La sorpresa de Gokú tomó a Bulma desprevenida, pero su reacción también confirmó sus sospechas.
"Esas esferas son llamadas 'Esferas del Dragón'", explicó Bulma, viendo a Gokú mirar a las esferas con una sorpresa de gran nivel.
Eran dos esferas, las dos de más o menos 12 centímetros de diámetro, de un color naranja profundo con una cierta cantidad de estrellas dentro de éstas, una de ellas tenía un total de dos estrellas y la otra un total de cinco.
"¿Esferas del Dragón? ¿Entonces no son un memento de tus abuelitos?", Preguntó Gokú con genuina curiosidad, Bulma arqueó ambas cejas ligeramente.
"¿Memento…? ¿A qué te refieres?", Bulma preguntó con curiosidad.
"Ah, es que yo tengo una esfera parecida a éstas, la considero un memento de mi abuelito, pues me la dio antes de morir, así que la guardo en su altar", explicó mirando las esferas en sus manos con algo de nostalgia.
"Oh, mis condolencias", Bulma asintió, "Las Esferas del Dragón son una leyenda de siglos de antigüedad", explicó Bulma retomando la pregunta de Gokú, "Ésta leyenda relata de 7 esferas de características místicas que permiten al usuario invocar a un dragón mágico una vez se han reunido las 7".
"¿Un dragón?" Gokú arqueó ambas cejas con curiosidad mirando a Bulma.
"Sí, un Dragón capaz de conceder un deseo, cualquier tipo de deseo", Bulma dijo con una sonrisa emocionada.
"Wau", Gokú volvió a mirar a las esferas, y luego miró a Bulma, "Espera", repitió su acción, "¿Estás reuniendo las esferas?" Bulma se rio ligeramente.
"Sí, estoy planeando reunirlas", admitió Bulma, pronto ante ellos apareció el familiar campo para Gokú, con la choza, la zona de relajación, y varias otras cosas.
"¡Mira! Ya llegamos a mi casa", Gokú guardó las esferas de Bulma y salió con la Camioneta aún en movimiento, lo cual sorprendió a la peli azul de sobremanera, pisando el freno bruscamente.
"¡E-e! ¡espera!", Bulma se bajó, y notó a Gokú subirse en la Caja, tomando el pescado y saltando hacia su hogar, aunque rápidamente se dio cuenta de que tenía a una invitada de la que ser anfitrión.
Gokú rápidamente dejó el pescado en la mesa fuera de la choza, y regresó con Bulma, que había recogido su mochila y el radar para ir en dirección de Gokú.
"Es un campo bastante amplio"; admitió Bulma mirando el lugar, había hierba verde intenso de alrededor de 17 centímetros en promedio, se podía oler a la vegetación con bastante intensidad.
"¿Verdad? ¡Éste lugar es en el que crecí!", dijo Gokú con una sonrisa, "Esa choza la construyó mi abuelo, la mesa y el pozo también", Gokú guío a Bulma hasta el altar rudimentario que éste había construido. Moviendo su cola juntó sus manos e hizo una referencia. Bulma hizo lo mismo y luego miró a la esfera en el centro del altar. "Éste es el altar de mi abuelito".
En ese instante un sonido particular y sutil llamó la atención de ambos Gokú y Bulma, y acompañado del sonido, la esfera de cuatro estrellas se iluminó sorprendiendo a ambos,
"¡¿Eh?!", Gokú reaccionó con sorpresa, "¿Abuelito?", Gokú preguntó con esperanza, pero Bulma rápidamente distinguió el origen del sonido en su mochila y sacó las dos esferas, notando como éstas brillaban de un color amarillo anaranjado.
"Parece que no"; dijo Bulma, a lo que Gokú volteó a verla y notó que las tres esferas brillaban intermitentemente, hasta eventualmente calmarse.
"¿Qué fue eso?", Gokú preguntó volteando a ver la esfera de cuatro estrellas.
"Creo que es un efecto de resonancia"
"¿Un qué?" Bulma bufó divertida.
"Las esferas brillan cuando están cerca de otra esfera, aunque solo cuando es la primera vez en mucho tiempo", dijo Bulma guardando las otras dos esferas, "Parece que es una forma de avisar de la cercanía entre las mismas", finalizó su conclusión.
