Parece que morí después de ser apuñalado por la acosadora que consideraba como mi hermana menor, y de algún modo reencarné.
Vaya, eso fue un trabalenguas y, no, no bromeo cuando digo que he reencarnado. Podría pensarse que mi estado mental actual no se ha recuperado de la confusión, pero apre- ciaría que se ahorraran los comentarios hasta que termine mi historia, ya que sería un poco maleducado que me interrumpieran. Ejem, pues dejen que se lo cuente todo desde el principio...
Bueno, primero empecemos por mi nombre, solían llamarme Tomokui Kanata. Sin em- bargo, puesto que he reencarnado, dejemoslo en Anónimo por ahora.
Tengo una pequeña laguna en mi memoria aquí, pero recuerdo que después de un día duro de trabajo, algunos colegas me invitaron a unas copas. Acepté su oferta y fuimos de bar en bar.
Como el día siguiente era fiesta, incluso los que tenían poca tolerancia al alcohol aca- baron bebiendo durante toda la noche. Incluso tuve que acabar llevando a cuestas a una amiga hasta su casa, porque estaba demasiado borracha para hacerlo ella sola.
Se había dormido y yo no quise despertarla, así que la dejé en su cama. Mi tolerancia y mi amor por el alcohol eran bastante más grandes que los de ella y, en ese momento, sentí la necesidad de beber mientras miraba la luna llena, o se me pasó por la cabeza.
Pero cuando abrí la nevera me di cuenta de que la estantería inferior, que tendría que haber estado llena de cervezas y chuhai1 y todo tipo de bebidas, estaba vacía.
El día anterior había terminado todas las bebidas y había planeado llenar la nevera de nuevo ese día de no ser por la invitación de mis colegas de antes.
Es verdad, lo había olvidado por completo.
Fue el mayor fracaso de mi vida que me terminara bebiendo todas las existencias. Ojalá hubiera guardado por lo menos una.
Yo...
No, no... para empezar, aligeremos la conversación un poco.
1 El ch?hai, o Chu-Hi, es una bebida alcohólica japonesa que se vende en latas. El nombre deriva de Hi- ghball Sh?ch?. El Ch?hai tradicional se hace con sh?ch? y agua carbonatada con sabor a limón, aunque algunas variantes comerciales modernas utilizan vodka en lugar de sh?ch?. El Sh?ch? es una bebida alcohólica japonesa destilada a partir de cebada, boniato o arroz. Tiene un 25% de graduación alcohólica, lo que lo hace más débil que el whisky pero más fuerte que el vino y el sake. (Wikipedia)
Quería beber sake fuera como fuese, así que fui a un supermercado cercano que estaba abierto 24 horas al día. Compré cinco cervezas y volví a casa.
El verano se acercaba pero las noches todavía eran frías. La luna llena suspendida en el claro cielo nocturno era muy bonita. Las nubes, que ocultaban ligeramente la luna, tam- bién eran agradables. A propósito, beber sake con la luna plateada brillando por encima de mi cabeza haría que fuera una experiencia incluso más deliciosa que de costumbre.
Mientras pensaba en el alcohol, noté que bajo una farola había una chica muy guapa. Era una cara que tenía vista. Era a lo que el público general se referiría como acosadora. Mi acosadora era Kirimine Aoi2, una activa estudiante universitaria de la zona. Tenía 20
años; 5 menos que yo.
Nuestra relación no podía catalogarse exactamente de normal. En mi tercer año de instituto, vi a un par de delincuentes acosando a una chica esa era Aoi. Ella tenía unos
12-13 años por aquel entonces. La encontré, la salvé, y allí fue donde nuestros destinos se entrelazaron.
Bueno, si puede decirse que la ayudé. No estoy seguro de que esa sea la manera correcta de describirlo.
Comparado con cómo soy ahora, solía ser un gallina cobarde. Al principio, pese a que vi claramente que una chica estaba siendo acosada por un par de delincuentes, dudé. Aunque era deplorable, la gente de alrededor también miraba hacia otro lado.
Como persona cuya capacidad ESP3 todavía no había despertado, yo podía haber elegido ayudarla o salir corriendo deprisa.
