Ring, Ring, era una mañana corriente para mí. No quería despertarme, tenía sueño.
-Jhonatan, despierta, ya vas en quinto. Ya eres muy mayor.-Esa voz llena de cariño y afecto pertenecía a mi abuela.
-Ya voy...-Respondí medio resignado, pero era mi abuela quien me lo pedía, tenía que hacerlo.
Como tenía otra opción decidí hacerlo, bajé en seguida, solo por que me lo había dicho abuela.
-Jhonatan, he preparado pankcakes, tus favoritos.-Ella me miraba feliz.
De repente mi estómago rujió como si el de un león se tratara.
Cuando estaba a punto de probar un trozo entraron en casa mucha gente, mi perrito, mi madre y mi padre.
-Guau, guau...-Herbaceous miraba mi comida y trataba de abalanzarse sobre ella.
Yo solo le miré un tanto enfadado, era mío.
-Buenos días Jhonatan. ¿Qué tal últimamente en clases?-Su madre le preguntó con curiosidad y una mirada llena de ternura.
Yo era el mejor en clase, siempre había sido así...aunque no lo diga estoy muy orgulloso de ello.
-Como siempre.-Respondí intentando darle poca importancia pero parece que mi cara me delató, desbordaba orgullo.
-Entiendo, ese es mi hijo.-Mi padre parecía que estaba muy contento.
-Como te has portado tan bien hemos decidido darte un regalo. Tadán...-Me dieron una especie de caja, algo se movía dentro. Era un canario muy bonito.
-Muchas gracias a todos.-Dije muy feliz, en verdad me gustaba el regalo, siempre me gustaron los animales.
-¿Cómo le llamarás?-Mi abuela me preguntó.
-Umm...creo que Fourty.-Esto se me ocurrió porque miré a un cuadro que tenía pintado un 40.
-¡Oh! Qué chulo, bueno, como va ser que esta abuela no le dé nada a su nieto lindo. Espera, que buscaré algo.-Ella parecía reírse, pero no sabía que lo que me traía ahora me crearía una afición así.
En su mano traía una cámara de aspecto antiguo. No era nada del otro mundo, era una Polaroid.
La verdad es que tampoco me hizo mucha ilusión, era solo una cámara vieja. Pero me la había dado abuela, así que debería estar feliz.
-Gracias...-Mi voz no sonaba muy convencida.
Miré la cámara era blanca y vi que podría sacar fotos instantáneas, así que probé y saqué una foto de mi familia. Me gustó bastante la verdad así que continué haciendo fotos, tenía varios recambios, pero tantas fotos hice que gasté todos.
Sí, me divertía mucho con la cámara. Era un sentimiento que me hacía sentir uno con ella. Desde aquel momento pasaba muchísimo tiempo con mi abuela, y juntos hacíamos fotos de todo tipo, hasta participamos en certámenes de fotografía.
Un día como otro cualquiera vino Daniela, mi novia a verme y me vio con la cámara, era la primera vez que ella lo veía. Solo estábamos en casa abuela y yo.
- Hola Jhonatan, abuela de Jhonatan, ¿Qué es eso?-Ella me preguntaba alegre.
-Pues...mi nuevo hobby. Hago fotos en mi tiempo libre.
-¡Oh! Pero si es la novia de mi nieto, esperadme aquí, voy a bajar a la cocina a buscar unas galletas y una bebida.-Estábamos todos en mi habitación.
Abuela fue corriendo escaleras abajo, pero pisó mal un peldaño y se cayó, oímos un grito y me asusté.
-¡Vamos!-Daniela estaba preocupada, no había sonado nada bien ese ruido.
Salimos lo más rápido que pudimos y...una mancha roja cubría la alfombra donde estaba depositada mi abuela. Parecía respirar, pero en ese instante mi mente se nubló, Daniela cogió el teléfono y llamó rápidamente a emergencias.
En nada me di cuenta de que estábamos en el hospital, ella estaba en una camilla y varios médicos la monitoreaban.
Una enfermera se me acercó.
-Puedes estar tranquilo, tu abuelita está bien, fue un golpe fuerte pero está bien.
Empecé a llorar de alegría y vino Daniela, me dio un abrazo y me consoló.
-¿Vamos a comprarle flores a tu abuela?-Me dijo tratando de animarme.
-De acuerdo.-Respondí y fuimos a la floristería más cercana al hospital.
Era una tienda acojedora, había flores de todo tipo, rosas, margaritas, hortensias, tulipanes, girasoles etc.
-Hola, bienvenidos ¿Desean algo en especial?-La tendera nos saludó y nos habló cortésmente.
-Sí, queremos flores para su abuela que está enferma.-Daniela habló por mí.
-Tal vez les pueda ayudar.
La dependienta nos oferció su ayuda y asentí la cabeza para aceptarla.
Bip Bip, era mi teléfono, mi madre me llamaba desde el trabajo, su tono era de preocupación máxima.
-Jhonatan, me han llamado del hospital ¿Qué ha sucedido? ¿Mamá está bien?
-Se ha caído por la escaleras pero se encuentra bien.
-Voy a pedir permiso en el trabajo y voy ahora mismo.-Su tono parecía haberse relajado.
Colgué la llamada y la trabajadora me enseñó varios ramos bonitos.
El que más me gustó era uno de lirios del valle. Eran realmente bonitos.
Señalé el arreglo floral y la chica sonrío.
-¿Sabes que significado tiene esta flor en el lenguaje de las flores?
-No.-Obviamente respodí que no, no era algo que entrara en mis intereses.
-Significa, "alegras mis días".
-Wow, es perfecto.
Ese significado era perfecto. No lo iba negar.
Daniela sacó su cartera.
-Pago yo.
Yo le cogí la cartera, tratándo de negarme pero ella insistía así que acabé cediendo.
Regresamos al hospital, alli estaban papá y mamá, abuela ya estaba despierta, estaba tomando té con leche.
-Jhonatan, ¿Donde estabas?-Me miraba preocupada mientras sorbía su bebida a gusto.
-A Daniela se le ocurrió que podríamos comprarte flores y...-No hablé más y le tendí la flores.
-Ohh...son lirios, son preciosos. Anda ven aquí, saquémonos una foto, este momento quiero recordarlo por siempre.
Ella me empezó a abrazar, cuando terminó fui a li mochila y recogí la cámara.
-Venga, saldremos todos en la foto.-Dije feliz.
Hice la foto y guardé la foto con sumo cuidado.
-Gracias a todos por estar conmigo, os quiero.-Lo dije un poco en bajo y avergonzado aunque todos los presentes me escucharon perfectamente.
[FIN DEL POV DE JHONATAN]