Alba estaba mirando las actuaciones de sus compañeros cuando de pronto se oyó un gran estruendo proveniente de una zona cercana, venía de la planta de arriba, todo se paralizó y de pronto más estruendos, todos miraban al techo con gran intriga.
- Voy a ver qué pasa, quédense aquí.- Dijo la profesora antes de irse por el pasillo.
-¿Que estarán haciendo los A-2?-Dijo Rad Tiza mientras continuaba el ruido.
-A saber.-Respondió Jonathan.
De pronto comenzaron a oírse gemidos.
Decidme qué no están haciendo una orgía.-Dijo Jhonatan preocupado.
Todos comenzaron a reírse, era un momento relajante ante la cómica escena. De pronto un chillido.
-No, si al final va a ser verdad lo de la orgía.-Dijo el hermano de Naruto Water.
-Yo creo que era el chillido de la directora.-Dijo un joven de la multitud
- ¿Cómo te sabes el chillido de la directora?-Preguntó Alba extrañada.
-Yo me sé los gritos de todos.
-Cierto.-Afirmó Jonathan.
-Pues el mio no...aparte ¿Cómo te sabes los gritos?-Le dijo mientras le miraba extrañada.
-Soy conocido por hacer bromas.-Le extendió la mano y Alba se la estrechó, a la vez Alba pegó un chillido ya que en su mano tenía un objeto que daba corriente.
-Y ahora ya sé tu gritó, me llamo Roi Ferrero.
-Ferrero...- repitió Alba.
-Me suena a chocolate...-Pensó Alba.
-Soy el tataranieto de Pietro Ferrero, el hombre que creó la nocilla.
-Me quiero casar con tu tataraabuelo -Dijo una chica en la clase.
-Gracias supongo... No es normal que alguien te venga a decir que tiene una necrofilia con un antepasado pero...- La miró muy profundamente.
-Te tolero.-Dijo entre risas.
- Gracias.-Dijo la chica.
-Oye, cómo que si ya tardan mucho mejor ir a ver.
-Nos dijo que nos quedaríamos.- Dijeron Rad y Jonathan a la vez.
-Venga vamos.-Dijo Alba.
-Siii, venga hacedle caso a la pobre-Dijo Roi.
-Oye.-Dijo Alba mirando a Roi, para después mirar a Jonathan
-Vamos.
-Pues vamos.-Dijo la chica
-Por cierto me llamo Candeli encantada.
-Genial ya se el nombre de la futura esposa de mi difunto antepasado y dios creador de la Nocilla.-Habló el chico.
Los 5 (Rad, Jonathan, Alba, Candeli y Roi) salieron del aula sin ningún permiso, subieron las escaleras y cuando llegaron al final se toparon de frente con Marcos.
- Marcos...-Dijo Alba
- ¿Quŕ haces aquí? Llevaba días sin saber de ti.-Le preguntó Alba.
-Estuve enfermo y pues no pude venir y ahora me mandaron los profesores de los B-1 a venir a entregar un papel a los A-2.
-Nosotros vamos a ir porque sonaban gemidos, luego un grito y llevamos media clase solos.-Se explicó Candeli
-¿Gemidos?- Preguntó Marcos confundido.
Todos asintieron, luego siguieron por los pasillos con mucho sigilo hasta que se encontraron con los profesores en el aula de castigo de los A-2, los 6 observaban desde una de las paredes la escena, su profesora estaba ahí hablando con la directora y todos estaban muy callados, de pronto se dieron cuenta de una parte de la conversación, se iban a quedar solos pero no podían salir, un poco tarde pensaban, al momento se oyeron unos pasos que iban hacia ellos, ellos solo corrieron y se pudieron meter en una de las puertas que estaba completamente a oscuras, encendieron las luces, no era un cuarto de alguien específico, había unas cuántas sillas, 3 armarios y unas fregonas y eso era todo, los pasos siguieron aumentando y parecían que se dirigían a la puerta.
- A esconderse.-Dijo Alba.
-¡Sabía que no era buena idea! Soy delegado, me voy meter en un buen lío.-Dijo Rad.
-Cállate y escóndete.
Candeli y Roi se metieron en el mismo armario, el suyo estaba vacío y era espacioso con lo que cada uno pudo estar en su lugar.
Jonathan y Rad, el suyo tenía unas escobas y les hacía estar un poco pegados pero pudieron acomodarse.
El peor les tocó a Alba y a Marcos.
-Enserio...- dijo Marcos viendo el armario, estaba todo lleno de cartulinas y cajones con lo que solo había una puerta del armario para poder meterse.
-Vamos tú primero y me acomodo después-Dijo Alba, Marcos entró como pudo y se acomodó para poder meterse
-Vale...Lo complicado viene ahora.
Los pasos se oían ya muy cerca así que se metió lo más rápido que pudo y cerró la puerta, causando que se cayera sobre Marcos apoyándose en su pecho, algo incómodo teniendo en cuenta de que estaba esguinzada y llevaba el cabestrillo, por suerte en unos días ya se lo quitaba, Marcos solo la abrazó como el primer impulso y ella miró hacia la cara de Marcos intentando poder moverse y ponerse más cómoda pero luego entró alguien en la sala y no se pudieron mover, con lo que estaban en una extraña posición que los mantenía muy cerca el uno del otro.
-Qué extraño había imaginado que habían entrado aquí unos alumnos, en fin, me tendré que quitar las gafas...-Dijo una mujer, que suponían que era la directora.
-Voy seguir vigilando a eses A-2, malditos chamacos...-Dijo con acento mexicano.
La puerta se volvió a cerrar pero nadie salió de los armarios, a Alba le llegó un mensaje al móvil, intentó cogerlo pero en aquel espacio era imposible.
-¿Por qué no cojes? -Preguntó Marcos en un susurro.
-Porque no puedo moverme, estamos muy cerca en un espacio muy pequeño y no llego al bolsillo trasero de mi pantalón, osea tengo un brazo abrazándote de cuando caí y otro en el cabestrillo
-A ver, voy a intentar cojer el teléfono de tu pantalón estáte muy quieta no quiero tocar nada de más.- Marcos se rió entre susurros de su propio chiste y Alba también.
-Cuando quieras...
Marcos movió los brazos con mucha dificultad hacia abajo hasta llegar a la cintura de la chica, cuando estaba tocando su móvil perdió el equilibrio y le hizo estar a unos pocos centímetros de su boca, ninguno movía ningún músculo Marcos se acercaba más a Alba, Alba estaba pegada contra la pared del armario, Marcos se acercó y depositó un cálido beso en sus labios, Alba no se resistió.
Continuará....