Al escuchar su profunda y seductora voz, ¡An Xiaxia sintió que estaba teniendo un orgasmo auditivo!
«¿¡Cómo es posible que la voz de un hombre sea tan melodiosa!? ¡Aaaaah!»
Su corazón no dejaba de revolotear, pero An Xiaxia no perdió su racionalidad. Sabía que Sheng Yize la buscaba para pagar su deuda, así que, mientras lo seguía afuera del salón, sintió que se dirigía a su ejecución. Cuando el par salió, el salón estalló de voces chismosas.
—Dios, ¿cuál es la relación entre An Xiaxia y el Líder Yize?
—Lo sé, ¡es mi ídolo! Ahhh. ¡Ni siquiera he hablado con él!
—¡Jum! ¡De seguro esa perra de An Xiaxia le coqueteó primero! —dijo maliciosamente una chica, golpeando su escritorio con un libro.
Al instante, todos la miraron. A Jian Xin'er no parecía importarle mientras lloraba.
—¿¡Por qué me miran!? ¿Acaso no digo la verdad?
Otras chicas intervinieron.
—Sí, es verdad. An Xiaxia debe ser una descarada. ¿Por qué otra razón le hablaría el Líder Yize? Bah, ¡es asquerosa!
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An Xiaxia no escuchó su conversación porque, en ese momento, temblaba de miedo, cabizbaja y agarrando la falda de su uniforme escolar, abrumada. Sheng Yize estaba apoyado en un parasol chino en el jardín de la escuela. Lucía elegante y tranquilo y su aura no era tan fría como siempre. En su lugar, parecía como un chico perezoso normal.
—¿Y cómo piensas pagar? ¿Transferencia bancaria? ¿Efectivo? ¿Tarjeta bancaria? —dijo despreocupadamente.
An Xiaxia levantó la vista y preguntó penosamente:
—¿No tienes un seguro de coche?
¡La compañía de seguros debería pagar una parte...! Se consoló a sí misma.
—Expiró—la expresión de Sheng Yize no cambió.
—¿Tienes un auto tan caro y no compraste un seguro?
—Se me olvidó.
Como esperaba, la expresión de la chica frente a él pasó de estar llena de esperanza a llena de animadversión. Además, casi le caían lágrimas. Sheng Yize se conmovió un poco y, de pronto, ya no tenía tantas ganas de molestarla.
An Xiaxia tenía lágrimas en los ojos mientras contaba con los dedos. No podía pagar tanto por sí sola mientras Qiao Mu, su estúpida prima, no le contestara el teléfono. An Xiaxia no se atrevía a decirle a su padre o hermano mayor...
Sentía como si su vida hubiese ingresado a un espacio donde no existía la esperanza. Frente a ella había una pared y detrás un abismo. No podía avanzar ni retroceder.
—Sheng Yize... —comenzó a hablar en una voz suave y sonaba al borde de estallar en llanto —. ¿Qué tal si solo me vendes?
Al principio, Sheng Yize pensó que solo bromeaba, pero al ver la seriedad de su expresión, no pudo resistir sonreír.
«Esta muchachita de verdad...»
—El secuestro y el tráfico humano son ilegales —respondió con tranquilidad.
—Pero de verdad no puedo pagarte... —An Xiaxia se mordió las uñas y de pronto se le ocurrió algo—. ¿¡Qué tal si te escribo un pagaré!? Después de que comience a trabajar, te pagaré de poco. ¡Hasta con intereses! ¡Eres una gran celebridad así que de seguro no te preocupa esta cantidad de dinero! ¿Estaría bien?
Sheng Yize se congeló y estaba a punto de responder cuando, de pronto, emanó un aire escalofriante de nuevo. Puede que ella sea la persona que estaba buscando... Si accedía a esto, ja... cómo podría ser... Sus labios se curvaron en una sonrisa dirigida a An Xiaxia, luego, levantó un dedo y lo meneó de un lado a otro.
—An Xiaxia, eso no funcionará.
An Xiaxia sintió que su corazón estaba en una montaña rusa cuando volvió a caer en un hoyo de repente.
—Entonces qué quieres... —murmuró queriendo llorar.
—Xiaxia, podrías darle tu corazón —resonó una voz clara y elocuente, sorprendiendo a An Xiaxia. Volteó a ver a la persona que había hablado.