Chapter 30 - Nuevos planes

Luego del anuncio hecho por el sirviente, la multitud pudo observar como los príncipes ingresaban al salón.

Cada uno de ellos era seguido por sus respectivos súbditos a excepción del príncipe Robert que solo venía acompañado por unos cuantos sirvientes ya que sus súbditos de confianza ya lo esperaban en su palco.

Debido a que la entrada de ellos fue anunciada y tenía la intención de lucir a los príncipes, Astalris pudo observar e identificarlos por descarte.

El mayor de los tres príncipes, Robert Gallian había estado presente en su ceremonia del despertar de su signo divino así que pudo identificarlo fácilmente, tenía un largo cabello dorado y un aspecto fornido, como el de un artista marcial. Astalris había escuchado que era un espadachín de Nivel Avanzado y por lo que veía el rumor parecía cierto.

El otro hombre, que por descarte vendría a ser el príncipe Henry Gallian tenía un aspecto muy diferente al de su hermano mayor, su contextura era delgada y no tenía el aspecto de un guerrero ni en lo más mínimo. Tenía de igual manera el cabello dorado pero lo usaba recortado y usaba lentes. Parecía tener unos 30 años.

-"Sinceramente tiene más el aspecto de un catedrático que el de un guerrero, ¿Quizás un mago o un asesino?-", pensó Asltaris mientras evaluaba al príncipe Henry.

La mujer, quién obviamente era la princesa Olivia tenía el cabello negro y vestía una hermosa túnica roja. Su apariencia era la de una joven de 20 años pero su mirada reflejaba una madurez que no correspondía a su edad, inclusive más profunda que la de sus dos hermanos.

Astalris pudo detectar inmediatamente que la túnica era mágica, estaba bordada con hilo con afinidad al fuego y en sus manos tenía dos brazaletes mágicos. Era una maga y por el nivel de mana que pudo detectar probablemente de Nivel Intermedio o Avanzado, tendría que verla en batalla para poder determinarlo con mayor exactitud.

Muchos de los presentes se levantaron a saludar a los príncipes y otros se limitaron a realizar una reverencia.

Xandris juntó con los miembros de su clan también bajaron a saludar cordialmente a los príncipes, en especial a Robert.

Sin embargo, cuando la atención estaba centrada en los príncipes uno de los sirvientes volvió a anunciar en voz alta el ingreso de otras personas. Normalmente habría sido una falta de respeto ahora que los príncipes eran el centro de atención pero cuando los invitados escucharon los nombres entendieron la razón del anuncio.

-"Ingresa el Primer Anciano del Clan de La Luna Divina, William Valmer"-

-"Junto a el Patriarca de La Secta de las Campanas de la Montaña, Anduri Tolen"-

Las voces empezaron a revolotear en el salón, muchos de los presentes que saludaban a los príncipes se desplazaron a saludar a los dos recién llegados.

Al cabo de un rato incluso los príncipes y Xandris se acercaron a saludar.

Astalris no tenía idea de quienes eran pero por sus presencias podía deducir que eran usuarios de Nivel Rey.

-"Con Xandris, el usuario de Nivel Rey de la Mansión de los Siete Placeres y los dos recién llegados sería un total de cuatro usuarios de Nivel Rey, solo faltarían los dos pertenecientes a la realeza, pero tengo entendido que solo obedecen al Rey, no creo que vengan también."- murmuro Astalris mientras evaluaba la situación.

De repente Ana se movió de su posición y habló respetuosamente, "-Gran Maestro Erum, el Gran Anciano de nuestra Mansión desea visitarlo."-

Astalris se sorprendió al oír las palabras de Ana, había previsto que el usuario Nivel Rey de la casa de subastas vendría a verlo, pero no esperaba que fuera tan rápido, en especial cuando había nuevas personas con mejor preposición de ser saludadas.

-"Aún no me he recuperado, mi disfraz no es perfecto en este momento ¿Qué debo hacer?"-, pensó Astalris mientras evaluaba sus opciones.

Finalmente realizó un gesto a Ana informándole que hiciese pasar al Gran Anciano, no había logrado pensar en una excusa que no resultasen sospechosa, en especial si tenía que hablar con la persona que se encargaría de pagarle sus ganancias obtenidas por la subasta.

Un joven ingreso al palco y realizo una pequeña reverencia, -"Saludos Gran Maestro Erun, soy Jez Meyor, Gran Anciano de la Mansión de los Siete Placeres.-"

Luego de una pausa en la que sus ojos recorrieron rápidamente a Astalris evaluándolo dijo, -"El motivo de mi visita es ofrecerle formalmente nuestras disculpas por el inconveniente ocurrido, fue nuestra negligencia no haber detenido la imprudencia de Xandris."-

Tras decir esto, Ana se acercó con una bandeja de plata en la que iba una hermosa caja que Astalris pudo inmediatamente reconocer como confeccionada de Madera Ancestral.

El Gran Anciano Jez sostuvo la caja y la presentó a Astalris, -"Un pequeño obsequio como muestra de nuestro arrepentimiento."-

Astalris observo la caja sin inmutarse y dijo calmadamente, -"¿Una rosa blanca lunar? Tendrá a las justas cien años, levemente pasable."-

Astalris cogió la caja sin revisarla o darle mayor importancia y la metió a su bolsa como si de una baratija se tratase.

