Clic, clic, clic…Mientras Hao Ren estaba hablando con Zhao Hongyu, se oyó un sonido como si alguien estuviese dándole vuelta al picaporte de la puerta.
—Zi y su Tercer Tío están de regreso. ¿Por qué no vas a hablar con ellos y yo me encargo de esto? —dijo Zhao Hongyu a Hao Ren con suavidad, sonriendo amablemente.
Hao Ren respondió con una sonrisa gentil, —Seguro.
Salió de la cocina y vio a Zi, quien estaba utilizando el mismo uniforme escolar azul claro, entrar con un hombre de cejas pobladas y grandes ojos.
—Hola tío, —dijo Hao Ren al hombre, tras dudar por un momento.
—¡Huh! —el hombre no solo no respondió a Hao Ren; su rostro estaba lleno de desdén.
Zhao Yanzi tampoco intentó suavizar las cosas. Lanzó sobre el sofá su mochila, corrió a la cocina, y comenzó a hablar con su mamá.
Hao Ren estaba un poco desanimado con este pequeño percance. Sin embargo, este hombre era mayor que él y era el tío de Zhao Yanzi. Por lo tanto, Hao Ren contuvo su molestia, se sentó en el sofá y comenzó a revisar las cosas que iba a enseñarle a Zhao Yanzi.
—¿Tú eres Hao Ren? —preguntó finalmente el hombre con las cejas pobladas y los ojos grandes, luego de ver que Hao Ren se ocupaba de sus propios asuntos y lo ignoraba.
Hao Ren quiso ignorarlo al comienzo. Sin embargo, pensó que tal vez este hombre no había escuchado su saludo la primera vez.
Simplemente respondió, —Sí.
Este Tercer Tío no dijo una palabra más y comenzó a observar a Hao Ren de arriba abajo.
Hao Ren no pensó mayor cosa de esto al comienzo. Sin embargo, después se dio cuenta de que este Tercer Tío estaba observando el progreso de su cultivación; eso le hizo correr frío por la espalda.
—Inútil. Se tragó el Núcleo Interno de Zi y tuvo todo este tiempo para cultivar, y aun así no hay cambios en su cuerpo, —dijo el hombre tras algunos segundos de observación.
Sus palabras eran duras. A pesar de que Hao Ren tenía una personalidad amable, no podía contener su ira.
Mientras Hao Ren y el hombre se miraban agresivamente el uno al otro, Zhao Yanzi salió de la cocina y dijo, —Tío, ignóralo. Mama me pidió que te preguntara, ¿qué quieres para cenar?
—Ja, ja, cualquier cosa estará bien. No soy caprichoso, —dijo el hombre con las cejas pobladas y los ojos grandes, que de golpe parecía suave como una ovejita al escuchar la pregunta de Zhao Yanzi.
—Okay…—dijo Zhao Yanzi al darse vuelta para regresar a la cocina—. ¡Mamá! ¡El tío dice que cualquier cosa estará bien, que cocines lo que quieras!
Los ojos del Tercer Tío se llenaron de alegría al ver a Zhao Yanzi. Era obvio que quería mucho a su sobrina.
Zhao Yanzi corrió en ese momento feliz hacia su Tercer Tío y dijo, —Tío, ¿recuerdas lo que me prometiste en el auto?
—De acuerdo, de acuerdo. ¿Cómo podría olvidarlo el tío? —El hombre sacó la billetera de su bolsillo y le dio diez billetes de cien dólares a Zhao Yanzi—.¡Que tu padre no se entere de esto!
Zhao Yanzi brillaba de alegría mientras sacaba la lengua y colocaba el dinero en su pequeña billetera rosa. Entonces abrazó a su tío por el cuello y dijo, —¡El Tercer Tío es el mejor!
—¡Pequeña loquilla! —Su tío le acarició la cabeza con alegría y con el rostro lleno de amor.
Tanto el adulto como la pequeña niña ignoraron a Hao Ren, que estaba sentado en el sofá, como si fuese invisible.
Hao Ren sabía que le había caído mal a este Tercer Tío y que Zhao Yanzi obviamente lo trataba con frialdad para irritarlo.
Hao Ren sabía que ella era de mente corta. Dado que su Tercer Tío amaba tanto a Zhao Yanzi, no iba a ponerle las cosas fáciles a Hao Ren, que a Zi le desagradaba tanto.
Hao Ren continuó con la mirada baja, enfocándose en los materiales de estudio e ignoró a los dos.
