En el jardín apareció el inestable agujero negro, de él salió Tang Yuri usando una túnica de seda celeste que ondeaba en el viento, su cabello suelto ondeaba con el intenso viento, sus ojos azul marino brillaban con frialdad. La tormenta de tribulación lanzó rayos en su dirección, Tang Yuri extendió su mano y una espada negra se formó con un destello negro, esa espada estaba hecha de agujero negro, la tomó hábilmente y la usó para repeler el rayo de tribulación.
¡Boom!
Tang Yuri fue enviada a volar por la fuerza del rayo, de su boca salió un rastro de sangre pero cayó en pie, con la frialdad en sus ojos intensificandose. Levantó sus claros ojos con rastros de desdén al mirar hacia las enfurecidas nubes y rayos, sus dedos apretaron la espada que instantáneamente se desintegró en polvo que fue arrastrado por el viento intenso. Apretó sus dientes hasta casi volverlos polvo, no podía usar su atributo con la desenvoltura que deseaba, aunque era lógico ya que apenas si había sobrepasado el reino Shenti, su mirada reparó en las plantas espirituales deterioradas por los fuertes rayos y sus ojos brillaron con determinación. Levantó ambas manos y al instante la energía espiritual se condensó en el aire mientras cantidades extremas de energía espiritual se precipitaron para condensarse detrás de su delgada espalda formando unas brillantes alas que sacudió para elevarse en el aire, la luz que irradiaban las alas blancas pareció opacar el débil brillo del sol que atravesaba las densas nubes, su rostro de piel clara y delicada como la porcelana se mantuvo desprendiendo frialdad y tenacidad, el agitar de sus grandes alas provocó fuertes vientos que, inesperadamente, enviaron toda la energía espiritual de alrededores directamente hacia las nubes, la energía espiritual de diferentes colores y de intensidad de brillos distintos se dirigió hacia las nubes formando siluetas de delgadas espadas, chocó contra la tormenta de tribulación y las nubes se desintegraron bajo su roce, pero no sin antes lanzar un último rayo de tribulación hacia Tang Yuri, sus pupilas se contrajeron y apretó su puño hasta que sus nudillos se pusieron blancos y crujieron levemente.
¡Boom!
... El rayo impactó, la envío volando por los aires antes de caer pesadamente contra el tronco de un árbol, sus celestiales alas se quebraron y toda la energía espiritual volvió a su lugar predilecto, su rostro y su cuerpo tenían heridas sangrantes y tosió un par de veces al sentir el sabor metálico de la sangre en su boca, su cuerpo se sacudió en espasmos y aunque lo intentó no pudo hacer ningún movimiento, sentía en su pecho un punzante dolor que le impedía respirar.
Una lagrima se deslizó por su mejilla, sólo una antes de perder la consciencia y cerrar lentamente sus ojos.
- ¡Joven Señorita Tang! - Xiao Kong corrió en su dirección con su rostro pintado de preocupación, había intentado interferir, de verdad lo había intentado pero cuando las grandes y luminosas alas aparecieron en la niña fue como si se congelará en su sitio, como si toda la vida hubiera sido drenada de él. Tuvo miedo, de verdad tuvo miedo de perder a la niña que había cuidado como a su propia hija. Se acercó a grandes y desesperados pasos al cuerpo inconsciente de Tang Yuri, al ver su palidez y las sangrantes heridas en su rostro su corazón se hundió en la desesperación.
Levantó la pequeña figura en sus brazos y respiró pesadamente.
- Estará bien. Puedo revisarla - la suave voz de Jian Rui Ling se escuchó acercándose desde la distancia - La llevaré con mi abuelo y mi maestro, Jian Yi Chen, un alquimista de rango verde para que revise sus heridas y pueda tratarlas, ¿esta de acuerdo?
- No tengo como agradecerle, Consorte Real Imperial Jian... - la voz de Xiao Kong era ronca y teñida de preocupación.
- Está bien. Ella es, después de todo, mi nuera - Jian Rui Ling frunció sus delicadas facciones con preocupación en sus ojos color miel cuando vieron el débil rostro de la niña en brazos de Xiao Kong.
- Yo la llevo - Yang Qian Yuan se acercó con el ceño fruncido, un rayo de preocupación atravesó sus ojos color miel. Él extendió los brazos para arrebatar a la niña de los brazos de Xiao Kong, él frunció el ceño pero no le impidió tomar el inestable y pálido cuerpo de la niña. Yang Qian Yuan sintió la débil respiración y la fría temperatura de Tang Yuri, su corazón se hundió. apretando su abrazo suavemente corrió rápidamente en la distancia con un aura desesperada que le rodeaba, usó su anillo interespacial para crear una espada en la saltó y produjo un frío destello dorado cuando se precipitó al aire con una gran velocidad. Xiao Kong le siguió con su abanico encantado y tiempo después Yang Leí y Jian Rui Ling se unieron a ellos en el aire.
El Emperador Yang Jun Zhu suspiro, Yang Lili frunció el ceño junto a él.
- Padre imperial ¿la cuñada estará bien, cierto?
Yang Jun Zhu no respondió por unos segundos, luego suspiro pesadamente antes de decir:
- Eso espero, Little Lili.
- La habilidad extraña que la cuñada uso para espantar a la tormenta... ¿qué era...? - Yang Lili parpadeó sus brillantes ojos negros con curiosidad.
- No se lo que era... Solo sé que de alguna forma su poder no fue tolerado por los cielos y por eso vino la tormenta de tribulación... : Yang Jun Zhu se giró para ver hacia el área del palacio parcialmente destruido por la tormenta - Creo que tendré que enviarlos a la Mansión del Segundo Príncipe mientras reconstruyen el Palacio Imperial...
Yang Lili desvió su mirada hacia el área destruida del palacio, ella había estado a unos metros de la habitación de Tang Yuri cuando todo empezó, había visto una extraña capa de destellos y neblina en el cuerpo de Tang Yuri antes de que muchas cantidades de energía espiritual fueran absorbidas por ella, en ese momento una extraña imagen alumbró en su mente, en esa imagen solo había una niña de ojos grandes y llorosos, lo recordaba claramente, tenía ojos llorosos de color verde selva y cabello liso y negro como la noche, sobre su cabeza había una cinta dorada atada en un elegante moño en forma de flor, esto no era lo impactante de la imagen, detrás de la niña había una mujer... no, sus facciones eran demasiado infantiles para ser de una mujer, sus ojos negros como la noche brillaban con curiosidad y simpatía, tenía un largo cabello negro trenzado hasta su cintura, sobre su cabeza había una tiara que tenía un frío brillo plateado. Esa imagen se desvaneció tan pronto como apareció, fue perturbador para Yang Lili, ambas niñas la miraban fijamente, una parecía temerle y la otra sentía curiosidad hacia ella, eso hizo a su corazón brincar en su pecho, sabía que esa imagen era un recuerdo, pero no le pertenecía y eso la perturbó.