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Chapter 33 - La Mansión de los Siete Pecados

El silencio reinó en el auditorio. Los siete hombres enmascarados controlaban completamente la situación.

Los príncipes y sus súbditos estaban rodeados, Xandris estaba herido y el Gran Anciano junto con los otros dos ancestros se lanzaban miradas preocupados.

La situación tenía un mal aspecto.

El hombre encapuchado con la lanza volvió a preguntar riendo a Xandris, -"¿Dime, no quieres jugar conmigo?-".

Xandris apretaba la herida de su estomago para parar la hemorragia, trató de sacar algunas píldoras de su bolsa pero el hombre enmascarado paro su mano con su pie aplastandolo e infligiéndole más dolor.

Xandris gritó de dolor, pero el hombre enmascarado rompió en risas, cada vez más fuertes y desquiciadas que empezaron a inundar el salón.

-"Jefe, esté esta roto."-, gritó sin mirar a los demás hombres enmascarados y tras un destello la lanza que tenía en su mano atravesó el cráneo de Xandris quien cayó al suelo muerto.

El enmascarado del medio dijo calmadamente, -"Saquead todo, revisad todas las bolsas y mochilas, nos llevamos los tesoros y el dinero."- Varios enmascarados empezaron a revisar los cadaveres del suelo y otros empezaron a rebuscar en los sobrevivientes que se encontraban acorralados contra la pared.

Un usuario de Nivel Rey estaba muerto, de tan sencilla manera.

Los rostros de Anduri, William y Jez se pusieron sombríos.

Solo eran tres Niveles Rey contra siete de ellos, por otra parte casi todos los guardias de la Mansión había sido aniquilados, solo las fuerzas de los príncipes permanecía relativamente intactas.

Si bien en una batalla un Nivel Avanzado no podía hacer mucho contra un Nivel Rey, si podía causar distracciones o interferencias, facilitando de esta manera al enemigo el combate.

Tras debatir internamente y decidirse, Jez envió un mensaje mental a los dos príncipes y a los dos ancestros, -"La Mansión de Los Siete Placeres me ha entregado una Falsa Reliquia por seguridad, dado los artículos que serían subastados. Pero no duraré mucho tiempo contra siete Nieles Reyes, como máximo diez minutos. En ese tiempo deben abrirse paso hacia la salida dudo que la formación haya pasado desapercibida deben haber personas intentando romperla desde el exterior, deben apoyarlos y romperla para que podamos escapar. Principies, ¿Los dos Niveles Reyes de la realeza se encuentran en la ciudad?"-

-"No Gran Anciano, están ambos en la capital, tienen prohibido asistirnos en lo que dure la competencia por el trono."-, dijo Olivia de manera desesperanzadora.

La cara del Gran Anciano se veía agotada, -"Entiendo. Veo que el príncipe Robert ya no se encuentra con nosotros, de lo visto al parecer guarda algún tipo de relación con los atacantes así que debería tener alguna forma alterna de salir de la formación, si lo encontráis podría sernos útil. Preparaos, empezad cuando ataque"-

Al cabo de unos minutos varios enmascarados llegaron con diferentes cofres y artículos, -"Maestro hemos conseguido todos los artículos para subastar, estamos listos."-

El enmascarado que había dado las ordenes asintió y dijo, -"Nos vamos, matad a todos y recolectad lo que falta."-

Los enmascarados empezaron a volver a atacar a todos los presentes, mientras que los siete expertos avanzaron velozmente en dirección de Jez y los dos ancestros.

De repente una explosión de poder abrupta emano de Jez, en una de sus manos sostenía diferentes elixires y en la otra una mascara parcial.

Rápidamente Jez se puso la mascara, solo cubría la parte inferior de su rostro, específicamente su boca. La mascara estaba pintada de tal forma que parecía una boca con filosos dientes que sacaba la lengua hambrienta.

Entonces Jez empezó a ingerir los diferentes elixires que tenía y varías píldoras.

Rápidamente su presencia empezó a volverse mucho más fuerte y el miedo empezó a nacer en los enmascarados.

-"Maestro, tiene una reliquia de la Mansión de Los Siete Pecados, es Gula."-, dijo uno de los usuarios Nivel Rey mostrando un evidente pánico.

Quizás en la actualidad la Mansión de los Siete Placeres contaba con una solida reputación comercial y moral, pero en antaño las cosas no siempre fueron así. Pocos aún recordaban los inicios de la mansión.

Esta poderosa organización no fue creada por ningún reino o clan o secta acaudalada, sino por criminales.

La mansión nació siendo una casa de subastas oscura, parte de los mercados negros, mundos clandestinos y reinos externos.

Sus bases estaban manchados por sangre y sus cimientos construidos sobre pilas de cadáveres.

La organización era conocida como La Mansión de los Siete Pecados, por los siete fundadores y maestros de pabellón, cada uno de Nivel Emperador.

Contaban los rumores que cada uno representaba uno de los siete pecados capitales y poseían reliquias que potenciaban sus habilidades.