La incomodidad fue finalmente rota cuando Zhao Hongyu salió de la cocina con la comida recién hecha.
—¡Zi! ¿Estás molestando a tu tío de nuevo? —dijo Zhao Hongyu en tono de regaño a Zhao Yanzi.
Zhao Yanzi se reía y al fin dejó de jugar al infantil piedra, papel o tijeras, con su Tercer Tío.
—Ven a cenar con nosotros, —dijo con cortesía Zhao Hongyu a Hao Ren.
Debido a las actitudes de Zhao Yanzi y su tío, Hao Ren realmente no quería cenar con ellos. Sin embargo, Zhao Hongyu lo había tratado tan bien que no quiso decepcionarla. Por ende, caminó hacia la mesa con el rostro serio.
Los cuatro se sentaron en sus asientos en orden. Zhao Yanzi se sentó frente a Hao Ren, su Tercer Tío y Zhao Hongyu se sentaron a los lados de Hao Ren.
—Este es el tío de Zi, Zhao Kuo. Puedes llamarlo Tercer Tío tal como lo hace Zi. Al igual que el Anciano Lu, él es uno de los Ancianos del Océano del Este. Zi puede explicarte los detalles luego, —dijo Zhao Hongyu, que le presentó el hombre a Hao Ren después de sentarse.
—Tercer Tío, —saludó Hao Ren a Zhao Kuo con renuencia, por consideración a Zhao Hongyuo.
—Mm, —respondió Zhao Kuo en un modo que no era ni hostil ni amistoso.
Zhao Hongyu notó que la vibra no era muy armoniosa, así que dijo con una sonrisa gentil, —Está bien, vamos a comer. —Le alcanzó un par de palillos a Hao Ren mientras hablaba; parecía muy atenta con Hao Ren.
Zhao Hongyo era tan amable como el agua, mientras que Zhao Kuo no encontraba la manera de calmarse. —Cuñada, ¿en qué están pensando? ¿Cómo puede un tipo ordinario ser digno de una chica tan buena como Zi?
—Hao Ren es un chico muy bueno. A mí me agrada. ¿Estas satisfecho con esta razón? —dijo con amabilidad Zhao Hongyu, mirándolo.
—Este…— Zhao Kuo se quedó sin palabras como si tuviese un huevo atascado en la garganta.
Fue en ese momento que Hao Ren se percató de que Zhao Hongyu no era tan suave como parecía. Tenía esta cualidad de cambiar constantemente. Lucía como si fuese aún más impresionante que Zhao Guang.
—Los otros pueden no saberlo, pero yo sí. Si él le regresa el Núcleo Interno a Zi, Zi no sufrirá ningún daño, —dijo por fin Zhao Kuo, tras unos segundos.
—Pero Hao Ren sufrirá mucho daño, —replicó Zhao Hongyu.
—Él es solo un humano ordinario. Por qué habría de importarnos…
—¡Suficiente! —Zhao Hongyu de repente se hizo más ruda—.Tu hermano no se encuentra aquí, ¿y ahora te atreves a discutir conmigo? Esta decisión fue acordada por el Consejo de Ancianos. ¡No digas más!
La pelea concerniente a Hao Ren lo había puesto en una situación incómoda. Sin embargo, podía darse cuenta de que Zhao Hongyu lo estaba defendiendo.
—Pero…—Zhao Kuo no estaba convencido, quería seguir discutiendo.
—Sobre el problema de Zi…tenemos nuestros propios juicios. Ella tiene que hacerse responsable por lo que hizo. Sé que amas a Zi, ¡pero no la malcríes! ¡Tienes que dejar de hacerte cargo de todo cada vez que ella causa un problema!
Las palabras de Zhao Hongyu se habían hecho más firmes, y Zhao Kuo finalmente dejó de hablar. Sin embargo su rostro estaba lleno de desdén. El rostro de Zhao Yanzi pasaba del el rojo al pálido, pero permaneció en silencio, porque no se atrevería a hablar.
—Es hora de que cambies tu temperamento irascible. Tan violento. Me gustaría ver cómo vas a sobrevivir a la Tribulación de este año, —dijo Zhao Hongyu bajando el tono de su voz.
—De cualquier manera, aún no estoy en de acuerdo con la decisión de que Zi se case con un tipo como este, —murmuró en voz baja Zhao Kuo.
Tras una profunda exhalación, Zhao Hongyu no quiso discutir más. Miró a Hao Ren y dijo amablemente, —De acuerdo, comamos.