Sin embargo, ya fuera por fortuna o por mala suerte, acababa de adquirir una porra militar aturdidora como regalo de cumpleaños por parte de mi tío, un entusiasta de las armas. Trabajaba para empresas medianas con relaciones militares, así que le fue fácil conseguirme una. Esas compañías estaban influidas por una mayor compañía, Avalon.
Avalon, la empresa que manufacturó mi porra, era famosa por todo el universo como distribuidora de armas.
Por aquel tiempo, yo no tenía el coraje de estar en posesión de un objeto tan peligroso. Me preocupaba tener un arma tan poco segura, así que decidí que la dejaría en mi ha- bitación sin usarla.
2 Como curiosidad: Aoi significa azul en japonés.
3 Acrónimo de Extrasensory Perception, lo cual en español es Percepción Extrasensorial.
Sin embargo, un amigo de mi tío dijo que quería echar un vistazo a la porra. Poco des- pués, me llegó un email diciendo que estaba de camino a verla.
El mensaje incluía el sitio donde íbamos a quedar, así que decidí ir hasta allí. Llevé la porra conmigo para que él pudiera verla en cuanto llegara.
Y esto me llevó a aquella situación.
Pese a que era un cobarde, usé la porra militar contra los delincuentes que estaban aco- sando a la señorita. Todavía recuerdo sentir una especie de alivio por defender a una chica hermosa de ser lastimada.
Tras aporrear a los delincuentes por detrás, se cabrearon descomunalmente conmigo. No obstante, a pesar de su enfado, no pudieron hacer nada contra un arma como esa. Con unos cuantos golpes más, los dejé retorciéndose en el suelo babeando y con es- pasmos violentos. Rápidamente cogí de la mano a la chica en estado de pánico, y escapé con ella hacia algún lugar seguro.
Realmente yo era muy joven en esos días.
Por curiosidad y capricho, hice un experimento terrible con esos delincuentes mientras trataba de ayudar a Aoi al mismo tiempo.
Después de ese incidente, su afecto hacia mí fue creciendo lentamente; era solo cuestión de tiempo que Aoi llegase a convertirse en mi acosadora.
Sin embargo, no era muy severa acosando, hasta que encontré trabajo en mi empre- sa, donde ella continuó persiguiéndome. Incluso me seguía a otros planetas, donde me mandaban ocasionalmente por viajes de negocios.
Al tratar con acosadores, uno debe hablar con ellos con la máxima naturalidad posible, sin importar lo mucho que invadan su vida privada.
Lo que he contado hasta ahora puede que todavía sea incomprensible, pero cuando cuente cómo morí lo dejaré todo claro.
De todos modos, después de comprar el alcohol topé con Aoi de camino a casa. Estaría bien que pudiera decir que fue una coincidencia. Aun mirando hacia el suelo, bajo la luz de la farola, Aoi emanaba un aura oscura diferente a su personalidad de perrito faldero de siempre; así que solo pude reaccionar inclinando la cabeza, confundido.
Aoi, aunque fuera una acosadora, era similar a una hermana menor para mí; debido a eso, fui capaz de notar la extraña atmósfera que la rodeaba, así que la llamé.
No obtuve respuesta. Aoi permaneció cabizbaja.
En ese momento, sentí una ansiedad brutal que no podía expresar. Sin embargo, seguí acercándome a ella para saber qué le pasaba. Antes de poder reaccionar, me estaba apu- ñalando en el abdomen con un cuchillo de monte4.
Aunque yo tenía un cuerpo robusto, y el grado del daño era reparable con tratamientos de medicina regenerativa, aún podía sentir el dolor severo que provenía del filo que ella removía con la intención de extraer mis órganos internos.
