porción de cada postre que hicimos, decidimos irnos a nuestros dormitorios y por primera vez en días tuve un sueño feliz sin preocupaciones.