Cuando finalmente el camarero terminó de colocar la mesa, salió casi sin que ellos dos se dieran cuenta, el ambiente era tenso, parecía que los pensamientos de Ryo habían hecho que la temperatura de la sala bajara, pero miró a Anna y intento que todo aquello que se le estaba pasando por la cabeza no afectara su tono de voz.
- ¿Acaso vas a algún sitio?- Intentó hablar despacio...
- Bueno... en realidad hoy vuelvo a Francia, hay problemas con mi empresa, y necesito ir yo misma a solucionarlo, mi equipo allí es pequeño y necesitan ayuda.- Intento volver a recuperar el tono amigable de las otras conversaciones que había tenido con él
- ¿Por cuanto tiempo te vas?- No quería parecer demasiado ansioso pero no pudo evitarlo, recordaba que posiblemente Anna tuviera allí alguien, y eso le hacía perder a él toda las oportunidades de conocerla, y de ganarse su amor, ella había sido muy ambigua, cuando él había intentado obtener información.
Anna pudo notar que algo no iba bien, no sabía que era, pero notaba hostilidad en la mirada del hombre sentado a su lado, no sabía muy bien que había dicho para despertar ese sentimiento.
- Realmente no lo sé, espero que en un par de semanas este todo arreglado, llevo de aquí algunos materiales que me pueden servir para solucionar el problema.
-Si yo te puedo ayudar en algo.- Dijo automáticamente, necesitaba hacer algo por ella, hacer algo para que ella no desapareciera de nuevo de su vida.
- De momento creo que puedo hacerlo, pero necesito estar allí, seguramente tendré que estar viajando entre uno y otro lugar casi continuamente, más que nada porque mi padre también me necesita aquí.
-Yo puedo ayudar a tu padre. - Sabía de buena tinta que la empresa de su padre no estaba en sus mejores momento, por eso se había ofrecido como comprador si llegaba el caso de necesidad.
- En principio creo que por ese lado ya se han adoptado medidas necesarias para solucionar lo mas importante, pero si no es mucho pedir, y como sé que tu tienes ojos en todos lados, avísame si ocurre algo, conociendo a mi padre, no me lo dirá hasta que sea demasiado tarde.
El poder ayudar en algo hizo que se sintiera algo más cerca de ella, y ahora mas que nunca iba a mirar que estaba pasando en la empresa de su padre y a descubrir que estaba pasando ahí, estaba claro que los cambios que hubieran hecho en esta ultima etapa era obra de la mente de Anna, pero sospechaba que lo había hecho todo con discreción.
- Por supuesto que te ayudare a vigilar que todo vaya como debe, ¿pero que estas sospechando?
- Sospecho que alguien le esta poniendo la zancadilla a mi padre a través de los pedidos, y quieren obligarlo a vender, supongo que la idea es bajar el valor de las acciones y así poder comprarla más barato, pero si puedo evitarlo no lo lograran.
Todo lo que decía Anna tenía mucho sentido, era una práctica común, el mundo de los negocios a veces era muy sucio, y si mirabas bien podrías descubrir quien manejaba los hilos. Aquello despertó el instinto protector de Ryo y la fiera que llevaba dentro, tenía trabajo por delante.
- Suena muy posible, estaré atento a ver que encuentro. Por cierto, se que no es el momento, pero no te olvides que me debes 2 citas, ya sabes el acuerdo con mi abuela.
- No lo he olvidado.- Aquello hizo sonreír a Anna, en el fondo ese hombre tan apuesto y con tanto poder tenía alma de niño y no quería pedir el juguete que le habían prometido.
- Porque sonríes así, no estarás pensando en jugármela.- aquello hizo que ella volviera a una actitud seria.
- No se me ocurriría jugar a un juego así, oh gran señor todopoderoso- y se inclino haciendo una reverencia burlona, para después reír abiertamente.
- Uff, voy a tener que amarrarte a la mesa. - La expresión de sorpresa de ella ante tal sugerencia, no puedo sino hacer reír a ambos.
Ahora que el ambiente ya se había relajado de nuevo pudieron poder comer de nuevo y volver a comentar esta vez mas tranquilos el trabajo de Anna, a Ryo le encantó la propuesta, era verdaderamente vendible y para un gusto bastante generalizado, había algunas cosas mas de lujo, pero había pensado en un concepto familiar, con ropa de pareja, con combinaciones para padres y sus hijos, modelos diferentes pero con alguna características que los hacían que estuviera relacionados, pero el traje ganador era un traje de fiesta, por el boceto sabía que iba a ser hermoso, y para su pareja el traje era de enorme belleza, se podrían usar por separado, pero juntos cualquiera pareja serían los reyes del baile.
A medida que iba viendo los bocetos pudo fijarse en la firma de los mismo, podía ver la similitud con el collar que tenía en su poder....