Habría podido estar dentro de mis expectativas no haber muerto si el cuchillo de monte que usó hubiera estado hecho de un conglomerado ordinario de metal, pero el que Aoi usó fue el [Nenekaruri]; un cuchillo ceremonial de rango B con la propiedad adicional de los relámpagos, creado por SAKUMA Industrias Pesadas, SL. Irónicamente, era unade las piezas que comercializaba la compañía en que trabajaba mi tío. Al fin y al cabo, un cortador de moléculas con las habilidades de un taser5 de alto voltaje y otras armas. Era una clase de herramienta de proximidad que se volvía más letal cuando sus pequeños filos que soltaban electricidad, instalados en su lateral, empezaban a dar vueltas como una motosierra y se movían a altas velocidades. Una vez activado, una corriente de alto voltaje se infiltraba en la víctima cuando esta era apuñalada. Los movimientos de la víc- tima quedaban temporalmente paralizados. Era un arma usada por los militares.
Ni siquiera me dio tiempo a preguntarme por qué Aoi poseía algo como eso. De todos modos, me empujó, me inmovilizó, y me apuñaló repetidas veces con el cuchillo de monte. La cantidad de sangre que vomité por la boca no fue normal, mientras mi cuerpo estaba siendo agujereado sin piedad. Cada vez que el cuchillo penetraba en mi piel, po- día notar la carne y los huesos rompiéndose en pedazos y la sangre esparciéndose por todas partes.
Antes de que pudiera darme cuenta, la figura delgada de Aoi subida a mi cuerpo se había
teñido de rojo.
A pesar de que me había convertido en un humano más fuerte después de someterme a una operación de refuerzo, y excedía a los humanos ordinarios debido a mi ocupación, estaba siendo asesinado sin piedad por Aoi, quien era una simple civil.
¿Qué significa esto? Sé que el daño de un cuchillo de monte puede ser impresionante, ¿ pero es lo suficientemente fuerte como para destruir el cuerpo de un humano reforzado? ¿Real- mente puede ella acabar conmigo con un ataque sorpresa? No puedo moverme debido a la corriente de alto voltaje... ¿En serio está ocurriendo esto? ¿Por qué...?
4 En inglés, sheath knife. Es un tipo de cuchillo parecido a un puñal pero que se suele llevar dentro de una funda. Su nombre en español es de monte porque suelen llevarlo los cazadores (y cazan en los montes, obviamente).
5 Arma de electrochoque o pistola eléctrica. Es un arma diseñada para incapacitar a una persona o animal mediante descargas eléctricas que imitan las señales nerviosas y confunde a los músculos motores, prin- cipalmente brazos y piernas, inmovilizando al objetivo temporalmente. (Wikipedia)
Bueno, esa situación fue deplorable.
En ese momento, la silueta de Aoi, manchada de rojo por mi sangre, era demasiado im- pactante para recordarla al detalle.
Oh, bueno... Qué más da. Me asesinó. Aoi me mató.
Una herida mortal no podía ser curada ni siquiera recibiendo tratamiento de medicina regenerativa. La última cosa que vi fue el cuchillo acercándose a mi globo ocular, lo cual indicaba que se acercaba a mi cerebro; un órgano único e irreproducible que iba a ser destruido por completo. Después de que mi cabeza fuera lacerada completamente, mi conciencia se diluyó en la oscuridad.
Sin embargo, la historia no acabó aquí. La reencarnación todavía no había empezado. Mi conciencia permaneció firme y no cambió en nada, hasta que finalmente me di cuenta. Había memorizado la última escena justo antes de perder la consciencia.
¿Pero no estaba muerto? ¿Fue solo un sueño o estaba borracho?
Descarté esas ideas de inmediato. La respuesta era lógica e irreprochable.
Estaba seguro de que había sido asesinado. Podía recordar el dolor causado por la co- rriente eléctrica corriendo por mis venas, y el frío del cuchillo que me atravesó el pecho repetidas veces. Eso no había sido una ilusión en absoluto. Pero estaba vivo. ¿A santo de qué? Me gustaría saberlo. Mientras pensaba eso, mis pesados párpados se abrieron.
Y allí lo vi. Vi algo extremadamente feo. Me hizo pensar que había reencarnado. Fue esta evidencia concluyente la que hizo que me diera cuenta... Oh... Perdón, de repente me entra sueño, pero esto no acaba aquí...
Mañana continuaré... Esto no es consecuencia de la muerte, sino de estar fatigado.