"Oh", Gokú suspiró con ligera decepción en su voz, "Bueno, deja te presento mi casa", Gokú guío a Bulma a la choza, y ésta miró a la esfera de cuatro estrellas una última vez antes de seguirlo.
"Bienvenida a mi hogarcito", dijo Gokú con una sonrisa, agitando su cola con emoción, "Aquí es donde tengo mi ropa, mis cosas, a veces como aquí dentro, y por último… ¡También hay una habitación con muchas herramientas muy útiles!", Gokú golpeó su pecho con una mano, entusiasmado.
"Se ve bastante acogedor", dijo Bulma riendo.
Gokú sacó una mesita tradicional y Bulma se sentó frente a ésta, Gokú puso un té a calentar, Bulma escuchó a Gokú ofrecer un agradecimiento susurrado y se sentó también.
"Entonces… cuéntame más de esa leyenda", dijo Gokú con una mirada determinada, realmente estaba interesado cual niño antes de dormir.
"Bueno", Bulma aceptó, "La leyenda de las Esferas del Dragón es una historia, muy, muy antigua", aseveró Bulma, buscó de entre su mochila una cosa y sacó un cuaderno. "La más antigua mención de la existencia de las Esferas del dragón es alrededor de 200 años Antes del Rey (A.R.), se dice que a partir de ese entonces se comenzaron a esparcir rumores sobre el funcionamiento de la peculiar esfera", contó Bulma con entusiasmo, "Algunas características místicas que se les atribuían era la protección, y la cualidad de iluminación, por eso muchos sabios que podían encontrársela la usaban durante largas meditaciones".
"Guao, ¿y cómo se supo de las 7?", preguntó Gokú interesado.
"La leyenda cuenta que hace varios siglos atrás, una persona logró reunir las 7, y cómo por obra de un ser divino, supo que palabras recitar, y tras el canto, ¡Un dragón de dimensiones descabelladas apareció!, surcando las nubes y montañas, el dragón miró directamente a su invocador y le pidió declarar su deseo", Bulma narró con emoción, la leyenda también le había parecido bastante emocionante, y Gokú opinaba lo mismo, pues su mirada revelaba gran interés.
"¡¿Y entonces?!", preguntó emocionado.
"Aquella persona pidió ser un Rey", dijo Bulma brevemente, "Rey del mundo", añadió, "Se sabe que su deseo fue cumplido, y tras ello, aquel sujeto tenía al mundo bajo sus pies, y los gobernó con justicia y potencia", Bulma finalizó su relato, "La leyenda declara que las siete esferas tienen nombres en un idioma antiguo, son: 'Yi Xingqiu, Er Xingqiu, San Xingqiu, Si Xinqiu, Wu Xingqiu, Liu Xingqiu, y Qi Xingqiu', respectivamente, las esferas de una, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete estrellas", Gokú agitó su cabeza a la inesperada revelación de información, y de pronto sonó la tetera.
"¡Ah!, ¿Quieres té?", preguntó Gokú levantándose bruscamente.
"Está bien", asintió Bulma. Gokú fue por el té y mientras servía, Bulma sacó las dos esferas del dragón que traía consigo, Gokú regresó con dos recipientes tradicionales y uno lo colocó frente a bulma mientras el otro lo sostuvo en sus manos mientras se sentaba donde antes.
"Éstas dos son la Er Xingqiu y la Wu xingqiu", dijo Bulma señalando las respectivas esferas, "La de dos estrellas la encontré en el sótano de mi casa, mi padre me dijo que ha estado con la familia desde tiempos inmemoriales, y la de cinco estrellas la encontré en una cueva al norte, fue un viaje peligroso si soy honesta", suspiró Bulma con ligero pesar.
"Vaya", Gokú sopló su té y le dio unos sorbos, Bulma también.
"Oye Gokú", Bulma se decidió, "¿Te gustaría acompañarme en mi viaje?", Gokú miró a Bulma por un instante, antes de mirar a su té, y que su mente lo remitiera a la esfera de cuatro estrellas, o la 'Si Xingú', y luego a su abuelo.
Un recuerdo oscuro vino hacia él.
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Era un momento en el que Gohan recién había sido herido.
"Gokú", el enigmático anciano lo miró mientras Gokú limpiaba su hogar.
"¿Abuelo?"
"Pequeño Gokú, ¿qué opinas del mundo?". Aquel pequeño Gokú detuvo sus acciones y varias historias vinieron a su mente.
