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Chapter 28 - Esperando un mensaje

Cuando Anna salió de su oficina , pensó que aquella tarde recibiría un mensaje de ella, al día siguiente pensó que en sería ese día, y casi contó las horas mientras se impacientó, no quería conseguir si teléfono por otro lado, quería que fuera ella la que lo llamara o le escribiera. Después de pasar casi cuatro días esperando, ver que su plan no había tenido éxito, se notaba abatido.

Su secretario lo observaba extrañado, esos cambios de humor en su jefe no eran normales, pensó que había ocurrido una desgracia familiar hasta que estaba cogiendo alguna rara enfermedad, lo que nunca hubiera pensado, ni aun en sus sueños mas locos era que todo aquello fuese por una mujer. Su jefe se mantenía alejado de toda criatura del sexo opuesto, no quería rumores absurdo y tampoco quería tener a ninguna pegada a él, los únicos momentos donde colgaba a la modelo con la que trabajaban era cuando su familia le exige algún acompañante para un evento, hubo un tiempo que pensó que no le gustaban las mujeres, después descubrió que parecía que si había una que le interesaba, sería un amor platónico de su jefe.

Cuando esa tarde llegó el mensaje, Ryo se sentia abatido, y ya estaba pensado en organizar la segunda cita propuesta por su abuela, no quería jugar aun esa carta, esperaba acercarse mas a ella, para así planear algo más romántico.

-"Hola Ryo, soy Anna, Ya tengo una propuesta para ti, no sé si será lo que estás buscando. Avisame cuando puedas hacerme un hueco en tu agenda. un saludo. "

Por fin.... el corazón de Ryo por fin pudo librarse de la pena...su mensaje era formal, pero que lo llamara por su nombre le llenó de una alegría inmensa.

No esperó demasiado para contestarle, si tenía ya algo para él, ya tenía la excusa necesaria para verla... no quería correr demasiado pero la echaba de menos, eso tenía que admitirlo.

- "Te parece que nos veamos mañana mismo, tengo curiosidad por saber que se te a ocurrido, eres muy rápida en tu trabajo".

La respuesta de Anna fue casi automática, se notaba que estaba con el teléfono en la mano, eso le alegró un poco mas a Ryo, ya por fin tenía una via de comunicación con ella, y no había tenido que hacer búsqueda de su teléfono o pedirselo a alguien, esto era algo entre ellos.

Quedaron para el día siguiente en un restaurante cerca de la oficina de Ryo, y bastante cerca de la casa que había alquilado Anna, quizás así después de comer juntos podrían acercarse hasta allí y poder compartir un poco mas de tiempo juntos.

Ryo intentó adelantar la mayor cantidad de trabajo posible en lo que quedaba de tarde, necesitaba desocupar ese tiempo con Anna, no quería interrupciones absurdas como la de la visita a la oficina, aquello fue como sacarlo de una burbuja y lanzarlo contra la realidad de repente.

Ese día salio tarde como nunca de la oficina, y su secretario lo miraba como si se hubiera vuelto loco... había trabajado como si una crisis mundial se acercara y solo él lo sabía, aquello puso muy nervioso a todo el personal, rara vez Ryo se equivocaba en sus movimientos en los negocios, así que toda la oficina puso al día todos aquellos trabajos que estaban pendientes, y Ryo estableció lineas claras de movimiento en todos los casos posible para los siguientes días.

Cuando Ryo por fin llegó a su casa, la sintió muy sola, estaba agotado, pero satisfecho. Ya hacia unos años que vivía fuera de la casa familiar, había comprado su casa en una buena zona, cerca del lago, cerca de la casa de verano de sus padres, le tenía un aprecio especial aquel lugar gracias a Anna y a su audacia de aquella noche.

Simplemente fue a su estudio, se sirvió una copa y abrió un cajón de su escritorio, sacó el collar que Anna había dejado olvidado aquella noche y que él conservaba como si fuera un tesoro, estaba claro que ella no sabía que lo había perdido esa noche, algo le decía que era importante, no era cualquier joya elegida al azar.

No sabía cuando se lo iba a devolver, pero quería que fuera un momento especial, algo que fuera tan inolvidable como el día que aquel colgante había llegado a sus manos.