Ya era la hora de la reunión, el evento empezó, el primero en llegar era el Viejo Maestro Leonardo Narváez, junto con la hermana menor de Sebastian, Rosalinda Narváez, su esposo Alan Souza y su hijo de dieciséis años Alex Souza, Ana se acercó junto con Sebastian a saludarlos.
- Padre, Hermana Politica, Cuñado Político, Sobrino Político...
- Tía Ana, adoro volver a verla - saludo educadamente el joven de dieciséis años - Tío Sebastián.
- Hija, estás hermosa, me alegro que Sebastian haya sentado cabeza contigo - saludo Leonardo Narváez haciendo que su hijo lo mirara fríamente. Leonardo era un hombre de aproximadamente 65 años, tenía la vitalidad de un hombre de cuarenta, su cabello era canoso y su rostro tenía arrugas, era frío y distante con todo el mundo, con excepción de su hija política y sus nietos, él y su difunta esposa, Anabella Malcolm, tuvieron un hijo y cuatro hijas, por lo que solo tenía una hija política y bastantes nietos.
- Gracias Padre - respondió Ana con una cálida sonrisa.
- Hermana Política, ¿cómo va el negocio en Nueva Zelanda?
- El Starry Night Hotel ha estado elevándose en credibilidad y eficacia, y el crucero Diamond Bay acaba de ser reformado para darle nuevas comodidades.
- Ya veo, ¿Marcela y Carolina vendran hoy? - preguntó Rosalinda.
- Eso parece, Manuel hablo con ellas y las convenció de venir.
- ¿Invitaste a alguna cara nueva, Tía Ana? Estoy cansado de ver a las mismas personas.
Rosalinda y Alan miraron reprobatoriamente a Álex, Leonardo por otro lado miró a su nieto con una sonrisa divertida, Sebastian lo miró inexpresivamente y Ana lo miró con una sonrisa divertida, después dijo:
- Si, vendrá un guionista llamado Miguel Botero.
Alex casi deja caer su mandíbula de la sorpresa, con emoción en su voz dijo:
- ¡¿El legendario guionista Miguel Botero?! ¡¿Habla en serio, Tía Ana?!
- ¿Por qué sería extraño que él venga?
- Tía Ana, Miguel Botero es un guionista reconocido internacionalmente y NUNCA lo han visto en eventos sociales como estos, ¿en serio acepto venir hoy?
- Eso parece, ¿quieres sentarte cerca de él, Alex?
- ¿Puedo?
- Claro que sí.
- Muchas gracias, Tía Ana.
Alex se fue felizmente a buscar su asiento, Rosalinda y Alan acompañaron al Viejo Maestro Narváez mientras charlaban con él. Después de ellos, llegaron la otra hermana de Sebastian, Renata, su esposo, Gregorio Álvarez, y sus hijas, Sofía, Alba y Caitlyn, cruzaron brevés palabras con ellos. Poco después llegaron las otras dos hermanas de Sebastian, Avril y Fernanda, y sus familias, luego llegó el hermano menor de Ana, Dylan Everson, su esposa, María Dávila y su hija, Melody Everson; los últimos de la familia en llegar, fueron la hermana mayor de Ana, Ximena y su familia, también llegaron otros aristócratas de la ciudad, incluidas Mireya Muñoz, Melani Flórez y su pequeña hija Leidy Flórez. Poco después un Renault gris claro se estacionó en la mansión Narváez, Miguel bajo del auto y le abrió la puerta a su hermana para ayudarla a bajar, Lorena estaba hermosa con su vestido azul celeste y Miguel llevaba un traje gris plateado, ambos llamaban la atención, ya que Lorena era hermosa, y Miguel apuesto. Al llegar a la puerta la Señora Narváez lo reconoció enseguida.
- Señor Botero, está aquí y... con compañía.
Ana se molestó al ver a la chica de celeste con Miguel. Él lo reconoció enseguida y dijo:
- Buenas noches Señora Narváez, ella es mi hermana, Johana Botero.
- Es un placer conocerla, Señora Narváez.
Ana se relajo al escuchar eso y su educada sonrisa volvió a su rostro.
- Igualmente, Señorita Botero.
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En el salón, Manuel estaba charlando con Elizabeth, explicándole lo que tenía que hacer, Melody Everson era la hija de su tío, Dylan Everson, y era bastante activa, por lo que se llevaba bien con Carol, parecían haber sido hechas del mismo molde. Mientras le daba órdenes a Elizabeth y le presentaba a Melody y a su gato, Bruno, su mirada inconscientemente se dirigió a la puerta principal, se paralizó en seguida al ver a una hermosa mujer con un vestido azul celeste, cabello castaño y ojos atigrados color castaño y avellana, su aura de inocencia y pureza atrapó a Manuel, su corazón, normalmente tranquilo y eficiente, se saltó un latido, luego otro y otro, hasta que su ritmo cardíaco fue anormal y sus pensamientos parecían tomarse una licencia de vacaciones y volar lejos de él...
# [¿Creyeron que Manuel quedaria soltero por siempre? ¡Ja¡ ¡Nadie se libra del hechizo del amor! ¡Y mucho menos mi personaje favorito! ¡Nadie se librará del poder de mi lapicero!]