"Pues… solamente tengo las historias que sueles contarme, abuelo" Historias sobre vehículos arrastrados por algo llamado "Motor", un invento que permite guardar objetos de gran tamaño en una minúscula cápsula, gente de renombre, artistas marciales recluidos en partes recónditas del planeta, ¡magos y brujas!
"¿No te gustaría- Cof cof- Experimentarlas por ti mismo?", Gokú se acercó rápidamente.
"Abuelo…", Gokú estaba sumamente preocupado, pero se enfocó en la pregunta, "Bueno… sí, ¿por qué lo dices, abuelo?"
"Es parte del camino de un artista marcial", inició Gohan, respirando ásperamente.
"¿El camino de un artista marcial?", Gokú sintió la emoción recorrerlo, era un tema del que su abuelo no hablaba mucho.
"Sí, a veces, cuando un artista marcial nota que su progreso se ha visto estancado, o siente cierta monotonía, es mejor llevarlo al mundo, a descubrirse a sí mismo, por eso, inicia un viaje, un peregrinaje", Gokú escuchó atentamente, "por eso… quiero que cuando tengas la oportunidad, salgas a viajar, a conocer nuevos rincones del mundo", Gokú miró a su abuelo, y finalmente asintió, Son Gohan sonrió.
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"Aprovechar la oportunidad…", Gokú susurró mirando el té y luego miró a Bulma. "Está bien", asintió mirando a Bulma.
"Oh", Bulma se sorprendió al escuchar la respuesta afirmativa de Gokú, "¿En serio?", Gokú asintió.
"Claro, ¿quieres pescado?", Preguntó Gokú levantándose.
"¿Cómo?"
"Voy a cocinar el pescado que me traje, si quieres puedes esperarme aquí o acompañarme".
"O-okay", Bulma se levantó y siguió a Gokú.
Gokú sacó una serie de utensilios de la habitación de herramientas y los lavó, antes de salir y comenzar a preparar su alimento, Bulma vio a Gokú quitarle las escamas al pez, cortar la cabeza, sacarle las tripas y cortar.
Tras un rato, Los platillos estaban preparados, era pescado preparado por medio de espetar y cocer al fuego descubierto, obviamente fueron usado unas especias secas. Gokú ofreció a Bulma uno de los palos. Ambos ofrecieron agradecimiento por la comida.
"Que platillo tan inusual", admitió Bulma dándole una mordida, no era la gran cosa si se le permitía ser honesta, pero era una forma creativa de cocinar. "Gracias", Bulma agradeció con cortesía.
"De nada", respondió comiendo alegremente. Pronto, ambos terminaron sus espetos, principalmente Bulma que solo había comido uno, Gokú… bueno, él comió más de 10 raciones, 10 raciones que se notó que disfrutó, pues agitaba su cola contentamente, cada que comía sentía un flujo de electricidad en su cuerpo que lo hacía sentir más fuerte.
"Oye Gokú", Bulma miró como Gokú se palmeaba el estómago con alegría, Gokú respondió a su nombre mirándola, "Me dio curiosidad… pero, ¿esa cola es de verdad?"
Gokú miró a donde Bulma señalaba, su cola se movía alegremente de lado a lado.
"Claro, es mi colita, lo raro es que no la tengas tú"; dijo con completa honestidad. Aunque ésta pequeña interacción le recordó a algo, no sabía decir exactamente qué, pero sentía que le costaba recordarlo con claridad, algo que muy probablemente tenía que ver con su cola, por lo que éste miró su cola un momento que se movía danzante, en ese pequeño y momentáneo recuerdo, solo podía ver dos siluetas vagamente familiares al otro lado de un círculo.
"Eso no es cierto", dijo Bulma colocando sus manos en su cintura, "Lo raro es que tu tengas cola, ¿o acaso tu abuelito no carecía de una cola?", Gokú iba a contra-argumentar, pero luego recordó que, en efecto, su abuelo no solía tener cola, sumado al recuerdo que acababa de surgirle en la cabeza. "Que interesante lo de tu cola… me suena a algo", Bulma acarició su barbilla, intentando recordar, pero el recuerdo no llegaba, lo cual, para Bulma si era extraño, simplemente porque ella tenía una particular condición, memoria eidética. Pero luego suspiró, si no llegaba, no valía la pena perder energía en ello.
"Mi cola es lo más genial", Gokú dijo sonriente.