Hao Ren miró estupefacto al anciano. Sin embargo, Zhao Jiayi y los otros de
repente soltaron su brazo y mantuvieron distancia de él.
Había un gran número de estudiantes caminando cerca de la entrada del
dormitorio; algunos solo regresaban de sus clases y otros estaban por irse a casa
con sus mochilas. Todos miraban a Hao Ren con curiosidad desde donde estaban
parados.
Hao Ren estaba avergonzado, pero guardó silencio.
—Por favor, sube al auto, —dijo el Anciano Sun a Hao Ren con reverencia.
—¡No! —la terquedad de Hao Ren explotó mientras gritaba.
—¿Qué demonios es esto? Ni siquiera me dieron un aviso de antemano —Hao
Ren no estaba muy complacido.
—Niño Hao, ya estás comprometido con Zi. Es mejor no actuar con irracionalidad
en estas cosas, —dijo el Anciano Sun.
Aunque sus palabras podrían no haber sido escuchadas por aquellos que estaban
más lejos, Zhao Jiayi y los otros compañeros de habitación escucharon cada una
de ellas—¿Comprometido? —no pudieron evitar repetir en voz alta.
—¿Quién es Zi? —preguntó Zhou Liren a Zhao Jiayi y Cao Ronghua, confundido.
Pero ellos simplemente movieron sus cabezas con la mirada vacía.
—¿Te gustaría que permaneciésemos esperando aquí? —preguntó amablemente
el Anciano Sun.
—¡Usted gana! —Viendo que más y más gente los rodeaba, Hao Ren se subió de
inmediato al auto después de pensarlo.
La limosina negra se alejó de la entrada frente a la mirada de todos. Era difícil
mantener un perfil tan bajo como le hubiese gustado a Hao Ren.
—¡¿Qué sucede Hao Ren?! —Zhou Liren levantó la voz abruptamente, mientras la
Lincoln negra se alejaba más.
El vehículo manejó sin contratiempos por la ciudad por un rato antes de llegar a
una casa de dos pisos.
Nadie pensaría que se trataba de la casa de una familia rica, dada su apariencia
poco pretenciosa.
El vehículo se detuvo y el Anciano Sun acompañó a Hao Ren fuera del auto.
Luego tocó el timbre.
—Adelante —dijo una mujer hermosa con un delantal, cuando abrió la puerta.
—Aquí lo traje, madame. Iré de regreso ahora, por favor llámeme si necesita algo,
—dijo con cortesía el Anciano Sun a la mujer.
—Sí, gracias Anciano Sun. No te retendré de tu trabajo. Parece que estás a punto
de alcanzar el noveno nivel del Rollo de la Luz Púrpura. No desperdiciaré más de
tu tiempo, —dijo suavemente.
—Gracias, madame. —El Anciano Sun hizo una reverencia con sus brazos
cruzados al frente, se subió a la Lincoln negra y se fue.
Entonces, la hermosa mujer le sonrió a Hao Ren, que permanecía en la puerta y
dijo, —Entra y toma asiento.
Una sola de sus sonrisas habría derrocado una ciudad. Otra habría derrocado un
país. (Es una expresión china para describir la belleza de una mujer) Su cabello
estaba atado elegantemente como si acabase de salir de una pintura. Viéndola,
Hao Ren se olvidó de todas las incomodidades recientes.
—Oh…—respondió simplemente y caminó hacia el interior de la habitación.
La habitación había sido renovada con un gusto delicado, y estaba
meticulosamente limpia.
—No has comido aún, ¿o sí? —le preguntó a Hao Ren mientras lo guiaba.
—No…—respondió con torpeza.
No podía enojarse con la mujer hermosa en frente de él.
—Yo soy Zhao Hongyu, la mamá de Zi. Su papá fué a buscarla a la escuela y
deberían estar de regreso pronto. Adelante, toma asiento. Yo iré a cocinar —llevó
a Hao Ren hacía el sofá y sonrió. Luego caminó hacia la cocina.
"Esta debe ser la definición precisa de lo que una esposa comprensiva y una
madre amorosa deben ser", pensó Hao Ren mientras miraba a su espalda.
Hao Ren se sentó y paseó la mirada por la casa. Aunque parecía sencilla desde
afuera, el diseño interior y la decoración eran muy placenteros y resplandecientes.
Una escalera blanca a la izquierda llevaba a las habitaciones en el segundo piso.
Había un estudio a la derecha. Un librero amplio de color marrón oscuro dentro del
estudio exudaba la esencia de una familia educada.
La peluda alfombra en la sala estaba impecable. El candelabro estilo medieval
daba fe de la riqueza de la familia.
