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Chapter 6 - Primer Pétalo de Hierro

Tras terminar de cultivar su Camino Mortal el joven Baltazar tomó la Alga de los Tres Relámpagos de la pared del lago, y en ese momento ingresó en su Zona Espacial junto al cuerpo de la Mantarraya Negra de los Ojos Relámpago.

Una vez dentro comenzó a abrir el cuerpo de la mantarraya, aunque se dio cuenta que lo único que podía considerarse de valor de la misma eran sus placas dentarias, ya que cada uno de ellos eran de un extraño hierro negro en los cuales se reflejaban unos relámpagos que brillaban casualmente. Tras recogerlos todos se dio cuenta que había al menos una docena de cristales muy parecidos a los que había encontrado en los cuerpos de las Serpientes Azules de Agua-Hielo, aunque todavía no sabía que eran se dio cuenta que deberían de tener alguna clase de valor muy importante por lo que los guardó en uno de sus sacos y los colocó en una de las estanterías de la habitación.

Tras terminar de organizar estos pequeños objetos se dio cuenta que los ojos de la mantarraya comenzaban a solidificarse y podían tener un gran valor por lo que decidió guardarlos.

Cualquiera que viera que un joven que era tan ignorante de los tesoros que obtenía se sentirían extremadamente celoso ya que esos eran muy valiosos y el los guardaba sin mucho cuidado.

-       Esta cosecha fue muy buena ya que encontré muchos tesoros, y los Dientes de Mantarraya Negra de Relámpagos se pueden refinar en Polvo de Hierro Negro de Relámpagos y sería un recurso de cultivo de un nivel bastante alto.

La sonrisa en el rostro del joven Baltazar era deslumbrante ya que en un solo viaje había encontrado un remanente con varios tesoros, aunque se dio cuenta que ninguno de estos tesoros logró ayudarlo con su cultivación siempre era bueno tener recursos valiosos junto a él.

Cuando el joven descendió y se posó frente a la perla en el fondo del lago sintió una extraña atracción hacia la misma, pero cuando quiso tomarla la perla ya había volado hasta ingresar en su pecho y extrañamente logró ingresar dentro de su Zona Espacial. Esto asustó hasta por demás al joven Baltazar quien en ese mismo momento ingresó dentro de este espacio y comenzó a observar como la extraña perla se posaba sobre un pequeño lago que se encontraba cerca de la cabaña e ingresaba dentro de él.

El joven Baltazar camino hacia ese lago con mucha curiosidad cuando noto que la concha marina también quería ingresar en su cuerpo, pero no podía, así que la tomó dejándola ingresar dentro de su Zona Espacial. De esa manera la concha se abalanzó hacia el fondo de su lago y tras llegar al fondo del mismo la perla se posó nuevamente sobre esta concha y comenzó a subir lentamente burbujas hacia la cima del lago. La expresión del joven Baltazar cambió completamente hasta que una loca idea se le pasó por la cabeza y el se acerco hacia la orilla mientras exclamaba.

-       Podría ser que este lago…

Y mientras todavía se encontraba en shock decido ingresar dentro del lago para sorprenderse de que la energía de esta agua era una milésima parte de la energía pura del lago del exterior y se dio cuenta que la perla estaba comenzado a causar que el agua del lago se volviera purificadora.

-       Así que esta era la verdadera fortuna del remanente y he logrado obtenerla completamente, lo bueno será que en unos años este lago será tan puro como el del exterior.

Tras terminar de quedar conforme debido a los tesoros obtenidos, el joven Baltazar comenzó a emerger del lago y al llegar nuevamente a la cima del mismo se dio cuenta que había permanecido al menos al menos dos días dentro del lago por lo que ya había salido por seis días de su casa. Mientras se dirigía hacia la aldea fue cazando orangutanes y lobos por el mano, así como algunas Ardillas de Dientes Relámpago que aparecían ocasionalmente de las cuales tomaba sus dientes para refinar Polvo de Hierro Relámpago.  Y un día después llegó a su casa, y para la sorpresa de su hija Illya estaba preocupada al ver las heridas de su padre por lo que lo ayudó a curarse y le mostró como ella había avanzado a la Etapa Intermedia del Nacimiento del Campo de Cultivo lo que sorprendí mucho al joven Baltazar ya que esa era una velocidad anormal de cultivo y se dio cuenta que quizás no pasaría mucho tiempo separado de su hija tras ir a la Academia Escama Blanca.

Después de pasar la mayor parte del día junto a su hija y intercambiar algunos recursos con el Viejo Avaricioso de la Orfebrería para conseguir unas cuantas piezas de bronce regresó a su casa para poder descansar esa noche ya que unos días después había decidido volver al páramo a cultivar.

Mientras descansaba abrazado de su hija su mente se durmió completamente e ingreso en un extraño sueño en el que veía a un hombre de cuerpo gigante con varias armas diferentes clavadas en su espalda y que desprendía una energía demasiado densa para lo que el joven Baltazar estaba acostumbrado a soportar y cuando quiso entender porque veía ese extraño sueño, el hombre dirigió su mirada hacia él y le hablo como si estuvieran de frente.

-       Tu eres mi heredero, encuéntrala siguiendo tu instinto sangriento, el olor te guiará a ella y ella a la grandeza absoluta.