Los ojos de Jez se abrieron de par en par. Si bien la rosa blanca lunar era un tesoro de gran valor, no era nada extremadamente valioso comparable con los artículos que estaban a punto de ser subastados, no obstante, la razón de la sorpresa del Gran Anciano era que Astalris había acertado tanto en el producto como en su edad con solo ver la caja.

Para realizar tal hazaña tanto la experiencia como el conocimiento de Astalris debían ser impresionantes.

Claro que si Jez supiera que estaba hablando con un Alquimista de Nivel Emperador probablemente caería al piso para escupir el resto de sangre que le quedaba.

-"Espero que las intenciones de la Mansión hayan quedado claras, no tenemos la intención de interferir con sus deseos Gran Maestro Erun, de hecho todo lo contrarío, estamos totalmente dispuestos a apoyarlo si es que necesita nuestra ayuda."- dijo Jez tras recuperarse de la sorpresa mientras sonreía.

Astalris asintió dando señal de conformidad y Jez procedió a retirarse informando que procedería a saludar al resto de invitados.

Sin embargo, cuando Jez estuvo en la puerta la voz de Astalris resonó en sus oídos, -"Cuando hablé con el mocoso del Clan del Tigre Infernal, sentí varias presencias curiosas. Quizás tu mansión tengas unas cuantas ratas, sería una pena que tu fiesta se arruinase."-

Las palabras tomaron a Jez por sorpresa, pareció una burla pero viniendo de un experto de ese calibre decidió prestarles atención. Asintió respetuosamente y procedió a retirase pensando en las palabras de Astalris.

Luego de Jez se retirase del palco Astarlis le pidió a Ana que también se saliera para pensar solo, una vez que ella acató la petición Astalris se desplomó en su asiento, sudaba y se veía pálido.

-"AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, no doy más, utilice lo poco que me quedaba de fuerza en mantener mi perfecta imagen ante Jez. ¿Qué hago? No puedo salir porque sería el foco de atención de todos los presentes, en especial los malditos Niveles Rey y lo peor es que cuando los ataque sentí una presencia familiar, pero no en el buen sentido. Le mande una de mis espadas de aura para ver su reacción mas no hubo respuesta alguna, era débil pero había algo en él que me repugna. Todo esto me esta dando mala espina, no estoy en condiciones para protegerme. ¿Debería salir pitando y regresar a cobrar mi dinero luego?"-, murmuró mientras meditaba para recuperaba fuerzas.

Mientras tanto en el palco del príncipe Robert una acalorada discusión tenía lugar.

"-¿Me esta diciendo que la persona que trajo los artículos que queremos es un usuario del Aura de La Espada y mando una de sus espadas de aura a herirte?"-, dijo Robert enfurecido.

-"Sí su Alteza, pero no entendemos el motivo, pensamos en ir a hablar con él pero preferimos esperarlo a usted. No recordamos a nadie con ese nombre o apariencia, ¿Tal vez es uno de tus viejos enemigos Jair?"-, dijo Augusto el consejero del príncipe Robert.

-"No lo creó, sabes muy bien que el poder que me respalda no tiene la costumbre de dejar a sus enemigos vivos mucho tiempo. Ademas mi actividades siempre han estado destinadas en reinos similares a esté, no hay forma que haya pasado por alto haber ofendido a un experto de ese calibre"-, dijo irritado Jair mientras continuaba curándose.

-"Lo peor es que estas herido, sé perfectamente que no podrás recuperar tu fuerza en el tiempo previsto, todo esto es un desastre en especial con la presencia de los tres usuarios de Nivel Rey, no esperaba que personalmente vinieran, la competencia por los artículos sera reñida no tengo la confianza de ganarles."-, dijo Robert entre dientes.

Pero entonces Adalía que había permanecido en una esquina pensando se acercó lentamente a Robert y acaricio su rostro coquetamente, "-Su Alteza, los planes que teníamos han fracasado, pero no hay razón para abatirnos. Al fin de cuentas no todos los días tenemos reunidos a los tres príncipes, cuatro usuarios de Nivel Rey y gran parte de la nobleza en un solo sitio."-

Adalía termino dicha frase con una sonrisa que en un primero momento pareció pura e inocente, pero termino convirtiéndose en una desquiciada y llena de locura.

Al príncipe esto le sorprendió y por un momento su mente divagó. Pero luego al reponerse sonrió y empezó a reír desquiciadamente, -"Adalía eres una maravilla, por eso te amo."-

Tras eso agarro fuertemente a Adalía y la beso apasionadamente mientras empezaba a tocaba su cuerpo. La mujer respondió de la misma manera toqueteando el cuerpo del príncipe pervertidamente.

Luego de varios largos minutos la demostración de pasión y lujuria llegó a su fin y Robert sonriendo malvadamente se dirigió a Jair que miraba estupefacto con Augusto, evidenciando que acababan de descubrir la relación entre entre Adalía y el príncipe, -"Dile a tu jefe que acepto, pero deber ser hoy, en esté momento, es una oportunidad única que no podemos dejar pasar."-