—La alegría le da corazón a un hombre. En realidad te ves particularmente
enérgico hoy —comentó al día siguiente Cao Ronghua de camino a clases,
mientras estudiaba a Hao Ren.
—Salir con una chica adinerada le ha dado un aura diferente —dijo Zhou Liren a
Zhao Jiayi, frotando su barbilla, y a los otros mientras miraban a Hao Ren.
—Tiene una ligera elegancia en cada uno de sus movimientos —bromeó Zhao
Jiayi.
Habían estado molestándolo, pero Hao Ren de hecho sentía que su aura había
cambiado desde que había logrado avanzar la noche anterior.
Parecía que se había fusionado con la naturaleza. Aunque aún no podía absorber
la esencia de la naturaleza, tenía un sentimiento difuso como si él mismo fuera la
naturaleza.
Había tenido esta sensación después de alcanzar el primer nivel de la técnica
básica de cultivación, pero aun no era un cultivador verdadero. No era de
sorprender que el Tercer Tío de Zhao Yanzi pensara en los humanos con desdén,
reflexionaba Hao Ren mientras saboreaba los cambios en su cuerpo.
Los cuatro estaban de camino a clases cuando se encontraron con algunas chicas
que salían de la cafetería después de desayunar. Mirando por un instante a Hao
Ren, Xie Yujia los pasó para tomar asiento al frente del salón de clases. Golpeada
por una sensación de extrañeza, volvió la mirada hacia Hao Ren una vez más.
"Qué extraño. Está utilizando las mismas ropas que ayer. Por qué encuentro
diferente su presencia…" pensando que era todo un producto de su imaginación,
Xie Yujia se sintió algo confundida. Sacudiendo su cabeza, pasó su pierna sobre
la bicicleta y condujo hacia el Edificio Académico.
—Xie Yujia te miró dos veces. ¿Ustedes dos han estado saliendo en citas?
—preguntó Zhao Liren a Hao Ren, guiñándole un ojo.
Hao Ren resopló, —Cómo puede ser eso posible…
En su corazón, Xie Yujia no era solo la Presidenta de la Clase, sino también la
chica más popular. Ella estaba muy lejos de su alcance.
Además, él era un hombre comprometido ahora.
Caminaban sin preocupaciones adentro del Edificio Académico justo cuando la
clase comenzó. Tomando el asiento de la ventana para mejor ventilación, Hao
Ren sacó sus materiales de estudio y empezó a prepararse para su sesión de
tutoría.
—¿Por qué no respondiste a mi mensaje de ayer? —decía el mensaje de texto
que le envió Xie Yujia en la mitad de la clase a Hao Ren..
Sorprendido, levantó la cabeza y se encontró con la mirada de Xie Yujia. Se
preguntó por qué la diligente, tomadora-de-notas, Presidenta de la Clase le
enviaría un mensaje durante la clase…
Apresurado, bajó la mirada y respondió a su mensaje, —¿Te refieres al mensaje
sobre la carrera de larga distancia? Lo recibí.
—Eres el único participante de nuestra clase, y solo seis han sido seleccionados
en toda nuestra especialidad para entrar a los juegos. Espero que no me
decepciones —decía otro de sus mensajes.
De repente, Hao Ren se sintió muy presionado. Los Juegos Atléticos bianuales en
la Universidad del Océano del Este eran una competencia que se realizaba entre
todos los estudiantes, sin importar la edad. Los estudiantes más atléticos
seleccionados de entre las decenas de miles de alumnos de la universidad
competirían unos contra otros. Era un gran espectáculo.
—Entiendo, —respondió al mensaje de texto Hao Ren. Había sido un reconocido
corredor de largas distancias en la secundaria, pero nunca había entrado a
ninguna competencia a nivel de provincia, y tampoco había ganado puntos por eso
durante su examen de entrada a la universidad.
Xie Yujia tenía grandes esperanzas para él, pero él no se tenía tanta confianza..
Aunque era rápido, después de entrar en la universidad había pasado casi todo su
tiempo jugando videojuegos. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que
había hecho un esfuerzo real por entrenar.
Pensando que ese era el fin de la conversación, se sorprendió cuando Xie Yujia le
envió otro texto que decía, —¿Te cortaste el cabello ayer? ¿Por qué siento que te
ves diferente hoy?
—No, no lo hice, —respondió Hao Ren al mensaje de texto.
Entonces Xie Yujia dejó de escribirle. Hao Ren se preguntó si había sonado
demasiado cortante. Pero pronto, se vio inmerso en las preguntas de práctica de
inglés de escuela secundaria.
En la noche, Hao Ren tomó de nuevo el autobús hacia el hogar de Zhao Yanzi.
Ahora que no era un extraño, Hao Ren no era tan reservado como la última vez.
Sin embargo, se mantuvo silencioso en los temas sobre su familia.
Después de cenar, Zhao Hongyu declinó la oferta de Hao Ren de recoger la mesa
por ella y le pidió que tutoreara a Zhao Yanzi. Con renuencia, Zhao Yanzi siguió a
Hao Ren escaleras arriba hasta el segundo piso.
Tras pensarlo por un día completo, Hao Ren había decidido enseñar a Zhao Yanzi
siguiendo los distintos puntos de conocimiento. El examen se enfocó en los temas
más comunes del inglés de secundaria: los tiempos verbales.
El tiempo corrió, Zhao Yanzi se estrujó los sesos y finalmente completó el examen.
—¿Tío, estas seguro de que eres realmente bueno en esto? —Con la barbilla
apoyada sobre su palma, con su otra mano daba vueltas a un lapicera de punta
redonda mientras miraba a Hao Ren que corregía su examen con esmero.