Esas palabras sorprendieron enormemente al joven Baltazar, pero antes de que pudiera responderle al hombre frente a él, se dio cuenta que se había despertado y que ya era de mañana mientras que el aroma en el aire era el de un desayuno preparado por su hija Illya y cuando salió de la habitación se dio cuenta que en la mesa de la casa se encontraba el Anciano de las Nubes que sonreía mientras charlaba con Illya.

-       Oh, así que ya has despertado. He venido para hablar sobre lo que me dijiste cuando enfrentaste a los jóvenes de la Aldea Flor de Agua y estoy dispuesto a cuidar de Illya en tu ausencia.

Esas palabras causaron que en el rostro de la pequeña niña frente a ellos alzara una gran sonrisa y les respondiera entre risitas.

-       Mientras que mi padre esté de acuerdo y será por el bien de nuestra familia, Illya está dispuesta a quedarse a cultivar en la casa del Abuelo de las Nubes hasta llegar a poder ingresar en la academia.

Y en ese momento el jefe de la aldea noto que la niña frente suyo desprendía la energía de la Etapa Intermedia del Nacimiento del Campo de cultivo por lo que se sintió incrédulo frente al anormal talento de esta niña.

-       Además, haré los arreglos para que puedas ingresar en la academia sin tener en cuenta el cultivo.

Esas palabras causaron que el joven Baltazar sonriera y respondiera lentamente.

-       No es necesario que haga eso Viejo de las Nubes.

Y antes de que el jefe de la aldea pudiera responder noto que un aura sangrienta comenzó a desprenderse del cuerpo del joven Baltazar y se encontraba en la cima de la Formación del Alma y solo a medio paso de  formar el Primer Nivel del Alma de Energía y se dio cuenta que el Primer Pétalo de Hierro se encontraba en la Etapa Tardía por lo que estaba casi formado y el jefe de la aldea no podía sentirse más feliz por lo que observaba ya que eso significaba que este joven había podido comenzar a cultivar correctamente el Cultivo Mortal.

Tras charlar un poco más con el jefe de la aldea y despedirse de su hija el joven Baltazar se marchó hacia el páramo para seguir entrenando ya que habían pasado tres días desde que había vuelto a la aldea y le quedaban al menos cuarenta días más para entrenar hasta tener que partir hacia la Academia Escama Blanca.

Tras ingresar nuevamente en el páramo comenzó a avanzar hacia las profundidades del mismo mientras cazaba toda Bestia Mortal que se le cruzaba en frente y tras pasar cinco días sin parar, vio frente a él como en lago donde había encontrado el remanente anteriormente ya no desprende ninguna clase de energía purificadora y lo que más lo sorprendió fue que bebiendo agua de él se encontraba un gran alce y los ojos le brillaron como estrellas ya que ese era un Alce de Astas de Hierro. Esta bestia Mortal era la única dentro del páramo de la que se podían obtener recursos neutros para el Cultivo Corporal.

Tras sentirse extremadamente feliz comenzó a correrlo hasta que vio frente a él una pequeña manada de estas Bestias Mortales y comenzó a cazarlas sin ninguna piedad, pasaron varios horas hasta que pudo acabar con todas ellas y mientras recogía las astas de las mismas vio a lo lejos de donde él se encontraba un grupo de al menos cuatro crías de estos Alces de Astas de Hierro las cuales se encontraban asustadas escondidas en un rincón del páramo cerca de una cueva muy extraña que se encontraba en ese lugar. Y tras considerarlo el joven Baltazar se acercó hacia las crías quienes asustadas quisieron defenderse, pero él sin dejar que ellas tuvieran tiempo a actuar el las transportó hasta su Zona Espacial y les permitió correr libremente en ese lugar mientras las observaba que ellas se tranquilizan en este espacio. Y el ingreso dentro de su cabaña y comenzó a refinar las Astas de Hierro generando de esa manera unas grandes cantidades de Polvo de Hierro Puro, el cual era un grado más alto en calidad que el Polvo de Hueso de Hierro.

Y sin dejar su Zona Espacial divido su mente en dos mientras con una parte de ella absorbía la Energía Sangrienta de los alces y por otro lado refinar el Polvo de Hierro puro mientras cultivaba su Cultivo Corporal. Y así pasaron unos días hasta que una energía extremadamente densa comenzó a surgir de su cuerpo y sentía como todos los músculos de su cuerpo se endurecía fuertemente y sus huesos tomaban un leve color metálico, y en ese momento en el dorso de su mano un Pétalo de Hierro comenzó a resplandecer fuertemente mientras afirmaba su color como si se tatuara en la piel del joven Baltazar y el sonrió felizmente mientras decía.

-       He logrado alcanzar el Primer Nivel de Pétalo de Hierro y ya puedo aprender nuevas habilidades del mismo y es real que al alcanzarlo, el cuerpo del cultivador se endurece como el hierro en un cinco por ciento.

Pero en ese momento sintió algo que lo sacó del pensamiento feliz de haber logrado avanzar en el Cultivo Corporal, mientras recordaba las palabras del hombre de sus sueños sintió el olor de un fuerte rastro de sangre en sus orificios nasales y comenzó a seguirlo hasta llegar frente a la cueva donde encontró las crías de los Alces de Astas de Hierro. Entonces tras prestarle atención al interior de la cueva comenzó a sentir como su cuerpo comenzaba a sentirse eufórico y el alma dentro de su Campo de Cultivo comenzaba a balancearse frenéticamente. Y en su cabeza el extrañado pensó, podrá ser que realmente el hombre de mis sueños me guiará a 'Ella'.