La reliquia de Gula era conocida por permitir a su portado ingerir todo lo que desease sin sufrir ningún clase de repercusión.

El ejemplo claro era Jez que en esté momento tomaba diferentes elixires y píldoras que normalmente luego de que el efecto del incremento de poder terminase conllevarían sufrir una disminución de su fuerza o repercusiones en su salud, sin ningún problema.

El líder de los enmascarados observo fijamente a Jez y finalmente suspiró, -"No es una reliquia real, es una falsa reliquia. Es poderosa pero nada que no podamos controlar, ataquen."-

Las palabras del líder de los enmascarados calmaron el pánico y la batalla comenzó.

Los seis enmascarados de Nivel Rey a excepción del líder desenfundaron sus armas para atacar, cuatro de ellos eran guerreros y dos magos.

El salón se inundó de sombras de bestias ante la activación de muchos signos divinos.

Una lluvia de hechizos de fuego y agua se dirigió contra Jez, pero rápidamente la imagen de un inmenso Oso blanco apareció a sus espaldas y conjuró un un muro que lo protegió.

Era el signo primario de Jez, un Oso Tundra, una bestia de rango A.

Tras el minuto que Jez pudo conseguir por el muro, empezó rápidamente a realizar diferentes signos en su cuerpo y una armadura cristalina iba formándose al rededor suyo.

Era la habilidad natural de los Osos Tundra, podían crear una armadura impenetrable al rededor suyo. Jez era un usuario con afinidad al agua y no era estúpido, si bien no era un genio era una persona muy capaz. Su signo divino era adecuado para un usuario afín al hielo, así que en vez de lamentarse desde joven había buscado la forma de compensar su afinidad, consiguiéndolo finalmente mediante elixires. Por eso es que llego a ser tan competente y reconocido en su campo.

Había con sus propios medios alcanzando lo que suponía solo debería corresponder a un genio con afinidad al hielo.

Con su armadura completa Jez avanzó firmemente contra los magos enemigos, ignorando completamente los ataques que le proferían. El primero de los magos, un usuario al fuego fue tomado desprevenido por el inesperado contraataque de Jez, siendo golpeado en el rostro por un imponente puño que lo dejó inconsciente.

Sin embargo, su repentino avance lo había adentrado en el rango de los demás enmascarados, dato que no pasó desapercibido por ellos, quienes empezaron un consecutivo bombardeó sobre él.

Jez empezó a resistir el bombardeo constante por los cinco enmascarados esperando el momento oportuno para contra atacar, pero la situación no pintaba bien, su armadura empezaba a resquebrajarse. Solo con la falsa reliquia de gula y los suplementos podía resistir el ataque de cinco usuario de Nivel Rey, estaba en su límite.

De repente uno de los enmascarados que peleaba contra los príncipes gritó, -"Maestro auxilio!, no podemos contra ellos, hay dos usuarios Nivel Rey acá."-

El líder de los enmascarados que había estado esperando el momento adecuado para atacar de manera sorpresa a Jez y acabar con él. Al escuchar dichas palabras volteo rápidamente y observó como los dos príncipes y los dos ancestros se habían abierto paso hacía la salida y actualmente estaban a unos metros de la barrear creada por la formación.

Inmediatamente el líder se dirigió contra ellos dejando al restó de los Niveles Rey luchando contra Jez. No obstante, esté gritó creo la oportunidad que El Gran Anciano había estado esperando.

De su espalda un enorme leopardo blanco como la nieve apareció y el Gran Anciano se desvanecido a los ojos de los cinco usuarios Nivel Rey para aparecer a la espalda del líder de los enmascarados.

Era la habilidad de natural de su signo divino secundario que era el de un Leopardo de Nieve Boreal, una bestia de rango C. No obstante, a diferencia de la mayoría de sus aspectos su velocidad era comparable con bestias de rango S, compensando de está manera la poca movilidad que Jez tenía con su armadura.

Inmediatamente profesó un golpe en la espalda del líder de los enmascarados quien empezó a vomitar sangre.

Sin embargo, cuando Jez iba a proferir el golpe final una flecha roja avanzó velozmente delante de él y se incrustó en su hombro derecho. Al mismo instante sintió como una espada atravesaba su armadura que se desvanecía al finalizarse los efectos de los suplementos y cortaba su carne.

Jez gritó de dolor y cayó al piso, se veía extremadamente agotado y tenía parte de la espada incrustada en su espalda.

Entonces el atacante se acercó y retiró su espada. En ese momento, a voz de Olivia resonó en el salón, -"¡ROBERT, MALDITA ESCORIA!"-

Seguido por la voz de Henry, -"TÚ MALDITA BASURA. ERES UNA VERGÜENZA PARA LA FAMILIA REAL."-

Robertó respondió sonriendo indiferentemente, -"Maestro, ¿Ve que hizo bien en llamarme? Y hermanos, no tienen motivo por el cual molestarse, al final de cuentas solo uno puede ascender. Que gane el mejor."-