¡Ka! La puerta se abrió y entró Zhao Guang con Zhao Yanzi.
Zhao Yanzi estaba aún en su uniforme azul claro. Apretó los dientes con odio
cuando vio a Hao Ren. Aun así, no demostró ningún indicio de sorpresa. "Su
padre debe haberle comentado al respecto cuando la buscó", pensó para sus
adentros Hao Ren.
—Estás aquí—lo saludó con ligereza Zhao Guang.
—Tío, —lo saludó Hao Ren y se levantó. Aún no veía realmente a Zhao Guang
como su suegro, pero tenía que ser cortés ya que era un invitado allí.
Miró a Zhao Yanzi, que se encontraba a un lado haciendo muecas. Hao Ren
tembló ante el pensamiento de comprometerse y enamorarse de una estudiante
de secundaria; sin mencionar su complicado pasado.
—Está bien, toma asiento —dijo con calma Zhao Guang y se dio vuelta hacia
Zhao Yanzi—. Ustedes, chicos, conversen. Yo aún tengo trabajo que hacer.
Entonces caminó hacia el estudio y empezó a revisar algunos documentos.
Zhao Yanzi se paró sobre la alfombra mientras miraba fijo a Hao Ren. Parecía que
quería comérselo vivo.
—Deja que te advierta. Yo nunca accedí a casarme contigo. ¡Así que si no
mantienes tus manos quietas te las cortaré! —dijo, con mucha agresividad.
—El problema es que yo nunca quise casarme contigo tampoco, ¿ok? ¿Qué
puedo hacer cuando me han traído secuestrado hasta aquí? —Hao Ren le lanzó
una mirada poco amistosa.
Entonces pensó para sí mismo, "¿Es realmente necesario enfadarse con una
estudiante de secundaria?". Pero entonces se dio cuenta de que esa estudiante de
secundaria era su prometida en la situación actual.
—Iré arriba a jugar en mi computadora. ¡Siéntate solo! —Zhao Yanzi miró a Hao
Ren y caminó hacia las escaleras.
—¡Zi! —emergió la voz firme de Zhao Guang del estudio a la derecha.
Zhao Yanzi apretó los dientes y dejó de caminar al escuchar las palabras de su
padre.
Puso mala cara después de contemplarlo furiosamente por un momento, entornó
los ojos a Hao Ren, y caminó lentamente hacia él como si cargase miles de
piedras que le pesaran.
¡Pum! Se sentó en el sofá, sin ganas, junto a Hao Ren.
—Mira un poco de TV si no quieres hablar —Hao Ren la observó y encendió la TV
con el control remoto.
Zhao Yanzi se le quedó mirando con rabia.
Ignorándola, Hao Ren continuó revisando los canales.
—¿La cabra placentera y el Gran, gran lobo? —preguntó Hao Ren dirigiéndose a
ella—. Eso es más de tu gusto (Este programa es una serie animada china para
niños en el jardín de infantes y de la escuela primaria).
—¡Vete al infierno! —Zhao Yanzi intentó alcanzar algo en la mesa con lo que
pudiera golpearlo.
—¡Zi! —Zhao Guang pronunció su nombre nuevamente desde el estudio. Sabía
exactamente lo que Zhao Yanzi estaba haciendo como si hubiese dejado un par
de ojos en la sala.
Zhao Yanzi soltó el objeto a desgano, aunque sus ojos aún estaban clavados en
Hao Ren—. Te lo advierto. ¡No me hagas enojar!
Hao Ren sonrió un poquito—¿Me odias tanto así?
Zhao Yanzi hizo una mueca—. Bueno, no me agradas en lo absoluto.
—Tu a mí tampoco. Siempre estás enojada, y no eres tan bonita. Sería una pena
que alguien tuviese que casarse contigo, —dijo con ligereza Hao Ren.
—¡Tú! —Zhao Yanzi abrió los ojos como platos.
—Ustedes dos dejen de pelear. Serán esposo y esposa en el futuro de cualquier
manera. —Zhao Hongyu salió de la cocina con un plato en las manos.
—Mamá…me está hostigando, —dijo Zhao Yanzi de una manera
encantadoramente mezquina.
—Lo vi todo y eras tú quién lo hostigaba a él. —Zhao Hongyu sonrió suavemente
y caminó de regreso a la cocina para preparar el segundo plato.
—Vale, bien por ti, tío apestoso. Incluso mis padres están de tu lado. —Zhao
Yanzi expuso su naturaleza "cruel" en cuanto su mamá se fue, haciendo una
mueca a Hao Ren.
—¿Por qué estás tan renuente? ¿Tienes un novio en la escuela? —preguntó,
mientras pensaba en todas las parejas de estudiantes de secundaria en las calles.