Se había cambiado el uniforme y se había puesto una camisa corta con el diseño
de un gatito y una falda roja a cuadros. Como un caramelo, la relajada
combinación exudaba la dulzura de una chica adolescente.
Inclinándose en la silla con sus piernas dobladas debajo de ella, no se percató de
que la postura exhibía una porción de su barriga plana a Hao Ren.
—Si te esfuerzas por aprender conmigo, no te será difícil convertirte en una de las
mejores tres estudiantes de tu clase —garabateó Hao Ren en letras grandes una
puntuación de 30 sobre su examen antes de devolvérselo.
Ignorando sus labios fruncidos en signo de protesta, Hao Ren señaló la primera
pregunta y comenzó a explicar, —Ya que utilizas "yesterday" en la primera parte
de la oración, debes utilizar el tiempo pasado del verbo. Y el tiempo pasado de
"say" es "said", no "sayed"… Hey, presta atención y anota esto…
Viendo la dedicación en el rostro de Hao Ren, Zhao Yanzi parecía resentida. Aun
así, tenía que hacerle caso, así que comenzó a tomar notas en su cuaderno.
Hao Ren había visto los libros en el estudio de Zhao Hongyu y sabía que su inglés
era excelente. Se preguntó cómo su hija podía ser tan mala en inglés.
Al final de la sesión de una hora de tutoría, Zhao Yanzi casi había masticado por
completo la parte superior de la lapicera de punta redonda, demostrando cuánto
resentimiento sentía hacia Hao Ren.
—Ren, sígueme escaleras arriba —Apareció Zhao Guang puntualmente en la
puerta.
—Ok —Dejando los papeles, Hao Ren siguió a Zhao Guang por las escaleras y
subió hasta el estudio.
—¿Me parece que has alcanzado el primer nivel? —preguntó Zhao Guang una
vez que estuvieron dentro del estudio.
—Así parece. Siento como si mi cuerpo entero ha sido desbloqueado.
—Pues, buen trabajo. Sin embargo, el primer nivel es bastante sencillo. Hoy te voy
a enseñar la parte que sigue. —Parecía calmado Zhao Guang, sin ninguna señal
de sorpresa o alegría.
Hao Ren se sentó y lo escuchó pacientemente, preguntándose qué nivel habría
alcanzado Zhao Guang. Cualquiera fuese el nivel en el que se encontrase Zhao
Guang, no podía ser bajo.
Hao Ren nunca había soñado con volar por el cielo, o adentrarse en la tierra
destruyendo montañas y estremeciendo los océanos. Su objetivo era salvar su
propia vida, y si alcanzaba algunos avances en su cultivación, tendría más
confianza de poder ayudar a Zhao Yanzi a sobrevivir la crisis dentro de tres años.
Por supuesto, él sabía que la familia de Zhao Yanzi hacía lo mejor que podía para
ayudarlo, aunque estrictamente hablando, Zhao Yanzi había causado todo este
problema. Sin embargo, ellos preferirían poner a su propia hija en peligro que
sacrificar al inocente Hao Ren. Eso solo ya demostraba más sabiduría y rectitud
que la mayoría de los padres podrían tener jamás.
Muy pronto se hicieron las nueve y media, y Zhao Guang había explicado cada
punto del Rollo de la Concentración Espiritual en detalle.
—Puedes regresar a la misma hora mañana. Entonces podrás cultivar por tu
cuenta y preguntarme cuando sea que tengas alguna pregunta —instruyó Zhao
Guang, levantando la mirada al reloj.
Hao Ren asintió. Caminó hacia afuera del estudio y hacia el segundo piso, entró a
la habitación de Zhao Yanzi y la encontró trabajando arduamente en sus tareas.
Ya que no quería interrumpirla, recogió todo sus materiales de tutoría y salió
silenciosamente de la habitación.
—Te llevaré de regreso en el auto, —le ofreció Zhao Guang que apareció en la
puerta.
—Gracias, —respondió Hao Ren.
De camino de regreso a la escuela, Zhao Guang preguntó de repente, —¿Sabes
conducir?
—Obtuve mi licencia el verano pasado, pero aun soy principiante, —respondió
Hao Ren.
—¿Qué tal si te compro un auto para que puedas venir y volver con facilidad?
¿Cuál te gusta? ¿Chevrolet o Volkswagen? —preguntó casualmente Zhao Guang
como si estuviese hablando acerca de un juguete de 10 yuanes y no de un auto de
100.000 yuanes.
—Eh, no es necesario. En el futuro puedo tomar un taxi de regreso, —dijo Hao
Ren bien rápido.
Zhao Guang no presionó el tema. Llevó a Hao Ren hasta el edificio de dormitorios
en silencio.
—Oh, por favor dígale a Zi que debo participar en los Juegos Atléticos la semana
que viene y necesito practicar. Retomaré las sesiones de tutoría el martes
siguiente.
—Ok —Encendió de nuevo el auto Zhao Guang con una mano firme y
desapareció a la vuelta de la esquina.
"Un suegro calmado, una suegra amable, y una impetuosa y joven prometida,
¿Qué más vendrá en mi camino?" Inhalando profundamente, Hao Ren caminó
hacia el edificio de dormitorios.
Para cuando entró en su habitación sus tres compañeros de dormitorio seguían
afuera. Aparentemente, estaban en un café. Abriendo su mochila Hao Ren
comenzó el proceso de reorganizar los materiales de tutoría, y vio que habían
dibujado una gran cabeza de cerdo en la primera página de su banco de pruebas
de inglés de secundaria favorito.
Una nariz gruesa, ojos saltones, orejas caídas y labios gruesos…en el lado
estaban las palabras: "Tipo Presumido".
Hao Ren rio al ver la caricatura de la cabeza de cerdo que habían dibujado
intencionalmente para ser fea y que, de hecho, se le parecía un poco.