Como había sabido que era ella, esa pregunta se instaló en su mente, que lo había llevado a reconocerla, si nunca antes lo había hecho.
-Bueno... ¿como me has reconocido?Normalmente nadie me conoce cuando visto así.
-Supongo que ya no eres invisible a mis ojos.- dijo Ryo mirándola intensamente, realmente estaba hermosa así vestida, era como si estuvieran en casa, en ropa cómoda, vestida así podía imaginarla cocinando o trabajando en su estudio, en cualquier cosa que uno hace en la vida cotidiana, realmente sabía muy poco de ella, si oiría música, o si cantaba en la ducha, incluso si sabía cocinar o le gustaban las plantas, de pronto quiso saber todo de ella, averiguar todo aquello que la hacía feliz.
Ella podía trasmitir muchas imágenes sobre si misma, podía ser una princesa de cuento con un vestido de noche, podía ser la imagen misma de la pureza o ser una despiadada mujer de negocios, estaba seguro de ello, pero la imagen que veía ahora de ella, era la de una chica joven, afable, de las que salen con una pandilla de amigos a tomar unas cervezas... sería eso lo que hacia en Francia, todo era misterio en ella y él quería descubrir sus secretos.
-Creo que eres el primero que me descubre tan fácilmente, y más a cierta distancia.
-Siempre he sido muy observador, sobre todo cuando algo me interesa.
-¿Te intereso? Venga ya no bromees...
-Claro, tengo que cuidar bien de los intereses de mi abuela.-Anna no pareció notar que había desviado el tema de lo que realmente era verdad.
-Bueno si es así, pregunta y te explicaré lo que tengo pensado hacer.
-En serio, pensé que eso era un secreto de estado.
-No que va, alquile la casa de tu abuela para montar en la parte baja, una boutique, y en la parte alta mi taller, igual que lo tengo en Francia, ya hable con ella y dentro de varios días empiezan a hacer lo trabajos para pintar la fachada y poner la parte baja en condiciones. En la planta alta habrá que sacar las cosas de algunos dormitorios, uno será mi estudio de diseño, otro será el taller de costura, son dormitorios bastante grandes así que creo que irá genial, otro lo dejaré como dormitorio, nunca se sabe cuando uno tiene que dormir un rato, y por último el otro será un estudio de fotografía, así todo lo hacemos en el mismo sitio y hay menos riesgo de estropear el producto de que lo copien, y por supuesto es mas barato.
Verla hablar de ello, era como ver una flor florecer, se le iluminaba el rostro y parecía enamorada, se notaba que de verdad disfrutaba con lo que hacía.
- Menos mal que la casa es bastante grande y me da perfectamente para poder hacerlo todo en el mismo lugar, en Francia me costo bastante encontrar el lugar adecuado para todo ello, aquí ademas tengo la ventaja que en la trastienda tengo espacio para tener un almacén.
-Parece una inversión bastante grande, si necesitas socios puedes contar conmigo, con solo oirte me parece que es un buen proyecto por el cual apostar.
- Gracias, me alaga mucho que lo pienses así, pero no es preciso, tengo suficiente capital para ello, no es por nada, pero mi negocio en Francia es bastante productivo.
-Bueno supongo que tu padre también te echará una mano si lo necesitas.
-Mis padres no sabe nada, así que espero que no se lo digas tampoco, quiero mantenerme por mi misma. Es verdad que cuando empece , lo hice con el dinero que mi padre me mandaba, pero ya ese dinero esta de vuelta en la cuenta que me tenía, ya hace 2 años que me mantengo con mi trabajo y espero seguir así durante el resto de mi vida.
-Eso es fantástico, desde luego no pensé que serías una empresaria tan exitosa.- admiraba profundamente a la mujer que tenia delante, y su empeño en desenvolverse en esta sociedad.
- No es una cuestión de ser empresaria o no, es mas que quiero ser independiente, no tener que depender de nadie y menos por dinero, quiero que si estoy con alguien sea porque yo lo quiero y no porque lo necesite para comer o por tener una vida de lujos.
- Curiosa forma de pensar, cuando has nacido en una buena familia, y no te ha faltado de nada.
- Me di cuenta de ello mientras estudiaba en el extranjero, me di cuenta de que podía vivir por mi misma, con mi trabajo y eso me dio una libertad de movimiento que nunca tuve, pude moverme a donde quería y cuando quería, sin tener a mi madre preguntando porque había gastado en esto en aquello.
- ¿Pero tus padres no se han dado cuenta de que estas gastando menos?
- Aun sigo cogiendo un poco de dinero de donde mi padre pone mi asignación, pero la deposito en otra cuenta, que no uso, y como nunca fue muy derrochadora, nunca lo notaron demasiado, ahora ya soy mucho mayor y es verdad que ya no me tienen tan vigilada, supongo que son los beneficios de hacerme adulta.